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miércoles, 3 de julio de 2024

Quién es Enrique Bassaletti, el candidato republicano a la alcaldía de Maipú que comparó las protestas sociales con un cáncer

El Ciudadano.

Bassaletti se desempeñó como jefe de la Zona Metropolitana Este de Carabineros durante el estallido social, período en el que fue duramente cuestionado por su "brutalidad y falta de profesionalismo". En noviembre de 2019, Bassaletti causó revuelo al declarar que Chile estaba enfermo de cáncer y, para solucionar ese problema, había que matar "células buenas y células malas".

Quién es Enrique Bassaletti, el candidato republicano a la alcaldía de Maipú que comparó las protestas sociales con un cáncer

Autor: Axel
03/07/2024

El Partido Republicano confirmó este miércoles que el exgeneral de Carabineros Enrique Bassaletti será su candidato a la alcaldía de Maipú en las elecciones municipales de octubre.

La noticia fue dada a conocer por el presidente de la colectividad, Arturo Squella, quien señaló que «queríamos compartir una gran noticia para los vecinos de Maipú. Ha aceptado nuestro desafío de ser candidato a alcalde el general en retiro Enrique Bassaletti, con una trayectoria ligada al mundo de seguridad».

«Nos honra, (porque) los vecinos de Maipú han sufrido mucho con el narcotráfico y el crimen organizado y la gestión actual no está dando el ancho», agregó.

Cabe recordar que Bassaletti se desempeñó como jefe de la Zona Metropolitana Este de Carabineros durante el estallido social, cargo en el que fue duramente cuestionado debido su «brutalidad y falta de profesionalismo», según denunció en ese entonces el diputado Jorge Brito (RD).

El actuar del uniformado durante las protestas de 2019 fue cuestionado por la propia Contraloría General de la República, en un informe que pedía al director general de Carabineros suspenderlo de sus funciones durante un mes.

En concreto, Contraloría acusó a Bassaletti de no actualizar los protocolos de uso de la fuerza y no haber evitado el lanzamiento de bombas lacrimógenas en las cercanías de recintos hospitalarios. Lo mismo respecto de la composición química de los insumos del carro lanzaguas.

Sin embargo, Bassaletti y los otros generales cuestionados por Contraloría recurrieron a tribunales y presentaron una demanda de nulidad de derecho público, la cual dejó sin efecto la formulación realizada por el órgano contralor.

Comparación de las protestas sociales con el cáncer

El 22 de noviembre de 2019, en pleno estallido social, el general Enrique Bassaletti se refirió a las denuncias contra Carabineros por brutalidad policial y represión en las protestas, a lo que respondió con una polémica analogía con el cáncer.

«Voy a hacer una analogía que no sé si es tan feliz, pero la voy a hacer igual. Nuestra sociedad está enferma de una enfermedad grave. Supongamos que sea un cáncer, ojalá que no lo sea y que tenga solución», señaló.

«El tratamiento del cáncer se hace con quimioterapia y en otros casos con radioterapia. Cuando se busca solucionar ese problema, se matan células buenas y células malas. Es el riesgo que se somete cuando se usan armas de fuego», agregó.

Las palabras de Bassaletti causaron tal revuelo en la opinión pública que, horas más tarde, el general debió salir a pedir disculpas públicas por su declaración: «derechamente me equivoqué y di un ejemplo que no fue el debido, y frente a eso no tengo más que excusarme», señaló.

«De todo corazón, no fue mi intención, y como corresponde voy a asumir las consecuencias de un equívoco, pero que no tuvo ninguna otra intención de buscar un ejemplo cotidiano y práctico», concluyó.

Entre gallos y medianoche: diputados oficialistas buscaron reponer de facto voto voluntario

 

Entre gallos y medianoche: diputados oficialistas buscaron reponer de facto voto voluntarioPAÍSCrédito: Agencia Uno


La indicación de la Cámara para eliminar la multa, en teoría, era un cambio al sistema político, ya que en términos prácticos “equivalía al regreso del voto voluntario”, por no tener castigo la abstención de concurrir a las urnas para las elecciones de octubre.


Un álgido debate agitó las aguas en el Congreso, después que ayer martes la mesa del Senado –que encabeza José García Ruminot, como segunda autoridad política del país, y el vicepresidente Matías Walker– recibiera con cierta sorpresa una particular indicación aprobada en la Cámara de Diputadas y Diputados 24 horas antes: la eliminación de la multa para los electores que no concurran a votar en las elecciones municipales, la cual ascendía hasta $200 mil.

La indicación de la Cámara, en teoría, era un cambio al sistema político, ya que en términos prácticos “equivalía al regreso del voto voluntario”, por no tener castigo la abstención de concurrir a las urnas para las elecciones municipales y de gobernadores de octubre.

“Reponer de manera oblicua el voto voluntario por un cálculo electoral”

En esa línea, el presidente del Senado no tenía dudas: el voto es constitucionalmente obligatorio. “Soy partidario de esperar lo que resuelva la comisión mixta que deberá dirimir las diferencias entre Cámara y Senado. Espero que tengamos elecciones con voto obligatorio, como lo establece nuestra Constitución Política”, señaló García Ruminot (RN) a El Mostrador.

El vicepresidente de la Cámara Alta, senador Matías Walker (Demócratas) fue un paso más allá y aseguró que se trataba de un ardid que respondía a intereses partidarios de la izquierda y un “burdo intento encubierto para reponer de manera oblicua el voto voluntario por un cálculo electoral”.

“Fue vergonzoso cómo los diputados oficialistas votaron en bloque por no establecer la multa en caso de no votación en octubre. Hay un aforismo jurídico que nos recuerda siempre que obligación sin sanción, no es obligación. Si no hay multa, el voto deja de ser obligatorio. (…) El Senado ha actuado con coherencia legislativa y de forma unánime rechazó ese cambio introducido por la Cámara. Esperamos que en la comisión mixta impere la coherencia legislativa (…), se restablezca la multa y el Gobierno ordene a sus parlamentarios, si de verdad creen en una sociedad de derechos y de deberes”, sentenció Walker.

Los principales detractores de la iniciativa de la Cámara de anular el cobro –aprobada por 84 votos– estaban en la oposición. Pero también en sectores del oficialismo. “El voto obligatorio será letra muerta si no está acompañado de multa. Aquí se trata de ser consecuentes y no abrir un forado que después será irreversible para evitar atajos que eludan el principio del voto comprometido con el destino del país”, sostiene el senador socialista Juan Luis Castro.

Fue el lunes por la tarde y ya en el hemiciclo cuando los socialistas Raúl Leiva y Leonardo Soto propusieron eliminar la multa, y a la idea se sumaron varios parlamentarios del Partido Comunista. Los motivos que se argumentaban eran dos: apostar por educación cívica para la ciudadanía sobre la importancia de la participación y que el cobro de hasta $200 mil era una cifra obscena.

“La participación de la ciudadanía en los procesos electorales es fundamental para el ejercicio y el fortalecimiento del sistema democrático, pero esta no se asegura con una multa. Hay que fortalecer  la educación  cívica y ciudadana en las escuelas y más publicidad e información electoral como política pública. El interés ciudadano por la política es proporcional al desempeño y credibilidad de la institucionalidad y para quienes forman parte del sistema político el desafío es superar esa desconfianza”, manifiesta la diputada Nathalie Castillo a El Mostrador.

El senador José Miguel Insulza coincide con la legisladora y agrega que el voto obligatorio sin multa se usa en varias partes del mundo. “Yo soy contrario a la multa, nadie es contrario a que el voto sea obligatorio, pero para eso se debe educar a la gente, incentivar la participación y la educación cívica antes que multar. Y para ser justos, las multas existieron siempre, pero nunca se cobraban en el periodo anterior”, reflexiona el senador.

“Si no hay sanción, es una elección de voto voluntario”

El “cobro” no era el único foco controvertido. Según consideran representantes de la oposición y el Socialismo Democrático en ambas cámaras legislativas, si en la práctica no había un acto punitivo para quienes opten por no sufragar, las indicaciones para reducir el monto del reembolso en dinero por voto, de $1500 a $872, tenían muy poco sentido, porque habría menos votantes en los comicios.

Además, en el Senado reparaban en que, de haber menor participación de votantes, efectuar las elecciones municipales en dos días tampoco tenía sentido y resultaba más caro para el Estado.

Por ejemplo, para el senador Manuel José Ossandón (RN), la médula del proyecto de votar en dos días se sustentaba en “la cantidad de gente que tiene que ir a sufragar por el voto obligatorio”; mientras que observa que “si no hay sanción, es una elección de voto voluntario”, por lo que el debatido proyecto no tendría lógica.

“El único sentido de hacerlo en dos días sería gastar el doble de plata para que vote mucha menos gente. Entonces, si en la comisión mixta no se repone que exista una sanción para las personas que no vayan a votar, este proyecto no tiene sentido, no debe ser ley y sigamos votando como lo hemos hecho siempre.(…) Se presentó un proyecto de ley que se llama votación en dos días para que vaya a votar mucha más gente. Sin la multa, este proyecto y esta ley no deben existir”, subraya Ossandón.

Sobre la eventual rebaja de las multas, sostiene que “eso hay que discutirlo, pero claramente tiene que haber una sanción: es la base del voto obligatorio. Una de las cosas que han demostrado las últimas elecciones es que la democracia sólida es muy fuerte cuando va a votar mucha gente. Así que esta es una herramienta que usan en todo el mundo”.

El tropiezo de lo que parecía simple

La reforma para hacer la elección municipal y de gobernadores regionales de octubre en dos días pretendía ser una ley corta, pero la incorporación de indicaciones parlamentarias y del Ejecutivo, entramparon su trámite hasta enredar la tramitación.

En el primer trámite del Senado se aprobó la indicación, estableciendo un alza de la multa hasta los 200 mil pesos, sin embargo, en el segundo trámite, en la Cámara Baja, el artículo transitorio fue rechazado por no conseguir el quórum requerido de 78 votos, para no apoyar el castigo por no votar.

Sectores del Partido Socialista y del Partido Comunista argumentaban que la multa era excesiva, sin embargo, desde la oposición se señala que un voto obligatorio, sin multa, favorece electoralmente a los sectores de izquierda, quienes estuvieron principalmente por derrumbar esa norma.

“Creo que la multa era totalmente no proporcional a la gravedad de la falta, de seguro esto se arreglará en la comisión mixta, y que ahí haya una multa que sea acorde a lo que estamos sancionando y al ingreso de la mayoría de los chilenos”, asegura el diputado socialista Tomás de Rementería.

Feminismos. Argentina: El informe de Periodistas Argentinas con 19 demoledoras denuncias de acoso contra Pedro Brieger

Resumen Latinoamericano, 2 de julio de 2024.

El colectivo feminista presentó este martes en el Senado el informe “La cultura del acoso: punto y aparte”, con el testimonio de 19 mujeres que denuncian diferentes situaciones de acoso por parte del periodista.

El colectivo Periodistas Argentinas presentó este martes en el Senado de la Nación el informe La cultura del acoso: punto y aparte, con el testimonio de 19 mujeres que denuncian diferentes situaciones de acoso por parte del periodista Pedro Brieger.

El objetivo de este informe “no es el escrache”, explicaron las periodistas en una conferencia de prensa -donde indicaron que consideran “imprescindible” que Brieger pida disculpas públicas a las afectadas-, sino “la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión”. 

La denuncia pública que se difundió este martes se “encarna en una persona” pero “también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar”, advirtieron las periodistas.

Los testimonios 

Testimonio 1 (Año: 1995. Escenario: Universidad de Belgrano. Afectada: Empleada Administrativa)

“Brieger llamó a la Universidad de Belgrano, preguntando por una de las autoridades de la Facultad. Y como no estaba, le dijo a la secretaria: ‘Estoy en casa, en short, ojotas, en un sillón muy cómodo y con mi (…) muy duro’. Y luego le dijo una serie de groserías. La secretaria le cortó la llamada, pero Brieger volvió a llamar varias veces durante ese mismo día, así que ella habló con el decano y el director de la carrera, quienes intervinieron, convocaron a Brieger y le dijeron que tenía que renunciar a su cargo docente. Según personas cercanas a la secretaria, ella vivió con miedo por mucho tiempo, al punto que cambió el recorrido cotidiano para llegar a la universidad”.

Testimonio 2 (Año: 1996. Escenario: Edificio donde vivía Brieger. Afectada: Vecina)

“Vivíamos en el mismo edificio, en Belgrano. Yo en la planta baja, él, unos pisos más arriba. Cada vez que nos cruzábamos él me miraba libidinosamente. Un día subí por el ascensor hasta la terraza para colgar la ropa. Él justo había entrado al edificio y subió conmigo. Enseguida me expresó que cada vez que me veía salir con mi bicicleta, le calentaba mi culo subiéndose al asiento. Luego, se abrió la bragueta del pantalón y sacó su pene. No supe qué hacer. Volví a mi casa asustada y helada, dejé el canasto y subí a la casa de unos vecinos a contarles lo que me había pasado. Ellos le tocaron la puerta, pero él no respondió. Mis vecinos me sugirieron que hiciera la denuncia. Cuando salí camino a la comisaría, me crucé con un policía de la calle y le pedí ayuda: `Es la palabra tuya contra la de él: ni te molestes, me dijo. Mirar para todos los costados cada vez que tenía que entrar o salir del edificio me estaba volviendo loca. Pedí dinero prestado porque no tenía un mango (criaba sola a dos criaturas) y apenas pude, me mudé”.

Testimonio 3 (Año: 1996. Escenario: Conferencia. Afectada: Alumna)

“Tenía 21 años, era alumna de tercer año en TEA, había cursado Política Internacional con él y había trabajado en la investigación de uno de sus libros, sin percibir remuneración. En agosto o septiembre de ese año me invitó a una conferencia del escritor español Juan Goytisolo en la Fundación Los Cedros, muy cerca de la facultad, por lo cual a la salida de TEA fuimos caminando hasta el lugar. Durante el trayecto, hizo comentarios sobre la ropa que llevaba puesta, me preguntó si tenía novio, etc. Mientras esperábamos el inicio del evento sentados, de la nada, me susurró: `cómo te bajaría la bombachita y te pegaría en la cola´. Me quedé absolutamente paralizada, muda, sin saber qué hacer. Transcurrió toda la conferencia y no me moví. Luego hubo un cóctel, en el que me alejé de él todo lo posible, hasta que me dijo `¿nos vamos?´. Le dije que no, que me iba a quedar. Esperé un rato y salí mirando para todos lados, aterrada de que estuviera en la calle, o escondido en algún lado. Siguió llamando a mi casa (era la época de los teléfonos fijos), yo intentaba no atender, pero una vez lo hice y me preguntó por qué no le hablaba más. Recuerdo haberle dicho `vos sabés bien por qué´ y que se hiciera el desentendido. No me acuerdo si en ese llamado o en otro, me invitó a una reunión una noche en su casa, con gente que no estaba en pareja. Obviamente me negué. Fue mi última comunicación con él. Decidí no dedicarme a la política internacional, algo que me apasionaba, para nunca volver a verlo”.

Testimonio 4 (Año: 2001. Escenario: Maestría de la Universidad Nacional de La Plata. Afectada: Alumna)

“Soy licenciada en Economía, pero siempre me interesó Medio Oriente. Por ello, a fines de los años noventa averigüé en qué maestría podía inscribirme. Mi novio (hoy padre de dos de mis hijos) estaba cursando, justamente, la materia de Medio Oriente, en la facultad de Sociales de la UBA. Así llegué a él. Conversé con él y decidí empezar la maestría de Relaciones Internacionales en la UNLP, donde era docente. Yo volvía de La Plata a CABA en micro. Un sábado, compartimos el viaje. Nos sentamos juntos. De la nada, se me tiró encima para besarme. Me quedé helada. Lloré. Lo único que me acuerdo es haberle dicho `vos conocés a mi novio´. No me acuerdo cómo siguió el viaje, ni cómo llegué a mi casa. Nunca más volví a la maestría. Perdí tiempo, plata y, lo más importante, mi sueño de estudiar lo que me apasionaba”. 

Testimonio 5 (Año: 2001. Escenario: Reunión de propuesta laboral. Afectada: Ex alumna)

“Había sido mi profesor, lo elegí para que me entregara el diploma. Era un vínculo de mentoría. Nos juntamos por una propuesta laboral en un café en Barrio Norte. Nunca mencionó el trabajo. En un momento, fuera de contexto, me pregunta ‘¿vos en la cama también sos tan culposa?’. Me sentí muy incómoda, me quedé inmóvil y en silencio, mayormente mirando el piso. Por una hora me habló de cómo se masturbaba recordando cómo me sentaba yo en clase y con la ropa que yo llevaba en la entrega de diplomas. Me contó que él tenía una forma de vivir el sexo diferente porque había vivido en un kibutz, relató una situación iniciática en una carpa en la que había descubierto que gozaba con mirar a otros tener sexo y masturbarse. Todo esto era un monólogo sin pausas.

En un momento me preguntó:

-¿Qué te gustaría más, tocarte para que te mire o que me toque para que me mires?

-¡Quizás no me interesa nada nada de todo lo que estás diciendo!

-¿Y entonces por qué decís ‘quizás’?

Esa respuesta me terminó de enojar, porque me di cuenta que además me estaba intentando manipular. Lo saludé y me fui. Corrí. En mi casa escribí todo lo que había pasado. Todavía lo tengo. Unos días después le envié un correo electrónico, le dije que no me hablara nunca más, le hablé de su abuso de autoridad, de la diferencia de edad, de que la propuesta laboral se había transformado en someterme a su monólogo sexual. Que su exhibicionismo me había causado parálisis y asco. No respondió por escrito, pero intentó comunicarse conmigo insistentemente por varias semanas. Nunca volvimos a hablar”.

Testimonio 6 (Año: 2001. Escenario: TEA. Afectada: Alumna)

“Estaba cursando periodismo en TEA cuando lo tuve de profesor de Política Internacional. En cada clase, se paraba delante de mí y me acosaba con las miradas: eran sistemáticas, repetidas y explícitas durante toda la clase: pasaba por mi entrepierna, luego mis pechos y luego mis ojos; y volvía a bajar para empezar su recorrido otra vez. Yo me preocupaba por estar todo el tiempo con las rodillas muy juntas, cuidando cómo me vestía los días que iba a cursar con él. Mis compañeros comenzaron a pensar que teníamos un vínculo íntimo, porque él transmitía eso: se me acercaba para hablarme al oído y decirme cosas inapropiadas, asquerosas, por lo bajo, pero delante de todos. La pasé muy mal y tenía con él dos de las tres clases semanales”.

Testimonio 7 (Año: 2003. Afectada: Periodista)

“Fue mi profesor en TEA a principio de los 2000 y, luego, el primer periodista que me dio trabajo. En los años siguientes, ya él un referente muy conocido y respetado, me abrió puertas que me ayudaron a comenzar mi carrera como periodista especializada en temas internacionales. Trabajando juntos, cuando estábamos solos, solía hacer comentarios sexuales que nada tenían que ver con la conversación. Yo siempre trataba de cambiar de tema, pero él seguía. La vez más grosera fue una noche en la que lo alcancé a su casa en mi auto, y me preguntó insistentemente sobre mis gustos sexuales. Tenía veinte pocos y él me duplicaba la edad. Me congelé, no supe qué decir, me aterrada que la situación escalara. No recuerdo bien cómo salí de ese momento, pero sí que a partir de ahí intenté no volver a quedarme a solas con él, y de a poco fui abandonando esa relación profesional. Por décadas, me dio vergüenza reconocerlo, tanto ante los demás, como ante mí misma”.

Testimonio 8 (Año: 2005. Escenario: TV Pública. Afectada: Periodista)

“Era redactora del noticiero nocturno y de Visión 7 Internacional. Tenía con él una relación amable, hasta que un día, estando sola en control, él entró y se colocó detrás de la silla en la que estaba sentada. Estaba trabajando, cuando siento que me agarra el cuello y luego mete la mano por adentro de mi pullover y comienza a tocarme. Sentí asco y humillación. Me levanté inmediatamente, fui a la redacción y se lo conté a mis compañeros, que como respuesta se rieron”.

Testimonio 9 (Año: 2005. Escenario: Cobertura internacional. Afectada: Periodista)

“Tenía 25 años y trabajaba en la TV Pública. Desde allí, me enviaron a Mar del Plata a cubrir la Cumbre del ALCA para darle asistencia periodística a él. Al inicio del viaje, en el colectivo, hablaba de lo contento que estaba de trabajar conmigo. Empezó a tocarme los muslos cada vez que podía, el cuello y la espalda, en la parte de la cintura. También tenía la costumbre de hablarme cerca, muy cerca, hasta que le sintiera su aliento. Yo me alejaba, pero él se acercaba de nuevo. Desde el primer día se inventó que nos debíamos una cena y desde el comienzo del trabajo no paraba de decir de lo lindo que iba a ser cenar juntos. En ese momento usábamos handies, y por esa vía me decía cosas fuera de lugar y me insistía con cenar. También me pidió que fuera a su cuarto. No recuerdo qué excusas le puse para no ir. Me di cuenta de que no iba a parar. Recuerdo la sensación de preguntarme ¿por qué hace esto? En un momento me animé a decirle: Basta. Ni se inmutó. Yo era como su presa. Por un lado, estaba cumpliendo mi sueño de ser periodista, y por el otro, estaba viviendo una pesadilla. Era tan insoportable que decidí pedir ayuda. Era medianoche y él seguía diciéndome cosas por handy. Lo puse en altavoz y le pedí a mi productora jefa que lo escuchara. Ella no lo podía creer. Le dije que, por favor, por más que al otro día teníamos notas importantes, me dejara irme de la cobertura, porque él no iba a parar. Ella habló con mi jefa directora. No recuerdo qué excusa le dimos, ni siquiera tengo claro por qué no dijimos la verdad. Me pagué yo misma el viaje de regreso y me fui. Tiempo después, cuando me lo cruzaba en el canal, lo evadía. Y él se hacía que no me conocía. Tuve miedo, vergüenza; quería olvidarlo, aunque nunca pude”.

Testimonio 10 (Año: 2006. Escenario: Trámite de ingreso al doctorado de Ciencias Sociales, UBA. Afectada: Alumna)

“Me presenté al Doctorado de Ciencias Sociales con beca Conicet. Al haberme especializado en Medio Oriente, le pedí que me dirigiera. Como soy de Rosario, la mayor parte de la comunicación fue por mail, y en términos cordiales. Pactamos un encuentro en Buenos Aires para que él firmara los papeles del doctorado. No me acuerdo en qué bar, pero cuando llegué, comenzó a preguntarme cuáles eran mis fantasías sexuales. Ante mi negativa a hablar del tema, comenzó a decirme que quería tener relaciones sexuales en un avión, y que le gustaba que la gente lo mirara. Me relató un encuentro en un hotel alojamiento con una mujer, que los vio alguien de limpieza y que eso los excitó más. Yo estaba helada y transpiraba del terror. Salí del bar y me subí a un taxi llorando. No entré al doctorado, no le escribí nunca más”.

Testimonio 11 (Año: 2006. Escenario: Radio Nacional. Afectada: Periodista)

“Tenía 33 años y estaba a cargo de la revista de una asociación civil, como secretaria de redacción. Lo contacté para entrevistarlo. El encuentro fue en Radio Nacional. Al principio todo fue cordial. Entramos a una sala muy pequeña, en la que sólo cabía una mesa y una silla en cada extremo. Le hice mi lista de preguntas, y al final le consulté si quería agregar algo que yo no le hubiera preguntado. Inmediatamente, hizo una alusión a mi cuerpo. Me descoloqué, simulé no haber escuchado, y volví a preguntarle ‘¿querés agregar algo que no te haya preguntado?’. Y volvió a decirme lo mismo. Di por terminada la entrevista, volví a mi trabajo y se lo conté a mis compañeros, que me dijeron que no exagerara, que sólo había sido un piropo”.

Testimonio 12 (Año: 2007. Escenario: Palacio San Martín, cancillería argentina. Afectada: Estudiante y miembro de la comunidad islámica)

“Tenía 25 años y hacía dos años me había recibido de licenciada en Ciencias Políticas en la UBA. Vengo de una familia de musulmanes originarios de Siria. Para ese año yo colaboraba con una fundación turca, a la cual llegué a dirigir unos años después. En ese entonces se desarrollaban cenas en Cancillería, a las que acudían referentes del mundo islámico en Argentina. Una de esas noches yo conduje el evento, y por eso estaba sentada en la mesa principal. A mí lado se sentó él. Intercambiamos palabras, le hablé de mis intereses académicos, y de la nada, se acercó a mi oído y me dijo: `son tan lindas las musulmanas de acá… ¡como vos!´Me pareció un comentario desubicado de su parte. Mi madre estaba sentada a mi lado. Al final de la noche me dio su mail y me dijo que le escribiera, a propósito de mi investigación académica. Así lo hice. La respuesta fue mucho peor al comentario de la cena. Me preguntaba cómo era el sexo de las musulmanas. Me contaba sus preferencias sexuales y me invitaba a encontrarme con él. Nunca le contesté el mail. Siempre quedó rondando en mi cabeza qué había hecho yo para que se desubicara de esa forma… me sentía estúpida y culpable”.

Testimonio 13 (Año: 2008. Escenario: Conferencia de política internacional. Afectada: Periodista)

“Trabajo como corresponsal en Medio Oriente y Asia desde hace años, cubriendo las noticias desde el lugar de los hechos. Como directora de un curso a corresponsales, lo invité a dar una charla. Luego de la conferencia fuimos a almorzar. Inmediatamente comenzó a preguntarme si me masturbaba, a decirme que no me veía bien, que estaba seguro de que mi novio no me satisfacía, y a contarme sus inclinaciones sexuales. Le dije que no me interesaba hablar de nada de eso, pero él no se detuvo. Luego de ese episodio, comenzó a enviarme mensajea. `¿Hiciste los deberes?´, me preguntaba. Se refería a lo que me había dicho en ese almuerzo: si me había masturbado frente al espejo. Yo sufrí un abuso en mi infancia, y esa situación me quebró de manera tal que siento aún en el cuerpo, en los huesos, el dolor de la humillación que me provocó no haber podido frenarlo con más determinación”.

Testimonio 14 (Año: 2008. Escenario: Cobertura internacional. Afectada: Periodista)

“Llegué a Túnez junto a uno de mis jefes de Télam para cubrir el viaje de la entonces presidenta Cristina Kirchner. Ahí conocí a Brieger, que era parte de la delegación. Tomamos un té con galletitas en el hall del hotel y charlamos de temas profesionales. Al día siguiente, me dijo que no podía asistir al encuentro con la mandataria, me pidió que le compartiera el audio y me dio su número de habitación. Subí, con la computadora en la mano, a dejarle el audio como favor de colega. Al llegar a su habitación, veo que tenía la puerta entreabierta. Me lo encuentro desnudo, recostado sobre el respaldo de la cama, tapándose con una sábana, masturbándose mientras me hablaba. No recuerdo cuanto tiempo me quedé ahí ni lo que me dijo. Me fui y nunca más le volví a hablar. En ese momento no le dije nada a mi jefe, no era un contexto cómodo para hablar algo así. El 99% de la delegación eran hombres. Seguí trabajando como mecanismo de defensa. Lo bloqueé. Lo negué. Pasó el tiempo y él aparecía en todos lados. Yo veía que ganaba premios y que cada vez tenía más visibilidad y más poder. Me daba miedo dar la cara y exponerme”.

Testimonio 15 (Año: 2010. Escenario: Radio AM 750. Afectada: Alumna y periodista) 

“Tenía 25 años, daba mis primeros pasos en el periodismo. Él era bastante más grande que yo y un referente en temas internacionales. Cuando me presenté, le dije que quería dedicarme de lleno a lo internacional, que me gustaría que me contemplara si encaraba una búsqueda laboral. Me dijo que no tenía nada concreto para ofrecerme, pero que podía ayudarlo con las noticias sobre Siria, algo que comencé a hacer sin percibir un salario. Este trabajo no remunerado se mantuvo unos meses y a la par cursé su materia de Sociología de Medio Oriente (UBA). Un día fui a hacerle una entrevista para un portal digital en el que trabajaba. Me citó en el centro cultural Caras y Caretas, donde hacía su programa de radio, en la AM750. Fuimos al hall y mientras lo entrevistaba se masturbó ahí mismo, delante mío, mientras yo le pedía por favor que no lo hiciera. Había gente cerca, pero no le importaba nada. Me llevó años entender que no había tenido la culpa”.

Testimonio 16 (Año: 2010. Escenario: TV Pública. Afectada: Periodista)

“Lo contacté para entrevistarlo. Me sorprendió su inmediata respuesta a mi correo, ya que era un sábado a la noche. Mucho más me sorprendió el tono de ese correo: me llamaba ‘ovejita’ (la revista se llamaba Oveja Negra), me preguntaba qué estaba haciendo un sábado a la noche y me pidió que le mandara fotos. Comenté esto en la reunión de sumario con el equipo de redacción de la revista. Me ofrecieron no hacer la entrevista, o ir acompañada por un de ellos. Sentí que ambas propuestas vulneraban mi capacidad de afrontar situaciones difíciles. Pedí que me acompañe el fotógrafo de la publicación, quien estaba al tanto de todo. La entrevista se hizo en la TV Pública, donde él era columnista internacional del noticiero de la noche. Al comienzo, todo fue normal, hasta que llegamos al camarín. Me hizo entrar y le cerró la puerta en la cara al fotógrafo. Se sacó los pantalones y quedó en calzoncillos, camisa y corbata. Eran unos calzoncillos grandes, de esos que tienen abierto adelante, que abrió aún más para mostrarme su pene. Me quedé helada, pegada contra la puerta, agarrando el picaporte. No pude reaccionar. Cuando salimos del edificio, le conté a mi compañero fotógrafo lo que había pasado, y me dijo ‘Qué zarpado’”.

Testimonio 17 (Año: 2011. Escenario: Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Afectada: Ayudante de cátedra y alumna) 

“Lo conocí siendo su alumna en la cátedra de Sociología de Medio Oriente, que él dictaba en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Más tarde, fui ayudante de cátedra en esa misma materia. Al tiempo, también comencé a hacer algunos trabajos free lance para él. Sufrí dos situaciones claras que me incomodaron y que recién ahora, en 2024, puedo identificar como acoso sexual. La primera, fue un día en que me lo encontré en el pasillo de la Facultad poco antes de que empezara su teórico: recuerdo que nos pusimos a charlar, en principio de forma cordial, y de golpe se me acercó a la cara y me hizo un comentario sobre mi cuerpo. Me quedé inmóvil y ‘salí’ de la situación abruptamente, ante la llegada de una de mis compañeras. La segunda situación fue por mensaje de texto, y más explícita: teníamos una cena de la cátedra y me mandó un mensaje preguntándome si después de la cena me quería `fugar con él´. Nunca le contesté; tampoco fui a esa cena. Finalmente, acordamos el pago de lo que me debía y ese fue el fin de mi trato con él. Al tiempo renuncié a la cátedra”.

Testimonio 18 (Año: 2012. Escenario: Entrevista. Afectada: Periodista)

“Estaba haciendo un programa especial por las elecciones en Venezuela para el canal Hispantv, lo invité a participar, ya que él se encontraba en Caracas. Apenas lo recibí en el hotel en el que se realizaba la transmisión, me miró de arriba a abajo, fijó su mirada particular e insistentemente en mis pechos, me abrazó, me acarició la espalda de forma inapropiada y, acercándose, me habló con voz libidinosa. Continuó la entrevista sin apartar su mirada en la misma parte de mi cuerpo”.

Testimonio 19 (Año: 2019. Escenario: Radio 10. Afectada: Periodista)

“Conseguí trabajar en el programa de radio donde él estaba. Era la columnista de género. No cobraba, pero recién empezaba mi carrera y me parecía importante tener esa experiencia. Comencé a recibir sus comentarios desubicados y traté de soportarlos, pero eran constantes. Hasta que comenzó a enviarme mensajes a mi celular. Y yo, que supuestamente tenía que darles herramientas a las oyentes sobre estos temas, no sabía cómo responderle sin poner en riesgo mi trabajo. Decidí renunciar. Para explicar por qué me iba, le mostré las capturas de pantalla al productor”

By  on 2 julio, 2024

martes, 2 de julio de 2024

Expropian “Venda sexy”: Centro de tortura y exterminio en dictadura será sitio de memoria

Expropian “Venda sexy”: Centro de tortura y exterminio en dictadura será sitio de memoria

Expropian “Venda sexy”: Centro de tortura y exterminio en dictadura será sitio de memoria

Por: Carolina Ceballos | 02.07.2024
Desde la nueva administración del lugar, destacaron la expropiación y la apertura del nuevo sitio de memoria”, planteando que estos hechos “representan un hito en el reconocimiento y reparación a las víctimas de la dictadura”.

Finalmente este lunes 1 de julio, el Estado materializó la expropiación del emblemático sitio de tortura y exterminio de la dictadura, ubicado en Irán 3037, más conocido como “Venda sexy”.

El recinto se hizo conocido por ser un lugar donde bajo el régimen de Augusto Pinochet se ejercieron graves violaciones a los derechos humanos, por lo que su traspaso al Fisco fue considerado como un hecho muy relevante para la comunidad afectada por las criminales prácticas cometidas en él.

Su expropiación, considera su traspaso al @serviumetropolitano, para luego quedar en manos de @bienesnacionales.

Respecto de su futuro, y de acuerdo a lo publicado en la cuenta de Instagram de Bienes Nacionales, “se proyecta que este recinto sea administrado por @sitiodememoriairan3037, para luego ser transformado en un nuevo sitio de memoria”.

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Por su parte, desde la comunidad que debiera hacerse cargo del lugar, relevaron lo sucedido a comienzosd de semana, dejando claro que este hecho implica “un paso significativo en el camino hacia la memoria y la justicia en Chile”.

“La casa de Irán 3037, excentro clandestino de secuestro, tortura y exterminio conocido como Venda sexy, ha sido oficialmente expropiada por el Estado. Este inmueble, tristemente célebre por ser un lugar donde se cometieron graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar, inicia ahora su transformación para convertirse en un sitio de memoria abierto a la comunidad”, se lee en la cuenta de Instagram de quienes administrarán el recinto.

Paralelamente, desde la misma plataforma detallaron que “la entrega del inmueble se concretó en una emotiva jornada, donde se hizo oficial la finalización del proceso expropiatorio”.

El proyecto

En relación al futuro del lugar, se detalla que “el proyecto contempla que el recinto sea administrado por la organización @sitiodememoriairan3037, quienes asumirán la responsabilidad de su gestión y cuidado”.

“Este grupo, comprometido con la preservación de la memoria histórica, será el encargado de transformar la casa en un lugar de reflexión y educación sobre los oscuros capítulos de la historia reciente de Chile”, asegura un posteo en la red social de Meta.

Y en cuanto al propósito de consolidar el recinto como un nuevo sitio de memoria, este está motivado por la necesidad de “mantener viva la memoria de las víctimas y educar a las futuras generaciones sobre la importancia de los derechos humanos y la necesidad de nunca más permitir tales atrocidades.”.

“La recuperación y preservación de estos lugares son fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y consciente de su historia”, aseguran desde la cuenta de sitio de memoria Irán 3037.

Por último, desde la nueva administración del lugar, destacaron la expropiación “y la futura apertura de la Casa de Irán 3037 como sitio de memoria”, planteando que estos hechos “representan un hito en el reconocimiento y reparación a las víctimas de la dictadura”, subrayando “el compromiso del Estado chileno con la memoria histórica y los derechos humanos, asegurando que estos espacios de dolor se conviertan en símbolos de resiliencia y aprendizaje colectivo”.

Crédito foto: Archivo sitio de memoria Irán 3037

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