Vistas de página en total

lunes, 8 de agosto de 2016

Abogados de DDHH: La peligrosa senda tras verdad y justicia. Carmen Hertz. Parte III

|
Por Mario López M.
Cambio21 conversó con Carmen Hertz, quien superando su condición de víctima, se entregó en la lucha por el imperio de los DDHH. Hoy responde acerca de sus vínculos con los DDHH, los casos que más les impactaron, la situación de los presos ancianos hoy en Punta Peuco y otros temas, algunos de los cuales constituyen inéditas revelaciones.

Miles de recursos de amparo y querellas criminales, la inédita condena a Manuel Contreras en 1995, la detención de Pinochet en Londres en 1998 y su impacto, que cambió prescripciones y amnistías por condenas, así como su ampliación no solo a casos de ejecuciones y desapariciones sino que además a torturas y delitos sexuales, es obra de Insulza y de un gran número de juristas y colaboradores que han sacrificado muchas veces expectativas económicas y hasta su propia seguridad.

Las fichas de la Vicaría
En abril de 1977 Carmen Hertz volvía del exilio tras el asesinato de su esposo (Carlos Berger) por la Caravana de la Muerte y se topó  en la Plaza de Armas de Santiago con el abogado Gustavo Villalobos, quien la invitó a trabajar en la Vicaría de la Solidaridad.

"Allí comencé en la unidad de detenidos desaparecidos. Trabajo muy sensible, que  implicaba recopilar los antecedentes de cada una de las víctimas. Se confeccionaba una ficha antropomórfica con detalles que permitieran identificarlos, lugar de detención, testigos. Fue el principio de la base de datos donde pudimos captar lógicas, metodologías de represión, también el universo de las víctimas", dice.

Más allá de lo personal, lo que más le impactó "fue ir viendo caso a caso las víctimas, sus fotos, como unas chicas del MIR, jóvenes, veinteañeras; ver esos rostros... Recuerdo que eran además muy guapas, impactaba su vitalidad y saber detalles de lo horrendo que pasaron, secuestradas, escuchar a testigos, dónde habían sido llevadas.  Conocer lo ocurrido con la gente secuestrada fue de una violencia tremenda. Aunque uno se fuera curtiendo, porque no quedaba otra. Éramos como médicos de morgue, decíamos".

El recuerdo de José Manuel
Carmen Hertz relata que "el asesinato de José Manuel Parada fue una de las cosas más horribles que nos pasaron en la Vicaría, inesperado. Fuimos objeto de muchas agresiones, el cierre del Comité Pro Paz por la dictadura, en que detuvieron a Hernán Montealegre, José Zalaquett y tantos otros. En 1988 fue asesinada la empleada de mi casa, porque asumí la defensa de varios de los militantes del Frente que participaron en el atentado a Pinochet. Ella es Sofía Yáñez, víctima oficial de violación de DDHH... Tanto daño", medita.

"Lo de José Manuel Parada fue horroroso, todo lo que pasó, desde que lo secuestraron hasta que encontraron el cuerpo, escuchar por Radio Cooperativa y saber que eso fue una ejecución... entrar al Instituto Médico Legal a reconocerlo junto a otros colegas, fue horrendo", recuerda.

No es lo único: "Otro caso fue el de los 119, cuando se ve que las listas publicadas en diarios extranjeros (Argentina y Brasil) era exactamente igual al amparo masivo que había colocado la Vicaría, puesto de la misma manera y hasta con los errores tipográficos de la máquina de escribir... Cuando hubo ese convencimiento de que los nombres habían sido copiados del amparo y los daban por muertos en supuestos enfrentamientos, ahí se tuvo la convicción muy dolorosa de que los habían matado. Fue muy impactante", reflexiona la profesional.

Molinos de viento
Hertz, asegura que "se ha conseguido verdad, pero dosis muy relativas de justicia. El inicio de los 90, con prescripciones y amnistías, fue muy duro, era luchar contra molinos de viento. Sume los intentos de sectores políticos de enmascarar impunidad, redactando artículos en apariencia inocentes".

"Duró hasta que sucedió la detención de Pinochet en Londres y la declaración de la Corte de los Lores que lo declararon extraditable. Estaba con Alfonso Insunza en esos momentos -recuerda Hertz- y lo sentimos de verdad un triunfo nuestro. Era como la primera victoria que teníamos como colectivo, pues le habíamos entregado todos los antecedentes a Joan Garcés y al Juez (Baltazar) Garzón".

Los "pobres viejitos"
Para la profesional, "hoy también hay un intento de impunidad. Estamos en un ‘ambiente de lástima' en que todos los violadores de DDHH son unos viejitos, en que todos han vivido en la impunidad salvo unos pocos y que comienza desde que condenaron a (Sergio) Arredondo a presidio efectivo por el caso Caravana de la Muerte. A raíz de él empieza esta campaña de los ‘pobres viejitos'; él, que vivió hasta los 90 años sin que le pasara nada, que pudo disfrutar de aquello que él les negó a decenas de jóvenes en octubre de 1973", recalca Carmen Hertz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores