12/07/2016 |
Por Equipo Cambio21
Fue Cristián Labbé quien tomó la batuta sobre la molestia que generó en la "familia militar" el procesamiento del excomandante en jefe del Ejército, tomando nota sobre la "venganza" con la que opera el Estado y que esto no puede garantizar "la paz pública".
El procesamiento y detención del excomandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre no dejó a nadie indiferente. El exuniformado enfrenta a la justicia, en calidad de cómplice en el caso Caravana de la Muerte, por los 15 asesinatos perpetrados por la comitiva del general Arellano Stark en el regimiento Arica de La Serena, donde él estaba destinado en grado de teniente.
Entre el mar de declaraciones y reclamos levantados por el hecho, destaca la carta que recorre las redes sociales firmada por Cristián Labbé Galilea, exalcalde de Providencia (que quiere volver al cargo), exministro de Pinochet e integrante de la DINA, y que también enfrenta a tribunales por su presunta participación en torturas contra detenidos de la dictadura en Tejas Verdes.
En el texto titulado "El caso Cheyre", Labbé pone en duda la "paz pública" por la búsqueda de venganza en contra de uniformados del régimen militar. "Más allá de lo que cada uno piense del General Cheyre, es al Ejército de Chile, al histórico, al de siempre, al que se ha agravado. Su reacción, por eso, ha sido considerada demasiado cuidadosa y con pocos visos de querer representar el dolor que lo afecta. No estaría de más que nuestras autoridades recordaran el viejo refrán que dice... "cuando uno juega con fuego y estopa... de pronto viene el diablo y sopla", publica el mensaje.
Un peligro
Se han emitido distintos mensajes desde la detención de Cheyre, pero ninguno había dejado entrever una velada amenaza de "ruido de sables" como en este caso. Sobre esto, el abogado querellante que llevó al ministro Mario Carroza a detener al excomandante, Cristián Cruz, comentó a nuestro medio que no es de extrañar un acto así, si es que se piensa que el autor es Cristián Labbé.
"Si viene del señor Labbé, lo tomo de quien viene. Afortunadamente este ya no es el mundo castrense ni político, sino que el judicial el llamado a hacer justicia", comentó el jurista brevemente.
A Cheyre el ministro Mario Carroza y este martes deberá ratificar (o rechazar) tal decisión la Corte de Apelaciones de Santiago. Sobre esto, el abogado fue enfático en declarar que "el señor Cheyre debe ser considerado un peligro y por lo tanto habrá que defender lo que corresponde".
Labbé, el bravucón
Por su parte, la presidenta de la asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, comentó a nuestro medio que, al igual que Cruz, no le extraña viniendo de Labbé, pero pidió un llamado de atención en contra del exalcalde, al dejar transparentar un eventual un nuevo golpe.
"Lo que me parece grave de toda esta situación es que en nuestro país debiese, a lo menos, generarse una acción judicial o un llamado de atención severo de parte del gobierno y del Ejército, respecto a las palabras amenazantes de Labbé. Él está lleno de resoluciones judiciales y lo que está deslizando es la posibilidad de recurrir a acciones similares al golpe cívico militar".
"Me parece una bravuconería de Cristián Labbé, no me extraña. Sí me parece grave lo que señala. Los genocidas de derechos humanos no alegan inocencia, no dicen que los asesinatos no ocurrieron, estos criminales lo que piden es un trato distinto, en que aceptemos que ellos hayan matado gente, atrocidades como las que cometieron y que nos conformemos con un "que triste lo que ocurrió", pero que no los castiguen".
Adiós al general del "nunca más"
Sobre el tema, la Corporación La Serena "16 de octubre", entregó un comunicado en el que "saluda con entusiasmo el inédito caso de encarcelamiento de un excomandante en jefe del ejército involucrado en violaciones de los derechos humanos", agregando que se concretó a pesar de la poderosa red de protección con que este exgeneral contaba".
En parte de la nota dicen "de qué nunca más hablaba este general, si tras esas palabras dichas de manera tan convincente, ningún oficial del ejército ni la tropa rompió su pacto de silencio y nada surgió de los cuarteles que ayudara a los deudos a hacer justicia o a encontrar a su gente desaparecida para así hacer el duelo y terminar con estos años de agonía. Nótese que en aras de considerársele "el general del nunca más", a Cheyre lo mantuvieron en su cargo a pesar de la tragedia ocurrida en Antuco donde él hizo lo que haría cualquier cobarde: no asumir la responsabilidad de mando".
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