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lunes, 20 de enero de 2025

¿Perjudica o beneficia a Matthei el homenaje de Larraín y RN a Pinochet?

 

¿Perjudica o beneficia a Matthei el homenaje de Larraín y RN a Pinochet?OPINIÓNCrédito: Agencia Uno


Germán Silva Cuadra
Por : Germán Silva CuadraPsicólogo, académico y consultor
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El episodio de Carlos Larraín dejó en evidencia, que por más que los partidos políticos se traten de desligar de su pasado, de ocultarlo o relativizarlo, tarde o temprano terminan enfrentándose a su propia historia. Y Pinochet, por lo visto, sigue siendo un referente importante para la derecha.


Hacía mucho tiempo que no se realizaba un homenaje de agradecimiento al dictador en un acto público de un partido político de centroderecha. Más tiempo aún, que no se registraba una ovación en la exsede del Congreso Nacional a Augusto Pinochet. “Yo también estoy muy agradecido de don Augusto Pinochet y de lo que hizo el gobierno de las Fuerzas Armadas, así que no teman”, expresó Carlos Larraín entre aplausos de la audiencia durante el discurso que hizo en la proclamación de su partido, Renovación Nacional, a la exalcaldesa Evelyn Matthei (UDI).

Por supuesto, el escenario elegido por el expresidente de Renovación Nacional para destacar a Pinochet no deja de ser paradojal y simbólico, considerando que usó la sede en que funcionaba el Parlamento hasta el momento en que el dictador decidió clausurar ese poder del Estado para repartírselo entre los otros miembros de la Junta de Gobierno y usarlo a su antojo y voluntad durante largos 17 años. Vaya lugar escogió el polémico exsenador para su homenaje.

Más allá de la figura y extravagancias de Larraín, llama la atención el peso que tiene en Renovación Nacional como para que nadie fuera capaz de advertirle de lo inconveniente de su discurso, justo en momentos en que la centroderecha debería tratar de alejarse de la derecha extrema -abiertamente pinochetista- representada por Kast y Kaiser. Según comentan fuentes de esa colectividad, a Carlos Larraín se le acepta –a regañadientes-, todo porque es uno de los principales financistas que tiene el partido y ya estamos entrando en época de elecciones.

Pero, independientemente del episodio, la primera pregunta que surge es si las bases de RN efectivamente siguen admirando a Pinochet, pese a que, en lo público, fue el primer partido de derecha que tomó distancia del dictador. Sin ir más lejos, Sebastián Piñera, el líder y fundador de la colectividad, fue un duro crítico del exgeneral y de su estela de violaciones a los DD.HH. Recordemos también que fueron dirigentes de ese partido -ante el silencio de la UDI- quienes terminaron por condenar a Pinochet cuando se supo lo del banco Rigg.

Uno esperaría que entre las filas de RN existiera mucha distancia -e incluso un sentimiento de vergüenza en las generaciones más jóvenes- por el apoyo circunstancial a Augusto Pinochet, a diferencia de las bases de la UDI, quienes fueron puntales del gobierno de facto. De ahí que la ovación desconcierta más.

Más allá de la constatación de que en RN quedan más que vestigios de la dictadura de lo que imaginábamos, el punto central es el impacto que puede tener para su candidata presidencial, considerando que el episodio estará presente en la campaña -de seguro en los debates y la franja de TV-, lo quieran o no en Chile Vamos.

¿Le aporta o perjudica a Evelyn Matthei el sorpresivo respaldo de RN a Pinochet? Definitivamente, le resta desde toda perspectiva. Si hay algo claro hasta ahora, es que la derecha tiene tres candidatos para la elección presidencial -Evelyn, Kaiser y JAK- y podría sumar a Parisi. En ese escenario, Matthei tiene como desafío principal diferenciarse de la dupla dura republicana para capturar un voto de centro extendido a un mundo de izquierda, que puede incluso simpatizar con Evelyn, pero que jamás traspasaría una barrera cultural y de identidad histórica. De seguro, para ese target, la sola mención a Pinochet le provoca un rechazo emocional.

De seguro, la exalcaldesa y su equipo no pensaron jamás que sería el primer partido que la proclamó, RN, quienes revivieran a un fantasma que ella misma se ha esforzado en enterrar en los últimos años, incluida la manera en que ha relativizado su apoyo en Londres al dictador. De hecho, Evelyn ha hecho un giro importante en su imagen y posicionamiento, mostrándose menos confrontacional e incluso más progresista en algunos temas. Una especie de UDI atípica. Tanto es así que probablemente las nuevas generaciones -esas que conocen la historia reciente sólo por boca de sus padres y abuelos- puedan pensar que Evelyn pertenece a otro sector político.

Por su parte, la derecha tradicional ha desplegado como relato en todas las últimas elecciones que hay que dejar el pasado atrás y que las campañas no pueden seguir enfocadas en algo que ocurrió hace 50 años, de ahí que el lapsus de RN es más incomprensible. De seguro, quien represente al oficialismo aprovechará el autogol de Larraín y la ovación en el ex-Congreso, y volverá a instalar el eje dictadura/democracia, un tema que la derecha prefiere trasladar a Venezuela y evitar así hablar de nuestra propia historia.

El episodio de Carlos Larraín dejó en evidencia que por más que los partidos políticos se traten de desligar de su pasado, de ocultarlo o relativizarlo -como la peregrinación que hicieron a Londres-, tarde o temprano terminan enfrentándose a su propia historia. Y Pinochet, por lo visto, sigue siendo un referente importante para la derecha.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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