Estimado Alcalde:

    Una agresión tan destemplada como la que Ud. recibe a diario, sostenida en el tiempo, con tanta saña y virulencia, no se registraba en el país desde hace muchos años: desde que los poderes fácticos se concertaron para desestabilizar, derrocar y provocar la muerte del presidente constitucional Salvador Allende.

   Esos mismos poderes reaccionarios son los que ahora apuntan en contra suya y la Alcaldía Ciudadana que Ud. encabeza, que se identifica con los más relevantes valores de la democracia y las más sentidas aspiraciones del pueblo, los pobladores, los movimientos sociales y la invisibilidad clase trabajadora.

   Jorge Sharp no fue colocado en la jefatura comunal de Valparaíso por imposición de los dueños del dinero – como suele ocurrir con el corrupto modelo neoliberal vigente – sino por mandato de la voluntad popular que se manifestó resueltamente con un aluvión de votos que le permitió la victoria con mayoría absoluta sobre los candidatos de las dos derechas, el 23 de octubre de 2016.

   Desde ese día y a partir de sus declaraciones de que su acercamiento a la política se inspiró en el ejemplo y la trayectoria del presidente heroico, Sharp ha sido blanco de una feroz embestida que busca recuperar la alcaldía porteña para quienes antes la ejercieron con sumisión a los dictados de los poderosos.

   El trabajo con las manos limpias en favor de las mayorías, la transparencia y el sentido de justicia social de quien está al frente de la Municipalidad de esta ciudad descoloca a los que se habían acostumbrado a una modorra conciliadora, a las conductas gatopardistas para que nada cambie y al despilfarro de recursos que en realidad son de todos los porteños. La única reacción de los resentidos ha sido una respuesta de odiosidades.

   Tal campaña se canaliza a través de la empresa El Mercurio, tradicional dique de contención de los anhelos populares. El editorial del diario en Valparaíso dispara sin tregua contra el Alcalde porque está fuera de su control, crítica lo que hace y no hace, lo que dijo y no dijo, rechaza a sus colaboradores, reacciona indignado por las adhesiones políticas que recibe y hasta imagina personajes y situaciones que hace aparecer como reales. Todo tal cual como cuando el Decano acometió contra el presidente Allende para impedir que siguiera gobernando.

   Las páginas mercuriales distorsionan y desinforman hoy con la misma persistencia como lo hicieron antes. Ahora cuentan el cuento de que Sharp – con masivo respaldo en cerros, barrios y poblaciones – se está quedando solo, aseveración que rebota y se vuelve contra el propio vocero de la oligarquía que pierde lectores y suscriptores, se le fueron los avisadores y su credibilidad terminó por diluirse en el tiempo.

   Más allá del servilismo hacia los dueños de Chile hay algunos que no quieren ver que hay otros chilenos con vocación democrática, sensibilidad social y distintas proyecciones por un futuro mejor. Tampoco aceptan que jóvenes contrarios al sistema ostenten una cuota de poder que por ahora es solo comunal: estos jóvenes no tienen techo, no se victimizan y calladamente van retirando las piedras que encuentran en su camino.

   Sin duda que los esfuerzos por poner trabas a la Alcaldía Ciudadana se incrementaran en la medida que se aproximan las elecciones municipales, intentando evitar que su tarea se prolongue en favor de las clases populares, los pobres y menos pobres desprotegidos por el modelo.

   Apreciado Alcalde, si algún perro histérico y venido a menos continúa ladrando, es señal de que avanzamos.

Atentamente.

Hugo Alcayaga Brisso

Periodista

Valparaíso