Michelle Bachelet 2026: ¿Entre presidenta por 3ª vez o Secretaria General de la ONU?
Por: Paola Cruz Yáñez | 30.06.2024
En asuntos políticos, el Medio Cielo es fundamental, ya que indica cuándo una persona está proclive a asumir una responsabilidad a nivel público. El Medio Cielo de Michelle Bachelet estará muy activo en 2026, ya que habrá una configuración astrológica muy importante que ocurre cada 36 años.
En la encuesta de CADEM de mediados de junio, ante la pregunta de por quién votarían en una segunda vuelta de la elección presidencial si estuvieran Evelyn Matthei y Michelle Bachelet en la papeleta, se encontró una diferencia de solo 7 puntos entre ambas, siendo la candidata de derecha la favorita.
Pese a la ventaja de Matthei, las distancias no son amplias, considerando que la ex presidenta no ha hecho esfuerzo por captar la atención de posibles votantes.
En astrología, se pueden conocer tendencias en la vida de las personas a partir de la lectura de una carta astral: por ejemplo, cuáles son las épocas propicias para un ascenso laboral, tener un hijo o empezar una relación de pareja.
Al igual que ocurre con los demás seres vivos, hay épocas que son más propicias para el desarrollo y el crecimiento que otras.
En este sentido, se observa que la carta natal de Michelle Bachelet está sumamente bien aspectada para el año 2026, año en el cual habrá cambio de mando.
Existe un punto llamado Medio Cielo en las cartas astrales, que se utiliza para identificar momentos en que una persona puede tener una mejora laboral, alcanzar metas importantes, o tener éxito.
En asuntos políticos, el Medio Cielo es fundamental, ya que indica cuándo una persona está proclive a asumir una responsabilidad a nivel público.
El Medio Cielo de Michelle Bachelet estará muy activo en 2026, ya que habrá una configuración astrológica muy importante que ocurre cada 36 años aproximadamente: la conjunción Saturno-Neptuno (la que casualmente posee un lugar relevante en la carta natal de Chile), indicando que será un año crucial en su carrera política.
No solo está ese aspecto, sino que hay múltiples configuraciones astrológicas que sugieren que 2026 será un año excepcionalmente favorable para alcanzar algún cargo de alto rango, ya que se formará en el cielo un triángulo llamado "cabeza de barrilete" sobre el punto del Medio Cielo de Michelle Bachelet, y que durará años.
Esta configuración ayudará a que haya avances y crecimiento en la vida de un conjunto de personas que tengan ciertas posiciones en su carta natal, y en el caso de Michelle Bachelet, se tratará de un potencial crecimiento como figura pública. La pregunta es: ¿ella querrá asumir la presidencia de Chile por tercera vez? En la prensa ha sido taxativa al indicar que no, y es posible que sea porque su horizonte es otro.
Durante el año 2026 serán las elecciones para Secretario de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde ella ya es un nombre que despierta interés. No es fácil obtener ese puesto, ya que debe contar inicialmente con apoyo de los países del Consejo de Seguridad: EE.UU., China, Rusia, Reino Unido y Francia.
No obstante, las posiciones astrológicas son muy favorables para ella, incluso en el terreno internacional, siempre y cuando tenga la voluntad de presentar su candidatura para el cargo.
Al respecto, vale acotar que, para ese año, se formará en su carta progresada una figura astrológica que ha estado presente en las otras dos ocasiones que ha sido electa presidente.
Por lo tanto, la pregunta queda así: ¿Querrá Michelle Bachelet ser la próxima Secretaria General de Naciones Unidas? Desde ya, sepa que las posiciones astrológicas estarán muy favorables tanto para una candidatura al interior del país como en el ámbito internacional.
Paola Cruz Yáñez es cientista política y autora de Astrología Mundana.
El país -dizque- más poderoso del mundo debe elegir un presidente... y los electores tienen dos opciones: la peste o el cólera. El mundo dominado por el imperio no lleva velas en este entierro, como no sea para su propio funeral. Mientras tanto Francia se precipita al abismo en los brazos de Micron (perdón, Macron) y la UE se ve sumergida por una ola de neofascismo. Ahí estamos...
“La presencia simultánea de un enorme sector militar y de una vasta industria del armamento es un hecho nuevo en nuestra historia. Esta combinación de factores tiene repercusiones perceptibles en cada una de nuestras ciudades, en las Cámaras legislativas de cada uno de los Estados que constituyen nuestro país, en cada oficina de la administración federal. Cierto, esta evolución responde a una necesidad imperiosa. Pero debemos comprender lo que ello implica, porque sus consecuencias son graves. Nuestro trabajo, nuestros recursos, nuestros medios de existencia están en juego, y hasta la estructura misma de nuestra sociedad. Tenemos que velar para impedir que el complejo militaro-industrial adquiera una influencia injustificada en las estructuras gubernamentales, la haya buscado conscientemente o no. Nos encontramos frente a un riesgo real, que se mantendrá en el futuro: que una concentración desastrosa de poder en manos peligrosas se vaya afirmando. Debemos velar para no dejar jamás que el peso de esta asociación de poderes ponga en peligro nos libertades o nuestros procedimientos democráticos. No debemos considerar nunca nada como adquirido. Sólo un pueblo informado y vigilante logrará obtener que la inmensa máquina industrial y militar que es nuestro sector de la defensa nacional se ajuste sin chistar a nuestros métodos y a nuestros objetivos pacíficos, para que la seguridad y la libertad puedan prosperar juntas.”
(Mensaje de adiós del presidente Dwight D. Einsenhower – 17 enero 1961)
escribe Luis Casado
Que Ike estaba en lo cierto lo prueba el carácter agresivo, guerrerista y militaroide del Imperio.
En su último libro, “La derrota de occidente”, Emmanuel Todd concluye en que los EEUU estimulan y aceleran todas las guerras que estallan en el mundo, forma casi exclusiva de su acción diplomática.
Y agrega que su política exterior está impregnada del nihilismo que satura la sociedad yanqui, sin ningún otro objetivo que el de mantener el poder omnímodo que ha ejercido durante décadas en el mundo, en un periodo de decadencia económica, cultural y militar.
Ucrania y Gaza -entre otros- son las pruebas que avanza Emmanuel Todd: echarle gasolina al fuego actuando como un bombero pirómano, es la reacción preferida de las elites de Washington, abandonadas sin remisión a los intereses del complejo militaro-industrial denunciado por Einsenhower quién, -no hay que olvidarlo-, era republicano y fue general del ejército yanqui durante la II Guerra Mundial.
En una entrevista en TV, hace un par de días, Emmanuel Todd argüía con motivo de las elecciones presidenciales yanquis:
“¿Porqué hablan del peligro Trump? El peligro son los Estados Unidos de América, republicanos y demócratas por igual”.
Me complace ver que mi propia opinión es compartida: para mí lo único peor que un republicano es un demócrata. Y viceversa.
El patético debate presidencial entre Biden y Trump del 27 de junio pasado – un intercambio de invectivas y banalidades – mostró el poco nivel, la ausencia de envergadura y la bajeza moral de ambos candidatos, sin olvidar la senilidad evidente del primero.
No es por incordiar, pero si Trump (78 años de edad) y/o Biden (81 años de edad) buscasen un empleo como porteros - o para el caso cualquier otro empleo- en cualquier país de Europa... lo único seguro es que serían rechazados de plano. Dinamarca e Italia, los países que te obligan a trabajar hasta más tarde, disponen la jubilación... ¡a los 68 y los 67 años respectivamente!
Cualquier hijo de vecino sabe que a partir de los 50 años de edad es más difícil que las empresas te contraten. Mejor aún, si a los 62 años de edad no tienes curro... ni siquiera estás obligado a buscar uno para recibir tus indemnizaciones sociales.
Lo cierto es que en esta democracia hecha de apariencias ocurre lo mismo que bajo otros cielos, -Chile por ejemplo-, en donde quienes ocupan el palacio presidencial se ocupan de cuestiones ancilarias. El pueblo es mantenido rigurosamente al margen de lo que importa, y las decisiones importantes son tomadas en los despachos de las grandes empresas, las multinacionales y el mundo de las finanzas.
En EEUU, quienes tiran los hilos tras las bambalinas forman parte del ya mencionado complejo militaro-industrial debidamente acompañados del mundo de las finanzas que se enriquecen con el demencial presupuesto de la Defensa de los EEUU: U$ 883 mil millones en el presente ejercicio 2024 (Fuente: US Senate Comitee on Armed Services).
Por su parte, el International Institute for Strategic Studies (IISS), en la edición 2024 de su The Military Balance, ofrece las siguientes cifras para los presupuestos militares 2024:
A ellos solos, los EEUU gastan en juguetes para la guerra el 37% del total planetario, o bien el 54,30 % de los ocho primeros países... Dwight D. Einsenhower debe estar como pirinola en su tumba.
Biden o Trump, Trump o Biden, de qué ocupar a los incautos que piensan que yendo a votar deciden de los destinos de la Unión. Visto desde Europa, o de África, o del Medio Oriente, o desde el Pacífico... se trata de escoger entre la peste y el cólera.
Mientras tanto, el complejo militaro-industrial... ¡Bien, ¡gracias!
Era el 29 de junio de 1973, en un día como hoy hace 51 años. Era una fría y gris mañana de invierno en Santiago de Chile cuando un inusual desfile de unos 16 vehículos armados -incluyendo tanques M41 Walker Bulldog-, comenzó a avanzar por las calles del centro de la capital chilena. Su regimiento estaba en la calle Santa Rosa al llegar a Avenida Matta, a unos cinco kilómetros del Palacio de La Moneda, donde hoy hay unos edificios bajos de residencia.
Los tanques se dirigían al palacio presidencial y al ministerio de Defensa cuyo ministro era José Tohá, padre de la actual ministra del Interior Carolina Tohá, ubicado a pocos metros de La Moneda. Tohá fue también ministro del Interior de Allende.
Pasadas las 9 de la mañana, ya instalados en los puntos de destino, los más de 80 soldados que lideraban la ofensiva abrieron fuego, disparando sus metralletas sin clemencia hacia los edificios gubernamentales.
Eran dirigidos el grupo de militares por el comandante del Ejército, Roberto Souper, conocido por sus ideas ultra derechistas, como se supo después de la asonada golpista, que fue apoyada por el grupo civil armado de ultra derecha Patria y Libertad, quiénes se asilaron en la embajada de Ecuador, luego de fallar el intento de golpe.
Se trataba de un intento de golpe militar en contra del gobierno liderado por Salvador Allende, el primer presidente socialista elegido democráticamente en el mundo. Era un "entrenamiento" de lo que pasaría 70 días después en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
El regimiento blindado -integrado en su mayoría por oficiales intermedios y liderado por el teniente coronel Roberto Souper-, se había sublevado y había decidido atacar sin importar las consecuencias y en desobedencia con la planta mayor de las Fuerzas Armadas de Chile.
La subversión era apoyada por civiles de Patria y Libertad, una organización armada de extrema derecha que realizaba acciones de sabotaje en contra del gobierno de la Unidad Popular de Allende.
El camarógrafo que grabó su propia muerte
Pero hubo un hecho que ocurrió el 29 de junio de 1973 cerca de las 11 de la mañana en calle Agustinas, cerca de Morandé a unos 100 metros de La Moneda y que marcó a periodistas y camarógrafos. Ocurrió en el frontis del Banco Central.
Leonardo Henrichsen un destacado camarógrafo argentino que había participado en los primeros rodajes en exteriores, además de acudir al juicio contra Regis Debray en Bolivia luego de la muerte de Ernesto Guevara en 1967 fue asesinado por militares que le dispararon a unos 60 metros con sus pistolas y sus fúsiles. Como que le hacían blanco para dispararle. Era "peligroso" porque grabar para mostrar las brutalidades del Ejército era calficado de peligro.
En Chile Henrichsen, llevaba varios meses trabajando en la corresponsalía de la televisión sueca junto al periodista Jan Sandqvist cuando ese 29 de junio fue ultimado por una patrulla militar que participaba del levantamiento encabezado por el teniente coronel Roberto Souper y que usted lo puede ver en la nota de video, que incluye a este video de TVN.
Las imágenes de Henrichsen esa mañana son recordadas en el mundo entero por haber grabado su propia muerte. Un monolito a ras de piso aún está en el frontis del Banco Central en memoria de Leonardo Henrichsen. Lo inauguró la exalcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, hoy ministra del Interior. Y se instauró que este día 29 de junio es el día del camarógrafo en memoria de ese cruel asesinato.
El caos fue total
El intento de golpe fue sin el apoyo de otras ramas de las fuerzas armadas, sólo por esta facción del Ejército. Las personas que trabajaban en el centro de Santiago siguieron con sus actividades normales y sólo alrededor de las 11 de la mañana se fueron todos a sus casas.
El pánico se apoderó de los trabajadores de las áreas circundantes y de todos aquellos que ese día pasaban por el centro de la ciudad. Se podía ver a las multitudes corriendo, intentando refugiarse de los disparos.
Perplejas y sorprendidas las radioemisoras trataban de explicar lo que estaba sucediendo. "Se les pide, ante la situación caótica, abstenerse de venir al centro, mantenerse en sus casas. Estamos viviendo un "clima de guerra", emitió Radio Agricultura, que era un medio furibundo opositor al gobierno de Allende.
Es más, pertenecía como lo es ahora a la Sociedad Nacional de Agricultura, cuyo presidente era Benjamín Matte, integrante de Patria y Libertad y que fue el primero en asilarse junto al abogado Pablo Rodríguez, en la embajada de Ecuador por su responsabilidad y apoyo en la asonada golpista.
El presidente Allende monitoreaba el ataque desde su residencia, ubicada en el oriente de Santiago, en la calle Tomás Moro, a unos 15 kilómetros del palacio presidencial. "Un sector sedicioso se ha levantado. Es un pequeño grupo de militares facciosos que rompen con la tradición de lealtad", dijo en un discurso transmitido a todo el país.
"Llamo al pueblo, primero, a que tome todas las industrias, todas la empresas, que esté alerta, que se vuelque al centro, pero no para ser victimado. Que el pueblo salga a las calles pero no para ser ametrallado, que lo hagan con prudencia. Con cuantos elementos lo hagan en sus manos. Si llega la hora, armas tendrá el pueblo", agregó.
Mientras tanto, el comandante en Jefe del Ejército, general Carlos Prats, que era ministro del Interior, comenzó a dirigir una contraofensiva para sofocar la rebelión. Meses después fue asesinado por sus propios compañeros de armas, junto a su esposa. Pero esa es otra historia...
A eso de las 10:30 horas, los regimientos leales al gobierno de Allende comenzaron a rodear a los insurrectos. Prats llegó hasta La Moneda donde se reunió con otros militares, entre ellos, su segundo, el leal Augusto Pinochet, quien, vestido con uniforme de combate, casco y armamento, estaba liderando uno de los regimientos que batallaba contra el intento de golpe. La rebelión terminó siendo controlada al mediodía de ese viernes de 1973.
El teniente coronel Souper se rindió y fue detenido junto a casi la totalidad de los oficiales de su unidad, mientras los líderes del movimiento de extrema derecha Patria y Libertad -entre ellos su máximo dirigente Pablo Rodríguez Grez- se refugiaron en la embajada de Ecuador.
Allende, en tanto, declaró Estado de Emergencia por los siguientes 6 meses. El ataque -recordado como "Tanquetazo" y dejó un trágico saldo de 22 muertos y 32 heridos, la mayoría de civiles. También a un país tambaleado, sumido en una profunda crisis; con miedo y desconcierto.
El "entrenamiento" para el Golpe
Y es que esta frustrada rebelión dejó en evidencia algo que desvelaba a muchos: se quebró la idea de que en Chile -que tenía un fuerte vínculo con la democracia- las Fuerzas Armadas no intervenían, que eran institucionales y que actuaban unidas y apegadas a la Constitución.
Y lo que es aún más importante: aceleró el sangriento golpe militar que vendría un poco más de dos meses después (11 de septiembre de 1973) y que terminaría con Allende muerto en La Moneda y Augusto Pinochet en el poder.
Para entender por qué se originó el "Tanquetazo", primero hay que repasar lo que estaba pasando en Chile -y el mundo- hace 50 años.
Salvador Allende había asumido la presidencia en 1970, en medio de la Guerra Fría, apoyado por la Unidad Popular, una coalición de partidos de izquierda.
¿Por qué fracasó?
El fracaso del plan se puede explicar a través de distintos elementos pero, sin duda, el más relevante es que en ese momento no había una total cohesión de las Fuerzas Armadas detrás de la idea de derrocar a Allende.
Ese 29 de junio las unidades militares no actuaron unidas y, de hecho, los insurrectos no obtuvieron el apoyo que esperaban.
Por eso es que la sublevación del 29 de junio fue sofocada tan rápidamente por el resto de las Fuerzas Armadas. Pero, si bien esto tranquilizó a los líderes de la izquierda chilena -que lo interpretaron como un acto de lealtad de los uniformados a su gobierno-, en las aguas subterráneas de las unidades militares se estaba incubando la idea contraria: muchos llegaron al convencimiento de que un golpe militar era realmente necesario.
Habían perdido la confianza en una salida política a la crisis y la tensión en el Ejército fue cada vez mayor.
"Después del Tanquetazo, la minoría que apoyaba el derrocamiento a Allende pasó a ser mayoría. El alto mando se dio cuenta de que ya no dominaba a sus oficiales.
El golpe final del 11 de septiembre
Entre otras cosas, el "Tanquetazo" ayudó a las unidades de inteligencia de las Fuerzas Armadas a medir la capacidad de contraataque de la Unidad Popular ante un eventual golpe militar.
"Los generales se dieron cuenta de que las fuerzas de izquierda no funcionaban como deberían. De hecho, hay un informe de la inteligencia cubana que dice algo así como 'nos extraña, podrían haber atacado los tanques con bombas molotov'. Estaban indignados porque no había habido una reacción real", comenta el historiador Joaquín Fermandois.
"El Tanquetazo les sirvió a los militares para planificar el golpe definitivo del 11 de septiembre. No hay duda en eso", afirma Roberto Thieme, uno de los líderes de esa asonado golpista y que murió hace unos meses.
Thieme afirma que otra de las consecuencias del "Tanquetazo" fue el "fin político" del movimiento Patria y Libertad. "Fue la muerte del movimiento desde el punto de vista político. Nosotros pensábamos que alguna vez íbamos a llegar al poder con un plan nacionalista popular. Pero el hecho de que las directivas se hayan asilado, creó una imagen de cobardía. El movimiento quedó descabezado, disperso", explica Thieme que posteriormente se transformó en una persona más ligada a las ideas de centro izquierda criticando a la derecha y ultra derecha..
Por otra parte, tras el fracasado derrocamiento también se intensificaron los preparativos de defensa de la izquierda. "Salieron varios políticos a Europa Oriental a pedir armas. Fidel Castro también había mandado armas. Pero no fue una operación eficaz", señala Fermandois.
74 días después del Tanquetazo, Chile vivió uno de los momentos más dolorosos de su historia política.
El golpe final perpetuado por las Fuerzas Armadas -esta vez totalmente cohesionadas y lideradas por el entonces leal a Allende, Augusto Pinochet- llevó al país a una larga dictadura militar que dejó un saldo de más de tres mil muertos y 38 mil víctimas de crímenes de lesa humanidad, según la Comisión Valech, un organismo creado para esclarecer la identidad de las personas que sufrieron privación de libertad y torturas.
El lema universal dice: "Menos presos políticos, y más políticos presos". Eso va bien de Chile a Gran Bretaña, y de Francia a EEUU. Nuestra solidaridad universal con Julian Assange logró liberarlo. Ahora le toca a Daniel Jadue. La Justicia (?) chilena, tan pronta a consagrar la inocencia de los ladrones, tiene que sacarse la venda con agujeros que tiene ante los ojos.
Desde la cárcel
escribe Héctor Vega - Santiago, junio 27, 2024
Grandes casos llevados a la justicia, se invisibilizan en un país que vive de engaños e hipocresías.
Es lo que sucede con Héctor Llaitul que defiende una causa que el Estado de Chile nunca ha reparado y que decidió terminar a sangre y fuego a fines del siglo XIX. Quienes despojaron de sus territorios al Pueblo Mapuche, tuvieron reconocimiento público por servicios prestados a un Estado que desconoció tratados, vulneró acuerdos y derechos y, cuyos capítulos vergonzosos de la historia de Chile quedaron registrados en crónicas, notarías y sentencias judiciales. Es más, hay calles de la capital que exhiben nombres de militares, en reconocimiento a sus crímenes cometidos en el Wallmapu y en complicidad con la institucionalidad civil de la República.
Cuando Daniel Jadue decidió que los viejos no podían quedar en manos del Cartel de la especulación farmacéutica, había que cortar de raíz este intento de rebelión; tamaña sensibilidad ante la tercera edad no podía tolerarse – provenía de un comunista. Actos de este tipo son sospechosos, por eso se denunciaron alevosas intenciones de enriquecimientos personales, fraudes en contabilidades municipales. Pero, al mismo tiempo, no era posible que el resto de las comunas careciera de los mismos servicios que Recoleta exhibía. Por eso, aún en el triángulo de las comunas de mayor riqueza de la Región Metropolitana, desde las buenas intenciones de sus habitantes, surgieron otras tantas farmacias comunitarias. No nos olvidemos que Daniel Jadue fue precandidato presidencial, que en estas lides no pueden darse ventajas y que uno menos en el punto de partida, es ya una ganancia apreciable.
Para que no hubiera dudas acerca de cómo hacemos justicia en este país, ambos, Llaitul y Jadue, desde la cárcel, debieron entender que con la defensa del capital y la honra de los que decidieron terminar con el Pueblo Mapuche, no se juega.
Esto no es nuevo. Hace ya casi 20 años Fiscales y Jueces, ignorando testimonios falsos, decidieron la cárcel para Jorge Lavandero, un senador que denunció por años, desde el Senado de la República, el robo de nuestras riquezas naturales por las Transnacionales que las explotan. Acusado de delitos infamantes, su nombre fue sometido al escarnio público. Políticos y periodistas se solazaron en la vil exhibición de este linchamiento público.
Defender la lucha secular del Wallmapu; defender la Salud del Pueblo; defender las riquezas naturales de nuestro territorio, es un delito en Chile.
Delitos que, hoy nos enteramos, es juzgado por los mismos Tribunales que aparecen en el celular de un abogado-lobista que confundió la profesión con el tráfico de influencias. Actividad bien remunerada, pero que en pone en duda la objetividad de sentencias judiciales y la carrera misma de la magistratura.
Durante la Convención Constitucional (plebiscitada y rechazada el 4 de septiembre de 2022) propusimos, en representación de la Fundación Nueva Educación y Sociedad, FNES, la formación de un Consejo General del Poder Judicial como órgano de gobierno del Poder Judicial, cuya ley orgánica debía establecer su estatuto y régimen de incompatibilidades de sus miembros y sus funciones, en particular en materia de nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario.
Esta propuesta fue ignorada, pero los hechos que hoy se investigan en el seno de la Corte Suprema, por influencias indebidas en los nombramientos de ministros y jueces, señala que teníamos razón de crear un organismo que gobierne a los miembros del Poder Judicial: justicia dentro de la Justicia.
Instalada la duda acerca de quienes imparten justicia, la judicialización de la política, práctica inveterada de los y las profesionales de la política para liquidar a sus adversarios, es una clara referencia a los casos aquí planteados de Héctor Llaitul, Daniel Jadue y Jorge Lavandero.
Esto señala la crisis en que se debate la viabilidad misma de la República, por eso, desde la cárcel decimos BASTA, esto no pasará.
Esta madrugada se votó la ley Bases y el Paquete Fiscal en Diputados
La Cámara baja sancionó la primera ley del gobierno de Javier Milei, que incluye el regreso de ganancias para los trabajadores, bajas de impuestos para los más ricos, una regresiva reforma laboral, facultades extraordinarias para el Gobierno, privatizaciones y beneficios exorbitantes para las multinacionales.
. Imagen: NA
La tercera es la vencida y tras seis meses de idas y vueltas, de sesiones fallidas y cientos de artículos modificados, de misiles presidenciales contra el “nido de ratas” del Congreso y una oposición dialoguista que le rogaba al gobierno que los ayudara a ayudarlos, la Cámara de Diputados votó la primera ley de Javier Milei y se prepara para sancionar la segunda. Pasada la una de la mañana, la Ley Bases – que incluye una regresiva reforma laboral, facultades extraordinarias para eliminar organismos públicos, la privatización de ocho empresas públicas y un régimen de inversiones con beneficios exorbitantes para las empresas multinacionales – fue sancionada, con las modificaciones introducidas por el Senado, con el respaldo del PRO, el radicalismo, Hacemos Coalición Federal y gran parte de las fuerzas provinciales con 147 votos a favor y 107 en contra con 2 abstenciones.
El paquete fiscal, con su reversión del impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales, también consiguió apoyo mayoritario. El regreso del impuesto a las ganancias para los trabajadores obtuvo 136 votos a favor y 116 en contra, con 3 abstenciones. La rebaja en los Bienes Personales para los más ricos alcanzó 134 votos positivos frente a 118 en contra y también 3 abstenciones. Se abre ahora la instancia de la judicialización, sobre todo del impuesto a las Ganancias, por lo irregular del trámite seguido.
Desde temprano, en la Cámara de Diputados predominaba el cansancio y la sensación de que, tras seis meses de debate, se cerraba finalmente una etapa del gobierno de Milei. Los radicales y pichettistas, que luego acompañarían la sanción de las dos leyes, sacaban pecho y aseguraban que “ahora al presidente se le acabaron las excusas”. El oficialismo, mientras tanto, se mostraba exultante: había logrado reunir quórum pasado el mediodía sin ningún problema y se movía tranquilo con la seguridad de que, a la madrugada, podría finalmente ofrecerle al presidente las dos primeras leyes de su gestión. Ninguno había querido perderse el acontecimiento y, desde temprano, se vio pasar a Karina Milei y Victoria Villarruel – que llegaron al mismo tiempo pero no intercambiaron palabra -, así como a Guillermo Francos.
La única fuente de malestar oficialista giraba en torno al poroteo por la restitución de Ganancias para todas las personas que cobran más de 1,8 millones de pesos. La votación del paquete fiscal constaría de cuatro votaciones: primero el artículo 111 referido al gasto tributario, después Ganancias, Bienes Personales y, finalmente, el resto del proyecto con las modificaciones del Senado. Y la rebelión de los radicales sin techo, como Karina Banfi, Fabio Quetglas o Roxana Reyes, tenía nervioso al gobierno: los diputados de la UCR se venían quejando de tener que arrastrar el costo político de una medida impopular cuando el presidente, que había votado en contra de Ganancias cuando era diputado, después saliera a acusarlo de “degenerados fiscales”. Tanto nerviosismo terminó demostrándose infundado.
Ninguno de los radicales quería quedar marcado como el responsable de que Ganancias terminara siendo rechazado, por lo que la mayoría se mostraba dispuesto a negociar. La mayoría exigía fondos para financiar obras en municipios radicales. Otros, mientras tanto, reclamaban un diálogo más aceitado con el gobierno nacional. La mayoría coincidía en que, al final del día, el impuesto se aprobaría, pero el número estaba finito, y se veía correr por los pasillos a la mendocina Pamela Verasay, así como otros radicales mileístas, trabajando para ordenar el bloque.
Distinto era el caso para Bienes Personales, capítulo que en abril había acompañado todo el bloque y que, ahora, la UCR sufriría al menos siete pérdidas de la línea Manes y Evolución. El oficialismo, sin embargo, igual contó con el número para aprobarlo.
El dilema peronista
Frente a la incertidumbre por Ganancias, el oficialismo apuntaba los cañones al peronismo. Específicamente a los cuatro catamarqueños que responden a Raúl Jalil que, en la votación de abril, se habían abstenido (excepto uno, Sebastian Nóblega, que había votado a favor). “Los gobernadores le están respirando en la nuca a algunos diputados. Acompañarán, los putearán, pero lo importante es no romper”, analizaba, ya resignado, un dirigente sindical de UxP. El bloque venía de mantener dos largas reuniones en las que se había escuchado las explicaciones de los legisladores que habían acompañado algunos puntos de la Ley Bases y el paquete fiscal y, pese algunas recriminaciones internas, se había coincidido en que lo importante era mantener la unidad del bloque en tanto única oposición “verdadera”. El objetivo era rechazar las leyes del oficialismo, admitiendo que habría algunas filtraciones inevitables, y prepararse para la segunda etapa.
La mayor disyuntiva, sin embargo, era el RIGI. Debido al formato de la votación, que ponía a consideración el dictamen de mayoría que aceptaba las modificaciones realizadas por el Senado, no había posibilidad de una votación en particular. Por lo que para acompañar el RIGI, los sanjuaninos y catamarqueños (que ya lo habían votado) tendrían, ahora, que votar a favor de la Ley Bases en general. El clima estaba espeso, sin embargo, ya que la experiencia del Senado –en donde varios peronistas habían acompañado el RIGI– había terminado con un festival de amenazas de expulsión del PJ. Los sanjuaninos, como Walberto Allende o Ana Aubone, venían de reivindicar el efecto que el RIGI tendría sobre la explotación minera de sus provincia y algunos especulaban con que podrían terminar acompañando la ley. Al cierre, sin embargo, Allende aportó una de cal y una de arena: reivindicó la actividad minera, pero rechazó todo el articulado de la Ley Bases.
Judicialización y fin de ciclo: el debate final en Diputados
“Lo que hay hoy es un gran acuerdo de distintos sectores políticos confirmando el rumbo que votó el pueblo argentino. Esperamos que hoy esta ley sea el comienzo de un cambio”, celebró Santiago Santurio, quien, como la mayoría libertaria, destacaría los seis meses de debate –en los que el gobierno había tenido que resignarse a negociar con la casta política– como una bondad que había permitido sacar la mejor ley posible. Durante el correr de las horas, sin embargo, gran parte del debate terminaría girando en torno a una posible judicialización del paquete fiscal, específicamente por el capítulo de Ganancias y Bienes Personales, que habían sido rechazados por el Senado.
“Los jueces van a recibir cientos de miles de demandas, pero no del kirchnerismo, sino por lo menos de 800 mil trabajadores que se le cambió tres veces su situación impositiva en los últimos 9 meses”, advirtió Vanesa Siley (UxP), que denunció que insistir en la aprobación de Ganancias y BBPP iba contra el artículo 81 de la Constitución: “Los dos títulos del paquete fiscal poseen autonomía normativa y se estructuran como leyes propias, por lo que desechadas totalmente no pueden volver a ser tratadas”.
“Le corresponde a la Cámara de Diputados decidir si insiste o no. Es lamentable que quienes se ven derrotados en el ámbito parlamentario pretendan judicializar la política”, la cruzó el libertario Nicolás Mayoraz. Fue Silvia Losppenato, sin embargo, quien tomó la posta para defender la interpretación constitucional del gobierno: “No existe en la Constitución impedimento alguno para tratar varias materias en una ley. Lo que no pudieron en las urnas pretenden conseguirlo en los estrados judiciales. ¿Pero saben qué? Van a correr la misma suerte que corrieron hasta ahora. Señores integrantes del club del helicóptero fracasaron otra vez porque hoy habrá ley”, chicaneó la exlarretista que representa, hoy por hoy, el mayor cuadro técnico del oficialismo.
El PRO, pese a la guerra interna entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, saldría a defender las dos leyes como si fueran propias. “Solo quien vive como casta podía no entender que en diciembre había una crisis que no podía esperar”, señaló la expaloma, María Eugenia Vidal.
La Patagonia en pie de guerra
El sindicalista petrolero de Chubut que responde al gobernador Ignacio “Nacho” Torres, Jorge Ávila, sin embargo, pasaría por encima de las discusiones constitucionales y advertiría que, de aprobarse Ganancias, sería toda la Patagonia la que se pondría en pie de guerra. “¿Creen que le vamos a entregar el impuesto a las Ganancias? Nosotros apenas tengamos el primer descuento le vamos a parar toda la actividad del país”, advirtió.
Los radicales, mientras tanto, expusieron sus diferencias internas. Mientras que Francisco Monti (Catamarca) defendía, a puro golpe de la banca, la restitución al impuesto a las Ganancias y llamaba a sus coterráneos peronistas a que hicieran lo mismo –“No me importan las banderías partidarias, voy a votar un impuesto progresivo”–, otros, como Fernando Carbajal (Formosa) advertía que el capítulo se judicializaría.
Los diputados de HCF, mientras tanto, aprovecharon por señalar que el gobierno, después de mucho pataleo, había terminado negociando con la “casta política”. “El gobierno aprendió a negociar”, chicaneó Oscar Agost Carreño, uno de los diptuados responsables, junto a Miguel Ángel Pichetto, de que el gobierno hubiera tenido que retirar Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina del listado de privatizaciones. “Terminaron los pretextos y la cortina de humo”, señaló, a su vez, Nicolás Massot.
Sería la izquierda y UxP, así como los socialistas santafesinos, los que encabezarían las críticas a la ley. “Pone los beneficios en el sector empresario y quita derechos de los trabajadores. Pone en situación de despido cuando haya una huelga. Y sigue permitiendo el fraude laboral”, denunció Sergio Palazzo. También tomaría la palabra, ya cerca de la medianoche, Máximo Kirchner, quien haría particular hincapié en las consecuencias del RIGI: “Es verdad que esta ley contiene cercenamiento de derecho laborales, deberá entonces la oposición pensar cómo construye un 2027 para restituir esos derechos. Pero el RIGI excede el mandato del actual presidente”, advirtió el líder de La Cámpora y recordó, a modo de ejemplo, el caso de Petronas: “Petronas firmó un acuerdo con YPF que tiene media aprobación de Diputados y, sin embargo, ahora quiere el RIGI nuevo. ¿Qué significa? Que las condiciones favorecen a Malasia y a Petronas y no a YPF y al pueblo argentino”.
“¿Vamos a cometer la injusticia de restaurar el impuesto a las Ganancias a los trabajadores? Hace menos de un año el propio Milei dijo que era ‘un delirio descomunal tratar al salario como ganancias’. ¿Ustedes creen que en el mundo va a haber seguridad jurídica con un presidente desdiciéndose de esa forma?”, chicaneó, por otro lado, Eduardo Valdés (UxP).
La Coalición Cívica tendría su propia bandera: la restitución del artículo 111, que insta al Ejecutivo a enviar un proyecto que disminuya en un 20 por ciento el gasto tributario. Se necesitaban dos tercios para imponerlo, ya que esa era la mayoría con la cual el Senado lo había rechazado, y era una batalla perdida: sólo serviría como insumo a la oposición dialoguista para criticar al gobierno.
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