Fotografía: Agencia Uno

El medio La Tercera en su edición digital desclasificó un hecho que pasó inadvertido para el común de los chilenos y chilenas...

La crónica señala que eran cerca de las 18.00 de este lunes cuando el Presidente Gabriel Boric -como es habitual- abrió la ventana de su oficina que da al Patio de los Naranjos.

A los pocos minutos, la prensa acreditada en el Palacio de La Moneda se percató y -como es habitual en todas las administraciones desde que volvió la democracia- comenzó a moverse para captar imágenes del Mandatario trabajando en su escritorio. El acierto es del fotográfo de la Agencia Uno.

Fue en ese momento cuando equipos de prensa de Presidencia se dieron cuenta de que el Jefe de Estado estaba siendo objeto de atención de los medios y le avisaron para que cerrara sus cortinas.

Pero el Presidente se ofuscó e indignó y terminó protagonizando un exabrupto, dice La Tercera. Quienes presenciaron la escena lo vieron bajar rápidamente las escaleras hasta llegar ante los camarógrafos y periodistas que estaban captando su imagen.

Según presentes, con una pelota antiestrés en la mano, Boric increpó a uno de los fotógrafos en particular, señalando que la oficina de él era un espacio privado.

El profesional -descolocado por la reacción del Jefe de Estado- le comentó al Mandatario que nunca había recibido un reclamo de esta naturaleza y que era habitual en su trabajo, como lo había hecho con otros presidentes, fotografiar la oficina si se mantenían las cortinas abiertas.

“Entonces estamos mal”, repetía Boric, explicando que entendía que las cámaras lo captaran si se movía por los patios del Palacio de Gobierno, pero no así en la privacidad de su despacho.

En la conversación intervinieron otros periodistas y camarógrafos y le explicaron la labor que estaban desarrollando, sin embargo, el Mandatario apeló a que si la prensa captaba una imagen desfavorable de él aprovecharía aquello para hacer de eso un tema, consigna La Tercera.

Finalmente, el Presidente terminó la discusión volviendo a su oficina. El desconcierto entre los periodistas y camarógrafos fue total.

La Tercera pidió una versión a La Moneda, desde donde indicaron que “el Presidente estaba en su oficina con la puerta abierta cuando se dio cuenta de que estaba siendo fotografiado y bajó para manifestarle al fotógrafo que consideraba que esta era una violación a su privacidad. Ambos intercambiaron impresiones y se superó el incidente con un apretón de manos”.