Estudiantes y miembros de diversas organizaciones sociales levantaron hoy un campamento en pleno centro de Santiago en protesta por la reforma laboral, la reforma de educación y por las bajas pensiones que entregan a los jubilados los Administradores de Fondos de Pensiones.
“Hemos levantado más de 15 carpas en el paseo Bulnes y a pocos metros de la Moneda como una forma de protestar pacíficamente hasta que el Ejecutivo de verdaderas soluciones a las problemáticas sociales que sufre este país en salud y educación”, dijo a Efe, unas de las portavoces del movimiento Patricia Núñez.
Núñez indicó que el grupo lo conforman estudiantes universitarios, organizaciones sociales, trabajadores del metro, sindicatos de varias empresas y espera que durante este sábado lleguen al lugar personas jubiladas que reclaman por sus bajas pensiones “que no les alcanza para vivir”, aseveró.
La portavoz del grupo, que explicó que durante la noche deberán levantar el campamento por orden policial, aseguró que el movimiento no tiene fecha de término.
“Desde aquí veremos como el gobierno resuelve los problemas que nosotros tenemos y en la medida que ello ocurra podremos decidir más adelante levantar nuestras carpas. Por ahora sentimos que han hecho oídos sordos. La protesta por ahora tiene carácter indefinido”, apostilló.
Explicó que este sábado se realizarán en el lugar actividades socioculturales “siempre en forma pacífica, un conversación y acuerdo que ya hemos tenido con carabineros”.
El pasado 23 de junio, varias decenas de miles de estudiantes salieron a las calles de Santiago y otras ciudades en demanda de una educación de calidad, gratuita y sin lucro y en contra de la reforma que impulsa el Gobierno del sistema educativo.
Actualmente unos 60 colegios se encuentran ocupados por los estudiantes al igual que unas 50 sedes universitarias, una situación que no tiene atisbos de solución ya que los jóvenes han llamado para el próximo 5 de julio a una nueva protesta de carácter nacional.
Este jueves, en tanto, decenas de ancianos marcharon “encapuchados” por las calles de la capital para reclamar por las bajas pensiones que reciben los jubilados en este país suramericano.
Bajo el lema de “Catástrofe social impuesta en dictadura y mantenida en democracia”, los manifestantes, acompañados de unas 400 personas, protestaron contra el sistema de pensiones chileno que se creó en 1980, durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Cabe recordar que el salario mínimo aumentará de $ 250.000 a $ 276.000 mensuales en 2018, uno de los “sueldos mínimos” más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), del que Chile es miembro.
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