Marcos Rodriguez G.
ARI y DDHH.
Este domingo 3 de febrero de 2019, se despidió los restos de
una valiosa compañera ella era Violeta Zuñiga Peralta, una incanzable luchadora por los Derechos Humanos,
ella siempre buscò incansablemente a su marido Pedro
Silva Bustos quien fue detenido por la
DINA y hasta el día de hoy se encuentra desaparecido.
Desde 1978 que Zuñiga participó fielmente como bailarina en
la “Cueca Sola”, obra de arte creada por Gala Torres que recuerda
simbólicamente la ausencia del compañero detenido desaparecido. Por más de 100
oportunidades bailó sola sin su marido en forma de protesta en contra de las
violaciones a los derechos Humanos ocurridas durante la Dictadura Militar de
Augusto Pinochet.
SITUACION REPRESIVA
Pedro
Silva Bustos, ex dirigente sindical, dirigente regional del Partido Comunista,
fue detenido por agentes de la DINA el 9 de agosto de 1976, en horas de la
tarde, en la vía pública, en circunstancias que se dirigía a su trabajo en la
Vega Central en donde se desempeñaba como cargador. Ese mismo día, fueron
aprehendidos otros dirigentes sindicales y miembros del Partido Comunista, don
Víctor Hugo Morales Mazuela, José Enrique Corvalán Valencia, Jorge Orosman
Salgado Salinas, y Mario Jesús Juica Vega. Todos ellos, al igual que Pedro
Silva, desaparecieron desde Villa Grimaldi, lugar al cual fueron trasladados y
torturados luego de haber sido detenidos. Siete días después del arresto de
Pedro Silva, el 16 de agosto, alrededor de las 13:30 horas, su domicilio de
calle Catedral fue allanado por tres civiles en momentos en que éste se
encontraba sin moradores. Los sujetos destrozaron la aldaba que sostenía el
candado de la puerta de acceso y tras revisar las dependencias, preguntaron a
los vecinos por las actividades de los moradores de la casa y por las horas de
salidas y de llegadas, para luego manifestar: "la señora llegará, pero él
no". Los agentes se movilizaban en un automóvil Austin Mini de color rojo,
sin patente. Uno de ellos lucía barba, otro era rubio.
En el mes
anterior, los días 14 y 17 de julio de 1976, la Dirección Nacional de
Comunicación Social (DINACOS) emitió sendas declaraciones en las que señaló
"...que los servicios de inteligencia resolvieron actuar en contra de 32
casas-buzón de Santiago que este mencionado proscrito Partido mantiene para el
enlace entre la comisión política y los dirigentes regionales del ex PC".
Tal declaración corrobora el hecho de la existencia de una acción concertada,
de parte de los servicios de seguridad, en contra de dirigentes y militantes
comunistas.
Acerca de
su estada en Villa Grimaldi, da cuenta el testimonio del ex prisionero, don
Isaac Godoy Castillo, quien permaneció en ese recinto desde el 20 al 26 de
agosto de 1976. Expresa el testigo que, tras ser detenido, fue trasladado a un
recinto en donde al ingresar escuchó abrir un portón que crujía -iba con la
vista vendada-. Lo bajaron del vehículo y lo introdujeron a una pieza en donde
lo golpearon en los oídos y le preguntaron por direcciones y nombres de
militantes comunistas. Agrega que, luego de este primer interrogatorio, fue
trasladado a otra pieza de madera que estaba a cierta distancia y en donde se
encontraban otros tres prisioneros. A la hora después lo sacaron a un patio,
con un frente de 25 ó 30 metros aproximadamente y con mampostería de piedra;
también pudo percatarse de la existencia de una pileta donde tomaba agua.
Señala que del calabozo a la derecha había un baño, hacia las jardineras había
una escala con 5 peldaños, baranda y encima de ella una figura. También se
divisaba un camino sin que se pudiera distinguir adónde iba. En el patio
permanecían unas 20 a 30 personas detenidas, todos callados... El día antes (se
refería al primer día domingo de su detención) fueron trasladados varios de los
detenidos a los "cajones" (piezas de 80 x 80), donde fueron
torturados e interrogados. El día miércoles sacaron a varios prisioneros, entre
ellos el testigo, para hacer aseo, obligados a cargar un camión con ramas y
basura. Sigue relatando el testigo que en estas circunstancias, un agente llegó
corriendo y les señaló a los otros guardianes que a él no debían juntarlo con
los otros detenidos por orden del "Jefe". Acto seguido fue
introducido nuevamente a un calabozo. Al escuchar voces de mujeres en la celda
contigua, preguntó por sus identidades y una voz femenina le dijo llamarse
María Galindo y que con ella está "Martita de Renca" (se trata de
Marta Ugarte, asesinada por la DINA, lanzada al mar, siendo su cuerpo
encontrado en la costa de La Ligua). Cuando terminó el trabajo de la basura apareció
en la celda todo el resto de los detenidos y allí pudo constatar que entre
ellos se encontraba Pedro Silva Bustos, a quien conocía de antes; Pedro Silva
le dijo que una colchoneta vacía que se encontraba en la celda correspondía a
un prisionero de apellido Vizcarra, a quien tenían desabollando vehículos.
Conversó en varias ocasiones con Pedro Silva, quien le manifestó que el
miércoles anterior habían sacado a Mario Juica del recinto y no había
regresado; en otra oportunidad le manifestó que a él le habían pedido su abrigo
para dárselo al "Chino Díaz" (Víctor Díaz López, dirigente máximo del
Partido Comunista, detenido el 12 de mayo de ese año) a quien después divisó de
lejos portando su abrigo. El día jueves, alrededor de las 11 hrs., el testigo
fue sacado del recinto y dejado en libertad en la vía pública. Poco antes, fue
llevado a una sala, donde había un piano, baldosas negras con blanco y varias
mesas. Allí, el que hacía de jefe le señaló: "usted es hombre de trabajo,
no se meta en ...", "Tiene familia bien constituida, nosotros la
conocemos, así que va a quedar en libertad", "le advertimos que si
vuelve a caer acá, no va a salir, porque todos estos hombres que están acá no
van a salir". El testigo piensa que este agente lo conocía de antes y que
se trata de Jerónimo Pantoja, a quien conoció en 1964 cuando realizó un trabajo
en el batallón de paracaidistas, como jefe de obra. Pantoja era rubio, más alto
que él. Una vez en libertad, el testigo fue constantemente hostigado por la
DINA. En noviembre de 1976, fue detenido en la vía pública y obligado a firmar
y redactar el texto de una declaración en que decía que no había sido detenido,
que no era militante comunista y que no conocía a Pedro Jara Alegría. Este
último testigo había declarado haber visto a detenidos desaparecidos en el
recinto secreto de la DINA de Villa Grimaldi, declaración que un Obispo había
hecho llegar al General Pinochet como prueba de la detención de estas personas.
Su esposa
realizó múltiples diligencias para dar con su paradero, pero ellas no dieron
resultado alguno, salvo el hecho de haber sido detenida, golpeada, y haber
recibido múltiples amenazas y amedrentamientos por el hecho de participar en
manifestaciones, junto a otros familiares de detenidos desaparecidos, exigiendo
la libertad de sus parientes. Aún se desconoce la suerte que Pedro Silva Bustos
corrió en manos de la DINA. A consecuencia de ello, Violeta Zúñiga Peralta
debió en dos ocasiones abandonar el país por un tiempo.
Cabe hacer
notar, que el gobierno militar informó a la Comisión de Derechos Humanos de
Naciones Unidas, en sus observaciones al informe del grupo de trabajo ad hoc
sobre la situación de los derechos humanos en Chile, en el mes de octubre de
1976, que "su identificación aún no ha sido encontrada en el gabinete de
Santiago". En el respectivo proceso judicial por su detención y posterior
desaparecimiento, constan los respectivos documentos que prueban
fehacientemente su identidad civil.
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