La justicia francesa busca en Chile a una mujer que actuó en calidad de cómplice en el atentado bomba que afectó a una Sinagoga en París ocurrido el 3 de octubre de 1980, conocido como el caso de la “Rue Copérnic”. Allí fallecieron 4 personas y hubo más de 40 heridos. Se trata de “MJ”, chilena de origen libanés, ligada a esa comunidad y a la izquierda nacional, quien reside en el litoral central.
Para recabar la información, el magistrado galo Marc Trevidic, envió a Chile un exhorto internacional a la Corte Suprema, el cual ingresó el pasado 7 de marzo y se le dio tramitación “reservada” para evitar la filtración de su contenido.

The Clinic Online obtuvo en exclusiva una copia del documento en el máximo tribunal, donde se relatan los hechos ligados a las acciones del Frente de Liberación Palestina en su grupo de Operaciones Especiales (FPL/OE) de los años 70 y 80.
La participación de la mujer, de acuerdo al exhorto francés, se relaciona con tres hechos. El primero: haber estado a cargo de los pasaportes falsos para el traslado de los miembros de la organización entre España y Francia. El segundo: acompañar el día de los hechos al principal acusado Hassan Diab, cuyo proceso de extradición desde Canadá está en pleno desarrollo en el país galo. Y el tercero: haber viajado a Paris para entregar a Abdallah Sobh el cordón detonante y el detonador para el atentado.
Al respecto, las autoridades francesas solicitaron a su par chilena una serie de diligencias. Una de ellas es el allanamiento al domicilio de “MJ” con el fin de incautar documentos, agendas con teléfonos, agendas electrónicas, computadoras, pendrives y todo tipo de registros informáticos y papel.
Quieren obtener también los viajes de “MJ” desde Chile al extranjero desde los 70 y 80 hasta la fecha, su situación matrimonial, patrimonial y todos los artículos de prensa que existan sobre ella.
Los franceces buscan que la autoridad chilena establezca cómo fue reclutada “MJ” en el FLP, sus contactos y si conoce a una serie de miembros de células terroristas árabes de esos años; cómo se obtenían los documentos falsos para operaciones, la consecución de dineros, los alias que usaba y los vínculos con el entonces jefe del grupo Salim Abou Salem y Souad Haddad.
A la luz de los detalles anteriores, solicitaron que “MJ” sea interrogada, como también que se entregue una copia de sus huellas dactilares que obran en el Registro Civil.

(Así fue la tramitación del exhorto)
Criterio
El exhorto en cuestión debió pasar primero por la fiscalía de la Corte Suprema, cuya titular Mónica Maldonado realizó un detallado informe de la solicitud francesa, aceptando las diligencias.
Posteriormente, la Segunda Sala (Penal) de la Corte Suprema revisó la solicitud francesa y por ahora, sólo accedió a que “MJ” fuera interrogada por el Primer Juzgado Civil de Viña del Mar, tribunal que está a cargo de tramitar las causas del sistema antiguo de persecución penal. Su titular Miguel Montenegro ya recibió el documento y ya habría contactado a la PDI regional para realizar la pesquisa.
El máximo tribunal también ordenó la entrega de la información del servicio de identidades y de viajes. Dicha resolución, también reservada, desechó la concurrencia de la Brigada Criminal de la Prefectura de Policía de París que deseaba estar presente en el interrogatorio de “MJ”.
Ahora bien, de acuerdo a un miembro de la sala, el allanamiento a la casa de “MJ” no fue aceptado, ya que se trataba de una acción de carácter intrusivo que por ahora no ameritaba.
Fuentes que conocen del caso indicaron que después de la respuesta del exhorto la justicia francesa solicitaría la extradición de “MJ”. Allí la mujer podría estar detenida mientras se resuelve el fondo de la presentación extranjera.
Al respecto, el criterio de la Sala Penal podría inclinar la balanza tanto a favor como en contra de “MJ”. Sucede que el atentado fue cometido hace más de 30 años y, de acuerdo a la legislación nacional, estaría prescrito. Sin embargo, la ponderación legal de los magistrados en materia de derechos humanos ha hecho primar el principio internacional de la imprescriptibilidad sobre los crímenes de lesa humanidad. De allí que el escenario aún es incierto.
La moto Suzuki
El atentado de la “Rue Copérnic” ocurrió un 3 de octubre de 1980 a las 18.35 en París. A esa hora 320 personas, entre las cuales habían numerosos niños celebraban la llamada “tarde del Chabbat”.
La bomba, de acuerdo al exhorto, fue instalada en una motoneta Suzuki 125 cc. comprada por un tal Alexander Panadriyu de pasaporte chipriota. A este último lo secundó otro sujeto de la misma nacionalidad: Joseph Mathias. Por cierto ambas identidades eran falsas.