Vistas de página en total

lunes, 11 de diciembre de 2023

Colegios, niños ¿importan?

 

Mira-lo-que-hacen
 

Siempre es complejo discernir en los textos lo que no nos conviene, o no compartimos. Luego llega un momento, como dice el autor de la nota, en que el crimen es tan grande que todo pasa. Cuando miles y miles de niños, mujeres, hombres, población civil, son aplastados por el más fuerte, asesinados descaradamente, los límites se hacen borrosos...


Monumentos

Monumentos, de Palomo




Gerardo Atabales Osses - 05 de diciembre 2023


El Instituto Nacional alberga diariamente 4.000 niños entre 12 y 17 años aproximadamente. El liceo No1 de niñas por su parte, 2.000 niñas también en el mismo rango de edad. Lo mismo el Liceo de Aplicación. Entre 5.000 y 7.000 personas tiene capacidad el Teatro Caupolicán. Cerca de 6000 el Estadio Víctor Jara, más o menos la misma cantidad que tuvo presos para el golpe de Estado en Chile en 1973. El Movistar Arena tiene capacidad para más de 16.000 personas.

En Palestina, Gaza, han asesinado más de 6.000 niños. Es como si bombardearan simultáneamente el liceo No1 de niñas y el Instituto Nacional a máxima capacidad matando a todos los niños que asistieron a clases en menos de un segundo. Sólo dejando una enorme columna de humo y muerte y sin que nadie se inmutara. Nadie lloraría a los niños muertos, salvo sus familiares y amigos. Estamos lejos del “mundo” como para que alguien se preocupara o “interviniera” en ayuda o para parar dicha matanza. Lejos como lejos está Gaza.

Nadie -que tenga influencia real acá en Chile o el mundo- dice nada. Y la matanza de niños y jóvenes suma y sigue a diario. El mundo en silencio cómplice, se limita a mostrar las imágenes en vivo, a mostrar como mueren seres humanos, como se fragmenta un ser humano, como se despedaza.

Ya llevan el equivalente al estadio Movistar Arena lleno, más de 16.000 muertos, entre ellos más de 6.000 niños.

Hay miles, millones de escritos señalando el origen del conflicto. Estudios, tesis, tratados y documentos en los que se basan hoy los enérgicos reclamos del mundo intelectual. Que dijo fulano zutano mengano y perengano, que a quién le corresponde qué y quién ha violado los tratados avalados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La misma que sínicamente hoy, a través de su rama UNICEF, pide ayuda para comprar desinfectantes, remedios y alguna cosa que sirva para curar heridas producto de la “guerra” en Gaza. Gasa para Gaza.

Todos los días alguien sale con la monserga de que Hamas tuvo la culpa o de que los Sionistas tienen la culpa. Con grandilocuencia y pomposos argumentos, escupen sentencias con verborreas de teorías y estudios que ya no sirven de nada, porque siguen muriendo guaguas, niños, jóvenes mujeres y hombres en Palestina.

Tienen todo el tiempo para seguir eternamente discutiendo, mientras vemos en directo el despedazamiento de algún ser humano. La sangre salpica las cámaras y nadie hace nada.

Una de las verdades es que ya los sionistas han logrado un objetivo y es que ya pocos diferencien entre sionistas y judíos. Ahora están todos en la misma bolsa, son todos criminales. Pasaron de víctimas a victimarios, que están actuando como “perros rabiosos” tal cual lo que dijo un tuerto general sionista.

Ya el mundo cada día está dejando de ser seguro, para todos, incluidos nosotros acá, al otro lado, al fin del mundo. Porque en un tiempo más los “asentamientos” judíos que hay en la Patagonia chilena, que no se han cuestionado ni se les ha “inspeccionado” para ver realmente que tienen.

Ya hace años hay un aeropuerto privado. Están tal cual Colonia Dignidad, instalados sin ningún control y lo más probable es que cuando alguna autoridad de este Estado se “ponga los pantalones” y mande a los uniformados a ingresar a “su” territorio, su respuesta será la de un perro rabioso. La usarán de excusa para tomarse más y más territorio, como en Gaza hoy.

Imagínense que las bombas caen en la Villa Portales, o los edificios de la población San Joaquín, El pinar, la población Balmaceda o la Dávila, los edificios Claudio Arrau en Chillán, los Puchuldiza en Iquique, Playa Ancha en Valparaíso. Sólo escombros y restos de gente por todos lados, muertos por doquier encontraríamos.
Chile está hoy pendiente de votar por la constitución del tirano 1980 o la del tirano 2023, en ambas se pierde, como dijo Juan Pablo Cárdenas en un artículo. No se vota nada, se bota el país.

Ahora, a partir de este momento (tal vez de mucho antes ya), el mundo está cada día más peligroso. A la “amenaza” orquestada por el aumento de la delincuencia, en cada país donde haya un sobreviviente o pariente de los palestinos asesinados sin ningún control, porque NO se hizo nada para detener a los judíos, comenzarán a cobrar una justa venganza.

Pero que pagará un montón de inocentes que nada tenían que ver con los judíos sionistas. No importa, ya es y será un hecho. Matar matar matar que el mundo se va a acabar, ese es el corolario que los judíos están dejando. Ya no será el cambio climático el encargado de liquidar al planeta y a la humanidad.

Sólo le queda a la poca población palestina que va sobreviviendo, convertirse en Shaides para repeler o morir peleando dignamente. Total, van a morir de todas formas o en los bombardeos o por los tanques o por los perros rabiosos de la infantería judía.

Ahora viene la navidad y la “noche de paz”. Se alzarán muchas voces para que haya una pausa, un alto al fuego, para que todo el mundo que está en función de la fiesta del consumo, pueda endeudarse sin culpa para comprar y seguir financiando la guerra, en las tiendas de los que secreta o descaradamente apoyan el exterminio de este mal llamado “conflicto”.

Hace muchos años que pasó a segundo y tercer plano el natalicio de Cristo, el mismo que mataron o entregaron los judíos para desaparecerlo, son los mismos que siguen matando palestinos a esta hora. Es la noche del festín de los regalos.

Que burla a la especie humana, que desprecio a la humanidad es la actitud de los que pueden parar esta matanza descarada. Que seguros se sienten los sionistas apoyados por los imperios, que son abastecidos de todo por estos, mientras le niegan la sal y agua a los pocos palestinos que van quedando.

Ya demostraron su desprecio a la vida y lo poco que les importan los hospitales o los colegios. No he escuchado que los niños palestinos vayan a clases, que salgan a la calle a jugar como niños. Sólo son números vivos que pronto serán números muertos.

P.S. Habrá que ir actualizando el texto, en cuanto al número de muertos en un rato más...

 

©2023 Politika | diarioelect.politika@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores