Vistas de página en total

domingo, 16 de enero de 2022

OPINIÓN POLÍTICA Piñera hace su maleta

    

Han habido presidentes mediocres y algunos llevados de los duendes con Bukaram en Ecuador, por ejemplo, pero eso ya corresponde a cada pueblo y a sus ciudadanos pasarles la cuenta.

Chile se vio enfrentado a aceptar a Sebastián Piñera para un segundo periodo sencillamente porque la actual oposición no logró entenderse a pesar en estar de acuerdo en mantener el modelo insinuando débiles cambios que no cambian lo fundamental que necesita el país. Ya estaba germinando el 18-0

Se conocía de Piñera su precariedad, sus eternas volteretas, el andar cruzando la calle para estar en la mejor vereda. No le quedó bien el ojo cuando se lo dijeron en una radio Kioto, tampoco sale bien parado en la foto del Banco de Talca.

Pero se hace necesario ir a buscar en algunos calendarios cuando convertido en un admirador del pinochetismo, se lanzó como jefe de campaña por Hernán Büchi, para continuar, según él, la obra magnifica de las Fuerzas Armadas, y colocó  recursos y no salió para hacer ninguna puerta a puerta. Caminó para ir de mesa en mesa en el Club de La Unión y convencer que todo el laboratorio de la escuela de Chicago en Chile era posible, que bajo ese modelo a ellos les iría mejor, que controlarían el mercado y que el país sería un ejemplo para hacer publicidad al neoliberalismo extremo.

Sabemos y conocemos las consecuencias de un mercado tan carnívoro como el neoliberal. Pensiones indignas que hacen de nuestros adultos mayores esclavos de la pobreza y el desamparo, por ejemplo.

También es necesario decir que los pueblos también son responsables de que en algún momento un mequetrefe entre por la ventana sencillamente para robar. Miles dijeron que Piñera no robaría por que ya era rico y su fórmula haría que muchos otros fueran también millonarios. Sucedió todo lo contrario.

Chile es un país más pobre y desigual.

Piñera no cumplió aquello de que el país sería desarrollado, que se harían trenes y aviones y barcos. Precario el hombre, falto de conocimiento, no es suficiente conocer el fondo de su billetera para entender la historia de esta larga y angosta faja de tierra. La historia de Chile ha pasado muchas veces bajo el puente del dolor y la muerte.

Piñera y su familia no son unos almaceneros cualquiera.

Forman parte del selecto grupo que la revista Forbes los tiene instalados como personajes entre los mil más millonarios del planeta. Es justo también decir que hay otros chilenos en las mismas condiciones, Ponce Lerou, Luksic, pero esos son pasajeros que andan con maletas regalando dineros a sus empleados en el parlamento.

Piñera no es hombre de siestas, de jugar a las cartas limpias, siempre las tiene marcadas. Ese olfatillo por el dinero lo marcó, puede que los anchos pasillos de la escuela de Chicago, junto a esa bandada de sanguijuelas que anidaron bajo el amparado de la dictadura, lo hayan encandilado. Este matarife se ha mantenido desde su tierna infancia con dineros públicos, recordemos que su padre, PDC, fue embajador en Bélgica y que para el día del golpe pidió que lo sacaran de la lista de los trece que condenaron el golpe militar. Puede que aquel gesto tan miserable lo haya ido formando hasta llegar a lo que es hoy, un esperpento del que poco o nada se puede rescatar.

Cuesta entender como un ladrón, un prófugo de la justicia haya llegado por segunda vez a la casa de los presidentes. La culpa no es de Piñera, fue la oposición que no logró entender que el ponerse de acuerdo en un programa sustantivo habría impedido el descalabro en que nos encontramos. Posiblemente Camilo Catrillanca estaría hoy en su tractor haciendo surcos en la tierra para sembrarla y Gustavo Gatica junto a Fabiola aplaudirían a rabiar viendo el amanecer.

Piñera convirtió a Chile en su negocio personal y el de sus amigos.

Hasta hace algunas décadas se llamaba LAN, pero la magia de un mago hace que este precario personaje se convierta en el señor de los cielos amparado por la información privilegiada. Un ladronzuelo que sin asco alguno cepilló a su amigo Ricardo Claro, y suma y sigue.

De público conocimiento es la deuda de Latam con el Banco Estado; quinientos millones de dólares que son recursos que provienen de las Afp, deuda de la cual la empresa sólo puede restituir un 19% ¿y el resto?

Las pérdidas de esta empresa aérea son cuantiosas. Está siendo castigada por diferentes tribunales en el mundo por incumplimientos a normas que deben ser respetadas y se pagan con dineros de todos los chilenos. Piñera es el responsable de haber colocado al país en caso similar a un deudor CAE.

No es suficiente una condena cuando haces negocios en lugares donde no se pagan impuestos. Piñera y los dueños de Penta pudieron haber ido a alguna notaria en el centro de Santiago para hacerse de Dominga, pero no. Piñera quiere más dinero pensando que aquello significa poder y la verdad es que el cajón no tiene bolsillos y en la mortaja no hay espacio para las tarjetas de crédito. Limitado el hombrecillo.

Piñera y su familia durante cuatro años han obtenido pingues ganancias mirando la plaza de la constitución, aquel nombre que le provoca nauseas cuando la siente debatir en los salones del ex Congreso Nacional. Han robado dinero de todos los chilenos que de forma ordenada mensualmente colocan sus recursos para un sistema de pensión que los maltratará eternamente.

Sería lo justo y correcto de la familia Piñera Morel pidiera nacionalidad en las Islas Vírgenes Británicas, porción de tierra del que conocemos como se llama su primer ministro, si es que lo tiene.

Queda una derecha vestida con hilachas, sin interlocutor válido, destrozada, sin proyecto y no es culpa de la oposición. El camino opositor no ha sido fácil y el 18-0 se los dejó meridianamente claro y desde aquel punto tan fundamental se debe iniciar un recorrido que está compelido a entregar soluciones impostergables.

Piñera hace sus maletas y nos alegramos como la inmensa mayoría de chilenos. Chile, este país de pesada historia, posiblemente haya tomado conciencia de que nunca más un empresario llegue a la casa de los presidentes. Es por eso que si desde el sur, que se le conocía con la décima circunscripción, llega Gabriel, se deja la constancia de tanto viejo esperanzado, que se resiste a partir sin ver que el futuro es posible con una nueva generación que en algo aportará esa pena de ver las llamas en la moneda.

 

Por Pablo Varas

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores