El 16 de septiembre de 1973 el cuerpo del cantautor fue encontrado sin vida en el Servicio Médico Legal de Avenida La Paz entre varios cadáveres. El artista habría sido parte de la lista de detenidos desaparecidos, de no ser por la valiente labor de un joven funcionario -Héctor Herrera- que al identificarlo, no dudo en contactar a la esposa de Víctor, Joan Jara Turner.

El artista había sido asesinado horas antes en el Estadio Chile por oficiales del Ejército, teniendo sus brazos amarrados a la espalda y primero le dispararon en su cabeza -en el juego de la rueta rusa- y luego los funcionarios del mismo Ejército lo acribillaron de 44 tiros. Y la brutalidad siguió: fue botado desde un camión militar, junto a otras personas, en un basural cerca del cementerio Metropolitano de Lo Espejo, donde fue encontrado por pobladores.

Desde entonces, el recorrido por identificar y condenar a los responsables de su muerte fue largo y tortuoso. ¿Hay justicia luego de 50 años? Para el abogado defensor de la familia Jara, la reciente  sentencia en el caso de Víctor Jara -y del director de Gendarmeria de entonces, Litre Quiroga- terminó por demostrar que nunca hay que desistir en la búsqueda de la justicia.

“¿Quién tuvo alguna vez la certeza de que se iba a condenar en este caso? Yo creo que cuando la dictadura comete crímenes los comete para que nunca puedan ser resueltos”, señaló el abogado de derechos humanos y representante de la familia de Víctor Jara, Nelson Caucoto.

El jurista destacó que el caso de Víctor permitió que los pronósticos sombríos respecto a que los crímenes cometidos en la dictadura de Augusto Pinochet serían imposibles de resolver, quedaron en el pasado. Para Caucoto, ese fallo deja la gran lección de que “no hay que rendirse ante la impaciencia y tampoco dejar de lado todas las acciones que puedan realizarse a pesar de la indolencia”.

“Es una lección de futuro. Es una lección para el sector negacionista que ha resurgido en ese último tiempo, es un ejemplo y una notificación para aquellos que están ingresando a la carrera militar o Carabineros, de que si alguien quiere restituir una dictadura en el futuro, sepan que no importa el tiempo que haya transcurrido, la justicia llegará“, afirmó en radio Universidad de Chile.

Asimismo, Caucoto sostuvo que la sentencia fue lograda a pesar de que los abogados defensores de los victimarios eran de una “alta excelencia profesional, que usaron todos los recursos que habilita el ordenamiento jurídico, que pelearon hasta el final y presentaron sus argumentos, pero fueron vencidos en todas la instancias y contra eso ya no hay nada más que hacer”.