Por María Cristina Prudant y Alfredo Peña R.

“Soy un Soldado al que han transformado en un perseguido político, pero no en un militar chileno derrotado, ni mucho menos en un cosaco postrado”. Así se presenta al brigadier (r) Miguel Krassnoff en un blog en que se reivindica su figura, pero la verdad es que ningún organismo de derechos humanos lo tiene como un “perseguido político”, sino como un criminal de lesa humanidad.

De ahí  surge la preocupación tras el anuncio de Raúl Meza, abogado de los internos de Punta Peuco que anunció la presentación de un recurso de amparo para pedir la libertad condicional de Krassnoff, así se sumaría a los siete ex uniformados que ya han conseguido el beneficio durante los últimos días. El abogado aseguró que seguirá recurriendo a instancias judiciales para liberar a sus representados.

Krassnoff , torturador conocido también como "El Príncipe o El Cosaco", es el peor de todos, el más cruel, reconocido por todos los que lo conocieron. Por eso se ha posesionado como una de las figuras más emblemáticas de la maldad de la dictadura. A pocos días del Golpe de Estado arrojó –luego de las torturas correspondientes- a tres personas vivas al mar desde un helicóptero.

Foto: Krassnoff con su uniforme del Ejército

Este caso se suma a otras numerosas causas en las que ha sido condenado. Una de ellas, es el secuestro calificado de la periodista Diana Frida Arón Svigilsky, a quien torturó y asesinó sin tener siquiera en cuenta que la militante del MIR tenía siete meses de embarazo. Por este crimen recibió 15 años de privación de libertad.

Con el tiempo los relatos de quienes lo acompañaban en sus momentos de horror, son innumerables. En el caso de Diana Arón se sabe que con posterioridad al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Diana debió pasar a la clandestinidad, utilizando los nombres de “Alba” y “Juana”. El 18 de noviembre de 1974 alrededor de las tres de la tarde fue reconocida y capturada en Av. Ossa por el agente de la DINA Osvaldo Romo, quien le disparó por la espalda cuando ésta intentaba huir.

Torturó a una mujer embarazada

 Malherida y embarazada, Diana fue llevada al Cuartel Terranova, también conocido como Villa Grimaldi, donde fue cruelmente torturada por Miguel Krassnoff. En sus declaraciones, el torturador Osvaldo Romo señaló: “Diana fue ultimada por el capitán Krassnoff cuando ya no podía sacarle ninguna declaración. La agredió con tal brutalidad que le produjo una hemorragia, que todo el suelo quedó con un charco de sangre, que debe haber sido parte del feto que perdió por culpa de los apremios… Lo que más me impactó fue que Krassnoff salió de la sala de tortura con las manos ensangrentadas gritando: Además de marxista, la conchesumadre es judía, hay que matarla. Nosotros la asesinamos”, son las palabras textuales de Romo. Después de este evento, el  rastro  de Diana  Arón se pierde completamente.

Foto: La estudiante de periodismo Diana Frida Arón Svigilsky asesinada supuestamente por Krassnoff

A principios del 2018, quien participara en el asalto a la casa presidencial de Tomás Moro el 11 de septiembre de 1973, fue condenado a otros 10 años de presidio por el homicidio calificado del líder del MIR, Miguel Enríquez padre de Marco Enríquez-Ominami.

En total, su nombre aparece vinculado a  más de 100 casos de detenidos desaparecidos o ejecutados políticos, y sumando todas sus condenas, Miguel Krassnoff  Martchenko ha acumulado 642  años de encarcelamiento.

Este martes el brigadier (r) del Ejército y ex agente de la DINA, sumó dos nuevas condenas por violaciones a los derechos humanos.

 Krassnoff, al igual que César Manríquez y Pedro Espinoza, fueron condenados a penas de 15 años de presidio por el secuestro de María Cristina López en septiembre de 1974, en el marco de la denominada "Operación Colombo".

 Paralelamente, Krassnoff, Espinoza y Fernando Gómez cumplirán 10 años más de presidio por su participación como autores en el secuestro del dirigente del MIR Álvaro Vallejos, también conocido como "El Loro Matías", en mayo de 1974.

 El caso de María Cristina López

En el caso de María Cristina López, según los antecedentes de la investigación se acreditó que en horas de la madrugada del día 23 de septiembre de 1974, “fue detenida en el inmueble ubicado en calle Alonso de Camargo N° 1107, comuna de Las Condes, por agentes pertenecientes a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) quienes la trasladaron en una camioneta hasta el recinto de detención clandestino de la DINA denominado “Ollagüe” ubicado en calle José Domingo Cañas N° 1367, de la comuna de Ñuñoa, que era custodiado por guardias armados y al cual sólo tenían acceso los agentes de la DINA”.

María Cristina López Stewart, 21 años, era estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía de la Universidad de Chile. La joven estudiante “durante su estada en el cuartel de José Domingo Cañas permaneció sin contacto con el exterior, vendada y amarrada, siendo continuamente sometida a interrogatorios bajo tortura por agentes de la DINA que operaban en dicho cuartel con el propósito de obtener información relativa a integrantes del MIR, para proceder a la detención de otros miembros de esa organización”, precisó el dictamen judicial.

“La última vez que la víctima López Stewart fue vista por otros detenidos, ocurrió un día no determinado de noviembre de 1974, encontrándose actualmente desaparecida”, agregó el fallo.

“El nombre de María Cristina López Stewart apareció en un listado de 119 personas, publicado en la prensa nacional luego que figurara en una lista publicada en la revista “O’DIA” de Brasil, de fecha 25 de junio de 1975, en la que se daba cuenta que María Cristina López Stewart había muerto en Argentina, junto a otras 58 personas pertenecientes al MIR, a causa de rencillas internas suscitadas entre esos miembros; estableciéndose que las publicaciones que dieron por muerto a la víctima López Stewart tuvieron su origen en maniobras de desinformación efectuada por agentes de la DINA en el exterior”, señala el texto de la condena de primera instancia.

Krassnoff participó activamente en la detención, secuestro y posterior asesinato y desaparición de la joven de 21 años, María Cristina Cisternas.

Llegó al  país desde  Austria

Según el relato de la escritora Mónica Echeverría a Cambio21, Krassnoff  llegó al país con su madre y su abuela cuando tenía 5 meses de edad. Fueron perseguidos y estuvieron en un campo de refugiados en Rusia y de ahí vinieron a Chile, que decidió recibir a  exiliados. Primero pasaron por el Tirol, Austria, donde nació el torturador y violador de derechos humanos más famoso de Chile, junto con Alvaro Corbalán.

La escritora solicitó una entrevista con el militar, pero se negó a recibirla. En todo caso, ella envió a uno de sus ayudantes para que lo entrevistara y lo aceptaron. Así pudo contar con bastante material para el libro que escribió sobre él, “Krassnoff arrastrado por su destino”.

 “Yo hice una investigación a fondo, muy profunda sobre su vida. Es un libro en el que está la investigación en primer término con gente que lo conoció ” destacó Echeverría.

“Yo me atreví a escribir esta biografía y es lo más sincera que se puede”, acotó dado que Krassnoff fue el asesino de Miguel Henríquez, pareja de su hija Carmen Castillo a quien casi mató al dejarla abandonada en la calle para que se desangrara, pero fue socorrida por una persona que la llevó a un hospital y así salvó su vida. 

Sobre la libertad que está pidiendo, la escritora  precisó: “es de los hombres más crueles, hubo mucha gente muy cruel en esos tiempos,  pero él más, de una crueldad infinita. Cuando mata a los hijos de Pedro de la Barra hizo que sus subalternos trotaran sobre los cadáveres y él también”.

Krassnoff estudió en un colegio cercano a su casa y después entró a la Escuela Militar, se casó y tuvo hijos. Cuando estaba en prisión se le murió una hija.

“Fue muy aplaudido y lo pasó muy bien durante toda la época de la dictadura. Fue nombrado en Valdivia con gran pompa. Y él no está arrepentido, absolutamente de nada” apunta Mónica Echeverría.

“Los judíos eran sus enemigos de antaño. Su padre fue fusilado y su abuelo ahorcado en Rusia. Todo eso le fue alimentando su odio contra los judíos y los demócratas en general. No, él no se va a arrepentir nunca, de eso estoy segura”.

Sobre su familia averiguó que su mamá se casó con un mapuche.  “En lo que han terminado porque él estaba por la raza pura”  comenta la escritora.

Krassnoff organizó acto de Chacarillas


La misma investigadora y escritora, esposa del ex rector Fernando Castillo Velasco, dice que “Krassnoff organizó el acto de Chacarillas en 1977 para quedar bien con Pinochet y convocó varios jóvenes lideres del entonces gremialismo que hoy militan en la UDI y son ministros y dirigentes de ese partido”. 

Mónica Echeverría, autora del libro "Krassnoff arrastrado por su destino", relata crudos episodios del torturador conocido también como "El Príncipe o El Cosaco". 

En el texto de su libro de investigación, la autora recuerda episodios como el ocurrido con su hija Carmen Castillo, pareja del entonces líder del MIR, Miguel Enríquez que fue acribillado en 1974 por cerca de un centenar de agentes de la DINA, entre ellos Miguel Krassnoff. 

Echeverría señala que Krassnoff en "su afán en proclamar en varias entrevistas que él le salvó la vida a mi hija, miente. Es un absurdo, pues al tirarla a la calle desangrándose, como lo manifestaron décadas después varios testigos, significa todo lo contrario. Manuel Díaz, un vecino cualquiera sí se atrevió a desafiar a las fuerzas de la dictadura, llamó a una ambulancia y en un acto de heroísmo anónimo acompañó a la herida hasta el Hospital Barros Luco, donde una transfusión inmediata le salvó la vida. Él sería la única persona que puede arrogarse esa humanitaria intención". 

Echeverría menciona además un episodio donde Manuel Contreras, jefe máximo de Miguel Krassnoff en la DINA, señala en una declaración jurada: "El brigadier Miguel Krassnoff fue uno de mis mejores hombres. Desde que entró a la DINA dedicó gran parte de su tiempo a aniquilar el MIR con una eficacia digna de admiración". 

Dentro del texto se desprende la tesis que la UDI no tocaría a Krassnoff Martchenko por haber sido el organizador del homenaje a Pinochet en Chacarillas. 

En conversación con Cambio21, Mónica Echeverría señala que "Krassnoff dentro de los torturadores era uno de los más preparados, había vivido fuera del país y se había preparado muy bien. Se dio cuenta que el hecho de armar Chacarillas era un hecho importante de apoyo a Pinochet y organizó este acto. Eso es así de indesmentible". 

Foto: El evento de Chacarillas en el cerro San Cristóbal era igual que los que hacian las SS para Hitler. Uno de los que saludó a Pinochet con su antorcha fue el cantante José Alfredo Fuentes, en la foto

Como relata en su libro "en el crepúsculo de una hermosa tarde del 12 de julio de 1977, jóvenes portando antorchas que evocaban a los 77 mártires del destacamento de chilenos muertos en el villorrio peruano de La Concepción en 1882, encabezaban una larga marcha, seguida por diferentes instituciones civiles controladas por la Junta de gobierno, como mujeres de CEMA, organizaciones juveniles y de estudiantes secundarios, universitarios, artistas y muchos otros. En la cima del cerro el propio Pinochet anunciaría su intención de conducir a Chile a una nueva democracia, pero si bien protegida, y por último, daría a conocer un cronograma de paulatina democratización del país. A esto se le llamó el Plan Chacarillas, televisado y dado a conocer a lo largo de todo el país y proclamado en el exterior como una muestra de las buenas intenciones de este particular dictador tan diferente a esos otros dictadorzuelos bananeros a los que se le quería comparar". 

Este acto de Chacarillas, que fue organizado por el torturador Krassnoff, jóvenes idealistas subían hacia el denominado altar de la patria, con antorchas, rodeados de banderas, igual que esos actos de las SS de Hitler, casi como una película, pero era la triste realidad del Chile de fines de los años 70 e inicio de los 80. 

El acto tuvo efectos especiales de iluminación y marchas militares, tal como le gustaba a Krassnoff Martchenko, un profundo admirador de los ideales nacional socialistas hitlerianos. 

En la cima, Ignacio Astete, militante de la UDI, y en ese entonces presidente del Frente Juvenil por la Unidad Nacional le entregó un obsequio a Pinochet, el cual el dictador lo recibió gratamente complacido.

Astete pronunció uno de sus normales discursos, que le daba "patente" a los violadores de los derechos humanos para cometer las peores atrocidades que se conozcan en Chile, en contra de compatriotas.

Foto: Pinochet saludando a Andrés Chadwick en Chacarillas

De los que subieron subieron el cerro San Cristóbal a rendirle homenaje a Pinochet se cuentan entre otros a Andrés Chadwick, actual ministro del Interior; Cristián Larroulet, ex ministro secretario general de la Presidencia y actual jefe de asesores de Piñera; Joaquín Lavín, ex ministro y actual alcalde de Las Condes. Otros que también llevaron su antorcha en Chacarillas son Juan Antonio Coloma, senador UDI; Carlos Bombal, ex alcalde y ex parlamentario de la misma UDI;  Fernando Barros, abogado de Pinochet en Londres; Francisco Bartolucci, ex diputado y ex alcalde UDI y el actual diputado Patricio Melero.

Ahí Pinochet pronunció uno de sus más duros discursos, donde dio carta blanca para perseguir a miles de chilenos y chilenas por sus ideas, por parte de una DINA, a la que le quedaba un poco más de un año de vida. En 1978, la DINA cambió de nombre, por el de la Central Nacional de Informaciones, CNI y llegó el general Odlanier Mena a hacerse cargo, en reemplazo del conocido "Mamo" Contreras. Todos estos hechos, por la dura presión de Estados Unidos, que exigía la detención de Contreras y sus secuaces de la DINA, por el crimen en Washington, del ex canciller Orlando Letelier, padre del actual senador Juan Pablo Letelier