Pese al control de daños que intentó hacer el Gobierno, la frase del presidente Boric en los funerales de Sebastián Piñera le ha acarreado un intenso "fuego amigo", mientras que desde la oposición se deshacen en elogios al mandatario.

Tal como sucedería si golpeáramos un avispero, el presidente Gabriel Boric abrió una importante polémica tras su discurso durante las exequias de Sebastián Piñera, en medio de su mea culpa por el trato que le dieron al exmandatario cuando fue oposición, especialmente a propósito del estallido social.

“Las querellas y las recriminaciones, fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”, señaló el actual jefe de Estado, causando un aplauso cerrado en el salón principal de la sede del Congreso en Santiago.

Sus dichos generaron incomodidad en ala más izquierdista de su conglomerado, donde incluso fue tachado como “negacionista” por diputadas del Partido Comunista.

Pero también, la frase rápidamente fue aprovechada por la oposición para exigir que se retire las querellas presentadas contra Piñera en el marco del estallido social.

Aunque, dicho sea de paso, es algo completamente irrealizable, ya que el Gobierno no ha presentado ninguna acción legal, algo que reconocen en la oposición, y que reprochan abogados y organismos de Derechos Humanos.

Si bien el Gobierno a través de su vocera, la ministra Camila Vallejo, intentó hacer control de daños, lo cierto es que la explicación de que la palabra “querella” apuntaba a la discordia o pendencia, no solo fue totalmente estéril, sino que aumentó aún más la molestia.

Según señalaron a BioBioChile fuera de micrófono parlamentarios de Chile Vamos, los dichos de Boric reflotaron una herida que se mantiene latente en la oposición, relacionado con supuesto el intento de la izquierda de sacar a Piñera de La Moneda a como dé lugar, tanto a través de la violencia -que respaldaron-, así como por las Acusaciones Constitucionales que presentaron en su contra.

“Aquí había un foco claro que era sacar a Piñera, lo que pasa es que ahora que tienen la guitarra se han dado cuenta de que no era como lo veían. Piñera tenía que caer. Ese era el objetivo”, dice un diputado UDI.

Por lo mismo, como en la interna están conscientes que no es posible que Boric pueda quitar las querellas, al menos presionarán para que haga un reconocimiento explícito de que fueron injustificadas y llame a los partidos de su coalición de Gobierno a desistirlas.

En el fondo, piden un gesto del mandatario, ya que están cansados de las frases grandilocuentes, pero que en la práctica no se convierten en realidad, según reafirman. 

En paralelo, fuentes tanto desde la UDI como de RN, descartan de plano negociar ese eventual “lobby presidencial” a cambio de apoyar las reformas del Gobierno en el Congreso, especialmente tomando en cuenta que el tema fue puesto en el tapete por el propio Gabriel Boric.

Las críticas de organismos de DDHH a Boric

De todas maneras, más allá del tema político, lo cierto es que entre organismos de Derechos Humanos no solo rechazan quitar las querellas, sino que también reprochan el pasivo rol que ha tenido el Gobierno.

Así lo apunta por ejemplo Carlos Margotta, presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, quienes han presentado 52 querellas. Aunque, algunas querellas quedaron agrupadas, sumando actualmente 37 libelos relacionados con la Ley 20.357 que sanciona crímenes de lesa humanidad, dirigida tanto contra los autores materiales -como los funcionarios policiales-, así como las autoridades de la época, partiendo por el Presidente, pasando por el ministro del Interior y el subsecretario; así como el director general de Carabineros.

“Desde que asumió el Gobierno no se ha presentado ninguna querella por parte del presidente o el Ministerio del Interior para perseguir hechos constitutivos de crímenes contra los Derechos Humanos cometidos durante el estallido social. Por lo tanto, no hay posibilidad alguna de retirar porque no hay querellas presentadas por el Gobierno”, explica.

Asimismo, añade que los titulares de la acción penal son las víctimas y sólo ellos pueden desistir a través de sus abogados, tachando lo sucedido como una “discusión artificial”. 

“Las víctimas, por supuesto, no van a retirar porque ellos están obviamente tratando de que se establezca la verdad y la justicia y la reparación”, sostiene Margotta, enfatizando en que “el desistimiento no tiene ningún efecto, de un punto de vista jurídico, porque al ser una acción penal pública, obliga al Ministerio Público y al Poder Judicial a continuar con la investigación hasta el completo establecimiento de las acciones penales que correspondan, por lo tanto, esto es una discusión totalmente artificial”.

“Lo que está detrás de todo esto es un aprovechamiento político del ambiente político que se generó con el fallecimiento de Sebastián Piñera, en que se pretende omitir las obligaciones que tiene el Estado chileno respecto de hacer verdad, hacer justicia y reparar a las víctimas”, cuestiona.

“Hay que recordar que jurídicamente, la responsabilidad penal de Sebastián Piñera se extinguió por su muerte. Pero respecto de los demás imputados, la investigación debe continuar”, añade.

El “negacionismo” del presidente Boric por dichos sobre Piñera

En ese sentido, Carlos Margotta fustiga también las declaraciones del presidente Gabriel Boric, afirmando que “es una es una gran ofensa no solamente a las víctimas, sino que la sociedad toda. Y además desconoce los cuatro informes internacionales, que nadie puede desconocer su contenido y sus afirmaciones y sus recomendaciones”.

En esa línea, la abogada de Derechos Humanos, Karinna Fernández, quien es querellante en la causa contra el Alto Mando de Carabineros, sostiene que “respecto de las causas que nosotros hemos trabajado, que digan que no quisieron decir querella, sino que otra cosa, es altamente ofensivo, porque además ningún abogado o alguien que estudió Derecho, utilizaría el término querella. Y menos alguien que tiene un equipo que además recibe dinero para hacer discursos, utilizaría ese concepto de una manera confusa, cuando es un concepto técnico jurídico”.

“Si él quiere pedir perdón, si él tiene culpa, si él tiene sus emociones, problemas de él”, reprochó la jurista.

Recordemos además que la oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional, cuando se hizo una presentación por parte de algunas organizaciones de Derechos Humanos a propósito del estallido social, resolvió que Chile tiene la capacidad de juzgar estos hechos en sede interna y por eso es que decidió no iniciar la investigación.

No obstante, a juicio de Fernández, “este término tipo de discursos, justamente lo que hace, es demostrar que tal vez en Chile no están las capacidades internas de realizar un juzgamiento. Y eso es algo que van a tener que demostrar los tribunales ahora, cuando se enfrente las causas de lesa humanidad”.

Para el también abogado de Derechos Humanos y querellante en el caso de Alex Núñez, Cristián Cruz, “la idea es que las peticiones dentro de un proceso judicial las haga las partes o interesados, porque cuando hay presiones políticas respecto de una investigación del Ministerio público, volvemos a viejos tiempos que hablan mal de un Estado de Derecho”.

También, a juicio del jurista, los dichos del mandatario también tienen otros efectos en el ámbito político.

“En la medida que un Jefe de Estado va cambiando de versiones o discursos, obviamente que eso tiene consecuencias en el ámbito político, de credibilidad y de apoyos. A estas alturas en lo personal poco me puede sorprender lo que diga el Presidente. Habrá que esperar en tres meses más qué es lo que diga en este tema”, ironiza Cruz.

Piñerismo valora discurso de Boric

Por el contrario, para la derecha, en particular entre los excolaboradores de Sebastián Piñera, no solo destacan los dichos del presidente Gabriel Boric, sino que refleja una cierta maduración del jefe de Estado.

“Considero que es una reflexión sincera, necesaria, que viene precedida de otras del propio presidente Boric que han dado cuenta de una maduración una vez en el ejercicio del cargo, y que ellos fueron brutalmente duros como oposición, como nunca antes se había visto y eso le genera un daño a la institucionalidad”, señaló el exvocero de La Moneda, Jaime Bellolio.

“El reconocimiento del presidente Boric de que las querellas, que no son solamente las legales, sino que también es la forma en la cual se hizo oposición, está mal y hay que reconocerlo como tal, me parece que abre un espacio de reflexión profunda sobre el estado de nuestra democracia”, sentencia en conversación con BioBioChile.

Respecto a las críticas, Bellolio criticó duramente al Partido Comunista por sus dichos contra el mandatario. 

“No era de extrañarse que los primeros que salieran a decir que están en desacuerdo son aquellos que han basado toda su historia política en torno al odio y en torno a la división, particularmente aquellas personas que son de la facción más extrema del Partido Comunista, que llegan al punto de una deslealtad suprema de calificar a su propio presidente de negacionista”, reprochó.

Así también, el exvocero de La Moneda y parte del denominado “piñerismo”, reconoce que podría ser favorable el hecho que se continúe con la tramitación de las querellas, para que sea finalmente la Justicia la que establezca una verdad jurídica respecto a lo sucedido en el estallido social.

“Sería mejor que existiera una verdad jurídica que va a desestima absolutamente todas las mentiras que han sido expresadas por el Partido Comunista y por organizaciones de fachadas de ellos mismos”, estima Bellolio.

Empero, el exministro de Piñera advierte que “lo que Chile necesita en materia de Derechos Humanos es que se ponderen las cuestiones con su debida gravedad y no que se utilice a la justicia para hacer política. Y por lo mismo me parece que las querellas que están basadas en mentiras, que están basadas en el intento de politizar la justicia, por supuesto que deberían ser retiradas”.

“Hay otras en que la justicia sí tiene que determinar qué es lo que pasó, cuál es la culpabilidad, quiénes son los responsables y cuáles son también las medidas de reparación. Porque en Chile, a diferencia de lo que creen esos parlamentarios de la ultra izquierda, existe estado de derecho”, remarca.

Consultado si considera que en Chile hubo violaciones a los derechos humanos, Bellolio guarda cautela, aseverando que eso es algo que tiene que determinar la Justicia, pero a nivel de responsabilidades individuales.

“Hay casos que están siendo investigados y que dan para ello. El propio presidente Piñera en su minuto también lo dijo así y es obvio de que son responsabilidades individuales y no institucionales. Y por lo mismo, cualquier otra figura que se pretenda hacer, está basada en la idea de politizar la justicia y no de honrar la dignidad humana”, opinó.

“El presidente Piñera participó activamente en la entrega de absolutamente todos los antecedentes que fueran necesarios y de todas las instancias que se pudo. Y por supuesto que habría sido mucho mejor que hubieran terminado esos juicios, muchos de ellos mentirosos, con una verdad jurídica, que es que en Chile la política más extrema trató de acusar a un gobierno democrático en donde ellos intentaron interrumpir el Estado de derecho, sin embargo, no lo lograron”, concluyó.