Como llamaría usted a estos hechos?
*La
prensa informa que murió el joven baleado por un gendarme que disparó
al aire durante una marcha estudiantil. Hace 2 años el muchacho se asomó
a ver lo que pasaba en la calle desde su departamento en un 4º piso,
cuando recibió el balazo que desde entonces lo mantuvo en estado
vegetal.
*En
imágenes de televisión se puede observar el estado desastroso en que
quedó una casa habitación después de ser allanada por carabineros sin
autorización alguna para hacerlo, ocasión en que se atemorizó a 4 niños
chicos. Todo indica que no era ahí donde había que allanar, la familia
afectada deberá demandar para que alguien se haga cargo de los daños.
*A
mas de dos semanas de ocurrido sigue siendo un misterio la
identificación de los carabineros que dispararon desde un furgón
policial en movimiento balines contra la gente en la noche del 11 de
septiembre en la población La Legua y que provocaron la perdida de
un hijo de un niño de 9 años y lesiones a otras 6 personas, (expuesto
en el noticiero central de Chilevision y silenciado por todos los demás
medios de comunicación).
¿Terror aplicado por agentes del Estado contra ciudadanos indefensos?.
Seguramente
en un país donde se respetan los derechos de todas las personas e
instituciones, cuestiones como estas no pasarían desapercibidas. Serían
expuestas en titulares de primera plana y en los noticieros y espacios
de análisis de todo tipo se buscaría a los responsables.
Lo
mínimo que podría esperarse es la identificación plena de los
responsables así como sanciones ejemplarizadoras a ellos y a los
responsables del mando. Y es que se supone que existen protocolos o
mecanismos para proceder ante situaciones como estas.
Lo
mas grave es el silencio de los mismos medios de comunicación que ante
hecho similares orquestan toda una campaña orientada, en primer lugar, a
imponer el temor, a satanizar a personas y organizaciones, sin otorgar a
las mismas ni el mas mínimo derecho a réplica.
Esto no solamente se produce en el ámbito policial.
Si
no veamos el resultado de todos los reportajes que una vez expuestos
hechos de alarma pública dejan de ser considerados, simplemente por que
ya no son noticia. Esto, pese a que en dichos reportajes hay personas
identificadas y acciones denunciadas, que claramente son de tipo
delictual.
Sin
embargo y una vez puesto el tema para provocar conmoción ciudadana,
poco o nada se conoce del desenlace de los mismos. Profesionales de
dudosa calidad moral, empresas y otros que estafan y roban a diestra y
siniestra salen caso sin rasguño.
El
último caso conocido fue presentado por el programa Contacto de Canal
13 de TV el 23 de septiembre recién pasado, programa en el que se
denunciaron graves anomalías que implican a empresas del Transantiago y a
dirigentes sindicales.
No
se trató de cuestiones menores. A toda la información respecto de
anomalías que dejan en tela de juicio la transparencia con la que operan
las licitaciones, se expuso también antecedentes suficientes como para
iniciar una investigación y, luego de esta, castigar en forma ejemplar
aquellas conductas reñidas con la ley.
Y
es que no es algo menor que un empleado de alto rango de una empresa,
identificado como Rosalindo Plaza, pague una cantidad en dinero efectivo
a dirigentes sindicales por - según se expuso en el reportaje - no
denunciar anomalías en las empresas donde estos dirigentes representan a
trabajadores.
Y
las cosas no terminan allí. Diferentes delegados y ex dirigentes dejan
en claro que se constituyen sindicatos en forma fraudulenta, que las
cuotas van directo a la cuenta corriente del presidente de una
confederación, y que el mismo tiene una cantidad de vehículos que a lo
menos lleva a preguntarse, a quienes vieron el reportaje, con que
recursos los obtuvo.
El
reportaje salpicó a todos lados. Notarios que habrían avalado acciones
fraudulentas, funcionarios de la Dirección del Trabajo que estarían en
conocimiento de dicho actuar y que no lo denunciaron ni fiscalizaron,
ex dirigentes que cumplían ordenes del jefe sindical como verdaderos
borregos y que denuncian todo demasiado tarde.
Quiero
ser muy claro en algo. Dudo que se ponga fin a muchas de las anomalías
que aquí fueron denunciadas. Por distintos caminos y por ya mucho
tiempo, algunos mal llamados dirigentes sindicales se han dedicado a
sacar todos los beneficios personales que su gestión pudiera otorgarles,
sin importarles los trabajadores.
Para
nadie es un secreto que se elige delegados y dirigentes “truchos”, que
estamos llenos de sindicatos que no tienen socios efectivos y que todos
conocemos son usados para legalizar “cuadros”, organizaciones validadas
por libros de registro de socios de donde no han sido quitados ni
siquiera los fallecidos.
¿Y cuantos son los dirigentes de Federaciones, Confederaciones y Centrales que mantienen por esa vía sus cargos?,
¿Es
que acaso se va a desconocer que se cobra a los trabajadores por
trámites varios, por asesorías en negociación colectiva e incluso por
constituir una organización?
Una
de las claves de la poca injerencia que tiene el sindicalismo
organizado en este momento en el país, esta en la corrupción y la
burocracia, los amarres de distinto tipo que permiten a los
inescrupulosos mantener la tajada necesaria para seguir viviendo de los
trabajadores.
Veamos simplemente todo lo referido a las deplorables reformas laborales de estos años y podremos sacar las conclusiones.
La
ley exigía un control financiero y las inspecciones podían revisar las
tesorerías de haber reclamos efectivos, la legislación exigía la
presentación de balances contables a las organizaciones con mas de 250
socios, los trabajadores podían buscar respuesta si sospechaban o
constataban que sus dirigentes se estaban “yendo por dentro”.
La libertad sindical devino en “libertinaje” y lamentablemente los trabajadores están pagando las consecuencias.
He
aquí una de las razones, quizás una de las mas poderosas, de por que es
pobre y deficitaria la organización sindical y los trabajadores no
confían en la gestión de muchos dirigentes.
Hay que limpiar y volver a construir. Es lo que la clase espera de nosotros.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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