Fue el 3 de enero de 2008. Un grupo decidió realizar una toma pacífica en el fundo Santa Margarita, de propiedad del empresario Jorge Luchsinger. El terreno era reivindicado por la comunidad Lleupeco-Vilcun. Esa fue la última acción que realizó en vida Matías Catrileo, joven de tan solo 23 años, estudiante de Agronomía en la Universidad de la Frontera y militante de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM).
El cabo segundo del Gope, Walter Ramírez, desenfundó su sub ametrelladora UZI y disparó contra el grupo que escapaba del fundo. Una bala dio directo en Matías Catrileo. Ramírez sería condenado por “violencia innecesaria”, pero no pasaría ni un solo día en la cárcel.
A 10 años de su asesinato, la CAM preparó un homenaje hacia la figura de Matías Catrileo, reivindicando su lucha por la recuperación territorial y la reconstrucción de la nación mapuche. A través de un video, los voceros de la organización Ramón Llanquileo y Héctor Llaitul se refieren al legado que deja el weychafe Catrileo en el pueblo mapuche.
Llanquileo cuenta que él fue quien realizó la llamada a Radio Bío Bío, donde se informa de que una bala de Carabineros impactó a Matías. “Sin medir provocación, empezaron a disparar”, recuerda el vocero de la CAM, presenta esta fatídica jornada del 3 de enero.
“Pasa Matías cerca mío y me dice: ‘me dieron, me dieron’. Le digo aguanta, sin ver donde estaba el impacto de bala. Le extiendo la mano para agarrarlo y hacerle impulso, pero no logra cruzar el canal. Cayó inmediatamente” cuenta Llanquileo.
Recuerdo que le saqué la madre a todos porque querían dejar el cuerpo ahí. Bajé inmediatamente y lo sostuve hasta su último respiro. Son situaciones que a uno lo marcan, que ayudan a hacer definiciones (…) el  punto central, no se si es valentía, pero recuerdo más a los peñis chicos, 14-16 años, acompañando, sacando el cuerpo del canal. Los dirigentes rajaron a la cresta y fue decisión mía de no entregar el cuerpo. Lo sacamos, con alambres, cinturones, lo amarramos y lo sacamos. Improvisamos la camilla y no quisimos sacarle el cuerpo como trofeo a  la parte represiva”, afirma el dirigente.
“Queremos rendir un homenaje en su figura a toda nuestra gente que esta participando en procesos de recuperación territorial, de la autonomía para nuestra nación mapuche”, asegura por su parte Héctor Llatitul.
Nuestro peñi cayo combatiendo, luchando. En lo complejo de los procesos de recuperación de tierras, la definición de la organización fue siempre luchar decididamente contar un enemigo definido, el capitalismo representado en la actividad forestal, de las centrales hidroeléctricas y la presencia de latifundistas, ex colonos, que han mantenido andamiaje de opresión hacia nuestro pueblo, principalmente los mas racistas hacia nuestra gente. En este caso, era la lucha contra Jorge Luchsinger, un representante del racismo. En esas condiciones cayo nuestro peñi Matías Catrileo”, agrega el vocero de la CAM.
“Nosotros lo reivindicamos en el control territorial, lo homenajeamos en el terreno, en la lucha constante de nuestra gente”, finaliza.