07/01/2016 |
Por Felipe Reyes
El anuncio tenía fecha límite: 31 de diciembre 2015. Para los parlamentarios es más relevante que se entregue, antes que los días que lleva de retraso.
El tema de Derechos Humanos en el país es algo que definitivamente no tiene su punto final. Las circunstancias en que se sucedieron los hechos, las consecuencias personales y del país, y los miles de afectados directa e indirectamente hacen del periodo de dictadura algo difícil de superar y olvidar.
Todo se vuelve mucho más complicado cuando se toca el asunto de la participación de las Fuerzas Armadas. Se retrasa cualquier tipo de avance en una vía de unidad ciudadana cuando se aprecia una constante y testaruda mirada, que encarna principalmente el Ejército chileno, y de las Fuerzas Armadas en general, quienes regularmente han guardado silencio frente al esclarecimiento de los Detenidos Desaparecidos y de los Ejecutados Políticos.
¿Noticias optimistas?
Cuando el pasado mes de diciembre el Ejército de Chile indicó que presentaría, antes de acabarse el año, un informe con las medidas que ha tomado desde 1990 para colaborar en las investigaciones de violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la apreciación fue otra. Un cambio radical se podría decir.
Desde una negativa cerrada, pasando por un mutismo selectivo que silencia ciertos puntos, trascendentes y cruciales, y se explaya sobre otros, banales y superficiales, para luego pasar a un informe completo, era algo que muchos consideraron como un avance realmente significativo.
Lo indicó el comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, cuando afirmó que "espero que sea público antes del 31 de diciembre. En unos días más esperamos editar una publicación, que va a ser entregada a organismos que tienen directa relación con los derechos humanos. En ella vamos a dar cuenta de qué ha efectuado la institución, formalmente, en hechos, sin juicios de valor", agregó.
El comandante en jefe explicó que la intención del documento es justamente dar a conocer cronológicamente "los gestos concretos" que el Ejército ha realizado para colaborar en estas investigaciones judiciales, tras 25 años de acabada la dictadura.
"Repito enfáticamente que no caben los llamados pactos de silencio en la institución porque se estaría incumpliendo una norma legal. No están avalados ni acreditados", afirmó Oviedo. "Lo que más queremos es que ojalá el reencuentro con los chilenos sea de verdad y definitivo. Uno entiende que hay personas que tienen dolor por situaciones que todavía no están cerradas. Y si nosotros podemos ayudar en algo para que se cierren, somos los más interesados en hacerlo", apuntó.
Nada de nada
Ya con una semana cumplida del primer mes del año 2016, no hay informe del Ejército. Siete días después del plazo impuesto por el propio general Oviedo y el acercamiento a ese "lo que más queremos es que ojala el reencuentro con los chilenos sea de verdad y definitivo. Uno entiende que hay personas que tienen dolor por situaciones que todavía no están cerradas. Y si nosotros podemos ayudar en algo para que se cierren, somos los más interesados en hacerlo", ha quedado en una frase dicha el año pasado.
Interesados en saber qué tiene de relevante el incumplimiento de esta proposición emanada desde el mismo Ejército, conversamos con algunos parlamentarios para saber sus apreciaciones.
El diputado PPD Jorge Tarud comentó la situación e indicó estar, a pesar del retraso, optimista. "No le doy tanta relevancia a la fecha en donde nos encontramos o cuándo se entregará el informe, lo realmente importante es que lo hagan. Personalmente espero ver en ese informe un compromiso real de parte del Ejército de Chile con los Derechos Humanos y con su protección", argumentó el diputado.
"Hubiese sido lo deseable el que se cumpliera con los plazos por ellos puestos, pero francamente no le daría demasiada relevancia a ese incumplimiento. Quiero entender que este retraso se debe a que están haciendo el informe tan profundamente que ha devenido en un retraso. Por lo mismo esperamos un resultado veraz, concreto y transparente", dijo a Cambio21 el parlamentario PPD.
Por su parte el diputado Roberto León también reconoció estar optimista con la idea del informe, y que los días de retraso no representan ni una displicencia ni reflejan una interpretación distinta a la de que se han demorado más de la cuenta.
"La sola declaración del Comandante en Jefe de hacer algo en la línea de los Derechos Humanos ya se vuelve algo positivo. Si vemos que después de 25 años de regreso a la democracia, y que se van a demorar cuatro o cinco días más en entregar algo tan elemental, para mí resulta ser secundario", asegura el diputado DC.
"Yo prefiero irme al fondo y no a la forma. Además no me cabe la menor duda, de que si ellos están entrando en temas de esa línea, van a terminar encontrando anticuerpos al interior de la institución. Entonces para que voy a cuestionar que estamos a 7 de enero y no a 31 de diciembre", argumenta enfático.
Finalmente, consultado por alguna displicencia intencional que se pueda encontrar en el retraso de la entrega del informe, el diputado es firme: "la verdad que no pienso así ni creo eso. La verdad lo positivo de todo este asunto es que el Ejército vaya en esa dirección y que el informe sea entregado. Nada más".
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