La diputada comunista Camila Vallejo dijo que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, tuvo que recurrir a la "política del terror" para aportillar el apoyo ciudadano a su propuesta de reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. 

Sin dar luces de dónde sacó el cálculo, el ministro Larraín aseguró este lunes que "un proyecto que busca de golpe reducir de 45 a 40 horas, con más de un 11 por ciento de aumento de los costos laborales, en las estimaciones, (se advierte que) el efecto estaría en torno a los 250 mil empleos que se perderían". 

Vallejo sostuvo que el secretario de Estado "ha tenido que acudir a la presión, a la fuerza y no a la convicción" y recordó que su par de Economía, Juan Andrés Fontaine, reconoció que la flexibilidad que propone el Ejecutivo será para las empresas y no los trabajadores. 

"Me quiero quedar con lo que ha pasado en las últimas semanas y la honestidad que tuvo el ministro Fontaine, cuando él dice que la propuesta de Gobierno y la flexibilidad busca que los empresarios puedan usar de mejor forma el tiempo de sus trabajadores y trabajadoras... Ahí está la clave del asunto: la flexibilidad que ellos proponen es precarización", afirmó la parlamentaria.