Este
comunicado lo escribo con la intención de informar y denunciar mi
condición carcelaria y de “peligro para la sociedad”, en la que me
encuentro injustamente hoy.
Primero
que todo, quisiera señalar que las situaciónes de “montaje”, como la que
me afecta particularmente como estudiante, se han venido dando
progresivamente durante los últimos años, tanto en el gobierno de Piñera
como el de la Concertación. Sin duda, detrás de toda esta situación
judicial, existe una clara intención de “criminalizar” la movilización
social generalizadamente. Esto lo podemos observar en los dos conflictos
símbolos del malestar social durante los últimos meses y que tuvieron
un apoyo transversal, tanto a nivel nacional como internacional; me
refiero al movimiento estudiantil y la lucha de Aysén. Ambos sufrieron
la represión del Estado y la presión del Poder Judicial para inclusive,
aplica la “ley de seguridad interior” en contra de pobladores,
trabajadores, jóvenes, niños y ancianos que se manifestaban cansados de
las alzas, de la desocupación, de la violación de sus derechos y sin
expectativas para poder vivir dignamente.
El
trato del gobierno frente a estos conflictos y un sin numero de otros,
son la evidencia de que solo se está aplicando “mano dura” frente a
gente que busca legítimamente reivindicar sus justas demandas, sin dar
soluciones a las justas luchas.
Claramente,
mi situación y la de muchos otros, se da en un contexto donde el
movimiento social crece y muestra signos de fortalecimiento y
consolidación, en tanto los conflictos se agudizan. Asimismo la baja
aprobación al desempeño del gobierno, las fuertes críticas de órganos
internacionales de derechos humanos a la represión orquestada por
Hinzpeter, la poca credibilidad de la opinión publica a la “clase
política”, son los indicadores de que el pueblo de Chile esta
despertando de un largo sueño, de que está creciendo y levantándose.
Mucho
más que amedrentarnos, las intransigencias y represión nos impulsan a
avanzar, a conocer la vida dentro de otra, como lo es la cárcel, a
aclarar nuestras convicciones, acciones y reivindicaciones.
La
situación en la que me encuentro lamentablemente le podría pasar a
cualquiera, por lo que debemos ser capaces de prever la represión
fortaleciendo nuestros lazos de solidaridad, con la fuerza y
coordinación que nos caracteriza como estudiantes. Aprovechar lo
mediático, las redes sociales y lo que esté a nuestro alcance para dar
muestras de apoyo a los presos políticos que vienen. Debemos hacer
unidad frente al gobierno y sus instituciones represivas, demostrarles
que si nos tocan a uno nos tocan a todos y que por ello no permitiremos
la “criminalización” de nuestra lucha justa por una vida digna.
Por
otro lado, quisiera referirme y denunciar a los medios de comunicación
controlados por grandes corporaciones económicas, los cuales en todo
este contexto juegan el sucio papel de tergiversar la información y
justificar el actuar represivo. Particularmente en mi caso, se me ha
declarado culpable desde el primer momento, sin siquiera haber existido
mínimamente un juicio legal, formando así parte fundamental de la
criminalización y vulnerando mi derecho constitucional de “presunción de
inocencia”. En este sentido no descarto iniciar acciones legales al
momento en que se afirme mi total inocencia de los cargos que se me
imputan, con la expectativa de que los tribunales actúen con la misma
fuerza con que se han empeñado en devolverme a prisión. La violación a
este derecho no puede quedar impune en un país que se jacta de tener una
“democracia solida” donde las “instituciones de justicia son
imparciales en sus decisiones y el gobierno no interviene en ellas”.
Desde
aquí dentro, saludo a mis compañeros y compañeras de lucha y
universidad, a mi familia, amigos y vecinos, entre muchos más. A las
organizaciones sociales y políticas que me han apoyado, a los medios de
información independientes. Quisiera particularmente saludar a Luisa
Toledo, madre de los hermanos Vergara y a la CONFECH y a Recaredo Galvez
quienes me han brindado un gran apoyo. También agradecer a los medios
que han cubierto el proceso como Radio BioBio, TeleSur, entre otros, los
cuales han sido muy útiles para aclarar e informar mi situación.
Espero
ser claro en mi comunicado, para hacer llegar mi mensaje a ustedes de
que su apoyo ha sido fundamental y lo agradezco demasiado.
Por
último, envió un abrazo a la Defensoría Popular de Santiago que son un
ejemplo y que me han prestado ayuda judicial desde el primer momento que
acudí a ellos.
Esperando recobrar
pronto mi libertad para poder continuar mis estudios, desde el modulo
111, celda 19, se despide su compañero, amigo, hermano e hijo.
Pedro E. Quezada Neculman
¡¡Arriba l@s que Luchan!!”
+Info:
[Texto de origen externo, publicado en el sitio web de El Ciudadano por...]
Leonel Retamal
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