Frente a su odiosa campaña anticomunista, y ante el silencio culpable de los medios de comunicación, como ciudadano chileno y por deber ético, debo responderle:
1) No fueron militantes comunistas los cobardes asesinos del Comandante en Jefe del Ejército de Chile, René Schneider, sino terroristas de ultra-derecha, afines a la ideología a la que Ud., José Kast, adscribe. El dictador, de quién Ud. es admirador incondicional, procedió a indultar, en claro abuso de poder y saltándose olímpicamente toda ética y moral militar, a los terroristas culpables del asesinato del General Schneider, su compañero de armas.
2) No fueron militantes comunistas los autores del atentado terrorista que cobró las vidas del ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile, General (R) Carlos Prats, y su esposa Sofía Cuthbert, perpetrado en Buenos Aires, sino sicarios terroristas de la DINA, actuando bajo las órdenes directas de su venerado dictador.
3) No fueron tampoco militantes comunistas los autores del vil atentado que costó la vida a Orlando Letelier y la de su secretaria, Ronni Moffitt, ciudadana estadounidense. Este cobarde atentando se perpetró en Washington, capital del país que Ud. más admira, o por lo menos debe igualar en su admiración a la Alemania del Tercer Reich, país desde donde huye su padre, nazi militante, con documentación falsa, por desgracia hacia nuestro país.
4) No fueron ni militantes comunistas ni socialistas ni miristas, los autores del asesinato del Edecán Naval del Presidente Salvador Allende, Arturo Araya Peeters, perpetrado por un comando terrorista de “Patria y Libertad”, organización de clara ideología fascista, de la cual recordamos tristemente su simbólica “araña”, tan similar a la esvástica del nazismo.
5) No fuimos ni militantes como tampoco simpatizantes del marxismo los que durante los interminables 17 años de la dictadura más bárbara de la historia de Chile, degollaron a Tucapel Jiménez, quemaron vivos a Rodrigo Rojas Denegri -ocasionándole la muerte- y a Carmen Gloria Quintana. Tampoco fueron seres humanos de izquierda quienes torturaron en sus añoradas “cárceles secretas” a mujeres embarazadas, o las violaron con perros entrenados para tal monstruosidad.
6) No fueron comunistas precisamente los autores del triple asesinato, también por degüello, de Santiago Nattino, Manuel Guerrero y José Manuel Parada, sino cobardes agentes del estado terrorista de la dictadura de de Pinochet, a la que Ud. se empeña en disfrazar de “gobierno militar”.
7) Millones de chilenos le demandamos a Ud. pedir perdón por estos y otros MILES de crímenes de lesa humanidad. Si Ud. fuera el “cristiano” que tanto se pavonea de ser, debiera hacerlo con las más de 70 víctimas asesinadas en Paine, con intervención DIRECTA de su propia familia, señor Kast. Atrévase a pedir perdón a Fabiola Campillai, a Gustavo Gatica, y a las más de 400 chilenas y chilenos cegados y mutilados. También, a las familias que perdieron, para siempre, a padres y madres y hermanos e hijos, durante la dictadura militar y el reciente estallido social.
8) Ya que Ud. se dice católico, le recuerdo los siguientes mandatos de su fe: “NO MATARÁS”. “NO MENTIRÁS.” “NO LEVANTARÁS FALSO TESTIMONIO CONTRA TU HERMANO”. El que Ud. dice ser su Dios y Maestro, Jesús, enseñó esto refiriéndose a los fariseos e hipócritas: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos, mas por dentro ESTÁN LLENOS DE HUESOS DE MUERTOS y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
” Evangelio de San Marcos, Capítulo 23, versículos 27 al 28.
Nilo Sagredo Cavieres
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