El barrio en San Miguel que espera a Boric: el relato de una vecina, su desconocido paseo en bicicleta y la torre de la casa donde se miraban las estrellas
A cuatro minutos caminando desde el metro Lo Vial, en la calle Real Audiencia de San Miguel, está la casa que el Presidente Gabriel Boric compró este año. Se trata de una vivienda de 90 años y 235 metros cuadrados, adquirida por 10.218 UF. El inmueble, que requiere una restauración importante, destaca por una torre construida originalmente con fines astronómicos, levantada por su primer dueño para observar las estrellas. Aunque no se trata del “faro magallánico” que el propio Boric mencionó en el pasado como aspiración personal, la estructura se ha convertido en uno de los rasgos más comentados del barrio. Mientras se define el futuro de la vivienda y sus eventuales remodelaciones, la llegada del mandatario –que dejará el cargo en marzo– divide a los vecinos de un sector marcado por la vida barrial, la transformación urbana y expectativas contrapuestas frente a la convivencia con un futuro expresidente.
En la calle Real Audiencia, aproximadamente a cuatro minutos caminando desde la salida del metro Lo Vial en San Miguel (Línea 2), se levanta la llamativa casa de 90 años que a mediados de este año compró el Presidente Gabriel Boric. A esta se irá a vivir —en su calidad de exmandatario— junto a su hija Violeta, su pareja Paula Carrasco, y el primogénito de esta.
El inmueble, cargado de historia, reclama por una detallada restauración, partiendo por su techo ya gastado por los años, y un patio al que el jefe de Estado tendrá para dedicarle tiempo. Más allá de las imperfecciones visibles, la casa de 235 metros cuadrados construidos está habitable. De hecho, su antigua dueña, Teresa Alfaro (82), vivió ahí hasta que le vendió la casa al Presidente, en junio de este año.
Una particularidad de la casa que decora el histórico barrio, es una torre que se levanta por su costado izquierdo. Consiste en un cilindro de cemento que llega a la altura del techo, y que genera una serie de preguntas sobre su fin. No es lo mismo, pero se aproxima, quizás, —en el contexto de un ambiente en el corazón de una populosa comuna capitalina—, al faro en el que Boric, en sus tiempos de diputado y luego como presidente, decía que anhelaba vivir.
“Un faro magallánico solitario entre los tempestuosos y misteriosos mares de la Patagonia austral. Ahí voy a vivir algún día, por mientras él vive conmigo”, compartió en 2018 el entonces diputado por Magallanes en sus redes sociales, junto a una imagen del tatuaje que adorna su antebrazo.
Esta torre no es un faro, pero permite ver —o a estas alturas soñar—, con las estrellas. Cuenta un trabajador del sector, que dice conocer la casa al revés y al derecho, que fue construida por su primer dueño, Óscar Alfaro, padre de Teresa, precisamente para ver las estrellas, porque tenían una afición por la astronomía. Esta versión es ratificada por Rosa Valdivia (77), vecina que vive en la casa colindante, que conoció a su autor, y que desde su patio podía ver el telescopio que este usaba para contemplar la noche.
Ahora, en un giro inesperado para los vecinos, el barrio y la casa de la torre se preparan para la llegada de un expresidente. La llegada de Boric genera diversas sensaciones y también dudas. Una de las principales es si llegará para remodelarla. “Esa casa es muy bonita. Hay que hacer el arreglos, pero si ellos ven adentro, esa casa es muy bonita”, agrega la histórica vecina.
El dividido nuevo barrio al que aterrizará el (ex)presidente Boric
Rosa Valdivia cree que la llegada del mandatario no debería cambiar el cauce natural de la vida vecinal, pero que sí tendrá cosas positivas. “Yo creo, personalmente, que nos vamos a sentir más resguardados. Pero que no va a haber tan grandes cambios. Porque él ha hecho como que su vida es una vida normal, como tú, como yo”, dice, quien además ha compartido con el mandatario en más de una ocasión y le presentó la casa por primera vez.
En los dos primeros tercios del siglo pasado, la calle Real Audiencia destacaba por su vida de barrio. En este sector vivían profesores y trabajadores de la banca, y muchos de los dueños actuales han ido heredando las viviendas por generaciones. Pero también, con el paso de los años, las familias originales han ido partiendo, dándole espacio a la construcción de edificios y a la llegada de familias jóvenes, convirtiéndolo así en un barrio híbrido.
“Cuando yo era joven estudiante, era un barrio de camaradería. Los vecinos se juntaban aquí, ponían unas mesas y tomaban once. Mi abuela, mis papás, todos, fueran de la tendencia que fueran. Y siempre había más camaradería aquí. Ahora no. El barrio, como lo ves tú, cambió en cuanto a la convivencia”, comenta en un tono nostálgico Rosa.
Y agrega: “Antes se llamaba población, que ahora le cambiaron el nombre, que las villas, que no sé qué. No. Era una población que se hizo para profesores y bancarios. Aquí solamente vivieron profesores y bancarios“.
La “Tere”, como era conocida, era una de las personas más queridas en la vecindad. Si no era la más antigua, estaba entre las tres que más tiempo llevan en Real Audiencia. Por lo mismo, fuera quien fuera que la reemplazara, la tendría difícil. Y más aún si se trata de una figura controversial, como es un presidente, en este caso, Gabriel Boric.
Una vecina, que vivió desde su nacimiento en una de las casas más cercanas a la que compró el mandatario, y que hoy vive en el sector, manifiesta su descontento por su llegada. Su buena relación con la propietaria anterior marca su desconfianza, pero también su tendencia política. “Vino a despedirse cuando se fueron, vivieron toda una vida acá. Es que nosotros amamos San Miguel“, explica.
Y sobre la llegada de Boric, son varios los puntos que le inquietan. Dice que no se tomó muy bien la noticia, porque “debió haber sido otro barrio. No este barrio, que es de clase media. Ni baja, ni alta, clase media tranquila, trabajadora. Como que se desubica aquí, estar en este lugar. Además que eso de tanto guardia y todo, que esta calle era muy tranquila y ahora que después van a empezar las reparaciones de su casa. Quizás va a ostentar también, porque si se fija las casas acá no están arregladas porque tienen un costo demasiado alto”, expresa.
“Espero conocer al Presidente. Y espero que sea buen amigo, buen vecino”
En los diálogos con vecinas que llevan más de 20 años en la calle Real Audiencia, hay algunas que marcan su clara tendencia en contra de la llegada de Gabriel Boric. No es mucho lo que pueden hacer realmente, la casa ya está comprada, pero les gusta dejar sus advertencias. Dicen que van a estar al ojo a cualquier cosa que haga, que no van a temer reclamar si pasa algo, aunque sea un expresidente.
Una residente de las casas de la vereda contraria advierte que no quiere hablar, pero al ser consultadas sus vecinas sobre cómo se tomaron la noticia de la llegada del mandatario, automáticamente se anticipa y grita “mal, mal”. Tiene un reparo personal, y es que acusa que los guardias que hoy protegen el inmueble sacaron a su perro porque metió su hocico entre las rejas.
“Ya partieron mal”, dice.
Pero no todo son caras largas. Otra vecina, que desde 1955 vive dos casas más allá de la que vivirá el Presidente Boric, se muestra entusiasmada. Dice que en el pasado vivió un juez en la calle, su cuñado, y es lo más cercano a una autoridad que recuerde.
De todas formas le agrada la idea, y afirma “espero conocer al Presidente. Y espero que sea buen amigo, buen vecino. Claro, porque todos los demás vecinos son amables, simpáticos, nos saludan. Nos saludamos todos los días, y esperamos que él también sea igual. Su señora y él”.
El “joven” de short que llegó en bicicleta: cómo se gestó la llegada del mandatario al barrio
Fue a principios de este año que Gabriel Boric fijó su mirada en la histórica casa de San Miguel. Rosa Valdivia no recuerda la fecha exacta, pero a través de ella fue la primera aproximación de compra del Presidente, sin saber entonces que era él que quería comprarla.
Un día, ante la ausencia de la propietaria, una mujer desconocida le tocó la puerta consultando datos de la casa. Por resguardar la seguridad de su vecina y amiga, no entregó detalles, pero le dejaron en claro que alguien la quería comprar, porque “le gusta la forma que tiene”. Dejó su contacto a la vecina y partió. Esta le comentó la situación a la dueña de casa.
“Cuando la Tere regresó, la llamé y le dije que le querían comprar la casa. Me dijo que llamemos. La niña quedó de venir al otro día. Pero mi vecina al otro día se iba de Santiago. Entonces, le dijo que viniera antes de que se fuera. Bueno, la niña llegó a la hora, la Tere la atendió, y me dice ‘Rosi, ¿Sabes quién quiere comprar la casa? El Presidente’“, cuenta Rosa.
Los días que siguieron tuvo que ser ella quien mostró la casa, ante la ausencia de la propietaria. Con la confianza que les otorgaron los años, se compartían las llaves, y Rosa fue testigo de las visitas del equipo presidencial, del mismo mandatario, e incluso de sus hermanos.
De su primer contacto con el Presidente Boric cuenta:
“La niña (asesora del presidente) me preguntó si sabía quién quería comprar la casa, le dije que no. Llegó temprano, y vi a un joven con jockey azul, lentes, en short. Pensé que estaba descansado porque estaba bicicleta. Preguntó por qué yo tenía llaves de la casa, le explicaron, y pidió hablar conmigo. Fui y le dije ‘¿usted es el Presidente?’. ‘Sí, pues’, me dijo, ‘mucho gusto'”. Y luego “se fue caminando. Me dijo que quería caminar por el barrio, que quería conocerlo”.
Le preguntó por qué seguían en el barrio, y le respondió que principalmente por la comodidad. La calle Real Audiencia en su primer tramo desde Gran Avenida José Miguel Carrera cuenta con una gran cantidad de servicios al paso, desde metro, múltiples recorridos de micro, minimarket y supermercados, Cesfam, colegios, entre otros.
Desde ahí ha compartido en varias ocasiones con el jefe de Estado, e incluso con sus hermanos, que asegura, hasta se aventuraron con hacer un asado en la residencia.
“He conversado varias veces con él, para que tú me entiendas. Después vino con la Paula, su pareja, también me llamó para presentármela, y me contó que la guagua se iba a llamar Violeta. (…) En la casa siempre hay gente, han venido los hermanos, han hecho asado ahí y todo, pero todos muy tranquilos“, comenta.
Y concluye “si él viene acá, yo creo que va a venir y se va a presentar a las demás casas. Porque es lo que a él le corresponde como el que llega”.
La complicada venta de la casa, su tasación y sus líos legales
Vecinos, conocedores y agentes inmobiliarios comentan que el inmueble de San Miguel estuvo por años en venta, pero nadie se aventura en dar una un número exacto. Su venta estuvo trabada, no solo por el alto precio en el que estaba tasado en un principio, que superaba los $500 millones, sino que por problemas con la herencia e hipoteca, que complicaron su proceso de adquisición.
La casa finalmente fue vendida al presidente Boric por 10.218 UF ($405 millones).
Alexis Zúñiga, gerente general de World Properties, que vende varias propiedades por el sector y que coqueteó con la idea de vender la futura casa del mandatario, explica que “el problema de esa propiedad era lo legal. Tiene muchos problemas legales, herencia, documentos, que daban para mucho tiempo, mucho estudio de título. Un proceso normal dura alrededor de tres a cuatro meses máximo. Este proceso, yo calculo que fácilmente puede demorar sobre un año“.
Sin embargo, complementa que, el hecho de que sea Boric el comprador, puede facilitar el proceso. Añade que “la casa es muy linda. Tiene harto de antiguo, que actualmente está muy de moda. Pero tiene mucho que invertir en esa propiedad, porque está en muy mal estado“.
Sobre las implicancias que tendría el arribo del mandatario, el especialista advierte “el sector de El Llano tiene mucha plusvalía. Es un sector con alto crecimiento, muy buen barrio y sigue creciendo en realidad. Con la llegada del Presidente Boric, el barrio alrededor de dos a tres cuadras va a subir una plusvalía de un 3% a un 4%, más o menos”.
La bienvenida de la Municipalidad de San Miguel, y las últimas sugerencias de las vecinas
En la Municipalidad de San Miguel, señalan que no hay un ánimo especial por la llegada del Presidente Gabriel Boric.
“No tenemos ninguna preparación especial para la llegada de un nuevo vecino, aun cuando se trate de un expresidente. Como municipalidad, nuestro trabajo es el mismo de siempre: seguir fortaleciendo los servicios, el orden comunal y la calidad de vida de todos quienes viven en San Miguel. En esto, estoy segura de que el presidente Boric estaría plenamente de acuerdo”, comenta a The Clinic la alcaldesa Carol Bown.
Tampoco les corresponde entregar medidas de seguridad, porque esa es tarea de Carabineros, aunque reconoce la jefa comunal que “esto no impide que exista coordinación entre nuestra Dirección de Seguridad y la escolta que se le asignará en un futuro”.
De Carabineros, en tanto, por protocolos de seguridad aclaran a este medio que no pueden dar a conocer las medidas a implementar por el resguardo al futuro expresidente.
Sin embargo, desde que se hizo pública la compra de la casa por parte del Presidente, hay escoltas cuidando el inmueble todo el día. “Debe ser para que no se la tomen”, comenta un conserje de un edificio cercano. Hoy más allá de eso, no se sabe qué trabajos hará el mandatario en su nueva casa, aunque algunos vecinos dicen que ya comenzaron algunas obras.
Consultadas, tres vecinas responden cómo esperan hoy la llegada del Presidente. Las respuestas son muy diferentes:
Vecina 1: “La casa es un monstruo, fea. O sea, nosotros no tenemos casas preciosas. Pero que saquen esos árboles, hay un romero que da alergia, que lo saquen”.
Vecina 2: “Que le cambie el techo, en realidad. Sí. Eso es lo que uno dice, que se le va a llover y uno va a tener que llevarle plástico”.
Vecina 3: “Acá puede vivir quien quiera, presidente, o sea, quien sea, pero… ¿cómo va a venirse el Presidente a vivir a este barrio?”.
Consultada a la antigua dueña sobre la venta de la casa, prefirió no referirse al tema advirtiendo que para ella es un capítulo cerrado.
Por AGUSTÍN MOREL

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