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lunes, 28 de septiembre de 2009

Familiares de ex lautaristas denuncian que presos han sido maltratados en Neuquén


Marcelo Villarroel y Freddy Fuentevilla, implicados en la muerte del cabo Luis Moyano, cumplen un año condenados y han sufrido un trato “xenófobo y discriminatorio”, según sus parientes.
Fuente: la Nacion



En malas condiciones de salud se encuentran en la cárcel de Neuquén los ex lautaristas Marcelo Villarroel Sepúlveda (38) y Freddy Fuentevilla Saa (36), quienes el próximo miércoles cumplirán un año de condena en Argentina. El 30 de septiembre de 2008, ambos fueron sentenciados a tres años y seis meses de presidio por porte ilegal de arma de guerra.
Villarroel y Fuentevilla huyeron a Argentina tras ser acusados de participar en el asalto al banco Security (octubre de 2007) donde murió el cabo de Carabineros Luis Moyano. El 16 de marzo de 2008, fueron detenidos en Junín de Los Andes por un incidente armado en un pub y el 30 de septiembre fueron a juicio abreviado.
Después de un año, los familiares de Villarroel y Fuentevilla denunciaron que ambos han recibido un trato “xenófobo, discriminatorio y abusivo” en la Unidad de Detención Nº 11 de Neuquén. Pero lo peor, añadieron, es que producto de esos “abusos”, Villarroel se encuentra con una costilla rota y Fuentevilla con lesiones en su rostro y cuerpo.
Los familiares de este último denunciaron que el lunes 21 de septiembre pasado el grupo antimotines reprimió fuertemente el pabellón 1, donde se encuentra Freddy Fuentevilla, tirando gases lacrimógenos. “Los internos fueron llevados al patio y golpeados sin motivo alguno. Freddy quedó con lesiones en su rostro y cuerpo”, afirmaron.
Añadieron que “hace dos semanas fue reprimido de igual forma el pabellón donde se encuentra Marcelo Villarroel, quedando nuestro compañero con una costilla rota, entre otras lesiones, y sin atención médica hasta el día de hoy”. De todos estos hechos, los familiares culpan a Freddy Rivera, jefe del grupo de antimotines a cargo de los allanamientos.
Agregaron que, en transcurso de un año, Villarroel y Fuentevilla han pasado más de cuatro meses en buzones de aislamiento y castigo, junto con sufrir constantes requisas en que pierden todas sus pertenencias. Según los familiares, en el último allanamiento, Fuentevilla fue víctima de un montaje, al encontrarse un elemento cortopunzante en su colchón, “para justificar las torturas, hostigamientos y represiones varias”.
“Denunciamos el ensañamiento con Freddy y Marcelo y sus redes solidarias. No es casual que este recrudecimiento de la represión contra nuestros compañeros se dé justo cuando en septiembre se ha desarrollado con mucha fuerza una jornada internacionalista, en varios países, por el refugio político y el no a la expulsión de Freddy y Marcelo”, concluyeron los familiares.

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