Santiago,
08 de mayo de 2012
Federación
de Entidades Religiosas de Chile FERCHILE
CARTA
ABIERTA A LA CIUDADANÍA
“Cuando abundan los justos, el pueblo se
regocija, Cuando gobierna el
impío, el pueblo gime”
Prov. 29:2
Con profunda
preocupación por el “avance” de la Agenda Gay y gran decepción con el gobierno del
presidente Piñera por la aprobación en el día de hoy del proyecto de ley contra
la discriminación en la cámara de diputados conforme al informe evacuado de la Comisión
Mixta, el cual a todas luces adolece de graves vicios, tanto de forma como de
fondo y, peor aún, incurre en una grave inconstitucionalidad, lo que hemos
venido denunciando desde hace mucho por todos los medios a nuestro alcance e
incluso hemos dado a conocer e ilustrando al respecto tanto al gobierno como a
los mismos legisladores, lo que hoy claramente fue desestimado, no por fundamentos
jurídicos impropios sino más bien por ideologismos y ordenes de partido que llevaron
a aprobar la iniciativa con 90 votos a favor, 16 en contra y 3 abstenciones y aunque
aún tiene que ser visado por los senadores en los próximos días, todo parece
indicar que dicho proyecto se encuentra ad-portas de convertirse en ley de la
república, situación que mantienen al Pueblo Evangélico de Chile en estado de
alerta máxima.
No podemos esconder que
existe una gran decepción en el Pueblo Evangélico con el actual gobierno ya que
en tiempos de campaña, el candidato y actual presidente de la República, se
había comprometido a defender y fortalecer la Familia en sus “30 Compromisos
con el Mundo Evangélico”, sin embargo, no sólo no ha cumplido con ellos sino
que ha jugado un papel determinante, junto a los medios de comunicaciones
masivos bajo el dominio del lobby homosexual, en las “conquista del Power Gay”.
Cabe recordar que fue el mismo presidente Piñera, de suyo propio y a título de
nada, quien promovió el AVP (Acuerdo de Vida en Común) para lo cual citó a
todos los grupos homosexuales en el mismísimo palacio de gobierno para darles a
conocer dicho proyecto y evidenciarles su ”apoyo” a los nuevos tipos de
“familia” y tras lo cual festinó junto a ellos, quienes besándose en el mismo
lugar, saludaron la “brillante” iniciativa del ejecutivo. En la tramitación del
proyecto contra la discriminación por su parte, la actitud del ejecutivo no ha
sido distinta y el rol jugado, especialmente por el ministro Andrés Chadwick,
fue tan determinante que una vez aprobado dicho proyecto en la Comisión Mixta, éste
manifestó por twitter su total complacencia, al igual que lo hicieran los
grupos homosexuales. Lo propio ha sucedido en el día de hoy.
Fundamental resulta
decir que durante 20 años de gobierno de la Concertación y la izquierda, la
Agenda Gay no tuvo prácticamente ningún logro; que durante el gobierno de
Lagos, en el 2005, cuando se presentó dicho proyecto, y a pesar de su
aprobación en la cámara de diputados, el mismo no tuvo ningún logro sustancial
por más de 7 años. Ha sido en el actual gobierno de derecha, el que todos
presuponíamos que se velaría por la Familia y los Valores más fundamentales de
la nación, que la Agenda Gay ha obtenido sus máximos “logros…” un verdadero
salto a la total desmoralización y descomposición social, un salto sin retorno
al vacio. Pareciera que al gobierno no le importa en lo absoluto el más bajo
índice de aprobación obtenido en las últimas encuestas, el que claramente y para
desgracia nuestra, ha de seguir en descenso, pero si le importa lo puramente
mediático al punto de reaccionar visceralmente cuando revistas y periódicos
internacionales hablan de la incapacidad e ineptitud del ejecutivo por su falta
de sintonía con la sociedad civil y en vez de dar cuenta de la crítica y hacer
las correcciones pertinentes, el gobierno persevera en una conducta errática,
especialmente en el manejo de los llamados temas valóricos, en dónde lejos de
oír lo que manifiesta una parte importante de la ciudadanía que se reconoce
como cristiana, el ministro Chadwick, obtusamente rehúsa escuchar al mundo
evangélico y veta y prohíbe a los parlamentarios de gobierno reuniones con nosotros
instruyéndoles y casi “ordenándoles” que deben apoyar y aprobar la nefasta ley
contra la discriminación (saludamos y bendecimos por su gran valentía a los 16
diputados que votaron en contra de tan inmoral proyecto a pesar de la fuerte
presión del gobierno), sólo hace prever que el actual gobierno no será más que
un muy mal paréntesis entre los gobiernos de la concertación.
Con tales prácticas del
gobierno y sus personeros no hacen más que demostrar que las afirmaciones publicadas
en días pasados, tanto en el “New York
Times” como en el “Economist” adquieren mayor contenido y realidad, ya
que a nuestros gobernantes pareciera que ni siquiera pueden percibir que con
promover y patrocinar la perversa Agenda Gay, que no beneficiaría a más del 1%
de la población nacional, no les acarreará ningún beneficio, ni político, ni
mediático ni mucho menos electoral; por el contrario, con tal actitud no
lograrán siquiera ese mínimo porcentaje de adhesión en futuras elecciones ya
que los autores y promotores del “Power Gay” son todos de izquierda y sólo están
preparando el camino para un peligroso nuevo gobierno socialista; para mayor dramatismo
aún, el ejecutivo tampoco parece perciben que con esa postura liberal y pseudo “progresista”
están literalmente repudiando a más del 25% de la población que nos declaramos
evangélicos y echando al bote de basura más de un millón de votos, que en la
elección presidencial pasada fueron clave para el triunfo del actual gobierno.
El brutal asesinato de
Zamudio por un grupo de delincuentes habituales y aprovechado al máximo para un
gran montaje comunicacional del movilh responsabilizando a supuestos grupos
neo-nazis, lo que ha probado ser a estas alturas una farsa absoluta, llevó al mediático
gobierno a dar suma urgencia y discusión inmediata a un proyecto de ley nefasto
sólo por aparecer “sensible” y en sintonía con la ciudadanía, y tal vez aprovechar
de subir un par de puntos en las encuestas de popularidad (lo que desde ayer
quedó muy claro, jamás sucedió), lo cual no hace más que ratificar lo errático y
pobre conducción política de nuestra nación.
Incomprensible también resulta
que Hernán Larraín, senador UDI y presidente de la Comisión Mixta, invitara a 7
organizaciones pro homosexuales a las cuales les otorgó todo el tiempo y
facilidades para exponer sus aberrantes argumentos y en cambio, invitó sólo a 3
organizaciones en favor de la Familia y el Orden Natural, a los que sólo les
permitió exponer y argumentar en un muy reducido tiempo y de manera muy
restrictiva los reparos a tal iniciativa, de hecho, no dejó que un especialista
venido desde el extranjero expusiera de la realidad de las otras naciones que
han seguido tal camino de disolución (tan lamentable fue el poco tiempo que se
dispuso para exponer contra dicha iniciativa como lamentable fue que en
representación del pueblo evangélico expusiera alguien totalmente ajeno a la
lucha que se ha dado por años en contra de tal iniciativa y aunque pueda ser
reconocida su experiencia académica y tal vez filosófica, era muy necesario que
en aquella instancia se apuntara a lo esencial y central de tal iniciativa y no
incurrir en una verdadera discusión bizantina, que para los libros puede estar
bien pero no para la coyuntura que se desarrollaba. Sencillamente lamentable).
Tan paradójico como
curioso e incomprensible que el gobierno de Piñera sea el principal impulsor de
la Agenda Gay en Chile es que dos miembros del gremialismo: Andrés Chadwick,
actual ministro y vocero de gobierno y Hernán Larraín, senador de la república,
ambos personeros de primera línea de la UDI, hayan sido tan serviles a las
pretensiones homosexuales y personajes claves en la eventual promulgación como
ley de la república de tan espuria iniciativa, y al parecer sus esfuerzos
apuntan a que dicha ley sea parte de los anuncios y cuenta pública del
presidente el próximo 21 de mayo. Claramente estos sucesos nos debe llevar,
como Pueblo Evangélico, a la más exhaustiva y profunda reflexión y revisión de quienes
dicen representar “los valores” de la cultura judeo-cristiana auto designándose
como cristianos de quienes realmente lo son y actúan conforme a ello. El Pueblo
Evangélico de Chile debe saber dar cuenta de la nueva realidad. Ciertamente hay
parlamentarios que han estado inequívocamente y sin vacilar junto a nosotros en
ésta resistencia a la inmoralidad y ellos son de diferentes sectores políticos:
sabemos quiénes son y así lo daremos a conocer en el momento oportuno a
nuestras congregaciones así como también haremos lo propio con quienes han
traicionado nuestra confianza y han terminado por rendirse ante el lobby y
poder homosexual.
La verdad es que de los
socialistas, pepedés o comunistas nada esperábamos, pues la Agenda Gay tiene su
origen justamente en ellos, sin embargo, si esperábamos que quienes ostentan el
calificativo de cristianos al menos honraran dicho nombre, y aunque hay un par
de ellos que sí lo han hecho y los conocemos muy bien, la mayoría de ellos
renunció a sus más básicos fundamentos e ideas inspiradora. Qué decir del
importante sector liberal de RN encabezado por Lily Pérez y Carla Rubilar y,
lamentablemente también hoy, un gran sector del gremialismo que cedió a las
presiones del gobierno y del ministro Chadwick por sobre sus propias convicciones;
sin duda los tendremos muy presente en las próximas elecciones.
Definitivamente ha
llegado la hora en que el Pueblo de Dios asuma la necesidad y responsabilidad
que hombres y mujeres de Dios, llenos del Espíritu Santo, con buen testimonio y
sujetos a autoridad y bajo cobertura, sean reconocidos y levantados por la
Iglesia de Jesucristo en su conjunto para asumir la defensa de la Vida, la Fe y
la Familia desde los escaños del parlamento y libres de cualquier ideologismo o
instrucciones partidarias. Si los evangélicos en Chile somos tres millones de
personas y actualmente con el voto voluntario, tenemos todo para que en las
próximas elecciones parlamentarias de 2013, unidos como un solo pueblo, podamos
elegir 4 ó 5 diputados y uno o dos senadores. Si hoy tuviéramos eso, no
estaríamos viviendo y/o sufriendo la persecución que se ha desatado sobre el
Pueblo de Dios y obviamente no estaríamos llorando sobre la leche derramada. Sabemos
que en nuestras filas e iglesias tenemos hermanos con la preparación e
idoneidad para asumir tales desafíos, sólo se requiere que la Iglesia
Evangélica de Chile esté unida, al menos a éste respecto, y actúe como un solo
hombre para legislar conforme a los principios escriturales y los valores
fundamentales de la tradición judeo-cristiana, de otro modo, nos tendremos que
acostumbrar a ver y saber de multas, pastores y predicadores presos, de
iglesias cerradas y de una descarada y abierta persecución en contra de los
evangélicos fieles a la Palabra de Dios.
Dios les guarde y
bendiga nuestra Nación.
Atte.
Pastor José Lema T.
Pdte. Federación de
Entidades Religiosas de Chile FERCHILE
En
defensa de la Fe, la Vida y la Familia
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