Por: Catalina Aguila y Carlos Lizana / Publicado: 22.08.2020
La investigación por la muerte de la activista medioambiental mapuche ha enfrentado un proceso judicial lleno de irregularidades que aún no define responsables, requiriendo la gestión externa de especialistas nacionales e internacionales para esclarecer el caso. Dentro de estas, se suma la arista psicosocial realizada por la experta mexicana Valeria Moscoso, quien aseguró la intervención de terceros en la muerte de Macarena.
A cuatro años de que Macarena Valdés Muñoz fue encontrada muerta en extrañas circunstancias al interior de su hogar en Tranguil, precordillera de la Región de Los Ríos, diversos peritajes de expertos extranjeros desmienten categóricamente la primera hipótesis de suicidio levantada por el Servicio Médico Legal de Valdivia luego de su muerte, el 22 de agosto del 2016.
Así lo afirma el último peritaje presentado a la Fiscalía de Panguipulli en manos de la perito mexicana Valeria Moscoso, quien viajó al sector de Tranguil a realizar un perfil psicosocial de Macarena. En él se detalla que «no se encuentran elementos suficientes, ni en la biografía de Yudi Macarena Valdés Muñoz, ni en el análisis de los hechos vinculados a su muerte, que permitan sostener, de manera firma y con sustento en evidencia, la hipótesis que refiere que lo ocurrido responde a un suicidio».
El informe construido a partir de las vivencias de Macarena a lo largo de su vida y del entorno con el que se relacionaba, la describe como «una mujer que, previo a su muerte, se caracterizaba por ser segura de sí misma, independiente, clara y firme en sus convicciones, con una notoria energía vital, optimista, proactiva, paciente y responsable, poseedora de herramientas para adaptarse al contexto y con rasgos sociables y solidarios».
Adicional a esto, en el documento se analiza que «existen varios elementos en el contexto alrededor de lo sucedido que sugieren la posibilidad de que los hechos hayan sido provocados por terceras personas», dando cuenta de la existencia de aspectos que pueden abrir nuevas líneas de investigación, como las tensiones en Tranguil desde la llegada de la empresa RP Global y las hostilidades a la comunidad en oposición a su instalación, entre ellas, el hostigamiento a los Collio Valdés.
Además, la perito mexicana valida la existencia de irregularidades y omisiones en el actuar de Carabineros, PDI, fiscales, peritos y jueces, junto a la existencia de «conclusiones emitidas a partir de exploraciones incompletas o inadecuadas». Para Moscoso, las negligencias de la investigación «constituyen muestras de violencia institucional y de victimización secundaria, las que, al mismo tiempo, se configuran como violaciones a los derechos humanos de carácter múltiple», contradiciendo los pactos internacionales ratificados por el Estado que promueven el acceso a la justicia, verdad, honra y dignidad de los pueblos.
Finalmente, la experta sugiere conducir la investigación de manera eficaz, así como también garantizar el acceso a la justicia de las víctimas, investigar adecuadamente aquellos incidentes y hostigamientos sufridos por familiares y la comunidad cercana a Macarena y, por último, «reconocer la verdad histórica de los hechos, así como dar conocimiento de esta a familiares y a la sociedad en su conjunto».
Este último peritaje psicosocial se suma al sólido informe presentado por el forence británico Jhon Clark a fines de 2019, el cual determinó que Macarena no se colgó, pero sí que la estrangularon con una ligadura y que ella trató de quitarse la cuerda sin lograrlo, porque una o más personas se opusieron tirando de la cuerda «con fuerza». El perito también sostuvo que «existe la posibilidad adicional de que su cuerpo haya sido suspendido posteriormente, para hacer que la muerte pareciera un ahorcamiento suicida, en cuyo caso la marca final de la ligadura podría representar una combinación de ambos procesos».
«Hoy está solicitada a Fiscalía una copia actualizada de la carpeta investigativa con los avances que ha tenido el proceso desde la entrega de los peritajes de Clark y Moscoso, lo que debería estar listo para la quincena de agosto», explicó Rubén Collio, esposo de Macarena, esperando el cierre de la investigación por parte del ente judicial de Panguipulli y el traspaso del caso a tribunales. «Se supone que la fiscalía tiene un plazo para investigar de dos años y eso ya pasó hace rato», relató Rubén contando una de las irregularidades presentes en el proceso.
Dentro de estas, se suma la pérdida de documentos, tal como pasó con el extravío momentáneo del informe 215 en manos de la Fiscalía, que indicaba la presencia de otro ADN femenino en la cuerda con que se asfixió a Macarena. También, se añaden los intentos de cierre investigativo que ha propuesto la institución, que han sido truncados debido a las contundentes conclusiones presentadas por los peritos nacionales Luis Ravanal y Carmen Cerda, quienes desmintieron primeramente la hipótesis de suicidio, luego de una segunda autopsia.
La más reciente de las irregularidades corrió por la Fiscalía de Panguipulli, ya que, a fines de 2019, esta institución brindó acceso a la carpeta investigativa del caso al abogado de RP Global. Ante esto, se levantó la denuncia que derivó en la destitución del fiscal Jaime Clafil: «Esto es ilegal porque ellos no son parte de la querella; nosotros no indicamos que ellos eran responsables, pues no tiene un nombre específico de algún culpable, sino que investiga quien lo resulte. Es una investigación abierta en la que no hay victimario, por lo tanto, no hay nadie que pueda tener acceso a la carpeta» afirmó Collio.
La posibilidad de buscar justicia en un plano internacional también es una alternativa que maneja la familia Collio Valdés: «Tenemos 4 resultados de peritos distintos que han firmado documentos diciendo que Macarena no se quitó la vida, por lo que esperamos la resolución de Fiscalía para apelar o no a organismos internacionales».
El proceder de la Fiscalía de Panguipulli en los próximos días mantiene expectante a Rubén y a sus hijos, quienes han recorrido estos 4 años acompañados de las y los miles que se han sumado al grito de justicia por la muerte de Macarena Valdés Muñoz, defensora de los derechos de la tierra, el agua y la protección integral de las comunidades. «La verdad ya la sabemos, ahora exigimos justicia», concluye Rubén.
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