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viernes, 31 de diciembre de 2021

Corte Suprema confirma prisión preventiva para el exgeneral director de Carabineros, Bruno Villalobos

  31 diciembre 2021

La Corte Suprema rechazó un recurso de amparo presentado por la defensa del exgeneral director de Carabineros, Bruno Villalobos, imputado en el caso Gastos Reservados.

Recordemos que el exgeneral director está imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos de malversación de caudales públicos y falsificación de instrumento público.

La investigación señala que se habría apropiado de $606 millones, entre 2015 y 2018, de los cuales $67 millones fueron a parar a su beneficio propio.

De acuerdo a lo señalado por Fiscalía, la entrega de los dineros de gastos reservados de Carabineros eran recibidos en sobres de papel, primero mensualmente, y luego trimestralmente.

Tras su formalización, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decretó su privación de libertad, medida que fue apelada ante la Corte de Apelaciones capitalina.

No obstante, el tribunal de alzada mantuvo la medida cautelar.

Por lo anterior, la defensa de Villalobos interpuso un recurso de amparo ante la Corte Suprema, el que finalmente fue rechazado por el máximo tribunal del país.

De esta forma, la exautoridad máxima de la policía uniformada deberá seguir cumpliendo su medida cautelar de prisión preventiva en la Escuela de Carabineros.

Carta pública al Presidente Boric

 

Prensa1
 

¿Cómo no coincidir con Juan Pablo Cárdenas? En los EEUU Rupert Murdoch hace elegir parlamentarios a su antojo. Murdoch espía hasta las comunicaciones de la familia real británica sin que nadie diga nada, al tiempo que se le niega la libertad y se tortura a Julian Assange. En Francia, 7 grandes fortunas controlan casi todas las publicaciones, las radios, los canales de TV, los institutos de estudio de la opinión pública y las empresas de publicidad y comunicación. Es verdad, como dice Cárdenas, que el Estado está obligado a sostener otras publicaciones: es el relicario de lo obtenido gracias al Programa de la Resistencia al nazismo, relicario que va desapareciendo día a día. Esta carta abierta de Juan Pablo Cárdenas... ¿tendrá respuesta? ¿Cual? En su día, Ricardo Lagos, interpelado por las mismas causas, eliminó la miserable contribución del Estado a publicaciones que no fuesen El Mercurio o La Tercera...


Compinches

Compinches: gráfico de POLITIKA




Juan Pablo Cárdenas S. | Viernes 31 de diciembre 2021


Estimado señor Presidente:

Le escribo como miembro de esa generación de comunicadores que volcó su juventud al esfuerzo de romper el bloqueo informativo impuesto por la dictadura de Pinochet, denunciar las graves violaciones de los derechos humanos y abogar por el advenimiento de la democracia. Lo hago a título personal, pero confío que lo que le diga sea compartido por aquellos periodistas que ya envejecimos en la convicción de que uno de los pilares fundamentales del ideal republicano es la libertad de expresión y, muy en particular, la diversidad informativa.

Hasta septiembre de 1973 Chile se enorgullecía de la gran cantidad de medios de información que servían a una población apenas la mitad de la actual. Era solo cuestión de acercarse a cualquier quiosco para apreciar la existencia de varios diarios de distinta orientación ideológica, como de innumerables revistas de carácter cultural, político, religioso, deportivo y otros tópicos. Así como comprobar también medios para los jóvenes, las mujeres, los trabajadores y los más variados grupos sociales. Constituíamos un ejemplo en América Latina y el mundo, al tiempo que celebrábamos el compromiso del Estado por impulsar la televisión universitaria y también la lectura con iniciativas tan loables como la Editorial Quimantú que logró que los libros entraran hasta los hogares más modestos del país, a un precio, por supuesto, razonable.

Usted y yo sabemos lo que ocurrió con el Golpe Militar y aquel masivo cierre de medios, la persecución de los periodistas libres y la más pavorosa concentración informativa de nuestra historia. Pese a la existencia de tres o cuatro revistas, un par de emisoras y dos periódicos abiertos, además de los clandestinos, que se propusieron la tarea de poner en conocimiento público los horrores del régimen cívico militar. De esta forma es que los medios que fundamos y en que ejercimos sufrieron las más variadas formas de acoso traducidas en constantes requerimientos judiciales, clausuras arbitrarias, cárceles, exilio y hasta un homicidio feroz como fue el de nuestro compañero de la revista Análisis, José Carrasco Tapia.

Lo que nunca pensamos, entonces, es que cada uno de nuestros medios se vería obligado a cerrar sus páginas durante la posdictadura, después de haber sufrido tantos embates de parte del régimen castrense, los que pudieron haber sido peores de no mediar la solidaridad internacional que se nos prodigó y el enorme arraigo que ganamos entre los chilenos. Quien le escribe tiene el honor de ser uno de los periodistas nacionales más premiados por el mundo, y ademas he recibido el Premio Nacional de Periodismo en el año 2005.

Sin embargo, ya nadie puede repararnos por aquel silencio forzado que se nos impuso con la política de exterminio de nuestros medios puesto en práctica a partir del primer gobierno de la Concertación. Persecución injusta e ingrata que tuvo autores intelectuales y materiales que hemos identificado en centenares de artículos, entrevistas y conferencias, especialmente ante los estudiantes de periodismo de todas las casas de estudio.

Para nosotros no hubo publicidad estatal ni tampoco leyes o medidas gubernamentales o parlamentarias destinadas a consolidar la prensa democrática e independiente que representábamos. Bien se supo que una sólida contribución acordada por el gobierno holandés en favor de un diario y tres revistas fuera bloqueada por La Moneda y no pudiéramos encontrar forma de destrabar este impedimento pese a las intensas gestiones que realizamos ante aquellos que habían sido nuestros amigos antes de arribar al Ejecutivo. La idea fue ahogarnos económicamente y hacerse de nuestros medios con el propósito de silenciarnos definitivamente. Todo lo cual dejamos plenamente acreditado en su momento.

Los Países Bajos y otras naciones europeas entendieron que la transición a la democracia sería muy difícil para nuestras publicaciones, por lo que desearon otorgarnos una contribución final y generosa que sirviera a nuestro sostenimiento definitivo. Sin embargo, desde La Moneda se les advirtió que cualquier apoyo a la prensa sería vista como una injerencia inaceptable en los asuntos internos de nuestro país.

Con el tiempo, se nos reconoció que la voluntad de los nuevos gobernantes era amordazar a una prensa que siguiera reclamando por justicia, profundización de la democracia y reparación a las víctimas de la represión. Se nos argumentó que era preferible emprender una “política de encantamiento” hacia los medios que habían sido pinochetistas y se mostraban renuentes al cambio. Que al condonarles las deudas y garantizarles sostenimiento podrían tenerlos “domesticados”. En el temor, por cierto, de las nuevas autoridades a una nueva intervención militar, como en razón de la irritación a las demandas o críticas de quienes habíamos ejercido el periodismo libre y gozábamos de amplia autoridad moral.

Por supuesto que toda aquella persecución a nuestros medios, como también a ese sinnúmero de organizaciones sociales, continúa en la impunidad, a no ser por el reconocimiento de muchos jueces y magistrados a nuestro legado informativo, por lo cual los Tribunales pudieron avanzar en el esclarecimiento de tantos episodios en contra de la dignidad de las personas y del conjunto de la sociedad chilena. Además de que, hasta hoy, nuestros medios son valorados por su enorme contribución a las movilizaciones sociales que desestabilizarían la Dictadura.

Pero desgraciadamente muchos de los más valiosos redactores y reporteros del pasado se vieron obligados a cambiar de actividad, aunque algunos hemos logrado hasta hoy seguir expresándonos a través de la comunicación digital, algunos medios radiales y mediante numerosos blogs personales. Tarea que ha sido ardua pero posiblemente tan gratificante como la ejercida bajo dictadura.

Pienso, estimado Presidente, que la diversidad informativa no es tarea solo de los periodistas y comunicadores sociales. Es cuestión de observar como en Alemania, Francia, Estados Unidos y otras naciones se legisla para prohibir la concentración mediática, derogar aquellas normas lesivas como el IVA a los libros y definir líneas de créditos blandos para quienes quieran emprender medios informativos y culturales. De esta forma, en algunos de estos países hasta hoy se subvenciona el papel de imprenta, y los gobiernos salen directamente al rescate de publicaciones en riesgo de desaparecer por su precariedad económica. Es decir, se hace lo que en Chile también se ha consumado pero en sentido inverso. Esto es, mediante la arbitraria asignación de la publicidad estatal a las grandes y poderosas empresas editoras, el financiamiento crónico y dispendioso de la Televisión Nacional y otras formas que más bien se inscriben dentro de las prácticas del cohecho que tanto trastorno ocasiona a la política.

Por lo anterior, ya no podemos sino deducir que lo que les ha convenido a los gobiernos de la posdictadura es la desinformación ciudadana y la farandulización mediática. Es trágico comprobar los altos sesgos y desinformación de los chilenos, por ejemplo, respecto de lo que realmente sucede en la Tierra. Así como la forma en que se intenta convertir a los compatriotas en meros consumidores, convenciendo hasta a los más pobres y marginados de que vivir en Chile es un privilegio en relación al caos imperante más allá de nuestras fronteras. Aunque, después de varias décadas, felizmente, vino el Estallido Social y hoy existen indicios de que el régimen neoliberal podría estar próximo a su desmoronamiento. Por largos años, nuestra clase política se valió del sistema electoral binominal y de la desinformación para aferrarse a los cargos públicos y sus prebendas.

Debe hacerse imperativo en las autoridades un compromiso activo en favor de la diversidad informativa. No bastará con que la nueva Constitución redefina todo el ámbito de nuestros derechos y obligaciones. Se debe asignar recursos fiscales y tomar iniciativas concretas desde el Estado, tales como estimular la fundación de nuevos medios, la recuperación de una Editorial pública para promover la creación artística y literaria, junto con estimular la lectura especialmente entre los pobres y los jóvenes.

“Informar es educar”. Especialmente en un mundo como el de hoy: un esfuerzo que se logra con periodismo de calidad con la idónea e integral formación de los comunicadores. Esto es con personas que sean capaces, no solo de difundir noticias, sino descubrir en ellas los verdaderos acontecimientos, cuanto ser capaces de interpretarlos y “traducirlos” a sus destinatarios.

Es indiscutible que las redes sociales representan un gran avance, pero también severos perjuicios a la libertad y al conocimiento. Si bien es saludable como inevitable la especialización, los periodistas debemos asumirnos como “los historiadores del presente”. Para lo que debemos estar bien premunidos de los aportes de las ciencias, el arte, la cultura, la política, la economía y las relaciones internacionales. Porque en realidad nunca ha existido noticias asépticas que no se expliquen en un conjunto de factores, causas y efectos. En una selección que debe ser razonada y responsable.

Se sabe, también, que la proliferación de escuelas de periodismo y universidades sin buenos estándares educacionales más bien ha significado el egreso de miles de profesionales incultos y hasta limitados en el uso de las nuevas tecnologías de la información. Ello fue tema recurrente, por lo demás, en el Senado de la Universidad de Chile, entidad de la que usted y yo, formamos parte. Tiempo en que hicimos ver, también, la precaria formación ética, no solo de los nuevos comunicadores, sino de los egresados universitarios en general.

Créame que al escribirle estas rápidas líneas me anima la esperanza de comprobar su sensibilidad frente a un tema tan crucial como el de la diversidad informativa. Confío en que la nueva generación que accede a las tareas del Estado sirva por fin a este propósito tan despreciado hasta aquí por los simples detentores del poder y la política meramente competitiva.

A mis años, solo me anima a cumplir hasta el final con mi vocación y práctica de mi libertad e independencia. Lo que implica ser “un acucioso observador de la realidad” y vigía del comportamiento de las autoridades. Por ello es que amistosamente lo estaremos observando y, si se hace necesario, fustigarlo o incomodarlo. Tal como lo exige, además, nuestra deontología profesional y convicciones éticas.

Le deseo, sinceramente, el mejor de los gobiernos y lo saludo afectuosamente.

 

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Saludo de año nuevo desde Villa Grimaldi

Viernes 31 de Diciembre 2021

Un saludo desde Villa Grimaldi
A horas de un nuevo año, la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi les brinda su saludo cargado de memoria, de esperanza y de compromiso con la labor de educación, promoción y defensa de los derechos humanos.
Puede ser una imagen de 11 personas, al aire libre, árbol y texto que dice "2022 Al inicio de un nuevo año, reciban todas y todos nuestro saludo cargado de memoria, de esperanza de compromiso con la abor de educación, promoción y defensa de los derechos humanos. Fraternalmente, Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi VILLA GRIMALDI Corporación Parque por Paz"



Opinión Roberto Garretón: un gran ejemplo

 Por: Felipe Portales | Publicado: 31.12.2021

Roberto Garretón: un gran ejemploRoberto Garretón en la Vicaría de la Solidaridad |
Roberto Garretón fue un luchador incansable por la vigencia universal de la democracia y los derechos humanos. Un gran ejemplo para nuestro país en una época en que se ha sucumbido crecientemente –luego del “fin de las ideologías”– a las tentaciones de la adquisición de poder y riquezas; del acomodamiento al status e incluso de la corrupción ideológica, política y económica. Deber de todos nosotros será tenerlo presente lo más posible en la memoria colectiva nacional.

Roberto Garretón ha partido, pero nos ha dejado un gran ejemplo, sobre todo para las nuevas generaciones que tienen tan pocos referentes éticos con quienes sentirse estimulados para desarrollar sus nobles vocaciones. Roberto fue, sin duda, un abogado y político (en el profundo sentido de la expresión) de una valentía y eficacia notables, aunque, sobre todo, un cristiano que practicó con una consecuencia pocas veces vista las enseñanzas del Sermón de la Montaña: la búsqueda de la verdad y la justicia con total radicalidad y sin importar los sacrificios que ello podría causarle.

Y estamos hablando de asumir en todos los aciagos años de la dictadura la defensa “en primera línea” de las decenas o centenares de miles de personas perseguidas directamente por el terror del régimen. Su labor en el Comité pro Paz y luego en la Vicaría de la Solidaridad –que compartió con muchos otros profesionales y funcionarios– fue de un valor incalculable. Particularmente las defensas ante los criminales Consejos de Guerra de comienzos de la dictadura (justificados por un diputado de derecha recientemente electo); la asistencia para la protección o el asilo de miles de personas amenazadas o perseguidas, en particular en los primeros años del régimen; la presentación de innumerables recursos de amparo, vergonzosa y sistemáticamente rechazados por nuestros tribunales de “justicia”; y la elaboración de documentos para que el Cardenal Silva Henríquez y buena parte de los obispos y altos dignatarios de otras iglesias pudiesen luchar con la mayor y más rigurosa información posible en favor de los derechos humanos vulnerados, y también para que la comunidad internacional pudiese desarrollar efectivamente su solidaridad con el pueblo chileno.

¿Cuántos chilenos y chilenas deberán su vida, su integridad física, su seguridad personal, su satisfacción de necesidades básicas y su acompañamiento sicológico y espiritual a la labor que prodigó el Comité y la Vicaría; y en que tanta importancia tuvo la permanente acción de Roberto Garretón? También, por cierto, la Vicaría desempeñó un gran papel de acogida de las agrupaciones de familiares de las víctimas, particularmente de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Y se constituyó en un referente moral indiscutible para el conjunto de la sociedad chilena, más allá de las creencias religiosas o filosóficas de cada cual.

Posteriormente, gracias a la total confianza depositada en él por Patricio Aylwin, Roberto Garretón dirigió, entre 1990 y 1994, una política exterior de derechos humanos que convirtió a Chile –luego de haber sido el Estado más acusado en dictadura por la comunidad internacional– en el país que más abogaba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas por su respeto. Ello le significó ser elegido vicepresidente de la Comisión en 1993 y que ese mismo año las ONG de derechos humanos con sede en Ginebra le confiriera el Premio Ruth Pierce (dado al diplomático de la Comisión considerado más promotor de dichos derechos), el cual fue concedido por primera vez a un diplomático latinoamericano. Además –en 1993 y bajo su dirección– la delegación chilena cumplió una labor protagónica en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos efectuada en Viena. A tal punto, que recibió elogios en tal sentido de la prensa internacional. Y, particularmente, por el rol que desempeñó Chile en la creación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Luego, Roberto Garretón desempeñó cargos muy relevantes en el sistema internacional de protección de derechos humanos. Entre ellos, fue miembro del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, un órgano del sistema conformado por cinco expertos de relevancia internacional que atendía las denuncias que llegaban al organismo mundial en la materia. Fue también Relator Especial sobre la situación de los Derechos Humanos en Zaire (República Democrática del Congo) entre 1994 y 2001. Y, en la década del 2000, fue representante para América Latina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

También en todos esos años se destacó por ser profesor de derechos humanos en numerosas instancias internacionales intergubernamentales y no gubernamentales: Acnur, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Comisión Andina de Juristas, Servicio Internacional de Derechos Humanos (Ginebra), Centro de Estudios Legales y Sociales (Argentina) y Universidad Europea (Madrid), entre otros. Asimismo, participó en el directorio de diversas ONG de derechos humanos internacionales y chilenas, como la Comisión Internacional de Juristas, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, el Capítulo Chileno del Ombudsman y el Instituto de la Mujer (Chile). Y entre 2010 y 2016 fue consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos, designado por consenso por la Cámara de Diputados.

Además, Roberto Garretón desempeñó un papel protagónico en la búsqueda de justicia en el caso de Pinochet, encabezando un documentado informe de abogados presentado a la Cámara de los Lores –a través de Human Rights Watch– donde se fundamentaba la imposibilidad, por las leyes y la jurisprudencia sistemática que a la fecha desarrollaba la Corte Suprema en la aplicación del decreto-ley de amnistía, de juzgar efectivamente a Pinochet en Chile. Y, si bien –como es sabido– las presiones políticas de los gobiernos de Frei y Lagos lograron la impunidad de Pinochet, tanto en Europa como en Chile, la detención y el proceso del ex dictador en Londres generó un cambio positivo de los tribunales chilenos que ha significado la obtención de justicia en numerosos casos de crímenes de lesa humanidad.

Por otro lado, se sumó tempranamente a las organizaciones que reclamaron una Asamblea Constituyente que sustituyera la Constitución del 80, refrendada por Lagos y todos sus ministros en 2005. De este modo, tuvo activa participación –junto con el juez Juan Guzmán, entre otros– en el Movimiento por una Asamblea Constituyente, fundado en 2007 por Gustavo Ruz y diversos intelectuales y líderes estudiantiles, sindicales y mapuches. Especialmente destacado fue su rol en la “Campaña Marca tu Voto”, promovida por dicho movimiento, y que se repitió en diversas elecciones para que cada votante agregase la denominación AC (de Asamblea Constituyente) en su sufragio; lo que fue aumentando la conciencia ciudadana de la necesidad de obtener una Constitución democrática para nuestro país.

Tuve la suerte de conocerlo y de trabajar varios años junto con él en la Asesoría de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores. Allí, además de constatar su extraordinaria dedicación, excelencia profesional e inclaudicable compromiso con los derechos humanos, pude valorar su afabilidad y don de gentes. Se constituyó en un jefe de espíritu democrático –algo desgraciadamente tan excepcional en nuestra cultura autoritaria– que estimulaba las iniciativas y responsabilidades de quienes trabajaban con él; y que estaba abierto a los consejos y críticas que pudiesen perfeccionar la labor institucional.

En definitiva, Roberto Garretón fue un luchador incansable por la vigencia universal de la democracia y los derechos humanos. Un gran ejemplo para nuestro país en una época en que se ha sucumbido crecientemente –luego del “fin de las ideologías”– a las tentaciones de la adquisición de poder y riquezas; del acomodamiento al status e incluso de la corrupción ideológica, política y económica. Deber de todos nosotros será tenerlo presente lo más posible en la memoria colectiva nacional.

Felipe Portales
Sociólogo.

Corrupción pinochetista: Fiscalía Nacional Económica presenta recurso y pide millonaria multa contra candidato presidencial Hernàn Büchi por participar en empresas competidoras

  31 diciembre 2021

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó contra el excandidato presidencial de Pinochet, Hernán Büchi, (pro UDI) también contra el Banco de Chile, Consorcio y Falabella el primer requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por infracción a la prohibición de interlocking horizontal, consistente en la participación simultánea de un mismo director o ejecutivo relevante en dos o más empresas competidoras.

Este requerimiento es consecuencia de una investigación iniciada de oficio por la División de Fiscalización de la FNE, mediante el uso de herramientas tecnológicas que tienen por fin detectar vínculos entre competidores, ya sea por medio de participaciones sociales o de personas naturales, como en los presentes casos.

Buchi, actualmente es un permanente columnista del diario El Mercurio y fue ministro de Hacienda de Pinochet en la última parte de la dictadura. Luego de perder en el plebiscito del Sí y el No en 1988, Pinochet lo designó en 1989 como candidato del pinochetismo y la dictadura para enfrentarse a Patricio Aylwin en la elección de diciembre de ese año, donde fue derrotado ampliamente por el político democristiano.

El generalísimo de la campaña presidencial de Buchi, fue el Presidente Sebastián Piñera, ver foto de arriba, quién participó en una campaña "sucia" en contra de Patricio Aylwìn a quièn acusò de "volver a la Unidad Popular" si es que ganaba el DC. 

Buchi habìa anunciado en El Mercurio hace dos años que se iba a vivir a Suiza porque no veìa futuro en Chile.

La acusaciòn de la Fiscalìa

En la acción, la Fiscalía señala que Hernán Büchi ha sido director y/o ejecutivo relevante de Banco de Chile, Consorcio Financiero y Falabella, empresas que compiten entre sí en la oferta de productos y servicios bancarios y de seguros (en el caso de Banco de Chile, Consorcio y Falabella) y en la oferta de servicio de intermediación de valores (en el caso de Banco de Chile y Consorcio).

La participación simultánea de Hernán Büchi en estas compañías se inició con anterioridad a la entrada en vigencia de la prohibición (febrero de 2017), se mantuvo en el período transitorio que la ley otorgó para dar cumplimiento y continúa hasta el día de hoy.

En la acusación, la Fiscalía pide al Tribunal que aplique a Büchi una multa de $ 357 millones a beneficio fiscal (550 Unidades Tributarias Anuales, UTA), al Banco de Chile una de $ 2.899 millones (4.460 UTA), a Consorcio Financiero una de $ 2.678 millones (4.120 UTA) y a Falabella una de $ 2.632 millones (4.050 UTA).

Además, se solicita al TDLC que ordene el cese de la participación simultánea de Büchi en estas empresas y que adopte todas las medidas necesarias para evitar cualquier uso de la información sensible obtenida por él en el ejercicio de su cargo de director en Banco de Chile, Consorcio Financiero y Falabella, en cualquier competidor de éstas.

“Este requerimiento por interlocking muestra la diversidad de las acciones de la FNE, enmarcada en nuestra firme decisión de perseguir todas las conductas que sean riesgosas para la libre competencia, más allá de los carteles y de los abusos”, señaló el Fiscal Nacional Económico (S), Felipe Cerda.

En el requerimiento, la FNE afirma que tanto las personas naturales que incumplen la prohibición de interlocking como las empresas competidoras en las cuales se materializó esta conducta participan en la infracción.

“Por un lado, la persona natural decide aceptar y ejercer los cargos de ejecutivo relevante o de director de dos o más empresas competidoras, y cumple las funciones asociadas a tales cargos, generando, por lo tanto, los riesgos anticompetitivos descritos” y “por su parte, las empresas intervienen en el establecimiento de la participación simultánea, así como en la mantención de tal situación, por cuanto son sus órganos quienes generan y mantienen tal participación simultánea”, señala el requerimiento.

Opinión Optar por la democracia

 por  31 diciembre, 2021

Optar por la democracia

La ciudadanía chilena ha dado un paso decisivo hacia el futuro del país. El cambio generacional y hegemónico se ha visto reflejado en la histórica votación recibida por Gabriel Boric, quien en un período de diez años pasó de la dirigencia universitaria a la Presidencia de la República. En pocos meses se habrá renovado a casi la totalidad de nuestras autoridades electas, desde los municipios hasta el Poder Ejecutivo, así como nos enfrentaremos a la opción de contar con una nueva Constitución. Desde la teoría política clásica, Chile valida su compromiso con la democracia.

Sin embargo, el sistema político mantiene un problema al que no ha logrado darle salida y que se viene acrecentando desde hace años: la violencia como método para resolver las demandas sociales.

Las multitudinarias manifestaciones pacíficas que se desarrollaron a partir de octubre de 2019 fueron lamentablemente acompañadas por incontables actos de violencia. Como Universidad lo vivimos en carne propia, con la quema de nuestra ex sede central, pero también fueron miles de empresas, pymes y pequeños negocios los que se vieron afectados por la destrucción de los supuestos manifestantes. Solo el COVID-19 pareció detener lo que parecía transformarse en una expresión legítima del descontento social por medio de la violencia. La clase política de un sector, o al menos una parte muy importante de ella, guardó silencio frente a lo que constituye una desviación nítida del camino democrático.

Como educadores y autoridades tenemos el desafío de anticiparnos y demostrar a nuestros jóvenes que la violencia, desde cualquier perspectiva, es un error. Nuestra tarea es hacer de la educación escolar y superior espacios de diálogo, de valoración de la diversidad y respeto por la discrepancia, de búsqueda de mínimos comunes en la convivencia y gestión constructiva del conflicto. Confiamos en que las nuevas autoridades hagan otro tanto, contribuyendo así a restablecer la plena y necesaria vigencia del principio democrático y del Estado de Derecho.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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La agonía de los partidos de la ex Concertación

por  31 diciembre, 2021

La agonía de los partidos de la ex Concertación

Los partidos políticos son indispensables para el funcionamiento de la democracia representativa. Para ello deben formular un proyecto político para toda la sociedad, que se traduzca en un programa para un período histórico, y que tengan una estrategia y una organización para cumplir este objetivo y, de esta manera, tener un rol de intermediación entre la ciudadanía y el Gobierno. Estas funciones no las cumplen en un vacío. Los partidos son parte de la sociedad y, por tanto, deben articular y representar a fuerzas significativas de la sociedad en la cual operan.

Si ello no ocurre, los partidos aunque se llamen a sí mismos partidos no son tales, sino fracciones. Los partidos de la ex Concertación expresaron fuerzas sociales muy significativas a partir del retorno la democracia en 1990. Pero posteriormente, a partir de las movilizaciones estudiantiles del 2011, dejaron de representar y expresar los anhelos de fuerzas sociales significativas de la sociedad chilena. En el segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet, a través de los partidos de la Nueva Mayoría, se realizó un intento de expresarlas y representarlas, lo que fracaso por la falta de acuerdo de algunos partidos de esa coalición. Posteriormente, producto del estallido social del año 2019 y la posterior elección de los constituyentes, se manifestó con claridad la incapacidad de  los partidos de la ex Concertación y Nueva Mayoría de expresar y representar las demandas del movimiento social.

Por otra parte, existe una crisis de la democracia representativa. Tal como lo señala Castells, entre un 50 y un 80 por ciento de los ciudadanos, según los países, no se sienten representados por los partidos y cuestionan las reglas institucionales del funcionamiento democrático. La democracia representativa debe enfrentar la realidad de un entorno que es diferente al entorno geográfico de campo y ciudad, y de los Estados y países en los cuales esta se desarrolló, debido a que ha surgido un nuevo entorno constituido por espacios o ámbitos electrónicos y telemáticos, por las llamadas TICS. Las redes sociales cambian las relaciones de poder. Se establecen identidades digitales que van conformando un nuevo marco de convivencia e interacción, que desarrollan prácticas y costumbres que constituyen una nueva cultura.

En este contexto, la democracia representativa no es suficiente, debe ser complementada para expresar las nuevas fuerzas sociales con sus nuevas demandas que, además, superan los ámbitos territoriales estrictos de los países. Esto afecta de manera muy determinante a los partidos y a la política. Este entorno no es solamente un espacio de información. Genera un mayor involucramiento de participación ciudadana en la resolución de los problemas que los atañen. Se trata de un cambio fundamental para los partidos progresistas en la manera en que se insertan en la sociedad, cómo procesan las demandas y promueven espacios deliberativos.

Los partidos de la ex Concertación y Nueva Mayoría solo podrán volver a tener vigencia si comprenden esta nueva realidad. Si son capaces de expresar los anhelos y demandas de estas nuevas fuerzas sociales que plantean cambios estructurales que respondan a nuevos temas, tales como: el feminismo, la multiculturalidad, el medio ambiente, el calentamiento global, los LGTBI, la ciberseguridad, etcétera. De lo contrario, tendrán una corta o larga agonía.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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