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domingo, 31 de marzo de 2024

Las filtraciones del exdirector de la PDI y los peligros a la gobernabilidad

 

Las filtraciones del exdirector de la PDI y los peligros a la gobernabilidadOPINIÓN


Docente de Derecho Internacional. Docente del Instituto de Gestión e Industria. Universidad Austral de Chile
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Por más que la clase política haya generado un acuerdo de carácter transversal para enterrar las consecuencias del financiamiento ilegal, esto no se logró a cabalidad, ya que la ciudadanía no estuvo dispuesta a olvidar la afrenta a la ética pública que la clase política provocó.


El escándalo provocado por el caso “filtración” -que dejó en prisión preventiva a Sergio Muñoz, exdirector general de Investigaciones- ha evidenciado que el nivel de corrupción que se ha instalado en Chile no sólo es mayúsculo, sino también tiene el potencial de tener una repercusión inimaginable.

Sí bien los niveles de corrupción en Chile han aumentado en los últimos años, los alcances de este caso podrían dejar consecuencias gravísimas a la estabilidad política del país, al afectarse seriamente su gobernabilidad y gobernanza. Esto es algo que sólo se había observado, y en menor escala, en el caso del financiamiento ilegal de la política.

Al respecto, y sin querer desviarme del asunto que amerita este análisis, es importante recordar que por más que la clase política haya generado un acuerdo de carácter transversal para enterrar las consecuencias del financiamiento ilegal, esto no se logró a cabalidad, ya que la ciudadanía no estuvo dispuesta a olvidar la afrenta a la ética pública que la clase política provocó, lo que -en esencia- significó castigar electoralmente a los partidos políticos tradicionales, posicionando en el poder a nuevos conglomerados, quienes -y al poco andar- también perdieron su pureza de origen, convirtiéndose en los principales contribuyentes a los actuales niveles de corrupción, así como también en el subsecuente aumento del desprestigio de la clase política.

Ante esto, y atendiendo a que la sociedad nacional sigue padeciendo las desconfianzas derivadas del caso del financiamiento ilegal de la política, así como también del caso “Fundaciones”, es que el denominado caso “Filtración” resulta de especial relevancia y gravedad, no sólo porque sigue erosionando la ya mermada confianza ciudadana hacia nuestras instituciones, sino porque también  tiene el potencial de condicionar la gobernanza y, en consecuencia, nuestra estabilidad democrática.

Esto es así, ya que la incautación de los teléfonos celulares en el caso audios, pertenecientes al influyente abogado Luis Hermosilla, no sólo determinó que él recibía información por parte del exdirector de la PDI, relativa a actividades e indagatorias que fiscalía había ordenado en distintas causas en las que el abogado era una parte interesada, sino también porque abrió la posibilidad de estar en presencia de un sistema en el que el acceso privilegiado a la información le permitía al abogado Hermosilla ostentar una posición de influencia y poder sobre distintos personajes de la clase política, económica y judicial de Chile.

Así entonces, la investigación en el caso audios ha abierto una Caja de Pandora que no puede ni debe cerrarse, a pesar de los riesgos a la gobernabilidad que el conocer la verdad implique.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Traición en las Alturas: Un piedrazo al techo de cristal

 

Traición en las Alturas: Un piedrazo al techo de cristalOPINIÓNAgencia Uno


La misma “mano dura” que tanto se pide en contra de otras formas de delincuencia, debe aplicarse en estos casos ya que la impunidad solo perpetúa y amplía el territorio del ciclo de corrupción y mina aún más la confianza de la ciudadanía en las instituciones.


Otra pieza ha caído. A casi 4 meses del caso audios, la figura de dominó botó un vértice implacable que abrirá sin dudas un nuevo derrumbe de fichas. Tras la formalización del exdirector general de la PDI por la filtración de información reservada fuera de todo marco formal, se pone de manifiesto una sombría realidad que atraviesa las estructuras de poder en nuestro país: la corrupción. Aunque Chile figura como uno de los países menos corruptos a nivel mundial, la medición puede ser engañosa.

El caso no es baladí. Recién parten las investigaciones, por una parte, sobre las consecuencias en las causas afectadas por estas filtraciones, y aunque no se confirma si hubo dinero de por medio, la información filtrada podría haber influido en el curso de las investigaciones y en la administración de justicia. Complicado.

La podredumbre enquistada en las altas esferas políticas y empresariales no solo erosiona la confianza en las instituciones y en el Estado de Derecho, sino que también socava el desarrollo económico y social de una nación.

Para abordar esta lacra de manera efectiva, es imperativo implementar medidas que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del Estado y del sector privado. Esto implica fortalecer los mecanismos de supervisión y control, así como fomentar una cultura de integridad y ética en todas las instituciones de manera real.

Asimismo, se hace necesario investigar y sancionar con firmeza a aquellos que participen en prácticas corruptas, sin importar su posición o estatus social. La misma “mano dura” que tanto se pide en contra de otras formas de delincuencia, debe aplicarse en estos casos ya que la impunidad solo perpetúa y amplía el territorio del ciclo de corrupción y mina aún más la confianza de la ciudadanía en las instituciones.

Finalmente, combatir esta plaga requiere un esfuerzo conjunto y coordinado de todos los sectores de la sociedad, incluidas las instituciones gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil. Solo a través de una condena enérgica y transversal, con políticas potentes y condenas ejemplificadoras, podremos construir un país más justo, transparente y próspero para todos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

Encuesta Signos: Fuerte percepción de corrupción de policías, tribunales y ministerio público

 

Encuesta Signos: Fuerte percepción de corrupción de policías, tribunales y ministerio públicoPAÍS


Fuerte percepción ciudadana de corrupción en las policías, tribunales y Ministerio Público complejiza la agenda de seguridad del gobierno y pone en duda la capacidad del Estado para enfrentar el tema. En la Ley Corta de Isapres la responsabilidad es compartida por igual entre gobierno y oposición.


Policías y ministerio público presentan baja coordinación de criterios

Por segunda semana consecutiva la Encuesta Signos/El Mostrador midió el tema de corrupción y seguridad en relación a las principales instituciones vinculadas a esas temáticas. Los resultados son prácticamente idénticos a la semana anterior dando como promedio una nota 5, prácticamente una reprobación, en una escala donde 1 es Nada Corrupto y 7 Muy Corrupto. Preguntados los encuestados sobre las mismas cuatro instituciones de la semana pasada: Carabineros, Investigaciones, Tribunales de Justicia y Ministerio, Carabineros recibe una nota promedio de 4,4 (anterior 4,4); la Policía de Investigaciones recibe nota promedio (anterior4,9); el Ministerio Público o Fiscalía recibe una nota promedio de 5,3 (anterior 5,2); y los Tribunales y Jueces una nota promedio de 5,6 (anterior 5,7).

En ese mismo aspecto, si bien no está en el extremo de la mala calificación, la opinión de los encuestados sobre la PDI es extremadamente negativa. Preguntados si creen que la renuncia del director de la PDI, (hoy formalizado y en prisión preventiva) ayuda a solucionar el problema de probidad en esa institución el 81,2% responde que no, solo un 15,3% que sí y un 3,5% dice no saber. Ello implica que el nuevo director general, recientemente designado, tiene un espacio muy estrecho de credibilidad en su actuar, y que resulta inevitable que muestre una gestión asertiva y convincente en materia de asuntos internos.

Produce perplejidad que el sistema de seguridad, o lo que existe de él, no perciba el círculo vicioso entre acción policial, fiscalías encargadas de dirigir la investigación penal y las retorsiones de esos procesos que se producen en los tribunales. Lejos de ser un círculo virtuoso de resultados eficientes y sincronizados, es un enjambre de irracionalidad, al que convergen de tanto en tanto las decisiones de una conducción política notoriamente desorientada.

Políticas sociales al alza

La Encuesta Signos/El Mostrador ha estado preguntando sistemáticamente cuál de los siguientes de los siguientes temas: seguridad, programas de crecimiento económico, o políticas sociales, creen los encuestados debe ser el prioritario de un futuro gobierno. En las respuestas desde noviembre del año pasado resulta notoria la preeminencia de la Seguridad como el tema de mayor trascendencia, siempre con promedios alrededor o sobre el 40%, seguido luego de las políticas sociales. Pero a medida que la presión inflacionaria y de crisis económica se hace sentir, ha ido aumentando la preocupación por las políticas sociales, 36,7% en esta encuesta (educación, salud y previsión social) hasta ubicarse prácticamente en los márgenes de error de la encuesta frente a la seguridad, 39,4% en esta encuesta. No parece demasiado novedoso, pero indica que los enfoques de crecimiento y empleo del gobierno no cala en la población.

En materia de políticas sociales, si bien la información y conocimiento del tema Ley Corta de Isapres trae puntos porcentuales equilibrados en relación a los porcentajes de personas involucradas directamente en su aprobación, es determinante de legitimidad el número de ciudadanos que respalda la sentencia de la Corte Suprema que obliga a las Isapres a devolver los cobros excesivos a sus usuarios: un 72,6% , y el 62,4% que dice no estar dispuesto a pagar más por su plan de salud en caso que se eliminen las pre existencias.

Los guarismos electorales

Mirados los resultados en serie larga desde noviembre de 2023 a la fecha en la Encuesta Signos, existen dos elementos que marcan una tendencia clara. La primera es que el clivaje de preferencias en la adhesión a sectores, bloques y candidatos se mueve de manera notoria hacia la derecha. Liderado por Evelyn Matthei que está semana marcó 26,3%; seguida de Antonio Kast con 16,8%, quienes se han mantenido en permanente competencia. Los acompaña Axel Kaiser ubicado en el 4°lugar de los front runners con un sorprendente 8,7%.

El segundo elemento que se hace tendencia es la fragmentación del oficialismo, donde recién en la presente semana empieza a destacarse Carolina Tohá quien se ubica tercera en el ranking de front runners con 13,5%. Le sigue muy atrás, en quinto lugar del grupo, Camila Vallejo quien marca esta semana 5,9%, menos de la mitad de Tohá.

La serie larga presenta, además una serie de cambios en las posiciones inferiores, donde destaca la estabilidad de Claudio Orrego, quien habiendo perdido posición entre los front runners, siempre ha marcado en torno al 5 o 6% de las adhesiones, con una muy baja tasa de rechazo, lo que unido a su condición de independiente y con una medición de voto obligatorio en la elección de Gobernadores de octubre, podría emerger como un candidato de centro izquierda en una eventual primaria presidencial del oficialismo.

Con todo, el escenario político se presenta con una elección regional y local con voto obligatorio muy fraccionada en materia de bloques y candidatos, donde las directivas políticas esperan proyectar los resultados que obtengan para determinar cuánto pesan en materia presidencial. Todo demasiado adelantado y mal para los ciudadanos, que esperan mayor claridad porque los poderes regionales y locales son hoy su horizonte político, y no las parlamentarias o presidenciales de 2025.

La encuesta es un sondeo semanal de carácter nacional realizado por SignosAnalytics en colaboración con el diario electrónico El Mostrador entre los días 25 Y 29 de marzo de 2024. Corresponde a una muestra probabilística de 1208 encuestas, con un error muestral total de 2.8 puntos porcentuales. Auto aplicada vía Web con apoyo de instrumentos de IA para mejorar su eficiencia a una muestra seleccionada aleatoriamente y expandida según variables de sexo, edad y educación. Está destinada a medir y seguir semanalmente acontecimientos relevantes de la coyuntura y variables políticas permanentes del acontecer nacional.

COLUMNA La izquierda y la batalla de las ideas: Cuando sus líderes fortalecen a las derechas

 Al contrario del mito de la percepción derechista clave, el individuo aislado no existe. El individuo está inmerso en una relación social lo que posibilita la generación de percepciones colectivas comunes. De un sentido común que surge de experiencias vividas en el marco de la opresión, las desigualdades y las carencias..."

Por El Ciudadano

26/03/2024

Publicado en

Chile / Columnas / Política

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Por Leopoldo Lavín Mujica

Las izquierdas, una vez en el Gobierno del Estado, deben encarar los problemas de bienestar de la población. Es obvio. Para eso fueron elegidas con un programa en mano. Si se desdicen de lo prometido bajan en la apreciación ciudadana y las percepciones formadas cambian, lo que acarrea agua para el molino derechista.

Por su parte, las derechas perseveran en frenar un proceso de cambios contrario a las dinámicas capitalistas de concentración de la riqueza y de justicia social, sobre todo si estos cambios deben ser estructurales. Es la mecánica de la lucha política en las democracias representativas liberales y oligárquicas.

El otro ingrediente clave en la lucha por la hegemonía política reside en la batalla de las ideas, lucha ideológica o conflicto cultural.

Crear un clima de inseguridad y descontento es la tarea a la que se aplican las derechas. Generar miedo a esos cambios y así poder crear desconfianza es la fórmula. La batalla de las ideas de la cual se habla está relacionada con esta realidad propia del conflicto político. Lo que no quiere decir que no se deben buscar consensos, pero no para consolidar el statu quo existente que mantiene el viejo orden coercitivo.

Se trata de crear una correlación de fuerzas favorable al proyecto de transformación. Para eso sirven los relatos e ideologías que articulan las ideas y acompañan la acción transformadora. Si la derecha produce “cambios”, es siempre con el mismo objetivo: reforzar el poderío de las fuerzas que operan de modo capitalista dominante.

Las derechas operan con habilidad en el imperceptible trabajo de construir percepciones ideológicas. Las fuerzas de derecha han logrado avanzar en el mundo. Bien sabemos que cuentan con los medios. Pero no son todopoderosos. Lejos de eso. La construcción de percepciones de los medios y relatos de la elite derechista choca con las percepciones propias de las subjetividades individuales y colectivas.

Pues al contrario del mito de la percepción derechista clave, el individuo aislado no existe. El individuo está inmerso en una relación social lo que posibilita la generación de percepciones colectivas comunes. De un sentido común que surge de experiencias vividas en el marco de la opresión, las desigualdades y las carencias. Esto es una ventaja del proyecto de izquierda emancipatorio. Es la razón por la que las derechas buscan fragmentar, producir individualidades falsas, construir enemigos, buscar aliados y desorientar. Persiguen ocultar un hecho antropológico fundamental: el ser humano es un ser social y su conciencia tiende a ser colectiva; a compartir valores comunes.

Que los errores de las izquierdas en el Gobierno acarreen agua a las oposiciones y proyectos de derechas es una constante en las prácticas de las socialdemocracias del siglo XXI.

El proyecto de transformaciones del Partido Laborista de la Primera Ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern (2017-2023) fracasó porque la derecha organizada la obligó a renunciar a su programa de reformas y a integrar propuestas del neoliberalismo, después que aquella había declarado que la doctrina capitalista en su modalidad neoliberal había fracasado en el país.

Luego de dimitir, J. Ardern, la derecha ultraneoliberal volvió reforzada al poder en Nueva Zelanda.

En el caso del ex presidente Alberto Fernández (2019-2023), apoyado por el conjunto del peronismo en Argentina, se dio la misma lógica de derrota por incapacidad de implementar reformas. La frustración y el malestar de la ciudadanía argentina catapultaron a Milei y el discurso anarcocapitalista de la “motosierra” y la “licuadora” para destruir los planes y beneficios sociales populares, pues el programa ultraneoliberal de Milei es refrendado por el capital financiero argentino e internacional.

Todo liberalismo es una forma de teología que erige al mercado en un Dios todopoderoso. Y la ideología subyacente es el nihilismo: la destrucción de valores o ideas comunes que le dan un sentido social a la existencia.

Y, sin embargo, el accionar de las derechas abre siempre ventanas de oportunidades a la lucha política e ideológica en favor de un proyecto de izquierda. Pues las prácticas corruptas de aquellas son recurrentes. Los atentados a la probidad, a la integridad profesional o deontología, a la fe republicana dicen algunos, es decir a las reglas de base y principios de un Estado de derecho, se repiten una y otra vez. No se aprende, no se corrige, porque todo fluye dentro de un mismo esquema de poder.

Poder de la oligarquía propietaria compartido con miembros de la elite: conspicuos abogados, altos funcionarios del Estado, políticos de los dos bandos con afinidades de clase, propietarios de medios y una élite de periodistas.

A ellos se arriman altos funcionarios del Estado, escaladores profesionales para obtener un privilegio como en la corte de Luis XVI, sin fe pública ni dedicación al servicio público, pese a la retórica utilizada en cada discurso, en cada nombramiento y pomposa ceremonia.

Y la ciudadanía, impávida, asiste estupefacta al espectáculo que se repite. Y quizás al mismo happy end: libertad vigilada para los culpables con cursillos de ética… Como si funcionara solo la mecánica del proceso, pero nunca con ejemplaridad de la sentencia.

El reciente caso de las reuniones de cocina de ministros del gobierno de Boric en casa de Zalaquet, el de los audios Hermosilla-Sauer y ahora, el más reciente, de entrega de información clave, por parte de Sergio Muñoz (el ex jefe de Investigaciones) al mismo súper-abogado Hermosilla (de la cúpula de los poderosos), acerca de asuntos jurídicos como el caso del proyecto de minera Dominga, información que más tarde sería traspasada a quien fuera el escudero y familiar del difunto expresidente Piñera (imputado en el caso Dominga), es decir a Andrés Chadwick, revela una maraña política espeluznante en democracia, y decepcionante para la fe republicana (la confianza en las instituciones).

Toda esta trama de violaciones sistemáticas al pudor democrático (que caen rápidamente bajo la Omertà o ‘ley del silencio’) revela no solo la existencia de otro Estado, uno profundo y paralelo, con sus propios flujos de poder corrupto en las sombras, sino que también un factor clave del malestar social y también una de las causas de la profunda crisis política y desorientación de la izquierda gobiernista.

Y por ende, una falta de sentido, de malestar social y político, de desconfianza en la institucionalidad en la ciudadanía, de crisis existencial; pero sin consciencia por parte del personal político.

La batalla de las ideas se da en este plano. No en las elucubraciones de políticos que metaforizan en conversaciones radiales. En el de la realidad política; aquella generada en realidad por las acciones de la elite política. Es aquí donde la izquierda debe jugar. Aquí se interviene y no se esquiva el bulto de llamar las cosas y los porfiados hechos por su nombre. La batalla de las ideas cobra sentido al desmitificar los discursos de las derechas y sus símbolos antropomórficos (sus políticos muertos).

No obstante, constatamos la pusilanimidad de los líderes de izquierda. Estos no quieren aprovechar las oportunidades que se les ofrecen para desenmascarar el nihilismo del adversario pues prefieren vivir la normalización que impone el sistema político de hipocresía de clase (sucumben a las presiones, se desdicen y piden disculpas). Al extremo de negar la realidad que para el pueblo es evidente. Pero en el juego de máscaras, estas intempestivamente caen entregando siempre oportunidades a quienes osan revelar los juegos de poder.

El Presidente Boric, lector del escritor y filósofo Albert Camus, debe conocer la célebre frase que éste acuñó en uno de sus libros: “Nombrar mal las cosas no hace más que agregar desgracia al mundo”.

Los hechos, los porfiados hechos y sus grotescos personajes ensalzados para quedar bien con el sistema vuelven y golpean en la cara a quienes los falsifican en nombre de, no de los valores de la República (los principios del Estado de Derecho), sino de la “política de los acuerdos” o de la “razón de Estado”, eufemismo para nombrar el poder que se le otorga al adversario cada vez que quienes se pretenden de izquierda desaprovechan la oportunidad para revelar las motivaciones de las derechas oligárquicas. Para preservar el sistema de acumulación de la riqueza en pocas manos y garantizar el dominio de las consciencias.

El Gobierno del Frente Amplio y el Socialismo Democrático pisaron el palito. Nuevamente hechos. Una vez más. Según consignaron diarios capitalinos, Hermosilla recibió datos de Muñoz en octubre del 2021, cuando su fuente ya era director de la PDI. Y Hermosilla, según lo indicado por el citado medio, reenvió la información a Andrés Chadwick cerca de la medianoche del 25 de octubre. De ahí a La Moneda.

En su discurso funerario a Piñera, Boric definió al fallecido expresidente como “un hombre que siempre puso a Chile por delante, que nunca se dejó llevar por el fanatismo y el rencor. Todos los que estamos en política debiéramos tomar nota de estas virtudes”, afirmó (lo cual es falso, pues primero fueron sus negocios y ganancias).

Luego, Boric aseveró que “durante su gobierno las querellas y recriminaciones fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable. Hemos aprendido de ello y todos debiéramos hacerlo”. Patético. Así, con ese discurso se fortalece a las derechas. Se sucumbe a la mitología de las fuerzas conservadoras. Se miente por omisión al no señalar que Piñera como presidente declaró “estamos en guerra”. Y que el “enemigo” construido fue su propio pueblo.

Un líder de izquierda no olvida tal hecho, propio de la política de Estado de las oligarquías derechistas. No se auto inflige una derrota en el plano de las ideas. Un auténtico líder de izquierda no desaprovecha la oportunidad de recordar la verdad de la historia.

No era por elocuencia intelectual ni por “Octubrismo” que Hugo Herrera, analista político ponderado y de centro derecha, remataba para finalizar su entrevista de comienzos de marzo, hablando de la crisis política actual junto a Fernando Paulsen, con la frase: “[…] las condiciones del malestar del 18 de Octubre siguen vigentes”.

Por Leopoldo Lavín Mujica

Foto Portada: martincruzfarga

sábado, 30 de marzo de 2024

“Renunciar a aspiraciones partidistas”: el llamado de Paulina Vodanovic (PS) al oficialismo y la DC

 

“Renunciar a aspiraciones partidistas”: el llamado de Paulina Vodanovic (PS) al oficialismo y la DCPAÍSFoto: Sebastián Beltrán/AgenciaUNO


De cara a las elecciones municipales y regionales de octubre próximo, la timonel socialista remarcó que la disputa no es entre los partidos sentados en la mesa, sino que es con la derecha. Vodanovic también llamó a avanzar pronto en la definición de nombres concretos para las candidaturas.


En un enfático llamado, desde la comuna de Independencia, la presidenta del Partido Socialista (PS) y senadora, Paulina Vodanovic, instó a los partidos del oficialismo —más la Democracia Cristiana (DC)— a dejar de lado las “aspiraciones partidistas” de cara a las elecciones municipales y regionales programadas para el próximo 27 de octubre.

La timonel del PS enfatizó que la prioridad debe ser la consolidación de una unidad sólida frente a la derecha, relegando las disputas internas, a pocos días del vencimiento del plazo para que los partidos inscriban pactos y candidaturas municipales el 10 de abril.

“La negociación consiste en poner los intereses de la ciudadanía encima de la mesa, de buscar quienes puedan representar esos intereses de la mejor manera y que los partidos, siendo diez fuerzas políticas oficialistas más la Democracia Cristiana, tengamos una cuota de generosidad, entendiendo que cada uno tendrá que renunciar a ciertas aspiraciones partidistas”, afirmó la senadora Vodanovic, tras participar del lanzamiento de la candidatura de la concejala socialista Carola Rivero como alcaldesa de la comuna de Independencia.

Asimismo, junto con resaltar la importancia de avanzar en la definición de nombres concretos en los próximos días, Vodanovic enfatizó que “la disputa no es entre nosotros, no es entre los partidos que están sentados en la mesa, la disputa es con la derecha“.

“Estamos en etapa de conversaciones”

En cuanto a las disputas por las alcaldías, el PS aún no ha definido su postura respecto a la pugna por la Municipalidad de Santiago. La actual alcaldesa Irací Hassler (PC) busca la reelección, mientras que el exconcejal socialista Ismael Calderón aspira a ocupar el cargo.

Otra contienda destacada se da en la comuna de Peñalolén, donde la actual alcaldesa Carolina Leitao (DC) no puede optar por la reelección. A pesar de las intenciones de su partido de mantener el liderazgo, impulsando a la concejala Ximena Llamin, en el Frente Amplio proponen su propio candidato. Se trata de Miguel Concha, quien ya compitió en las elecciones municipales anteriores, perdiendo por un margen estrecho contra Leitao.

La presidenta del PS también se refirió a la reelección del actual gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, quien se ha alejado de la DC y ha afianzado su vínculo con el Frente Amplio. Sin embargo, desde el oficialismo también tienen candidatos y tanto la Federación Regionalista Verde Social como el Partido Comunista han manifestado su intención de postular al Gobierno de Santiago. Según Paulina Vodanovic, quien reiteró el apoyo del partido que preside a Orrego, esto “no traba” el proceso, ya que aún “estamos en etapa de conversaciones”.

En la otra vereda política, desde Chile Vamos, se ha considerado la posibilidad de realizar primarias con Amarillos, Demócratas y Republicanos, aunque este último partido ha tomado distancia de esta opción y ya ha oficializado algunas candidaturas propias. Se ha señalado que las comunas más difíciles de ganar son Maipú, La Pintana, Cerro Navia y Santiago Centro.

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