Domingo 20 de octubre 2019
1° La Comisión Chilena de Derechos Humanos ha planteado reiteradamente, que, para
enfrentar debidamente el descrédito de nuestro sistema institucional, es necesario establecer
un nuevo pacto social que siente las bases de un sistema democrático verdadero, ponga fin al
abuso institucionalizado, enfrente decididamente la desigualdad, ponga término a los
privilegios y respete y garantice los derechos humanos.
enfrentar debidamente el descrédito de nuestro sistema institucional, es necesario establecer
un nuevo pacto social que siente las bases de un sistema democrático verdadero, ponga fin al
abuso institucionalizado, enfrente decididamente la desigualdad, ponga término a los
privilegios y respete y garantice los derechos humanos.
2° El actual estallido social ha reinstalado la necesidad de avanzar en este camino como
solución de fondo al legítimo descontento expresado por el pueblo chileno y como respuesta a
la situación de ingobernabilidad en que se encuentra sumido nuestro país, producto de la
ineficacia e incapacidad de las actuales autoridades para enfrentar debidamente la ira e
indignación social de un pueblo cansado de tanta humillación y vulneración de sus derechos
humanos fundamentales.
solución de fondo al legítimo descontento expresado por el pueblo chileno y como respuesta a
la situación de ingobernabilidad en que se encuentra sumido nuestro país, producto de la
ineficacia e incapacidad de las actuales autoridades para enfrentar debidamente la ira e
indignación social de un pueblo cansado de tanta humillación y vulneración de sus derechos
humanos fundamentales.
3° Para tal efecto, se requiere elaborar una Nueva Constitución que establezca a través de un
modo genuinamente participativo, como la Asamblea Constituyente, las nuevas reglas del
juego democrático, cuya base de legitimidad sea la más amplia participación de la sociedad
chilena y sus organizaciones sociales y políticas, y cuya redacción tenga como referencia
ineludible, el cumplimiento irrestricto de las obligaciones internacionales que tiene el Estado
chileno en materia de Derechos Humanos, las que comprenden, según los órganos del Sistema
de Naciones Unidas, las obligaciones de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos,
como el derecho a la Vida, la Libertad, y los derechos a la Educación, a la Salud, a la Seguridad
Social, a una Remuneración justa, entre otros.
modo genuinamente participativo, como la Asamblea Constituyente, las nuevas reglas del
juego democrático, cuya base de legitimidad sea la más amplia participación de la sociedad
chilena y sus organizaciones sociales y políticas, y cuya redacción tenga como referencia
ineludible, el cumplimiento irrestricto de las obligaciones internacionales que tiene el Estado
chileno en materia de Derechos Humanos, las que comprenden, según los órganos del Sistema
de Naciones Unidas, las obligaciones de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos,
como el derecho a la Vida, la Libertad, y los derechos a la Educación, a la Salud, a la Seguridad
Social, a una Remuneración justa, entre otros.
4° En lo inmediato, exigimos al Gobierno, cese la represión y ponga fin al Estado de
Emergencia y el Toque de Queda, no sólo porque significa un grave retroceso para los
Derechos Humanos y una grave afrenta a la Memoria de nuestro país, especialmente a los
familiares de víctimas y a los sobrevivientes, sino porque la solución a la actual crisis, no puede
ser militar sino política. No olvidamos que hace 46 años, los sectores políticos que hoy
gobiernan, recurrieron a las Fuerzas Armadas para poner freno al proceso de transformaciones
sociales y de mayor justicia social que impulsaba el Gobierno legítimamente constituido de
Salvador Allende, y que el Golpe Militar que promovieron, dio inicio a la implementación de
una política de exterminio que trajo consigo miles de víctimas de violaciones a los Derechos
Humanos, y cuyas secuelas aún persisten.
Emergencia y el Toque de Queda, no sólo porque significa un grave retroceso para los
Derechos Humanos y una grave afrenta a la Memoria de nuestro país, especialmente a los
familiares de víctimas y a los sobrevivientes, sino porque la solución a la actual crisis, no puede
ser militar sino política. No olvidamos que hace 46 años, los sectores políticos que hoy
gobiernan, recurrieron a las Fuerzas Armadas para poner freno al proceso de transformaciones
sociales y de mayor justicia social que impulsaba el Gobierno legítimamente constituido de
Salvador Allende, y que el Golpe Militar que promovieron, dio inicio a la implementación de
una política de exterminio que trajo consigo miles de víctimas de violaciones a los Derechos
Humanos, y cuyas secuelas aún persisten.
5° Por último, convocamos a todas las organizaciones sociales y sectores políticos conscientes,
a trabajar unidos por la defensa de los Derechos Humanos, en especial, por el principal
derecho humano colectivo, el derecho a la libre determinación, única forma de comenzar a
recuperar como pueblo nuestra Soberanía y Dignidad.
a trabajar unidos por la defensa de los Derechos Humanos, en especial, por el principal
derecho humano colectivo, el derecho a la libre determinación, única forma de comenzar a
recuperar como pueblo nuestra Soberanía y Dignidad.
COMISIÓN CHILENA DE DERECHOS HUMANOS
Santiago, 20 de octubre de 2019.-
Santiago, 20 de octubre de 2019.-
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