Sentimientos encontrados tenían los familiares de los militantes del Partido Socialista, Jorge Marín Rossel (19) y Williams Millar Sanhueza (42) quienes fueron secuestrados en septiembre del 73, porque después de 43 años, se establece la verdad del “secuestro agravado”, como señala la sentencia; pero desencantados porque los uniformados involucrados, recibieron condenas de 10 y 5 años.
La sentencia, cuya causa es llevada por el Ministro de Fuero, Mario Carroza, se conoció este martes 30 de agosto, coincidiendo el Día Internacional del Detenido Desaparecido. El proceso Rol Nº 2182-98 denominado “Pisagua: Jorge Marín y otro” determinó la responsabilidad en la desapareción dea Marín y Millar, de
Miguel Chile Aguirre Alvarez, del Ejército de Chile, condenado en otra causa de DDHH. Blas Daniel Barraza Quinteros, funcionario de Carabineros y Pedro Santiago Collado Martí, funcionario del Ejército, condenados a 10 años y 1 día de presidio. Además, Edmundo James Jahnsen Merino, Teniente Coronel (R) del Ejército de Chile yHans Karl Struckrath Morera, funcionario del Ejército, a 5 años y 1 día. Mientras, Conrado Vicente García Giaier,también del Ejército, resultó absuelto.
CASO MILLAR
Lisabeth Millar, hija de Williams, ha luchado incansablemente porque se determine la verdad y se castigue a los culpables, por eso, cuando se enteró del fallo se emocionó y sintió que alcanzó un logro. En su trabajo, no pudo contener la alegría.
Pero de pronto, como en una pantalla de cine, su memoria se fue hacia atrás; y habiendo conocido todos los vejámenes y horrores que sufrió su progenitor, la alegría se transformó en una profunda pena. 10 y 5 años, es nada, pensó, ante el tremendo sufrimiento de la familia. E irrumpió en un llanto desconsolado.
“Las condenas son insuficientes. Por eso como familiares apelaremos y si es necesario, presentaremos nuestra s demandas ante la justicia internacional… El Estado chileno no tiene la voluntad de avanzar… Tenía la esperanza que en un gobierno de una mujer, que estuvo presa, que su madre fue tortura y que su padre fue asesinado, lograríamos más… pero eso fue una ilusión”.
Lisabeth, conocida como Lichi, dice que por lo demás, una condena, 43 años después, es absolutamente insuficiente y descontextualizada.
Siente una profunda pena por el montaje del que fue objeto su padre junto al joven Jorge Marín, a quienes acusaron de morir en un enfrentamiento, parapetados en el Cementerio Nº 3, desde donde ultimaron al soldado Pedro Pardo Ortiz. “Toda esa historia quedó desmentida con este fallo”, dice como tratando de rescatar la memoria de su padre.
William Millar Sanhueza, de 42 años, 5 hijos, era trabajador de la empresa de Ferrocarriles del Estado. Era dirigente gremial y militante del Partido Socialista.
Fue detenido el 16 de septiembre de 1973, en su domicilio y dejado en libertad. Posteriormente, el día 24 del mismo mes, fue requerido mediante un Bando Militar, presentándose en su trabajo. De allí fue trasladado al Cuartel de Investigaciones y luego al Regimiento de Telecomunicaciones, desde donde se perdió su pista.
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