DECLARACIÓN PÚBLICA 26/7/2016
Acerca del ex general que estuvo ahí.
“Me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia", Violeta Parra.
“Me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia", Violeta Parra.
La CORPORACIÓN LA SERENA DIECISÉIS DE OCTUBRE, ante la arremetida de la red que protege en nuestro país a los violadores de los derechos humanos, llama a la ciudadanía a continuar en estado de alerta para evitar que el oscuro personaje, que supuestamente, a pesar de haberse involucrado en el golpe estado de 1973 y en los atropellos a las personas derivados de éste, hoy, como miembro del SERVEL, figura como garante de nuestra democracia. Esta red, compuesta por dirigentes de la derecha y de la izquierda, así como de la élite empresarial y los medios de comunicación que le pertenecen, han aumentado sus acciones en pro de blanquear la imagen del ex general Cheyre, presionando así a los tribunales para que estos no hagan justicia.
Es de esta manera como hemos conocido entrevistas y declaraciones donde nada se dice que no sea que él era un teniente de 25 años y que su único pecado fue el estar ahí. Pero nada se le pregunta sobre si ése fue su pecado, cuál fue el de los quince asesinados aquel fatídico 16 de octubre en La Serena; ni le preguntan tampoco si el entregar en un convento a un niño de dos años tras el asesinato de sus padres se podría agregar a su pecado, o si se podrían agregar también las sesiones de tortura en que decenas de personas atestiguan que participó.
El intento de blanquearlo es tan enorme que jamás le han preguntado si tuvo algo que ver con el asesinato de los niños de Guayacán, o si por qué no renunció tras la tragedia de Antuco donde 45 conscriptos se congelaron en la nieve. Acaso la responsabilidad de mando no cuenta en el honor de los militares. La pregunta más suave que al ex general Cheyre, habría que hacerle es, ya que por su seguridad nada dijo de esto durante la dictadura por qué no lo dijo cuando era comandante el jefe.
Se trata, claramente, de entrevistas que pretenden hacerlo aparecer del lado de las víctimas, y no del de los victimarios. “Cheyre, inocente y nada sabía sobre qué estaba haciendo el ejército”, pero no se puede olvidar que este teniente de 25 años era yerno, nada menos, del general Carlos Forestier Haengsen, uno de los más "duros" de la dictadura, quien estaba encausado por la desaparición y fusilamiento en Pisagua de diez víctimas verdaderas. Enfatizamos lo “víctimas verdaderas”, para diferenciarlas de la víctima falsa que deja caer sus lágrimas de cocodrilo.
La CORPORACIÓN LA SERENA DIECISÉIS DE OCTUBRE, se pregunta una vez más, qué ocurriría con los familiares de los asesinados el 16 de octubre si el día de mañana al “general del nunca más” lo declaran inocente y se encuentran con él por la calle. Qué ocurría con las madres, padres y hermanos de los niños Rodrigo Palma Moraga y Jimmy Christie Bossy, asesinados en Guayacán por una patrulla del regimiento de La Serena; qué con Ernesto Lejderman, el que fue entregado por este noble general a las monjas tras el asesinato de sus padres; qué con el padre de Bernardo Cortés Castro, echado a puntapiés por Cheyre tras ser obligado a firmar el acta de defunción de su hijo sin que le entregaran el cuerpo.
Finalizamos esta nueva declaración, exigiendo que el general Cheyre abandone de una vez el SERVEL, llamando a permanecer en alerta, para que se haga justicia y las acciones que a este general involucran no queden en la impunidad, como ocurrió con las de su suegro, así como las de tantos otros violadores de los derechos humanos, civiles y militares; y además solicitando a todos los que estuvieron ahí, aunque en calidad de víctimas verdaderas, nos escriban contándonos cuál fue su experiencia por esos días en esa maldita cárcel de la calle Anfión Muñoz y en ese regimiento que se manchó con el barro de la maldad y que estará para siempre deshonrado en su colina de la deshonra[1]. Jamás habrá paz sin no hay justicia.
CORPORACIÓN LA SERENA DIECISÉIS DE OCTUBRE[2]
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