Molesto por “la persistencia que se hace
con fábulas difamatorias de mi honra personal y sacerdotal” y negándose
a responder por asuntos relacionados con el asesinato del obrero Jorge Tomás Henríquez en marzo de 1973, se presentó el sacerdote Raúl Hasbún ante el juez Mario Carroza el pasado 3 de enero.
El otrora director de Canal 13 y rostro
religioso de la estación en los años de la dictadura, concurrió ante el
magistrado en el marco de la investigación por el caso “Instigadores del
golpe de Estado de 1973” a partir de la querella interpuesta por las
Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos y de Ejecutados
Políticos.
Pero ésta no es la primera, ni la
segunda vez que Hasbún ha sido interrogado por la Justicia. En el 2004
declaró por denuncias que lo relacionaban con visitas a los cuarteles de
la Dina, Colonia Dignidad y estadías en el centro de tortura Villa
Grimaldi. Una de sus denunciantes había sido nada menos que Luz
Arce -militante del Partido Socialistas que pasó a ser agente de la
DINA- quien declaró haberlo visto ir periódicamente, una o dos veces al
mes, a los cuarteles de la Dina. Allí, según Arce, el
sacerdote entraba directamente a la dirección, donde este tenía su
oficina, dada la supuesta cercanía que tenía con Manuel Contreras.
En base a su público apoyo al régimen
militar, Hasbún declaró en esta causa en calidad de “testigo” con una
lista que incluía más de diez preguntas elaboradas por el abogado
querellante Eduardo Contreras. En esta causa ya han sido interrogados el
propietario de El Mercurio, Agustín Edwards, y el abogado Pablo
Rodríguez Grez, entre otros.
También declaró -de manera voluntaria según explica en esta última declaración- en 1973, antes del Golpe de Estado, cuando fue
acusado de ser cómplice de la muerte del obrero Jorge Tomás Henríquez,
asesinado en un episodio en el que estuvo implicado Patria y Libertad y
la mano de Michael Townley.
Henríqeuz fue encontrado en su casa el
20 de marzo de 1973, estaba maniatado y su boca y nariz estaban
cubiertas con cinta de embalaje. Los peritos de la época concluyeron que
el obrero murió producto de un asfixia. El hombre equivocado en el
lugar equivocado: Tenía que cuidar el equipo que le permitía al gobierno
de Allende interferir la transmisión de Canal 13 hacia el sur del país.
Muchos años después, Manuel Fuentes Wendling, importante
miembro de Patria y Libertad, narró en las “Memorias secretas” de esa
agrupación de ultraderecha un episodio revelador. Diez días
antes del asesinato del obrero, Hasbún se reunió con Fuentes Wendling y
Michael Townley para exponerles el contratiempo que tenía la señal del
13 en Concepción.Palabras sacan palabras
En el documento al que tuvo acceso el Dínamo, el sacerdote niega su cercanía con el otrora director de la Dina, algún tipo de vínculo con Patria y Libertad, pero sí reconoce las visitas a Corbalán al Penal Punta de Peuco.1973
En la pregunta tres de esta declaración, se indaga en relación a que “dada la evidente característica sediciosa de dicho canal (13) el gobierno de la Unidad Popular trató de impedir el funcionamiento por las vías legales y logró interferir la señal de dicho nuevo canal desde la Superintendencia de Servicios Eléctricos de Concepción, debo responder a lo primero que la pregunta es una imputación temeraria difamatoria carente de todo sustento jurídico. La rechazo ”, fue la respuesta del religioso.
“En relación a la pregunta cuatro, que
pide que me pronuncie si es efectivo que a la fecha de producirse los
acontecimientos mencionados tenía desde hace un tiempo relaciones de
amistad y políticas con el señor Manuel Fuentes Wendling,
miembro activo y dirigente del Frente Nacionalista Patria y Libertad.
Debo responder que no hay ninguna relación ni política ni de amistad”.
“En relación a la pregunta número cinco
que pide me pronuncie si es efectivo que solicité a Patria y Libertad a
través del Sr. Fuentes Wendling realizar una operación de sabotaje de
los equipos técnicos de la Superintendencia de Electricidad de
Concepción, debo responder que ante la legal interferencia, junto con
pedir el auxilio del Ministerio del Interior, nuestro canal pidió a toda
la ciudadanía de Concepción ayudar a localizar el foco de interferencia
que estaba prohibiendo de hecho a esa entera comunidad el acceso a esa
información pluralista y objetiva a la que tenía derecho. No
utilicé, ni pedí, ni habría podido condonar el uso de ningún medio
ilegítimo. No hay constancia alguna judicial que autorice a presumir o
afirmar lo contrario. Mi calidad sacerdotal y mi trayectoria democrática
son absolutamente incompatibles con el empleo de cualquier medio
prohibido por las leyes, cualquiera sea el fin que busque cautelar”.
En relación a la pregunta número seis
que pide me pronuncie si efectivo que el día 22 de marzo de 1973 un
comando de Patria y Libertad asaltó la sede de la Superintendencia con
el objetivo de robar los equipos de trasmisión de señales y en dicha
operación resultó asesinado el obrero Jorge Henríquez, debo responder
que todo lo que sé sobre lo ocurrido en tal episodio se lo comuniqué en
sede judicial y por voluntaria comparecencia al entonces ministro de la
Corte de apelaciones de Concepción. El ministro realizó una
acuciosa investigación que concluyó liberando de cualquier cargo a
cualquier miembro de nuestra corporación de televisión. En invocación
del principio Nos bis in ídem no aceptaré a volver a ser interrogado
sobre ese tema.
“En relación a la pregunta ocho que pide
que me pronuncie si es efectivo que los autores materiales que
participaron dicho crimen fueron Rafael Undurraga, Juan Etchepare, y
Michael Townley, debo responder que me remito a mi respuesta anterior”.
Apoyo público y privado a la junta
“En relación a la pregunta nueve que
pide me pronuncie si es efectivo que horas después de producido el golpe
militar del 11 de septiembre de 1973 emití un mensaje que fue
retransmitido por los canales de televisión que se encontraban en ese
momento bajo la subordinación de la autoproclamada junta de
gobierno y que en dicho mensaje bendigo y santifico “el acto de
liberación de los militares”, debo responder que ello es absolutamente
falso”.
En relación a la pregunta once que pide
me pronuncie si es efectivo que como consta en el acta secreta de la
Junta Militar de fecha de 13 de noviembre del año 1973, me reúno con
dicha junta y les ofrezco total respaldo y colaboración, debo responder
que no recuerdo haber tenido tal encuentro y mucho menos su tenor”.
Amistades peligrosas
“En relación a la pregunta doce que pide
me pronuncie si es efectivo, que como lo afirmó la Sra. Luz Arce en una
declaración judicial, yo era un asiduo concurrente de las dependencias
general de la Dina, en donde me reunía personalmente con Manuel
Contreras, director de dicho organismo represor, debo responder que es
un fábula grotesca que rechazo absolutamente como lo hiciera antes
cuando fui citado a declarar sobre el mismo tema antes el entonces juez
Alejandro Solís(…) deploro la persistencia que se hace con fábulas
difamatorias de mi honra personal y sacerdotal”.
“En relación a la pregunta trece
que pide me pronuncie si efectivo que tenía contacto y amistad con
Álvaro Corbalán Castilla, Agente de la CNI y actualmente encarcelado,
debo responder que sólo lo he visitado a pedido expreso suyo como es mi
poder imperativo de sacerdote y de ser humano, a partir de los años en
que ha estado privado de libertad”.
Por su parte,
el abogado querellante Eduardo Conteras comentó en relación a la
declaración del religioso que “Este sabe perfectamente que no está
diciendo la verdad, como se comprobará en el curso del proceso;
desde luego fue un hecho público y notorio lo del episodio delictual de
Concepción, tanto como lo fue su constante veneración por la Junta
fascista”.
Contreras explica que en el caso de
Concepción, el episodio aparece en el libro “Memorias Secretas de Patria
y Libertad” de Manuel Fuentes Wedling, donde éste reconoce que él
personalmente y en representación de Patria y Libertad, le informó al
sacerdote que, dados los problemas de interferencias del canal, un
comando de esa organización actuaría. “Se actuó, causando la muerte del
trabajador, Hasbún estaba informado por Patria y Libertad y nada hizo
por impedirlo(…) Por otro lado, reconoce su relación con Álvaro
Corbalán, hasta la actualidad, y hablamos de uno de los más
caracterizados agentes represores de la dictadura. No es precisamente un
buen ejemplo sacerdotal”, espetó.
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