Deuda con Victimas de Derechos Humanos

RICARDO KLAPP SANTA CRUZ

En los 40 años, la figura del Presidente Salvador Allende, resistiendo el asalto a La Moneda, ha crecido e impactado, sobre todo a las generaciones más jóvenes.  Las imágenes escondidas profusamente difundidas por la prensa y la movilización social han obligado a pronunciarse a todos los sectores políticos y sociales.

Aún estamos en deuda con las víctimas acalladas (detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos) en nuestras comunas de la provincia Cordillera. 

Catorce dirigentes sindicales, sociales y de derechos humanos le han solicitado al municipio de Puente Alto, la siguiente petición:

“Se autorice la instalación de un: (Memorial o Monolito y Señalética), en la esquina sur oriente de Eyzaguirre con Balmaceda, lugar que el año 1973 se trasformó en un campo de concentración, asesinatos, prisión y tortura de centenares de presos políticos.  Estuvieron detenidos entre ellos los ex alcalde Luis Osorio y Víctor Cáceres y regidores de la Provincia Cordillera”.

En el libro que edite hace dos años: “Investigación 75 Personas Muertas por Razones Políticas, Provincia Cordillera” hay que sumarles 4 victimas más; Roberto Chaer Vásquez 21 años, trabajador de Tecsa detenido desaparecido por la DINA el 6 de septiembre de 1974; María Álvarez Toro 28 años, baliada en la población Los Andes, asesinada por militares el 3 de enero de 1974; Jorge Maldonado Velásquez 19 años, de Nuevo Amanecer, asesinado por carabineros en 21 de enero de 1989 y Juan Hernández Moncada 16 años, asesinado por carabineros el 7 de septiembre de 1988 en la población Diego Portales (hijo de El Papillon).  Estos 4 casos fueron consignados por la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación.

Se ha avanzado por la permanente lucha de los familiares y compañeros de las víctimas del terrorismo de Estado; este año también se cambio el nombre de la ex avenida 11 de Septiembre en Providencia; Se traslado a genocidas desde un hotel 5 estrellas (Penal Cordillera), a un hotel 4 estrellas (Punta Peuco).

Solo la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos permitirá sanar las herirás del pasado, que están presentes en la memoria de parte importante del pueblo chileno.