Uno de los viejitos estaba a cargo de un centro de torturas. Colgaba a las mujeres desde las muñecas, en altura, y las bajaba para que una tropa de milicos las violaran.
Otro de los viejitos obligó que un papá de una detenida tuviera relaciones sexuales con su hija.
Otro de los viejitos le dió de comer vidrio molido a unos detenidos.
Otro de los viejitos, en una sesión de tortura, sentaba en una silla a los detenidos, y con un palo de 2x2 les rompía las canillas hasta que tuvieran fracturas expuestas.
Otro insertaba fierros ardiendo en los genitales.
Otro le ponía corriente a las embarazadas.
Otro mandaba a tirar al mar a los detenidos, desde un helicóptero, después de abrirles el abdomen con un corvo.
A ellos, el Presidente los quiere indultar porque "están viejitos".

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