10 agosto 2020
Ha pasado casi nueve meses desde que Fabiola Campillai quedó ciega tras recibir un impacto de bomba lacrimógena lanzada por carabineros en las cercanías de su hogar en San Bernardo, en el contexto del estallido social. Desde entonces, la mujer que iba a trabajar y que no participaba en las protestas el día cuando quedó herida grave, ha ofrecido diversas entrevistas a los medios de comunicación para exponer su caso y las consecuencias que tuvo en su vida cotidiana la pérdida total de su visión: Sus dos ojos y además tuvo fracturas de diversa consideración en su rostro.
Fabiola Campillai revivió los hechos y aseguró que el 26 de noviembre de 2019 no hubo protestas en su sector. También afirmó que sólo recibió el apoyo de los médicos y de su familia y que no hubo “nadie del Gobierno”.
“Día a día tratamos de salir adelante, de aprender cosas nuevas. No he podido hacer mi rehabilitación por el tema de la pandemia, pero sí trato acá en la casita de hacer algunas cosas, ayudar, tratar de hacer lo que hacía antes. En estos momentos estoy descansando para cuando se venga mi rehabilitación y mi otra operación. Aquí, feliz con mi familia, regaloneando harto por los meses en que no estuve aquí”, expresó la mujer.
Campillai también habló de sus proyecciones, entre ellas, volver a estudiar: “Creo que voy a entrar a estudiar trabajo social, para ser asistente social, es lo que me gusta. Y para allá vamos, a tratar de lograr eso” en
conversación con el canal de YouTube República Dinosauria.
Respecto de cómo ha vivido la pandemia, detalló que “he tenido no sé si un poquito más de mala suerte. Estuvimos como familia con Covid, mi esposo me ha cuidado harto para que no nos enfermáramos, pero igual nos pasó. Él estuvo mal, en el hospital. Yo fui asintomática y estuvo bien difícil, porque ustedes saben que cuando hay enfermos de Covid no tienes información, no hay mucha información sobre la persona que está enferma. Gracias a Dios ya pasó y estamos bien de salud ahora”.
Sobre la parte económica, Campillai reveló que le están pagando sus licencias: “Todos los meses he tenido mi dinero, más el trabajo de mi esposo. Así que no nos ha faltado para comer ni para costear nuestra salud. Igual también hay mucho apoyo de la gente, muchos particulares que nos han apoyado harto, que nos han ayudado tanto emocionalmente como un terapeuta ocupacional, mi psicólogo, nuestras abogadas también han sido principales en nuestra recuperación”.
Consultada sobre la investigación judicial en torno a su caso, Campillai afirmó que “sólo pedir que esta investigación ya termine, que haya un poquito de rapidez en esto, porque todavía no termina, por ende todavía no puede haber un juicio. Sobre la persona que me disparó, la verdad es que no hemos sabido mucho, solamente que (el carabinero) sigue en sus labores como si nada, mientras tanto día a día trato de salir adelante y de volver a aprender todo lo que ya sabía“.
No obstante, Campillai reconoció que aunque el autor del disparo sea juzgado, "no va a haber justicia para mí, (porque) mis ojos no los voy a poder recuperar y mi justicia sería recuperar mis ojos, pero sé que no se puede".
Por ello, "pido justicia para que al menos la persona que me quitó mis ojos pague por lo que hizo y pague con cárcel, no que los den de baja y sigan como si nada", agregó.
“Es como volver a nacer y es una rabia enorme que siga en sus labores como si jamás hubiera hecho nada. No sé si tomarlo como… una burla. Es terrible seguir pensando que sigue en sus labores mientras yo estoy aquí todos los días luchando para salir adelante”, sentenció.
Sobre el video clave que surgió en las indagatorias y que modificó el curso del sumario interno de Carabineros, Campillai subrayó que “para mí es muy importante y espero que para la Fiscalía también lo sea, para que en el juicio sea importante. Es lo único que espero“.
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