De acuerdo a lo indicado en la acción, “la Contraloría General de la República ha ejecutado una acción arbitraria e ilegal que ha privado, perturbado y amenazado las garantías fundamentales del suscrito y en consecuencia; a todo el personal honesto de las Fuerzas Armadas y de Orden de la República de Chile”.

El recurso fue interpuesto el pasado 20 de octubre por el capitán de Ejército Rafael Harvey Valdés (38), apelando a que la autoridad antes mencionada ha pasado a llevar la normativa establecida por la Convención Interamericana contra la Corrupción y la Convención de las Naciones Unidad Anticorrupción, informa La Tercera.
Según se expresa, no se ha cumplido con el siguiente principio: “Proteger al funcionario público que denuncie irregularidades y faltas a la probidad”. Así, los funcionarios que denunciarían, como se sostiene en el recurso, quedarían sujetos a una interpretación “simplista y arbitraria” y “en la más absoluta indefensión”.

Junto con acogerse a trámite la acción, se ordenó al contralor que, en un plazo de cinco días, adjunte “todos los antecedentes que obren en su poder y que digan relación con la acción deducida”. 

En 2015 Harvey Valdés oficializó una denuncia en contra del coronel Marcelo Masalleras Viola, comandante del Regimiento de Artillería Nº 1 “Tacna”, segundo comandante Héctor Lara Ibañez y en contra del comandante del Grupo de Artillería el mayor Rodrigo Manríquez Lerou, “por hechos de corrupción y otras conductas desplegadas al interior del regimiento al cual me encontraba destinado, cometidas en perjuicio de inferiores”.

En concreto, se pedía investigar la acusación de “faltas a la probidad, empleo de medios fiscales y humanos para beneficio personal y en estado de ebriedad por parte del Teniente Coronel Héctor Lara Ibáñez”, quien en una celebración llevada a cabo en el Regimiento de Artillería Nº 1 “Tacna”, según el texto del recurso, “se emborrachó y relevó de sus funciones al cabo encargado de la conducción de la ambulancia del referido regimiento, obligándolo a conducir el vehículo particular del señalado oficial para su traslado, dejando sin provisión de ambulancia al personal de la Unidad ante alguna emergencia”.

Además denunció “malos tratos al personal menos antiguo, mal uso de material de guerra e incumplimiento de deberes militares”.

Según asegura, en primera instancia se determinó una sanción menor para el referido comandante denunciado y luego de una apelación, esta habría quedado sin efecto.

La situación, como sostiene Harvey Valdés, fue puesta en conocimiento del contralor, quien habría minimizado lo denunciado y avalado este tipo de faltas a la probidad de altos mandos  institucionales.

Tras haber presentado la denuncia, dice ser “constante y permanentemente objeto de persecución y hostigamiento por parte de algunos funcionarios del Ejército de Chile”.