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sábado, 3 de junio de 2023

OPINIÓN POLÍTICA La Derecha pretende engañarnos otra vez

    

El parcial triunfo electoral de la ultra Derecha para Consejeros Constitucionales los ha llevado posteriormente a pretender engañar a todo el mundo nuevamente.

Desde luego porque es un engaño decir o creer que tienen las llaves del poder político, como lo dan por sentado y como verdad revelada todos sus cipayos de la prensa «libre», además de otros despistados que posan de progresistas. Falso, han ganado una elección para personas que participarán muy parcialmente en redactar una nueva Constitución cuyo marco está completamente desvirtuado por ser un proceso anti-democrático y cuyo trabajo termina de aquí a fin de año.

En la borrachera del triunfalismo, no faltaron aquellos que salieron a decir que este gobierno estaba terminado y su programa político enterrado. Era hora de preocuparse de la Seguridad, creando un ambiente donde los despistados gobernantes cayeron en el garlito y salieron gritando que en materia de Seguridad ellos estaban dispuestos a ir en esa parada.

 

Pero la realidad muestra que el Congreso sigue siendo el que conocemos, donde la ultra-derecha es minoría. Igualmente en los gobiernos regionales y municipales. Recordemos igualmente para mitigar tanto entusiasmo y tanta propaganda amplificadora, que el oficialismo por ejemplo, desprestigiado y todo además por un Gobierno que pierde popularidad a cada día, obtuvo prácticamente la misma votación de las anteriores contiendas electorales, todas distintas digamos de paso por las reglas que se les impuso.

 

Este triunfo de la ultra-derecha recordémoslo, se hizo en medio de una campaña gigantesca sobre la violencia en la vida civil, con asaltos, asesinatos, portonazo y muertes de algunos Carabineros como punto alto para la creación del terror y miedo por la falta de seguridad ciudadana y la denuncia del Gobierno por su inacción en esta materia. Como si la violencia y el narco-tráfico no existieran desde la Dictadura para acá. Propaganda gigantesca y multimillonaria que llevó a la gente a votar como votó en gran medida, independientemente que el oficialismo hubiese continuado a privilegiar su campaña identitaria y no las necesidades básicas de la población. Ahora bien, si los lectores se fijan, dicha exaltación de la violencia y falta de seguridad  ha practicamente desaparecido de los media, volviéndose a los anuncios normales de delincuencia que tenemos y a los tiempos de antena que se les dedica. Ni más ni menos. Todo coincidente con el fin de la campaña para la elección de Consejeros.

Recuérdese que el vil asesinato del Carabinero Daniel Palma tuvo tal cantidad de cobertura mediática como nunca antes vista. Su vida relatada en todos los medios. Sus funerales transmitidos en directo por la TV desde Rancagua y la persecución posterior de sus presuntos asesinos seguida día a día mientras estos iban cayendo en manos de la Policía. Los que encima no eran chilenos, todavía mejor para la propaganda y el odio hacia los migrantes.  Funerales que se convirtieron prácticamente en unos funerales de Estado, con el Presidente de la República de rodillas frente a los deudos y no pocos ministros en la comitiva oficial.

 

Este asesinato dio pie para que los media del sistema hicieran una espectacular propaganda sobre la delincuencia durante más de una semana seguida, a pocas semanas de la elección del 7 de Mayo. Propaganda que al mismo tiempo hablaba de un Estado de Derecho «inexistente» como recalcaban los alcahuetes de siempre, juntamente con la Derecha gritando en los media que la elección de Consejeros para «redactar» una nueva Constitución …. era un voto de rechazo al Gobierno y su política, tal como apareció el Senador Chahuán a recalcarlo. Esto, sumado a que la única reivindicación que levantaban los ultra-derechistas del Partido Republicano era justamente la Seguridad y la migración descontrolada. Que lamentables asesinatos más convenientes para la política de la Derecha.

Curiosamente nada de eso se hizo por el asesinato de la también Carabinero Rita Olivares en Quilpué, cuya muerte pasó prácticamente desapercibida. ¿Pero no era también Carabinero? ¿Asesinato cometido solo una semana antes de aquel del cabo Palma?  ¿Será porque era mujer y no hombre?. ¿O será porque el cabo Palma era de Rancagua, una plaza fuerte de la Derecha que aseguraba unos funerales multitudinarios y no de Quilpué como la Carabinero Sanhueza donde hay muy pocos votantes?  ¿O talvez porque los asesinos de la Carabinero Sanhueza no eran emigrantes sino chilenos? Habría que preguntarle a las agencias de publicidad de la Derecha por las opciones escogidas para lograr los objetivos de miedo, inseguranza y odio a los emigrantes. En cualquier caso, la propaganda 24 horas seguidas sobre violencia ha desparecido mágicamente hoy. Apenas se informan los asaltos y portonazos esporádicos que ya no es preciso destacar. Las fronteras están libres de la multitud de migrantes al parecer y ya nadie piensa en Iquique o Antofagasta. Claro, ya se ganó la elección y hay que guardar municiones para la próxima vuelta, donde los medios de comunicación seguirán jugando el papel decisivo que tienen en cualquier elección en un país, tal como lo jugaron en esta votación. La votación del miedo y la inseguridad ciudadana amplificadas por mil. Y esta propaganda, en un país donde la mayoría todavía cree en el mal de ojo, o la gente no entiende lo que lee, cuando lee, y donde como sabemos ahora más de un tercio se declaran completamente satisfechos con la Dictadura.  Un pueblo con tal grado de ignorancia, es fácil presa de una muy bien aceitada máquina propagandística.

De paso, la campaña desatada por la Derecha en sus medios sirvió para que los honorables, se propusieran redactar por esos mismos días mas de 30 leyes anti-narco, anti-terrorista, anti-violencia, anti todo.  Como ahora no hay apuro, volverán a la carga con urgencia para aprobar dichas leyes en los períodos propios antes de cada elección futura. Una organización magistral de propaganda para engañar a practicamente medio pueblo, todas las veces que sea necesario.

 

De otra parte, tampoco nada le augura a la ultra-derecha triunfos electorales en las próximas elecciones parlamentarias, municipales y presidenciales. Habrá que ver qué hacen con la propaganda del miedo, seguridad y represión, únicas propuestas de gobernación que tienen. No sorprende que Kast haya mandado a callarse a los consejeros (que horror habrían dicho si esta orden hubiese salido desde el Partido Comunista a sus parlamentarios como lo han hecho en el pasado) para no hablar en público. Bueno, convengamos que alguna razón hay para esto, porque cada vez que hablan dicen solo tonteras y brutalidades. Imagínese que el consejero más votado del Partido Republicano, el señor Luis Silva, mientras nos habla de sus verdades tiene pegado a la pierna un cilicio con púas que lo torturan como él propio lo ha declarado con no poco orgullo. Un fanático numerario del Opus Dei, al que ahora la Derecha en general le da tribuna para que nos hable de su filosofía y valores. Esos de apoyar sin tapujos la Dictadura de Pinochet a quien considera «un estadista» o mantenerse puro y casto respecto del sexo.

Con razón Kast dio la orden de Partido para callarse. El problema es que el niño maravilla de los Republicanos es difícil de callar. Con Silva se cumple eso que dice que la ignorancia es peligrosa, pero que un poco de conocimiento es todavía peor.

Silva es enemigo acérrimo de las mujeres y sus derechos sociales y reproductivos. Bueno, en esto sigue la línea Kast. Las mujeres en su casa para cuidar de los hijos y esperar sonrientes por la tarde al marido. Claro, solo las mujeres de los ricos como Kast pueden darse «el lujo» de quedarse en casa, además que tienen su correspondiente nana, o dos. Las mujeres trabajadoras ni hablar. No alcanza ni con el salario de madre y padre para parar la olla. Reclama Silva respeto por su opción sexual del celibato, al mismo tiempo que no acepta otras concepciones respecto del sexo. Tal cual. Tampoco él ni nadie del conjunto de la Derecha, dicen una palabra palabra para la masiva existencia comprobada de pederastas en las Iglesias Católica. Sí, esa misma del señor Silva. La existencia masiva de degeneración sexual -verdadera plaga en toda la Iglesia Católica en todo el mundo donde funciona – y que agrede y daña – a veces por vida – a miles de niños, frente a lo cual la Derecha, esa misma puritana que se declara defensora de la Familia y los niños, no tiene una palabra a decir.  Hasta el día de hoy. Con el silencio cómplice de toda la jerarquía eclesiástica además. La ley del embudo en su mejor. O el rasero con dos medidas diferentes.

 

Apoyados por esa magnífica caja de resonancia de sus ideas que son los medios de comunicación que una gran cantidad de personas  miran, escuchan y leen (en menor medida), posibilita que sus ideas más locas o sin sentido y sustento político real alguno ganen terreno en la mente de millones de chilenos. Tarea no muy difícil hoy en día. Llevan 50 años de un discurso donde han demonizado sin parar el gobierno de la Unidad Popular de manera rabiosa y llena de odio, donde destaca un anti-comunismo grotesco. De allí que no debería sorprender a nadie que la reciente encuesta MORI que todo el mundo toma como verdadera (?), nos diga que más de un tercio de los chilenos apoya la Dictadura de Pinochet. La verdad es que la ultra-derecha en Chile luego de que la CIA la dejara bien apertrechada en 1970, ha mantenido ese nivel de apoyo al Dictador, asesino, corrupto y ladrón. Todas esas cosas juntas y ciertas, que nadie puede negar. No sorprende entonces que esa misma proporción de chilenos hayan votado por el Partido Republicano. No pasará mucho tiempo en que se den cuenta a quienes les han dado sus preferencias. Se arrepentirán tal como lo hizo el decadente gobierno alemán que decició nombrar Canciller a  Hitler en 1933 o los ciudadanos italianos que votaron por Mussolini, fundador del Fascismo. (bueno este en la altura de su elección en 1922 se hacía pasar por socialista.)

 

 

Aprovechando la marea comunicacional apoyada en ese magro 35% de votos para Consejeros, la Derecha pretende incluso limpiar la cara de Pinochet. Hacer olvidar el Dictador como lo propone estos días el jefe de la UDI señor Macaya. Demostrar que hay que relativizar las violaciones a los DDHH apoyándose en unos más que discutibles logros económicos que habría tenido la Dictadura como lo proponen desde el Partido Republicano y también la UDI, esa de los hijos de Chacarillas. Hasta hoy estos supuestos logros no han sido completamente denunciados, no solo por la defensa del «legado» del Dictador que hasta hoy hace la Derecha, sino que también y en parte importante porque toda la Concertación le han atribuído a Pinochet la aplicación de una política económica exitosa. Para algunos Pinochet fue un gran «visionario». O como dice el presidente del Partido Republicano Squella, hay que reconocer «el crecimiento económico, generado por el gobierno militar«. No siendo este el lugar para esa aclaración histórica que se hace indispensable para terminar con una falsa imagen, digamos por lo menos un par de cosas. Primero, desde 1973 hasta 1982 la dictadura llevó al país a una profunda crisis económica, a pesar de contar – ahora si – con todos los créditos del exterior, los mismos que le fueron negados al gobierno de la UP, en esa decisión política de Nixon y su Maquiavelo principal Kissinger, afirmando que había que «hacer chillar la economía chilena». Recuérdese que se produjo una gran contracción financiera hacia 1975 producto de las desregularizaciones y el acelerado proceso de privatización, seguido de una profunda crisis económica en 1982. Los salarios bajaron 35% respecto de aquellos durante el Gobierno Popular, el ingreso nacional cayó 15%, el desempleo superó el 20%. Y todo esto sin mencionar la corrupción rampante que desde entonces inunda este país. En eso, la Dictadura dictó cátedra. Hoy vemos sus resultados.  Pues bien, ningún gobierno democrático habría tenido 9 años para continuar después de ese monumental fracaso económico. Excepto una dictadura donde no existe la Oposición. Segundo, las palancas económicas para mejorar la situación vinieron de la decisión de sobreexplotar los trabajadores, al mismo tiempo de ofrecer a precio de liquidación las empresas del Estado a los empresarios más ricos del país que se apropiaron de algo que era y es de todos los chilenos. Obligar a los trabajadores a trabajar 44 horas a partir desde entonces ,manteniendo los mismos salarios; colocar su dinero de pensiones en un fondo obligatorio para financiar el crecimiento de algunas grandes empresas, para lo que utilizaron y utilizan hasta hoy  las AFP diseñadas por el hermano mayor de Piñera, y prácticamente obligar a millones de chilenos a tener seguros de salud privados con las Isapres, y que han conseguido ese robo monumental que hoy se conoce.  La privatización de la educación, con la creación como callampas de «universidades» y «colegios» para continuar a enriquecer a otros más, incluídos en este rubro muchos políticos concertacionistas. Ofrecer el agua de regadío en derechos ad infinitum a los mayores empresarios agrícolas, viñateros y frutícolas en detrimento de las poblaciones como lo sufrimos hoy. Eliminando los sindicatos, cerrando los partidos políticos, silenciando cualquier medio de expresión contrario a la política oficial. Así fue conseguido este proceso de enriquecimiento de la clase dominante chilena de hoy. Ese es su génesis mas allá que algunos ya fueran ricos desde antes. En esas condiciones, como no era posible enriquecer a más no poder un puñado de empresas que lo tuvieron todo para conseguirlo  y así mostrar jugando con las estadísticas que era todo el país el que mejoraba? Riqueza acumulada en unos pocos que cualquier observador confirma reconociendo que somos uno de los países más desiguales de la Tierra. Y es ese fenómeno de crecimiento que solo ha favorecido un puñado de ultra-ricos, realizado en en términos de trabajo y ahorro forzado a los trabajadores del cual se vanagloria la Derecha y con el cual pretende hacer olvidar todos los crímenes de la Dictadura y el despojo monumental que sufrió el Pueblo hasta el día de hoy?

Esperemos que nuestros economistas terminen de destruir esta falsa creencia del  «milagro económico» producido por la Dictadura. Milagro que nunca fué tal. Aunque saludado desde el otro lado del mar por el connotado economista neoliberal Milton Friedman, el llamado padre del neoliberalismo, cuyo fanatismo ideológico lo ubican muy lejos de los principios de un investigador científico serio.

 

Vivimos es cierto un período negro civilizacional, donde recientemente unos pocos envalentonados con un éxito parcial en una elección que nada tiene que ver con la representación política de las preferencias ciudadanas como lo es el Parlamento y el Senado, pretenden hacer creer que poco menos que todo Chile los apoya, que pueden ahora hacer lo que quieren, incluso cambiando la Historia.

Se equivocan. Nadie, ni mucho menos el Pueblo puede ser engañado a propósito de todo,  todo el tiempo. La gran tarea pendiente de la Izquierda es educar y educar a nuestros compatriotas en la verdad histórica y en mostrar quienes realmente defienden sus intereses y quienes los utilizan para el miserable fin del enriquecimento personal de algunos. Hasta entonces, hay que continuar a denunciar los falsos profetas de la ultra Derecha, regímenes que la Historia ha demostrado en que terminaron todos ellos.

 

Por Patricio Serendero

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