Autor: Leslie Ayala C.
El persecutor afirma que en sus nueve meses a cargo de la investigación de la millonaria malversación en Carabineros descubrió al interior de la institución una "verdadera cultura" de fraude de dineros públicos. En su primer balance de la causa advierte que lejos de acotarse sus diligencias, estas irán en aumento y que nuevos miembros del Alto Mando deberán responder sus interrogantes.
En las 72 horas que estuvo en Santiago esta semana el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos Lucero, interrogó a un ex general director de Carabineros; citó como imputado -por primera vez- a un miembro del actual Alto Mando de esa institución; recibió en su oficina a un diputado de la comisión investigadora de la Cámara; se reunió con el fiscal nacional, Jorge Abbott; firmó oficios, instruyó diligencias, se contactó con tribunales y preparó formalizaciones.
Desde que fue designado para investigar la mayor malversación de caudales públicos de la historia de Carabineros, el fiscal Campos no ha parado de viajar -en promedio- cada 10 días a la capital para realizar diligencias y ponerse al día con los avances que ha realizado su equipo investigativo que -en total- suma cerca de 30 personas entre fiscales, abogados asistentes, colaboradores de Contraloría y personal de apoyo de la Fiscalía Nacional.
En medio de la vorágine de lo que ya para él es su rutina decidió dar su primera entrevista y entregar detalles a Reportajes de lo que han sido estos nueve meses al mando de esa investigación, una de las más importantes que lleva el Ministerio Público.
Durante los primeros meses de investigación, ¿se imaginó la envergadura del caso?
Durante los primeros meses de investigación, ¿se imaginó la envergadura del caso?
La verdad es que no. Empezamos con un reporte de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) en octubre del año pasado y se me encomendó investigarlo. En sus inicios, el monto que comenzamos a indagar era importante, alrededor de 60 a 70 millones de pesos, pero jamás pensamos en ese momento que llegaríamos a esta cifra millonaria de los montos malversados que al día de hoy son más de $ 25.500 millones.
¿Era inimaginable en ese momento pensar en ese dinero y 100 formalizados?
La magnitud de esta causa empieza a tomar forma ya en enero de este año, cuando producto de las diligencias que se realizan en ese reporte de la UAF, y que trabajamos con detalle y complejidad, nos dieron cuenta de que nos encontrábamos no sólo ante una irregularidad con $ 60 millones, sino frente a una de las malversaciones más grandes de la historia. Cuando detectamos que a esa persona no sólo se le había depositado ese dinero, sino había otros depósitos, decidimos hacer un catastro completo a las cuentas de Carabineros y eso es lo que nos tiene ahora con diversas aristas y la cantidad de formalizados que usted menciona.
Esta semana dijo que los $ 25.500 millones aumentaron. ¿A cuánto llega esa suma?
Nuestro último arqueo da cuenta de que se han malversado al día de hoy $ 25.772 millones, y es una cifra que -lamentablemente- se avizora va a seguir creciendo. Fíjese que en marzo teníamos $ 16.000 millones, cuatro meses después, en julio, el monto malversado aumentó casi $ 10 mil millones más. Va a depender de los plazos de investigación a qué cifra final llegaremos.
A medida que avanzó la investigación, ¿qué es lo que fue descubriendo de esta calificada como “mafia” en Carabineros?
El análisis de la prueba nos ha llevado a sostener, como hemos dicho en las formalizaciones, que al interior de Carabineros fuimos descubriendo una cultura en la que se malversaba dinero fiscal, que eso duró mucho tiempo y que esas prácticas ilegales, incluso, llegaron a heredarse de una generación a otra al interior de la institución, y eso tiene que ver con muchos factores, por ejemplo, los febles controles al interior de la institución y de quienes también estaban llamados a fiscalizar desde fuera.
Según ha expuesto ante tribunales, había oficiales que cuando se iban a retiro seguían ligados a las operaciones de malversación. ¿Costaba dejar el botín?
Era como una posta. Hasta el momento, la investigación ha establecido que operaba en un núcleo antiguo, del 2006 al 2010, respecto de una forma, con una jerarquía, con subjefes, con sujetos operativos y otros respecto de los cuales se dedicaban a labores menores. Luego de ello, cuando terminaba su período activo al interior de la institución, esta máquina, como muchos la han referido, se traspasaba a aquellos otros que asumían un rol activo, cumpliendo los mismos roles de jefatura, subjefes u operativos. Eso nos ha permitido tener un patrón común. Por eso, como le señalábamos al tribunal, tenemos imputado al núcleo antiguo y uno nuevo.
¿Una asociación ilícita en todos sus niveles?
Era tal el nivel de sofisticación que tenía la organización, que llevaba a que no solo tuvieran partícipes en el aspecto de lo monetario, la recaudación o los montos, sino que también dice relación con escalas más allá, los controladores, fiscalizadores y, por tanto, toda una organización compleja, estructurada, que permitía abarcar cada uno de los estamentos, no sólo los que malversaban, sino también respecto de aquellos que tenían que controlar a los que malversaban. Estaba muy bien adoptado.
La “beca” Norambuena
¿Había descontrol total? ¿Le sorprendió que eso pasara en Carabineros, una de las instituciones más prestigiosas?
A ver, nosotros los fiscales investigamos todo y las magnitudes de las investigaciones son lo que son. Nosotros no nos sorprendemos si ese es el término que quiere usar. Lo que pasó fue que a medida que avanzamos había cosas que nos fueron generando sospecha y tenemos obligación de investigar. Fue así como empezamos con un convenio, así les llamamos a las cuentas corrientes, de remuneraciones, pero se empezaron a abrir aristas de otras cuentas corrientes y nuestra indagatoria ahora tiene que ver con cuentas de desahucio, ley de seguridad privada, montepío y otros, que nos ha permitido tener este volumen, lamentable por cierto, de montos malversados. Y nos queda más, porque partimos revisando de 2010 a 2016 y ampliamos del 2006 al 2017.
Va a tener un centenar de personas formalizadas, el monto amenaza con crecer, esta semana citó por primera vez como imputado a un ex general director de Carabineros, Eduardo Gordon, y a un general del actual alto mando, Jorge Serrano, activo… ¿Entró ya en una fase final? ¿Está direccionando el caso ahora a autoridades de mayor rango?
Puedo confirmar que ambas personas que menciona declararon como imputados respecto de una de las aristas que está investigando la fiscalía y que dice relación con antecedentes que son necesarios para esta investigación. Y, por cierto, esta investigación no ha tocado techo, van a ser citado más generales, van a ir en aumento estas diligencias.
Es inverosímil que una organización haya operado tanto tiempo sin que miembros del Alto Mando, antiguo o actual, haya sabido. ¿No le parece?
No quiero calificar eso, lo que sí puedo decirle es que si alguien supo y no denunció en su momento es algo que lo estamos investigando. Todos los funcionarios públicos están obligados ante un hecho que puede ser constitutivo de delito a denunciarlo, si no lo hacen pueden ser autores de omisión de denuncia o, incluso, haber sido cómplices. Es algo que estamos viendo. Hemos establecido en la indagatoria que los controles no fueron los suficientes, eran febles para dejar al descubierto todas y cada una de las maquinaciones que hizo esta organización, que era un círculo cerrado que tenía en sus manos decidir quién ingresaba y quién no. Para algunos de los investigados, tal y como se ha señalado en audiencias, era un privilegio llegar al edificio Norambuena (donde funcionaba Intendencia), es decir, al interior de la institución se sabía que al llegar a Norambuena se ‘venían cosas buenas’ en lo económico.
¿Se sabía dentro de la institución de esa especie de “beca Norambuena” y nadie lo denunció?
Eso es justamente parte de esta investigación, si alguien supo y no denunció. Ahora, la gran mayoría no sabía. Hay mucho carabinero de a pie que no tiene nada que ver con esto, que arriesga su vida, que trabaja de sol a sol y que no sabían nada de esto, y es muy injusto, sabe, porque son justamente los que se llevan los insultos en la calle. La ciudadanía tiene que tener la confianza de que nosotros, los fiscales, vamos a llevar ante la justicia a todos quienes son responsables de estos hechos, pero no por ello hay que culpar ni generalizar en todos los carabineros de Chile, y en ello nuestros esfuerzos de revelar, de imputar al oficial que malversó del resto. Las responsabilidades son personales, no institucionales.
¿Su caso podría tocar a las más altas autoridades de la institución, podría existir una responsabilidad de mando también?
No me corresponde pronunciarme sobre eventuales responsabilidades de mando. Yo estoy investigando responsabilidades penales y no puedo opinar respecto de lo que haga Carabineros de forma interna.
Pero el caso del general director actual, Bruno Villalobos, él fue antes general y compartió con personas hoy imputadas. Lo mismo el resto del Alto Mando…
Pues bien, si existen méritos y antecedentes respecto de cualquier persona, no importando su rango o grado, lo vamos a llevar ante la justicia. Investigamos a personas, y aquí nadie tiene privilegios.
Podría él ser citado también entonces como imputado…
Todos son iguales, yo no voy a descartar nada, tenemos el deber de investigar todo. Acá, le repito, no hay personas con privilegios. Por tanto, yo insisto: el Ministerio Público investiga y en su persecución penal lo que nosotros vemos son responsabilidades personales. Frente a ese punto no consideramos cómo es la persona, su calidad, su cargo, dignidad, etc.
¿Por qué investigar a Carabineros con carabineros y no optar por la PDI?
Lo primero, las responsabilidades penales son personales, no institucionales, y el trabajo comprometido que conozco de carabineros desde hace más de 15 años me llevó a pensar en que era lo mejor trabajar con ellos y hasta hoy no tengo dudas de eso. Ahora le digo, si a mí me surgiera una duda, no tendría problemas de cambiar de policía. Acá la indagatoria la hace y la dirige el Ministerio Público. Y, si me permite, quisiera destacar la labor que ha hecho el OS-7, quienes me ayudan en cada diligencia y cuya labor ha permitido que esto siga avanzando. Si tenemos esta cantidad de personas formalizadas es también gracias al trabajo de este equipo del OS-7. De la PDI tengo también la mejor impresión, y si más adelante es necesario, no tengo problemas con trabajar con ellos también.
De cara al Alto Mando
En enero de este año usted cita al general Flavio Echeverría como testigo, dos meses después pide su detención y lo formaliza como líder de la organización. ¿Cómo se explica ese cambio?
Eso es propio del desarrollo de las diligencias de investigación. Cada paso investigativo tiene su momento y, efectivamente, cuando se le toma declaración al señor Echeverría, en el mes de enero, como usted refiere, era porque los antecedentes del proceso en ese minuto daban cuenta de que era un testigo. De esa vez a ahora esa circunstancia procesal cambió.
Pero estuvo frente a frente a quien estaba malversando miles de millones, ¿Echeverría le mintió en esa oportunidad?
No podría decir eso, ni dar esa conclusión. Esta es una investigación de la que sólo se conoce por las formalizaciones y eso es lo que le estoy hablando hoy, situaciones ya descritas ante el tribunal, porque le recuerdo que el caso sigue bajo reserva y una vez que se conozcan todos los antecedentes tendrá quizás esa respuesta. Al día de hoy, el general Echeverría tiene una participación punible.
Usted llevó meses esta investigación en secreto y el 6 de marzo el general Villalobos da cuenta de bajas en Carabineros y de paso devela su caso. Ese día temprano voló a Punta Arenas, ¿qué hablaron?
Yo estaba en juicio oral y él me pidió una entrevista. Fue breve. Me comunicó que había tomado una decisión por un sumario administrativo y fue más que nada para decirme que ponía a nuestra disposición todos los antecedentes y personal para el éxito de la investigación y volcar toda su colaboración a lo que estaba haciendo el Ministerio Público.
¿Afectó que revelara su investigación?
Él dio cuenta de una investigación administrativa. A mí eso no me afectó en nada.
¿Él no sabía los alcances de su causa?
No y no tenía por qué saberlo. Era una investigación reservada. Él fue a darnos cuenta de decisiones administrativas y ponerse a disposición, ofrecer la colaboración al Ministerio Público.
¿Y Carabineros ha colaborado?
Por supuesto.
Por supuesto.
Miras al juicio oral
Pidió más plazo de investigación al tribunal, ya dijo que no ha tocado techo, tiene varias aristas abiertas, incluso traspasó la de gastos reservados a la Fiscalía Centro Norte, ¿Dónde para todo esto?
Esta es una investigación grande, compleja, se trata de la investigación por la malversación de caudales públicos más grande de la historia. En tan sólo cuatro meses desde que formalizamos llevamos $ 25.700 millones malversados y con audiencias pendientes que nos van a elevar a 105 formalizados, hay muchas diligencias todavía en pendiente, requerimientos de información a entidades, a bancos, peritajes, citaciones. No tengo respuesta para lo que pregunta, ni yo la sé, pero va a parar donde tenga que parar, no antes.
¿Para un fiscal es lo mismo citar a un coronel, a un ex general o a un general activo? Se lo pregunto porque la propia citación daña la imagen de las personas, a veces…
No puedo mirar eso. La fiscalía cuando investiga lo hace de forma autónoma, objetiva y le vuelvo a reiterar: no hay personas ni grupos privilegiados en una persecución penal y el Ministerio Público es absolutamente independiente en aquello. No hay miedo en ello, en investigar a quien sea. Si los antecedentes ameritan, pondré los antecedentes de quien corresponda ante tribunales.
¿Incluso de miembros del Alto Mando?
A quien sea. Nosotros vamos a llegar hasta las últimas consecuencias, no nos vamos a sesgar ni vamos a terminar un trabajo si consideramos que hay otras personas que también debieran estar indagadas. No voy a decidir ‘ya, cortemos acá’. No. Si hay mérito suficiente para llegar tanto al más alto cargo, a la más alta jerarquía, a la más alta dignidad, lo tendremos que hacer. Es esa nuestra función, no es otra.
¿Usted al investigar no se predispone respecto de la cantidad de estrellas que tiene el uniforme de la persona que está sentada al frente?
¿Usted dice relación a los grados? No, yo veo personas. Las responsabilidades son personales. No me fijo en eso, no tengo problemas y, por tanto, todas las personas son iguales. Hay igualdad ante el derecho.
Usted fue fiscal militar, conoce el mundo uniformado. ¿Tiene conciencia de que su investigación ha generado una crisis muy profunda en Carabineros?
No es que mi investigación haya generado la crisis de Carabineros. Nosotros investigamos una crisis que existía ya en esa institución, que es distinto. Nosotros no la generamos, nosotros la investigamos.
Hay quienes criticaron, en un inicio, al fiscal nacional por designarlo, dijeron que tenía poca experiencia. ¿Que opina de eso?
No sólo me dijeron eso, también dijeron que era un fiscal de provincia. Y bueno, sí, soy un fiscal de provincia, pero a mucha honra. Se dijo eso por las detenciones que se declararon ilegales al principio, pero eso es un tema técnico jurídico. Lo que me reconforta es contar con el apoyo del fiscal nacional, lo que me ha permitido conformar un equipo complejo con los fiscales Miguel Angel Orellana, Jorge Marín, Patricio Macaya, Karina Guajardo, funcionarios de Contraloría y el equipo de apoyo de la Fiscalía Nacional. Este es un caso inédito para el Ministerio Público y como institución se ha tratado de esa forma. Ni el que tenía más, ni el que tenía menos experiencia estaba preparado para esto.
¿Jorge Abbott le ha dicho algo?
Que trabaje con autonomía e independencia, que acá no hay grupos privilegiados o intocables es algo que tenemos marcado a fuego y es obvio que en una causa como esta uno la conversa con su superior jerárquico y él nos ha dado todo el respaldo y nos insta a seguir adelante.
¿Se ha sentido presionado?
No, de ningún tipo. Y si las tuviera, las denuncio.
¿Algún llamado de algún político?
No, porque no corresponde que el mundo político se comunique conmigo.
Esta investigación tocó a este “mundo” cuando le tomó declaración a ex subsecretarios de Carabineros. ¿Por qué lo hizo?
Porque necesitaba saber aspectos de control o fiscalización que es lo que ando indagando y me interesaba saber qué conocimiento tenían de aquellos hechos.
Generó críticas que le tomara declaración a la ex subsecretaria Javiera Blanco en dependencias del CDE, sin tener ella la prerrogativa para fijar domicilio y porque el organismo es querellante en el caso… ¿Por qué lo hizo?
Generó críticas que le tomara declaración a la ex subsecretaria Javiera Blanco en dependencias del CDE, sin tener ella la prerrogativa para fijar domicilio y porque el organismo es querellante en el caso… ¿Por qué lo hizo?
Lo hice porque yo me desplazo donde sea. Es tan poco el tiempo que tengo, que si es necesario voy yo a los lugares. No es inusual que lo haga. Lo que me interesa es hacer las cosas bien y rápido, ese fue el motivo. También tomo declaraciones sábados, domingos, festivos, viernes en la noche. No tengo horario. Y las opiniones, críticas o suspicacias no me importan, voy por el éxito de la investigación.
Restitución del dinero
¿Está pensando ya en el juicio oral? Porque estos casos generan altas expectativas que después se ven truncadas por sus resultados…
Estamos trabajando para eso. En este caso se indagan hechos que tienen penas altísimas, que parten en 10 años de presidio efectivo, porque son delitos muy graves. Imagínese cuánto dinero del erario fiscal fue malversado. ¡Cuántas políticas públicas dejarán de realizarse por estos hechos! Es muy lamentable todo e incluso, abstrayéndome de mi rol de fiscal, como ciudadano duele que esto haya ocurrido en una institución tan querida como ésta. Uno ve todos los días, las 24 horas del día, los 365 días del año, y me consta que en los lugares más recónditos está Carabineros, que realiza su labor día a día. En este caso, por cierto que es una circunstancia en la cual uno se siente también tocado.
De todo ese dinero, ¿cuánto ha recuperado el Ministerio Público?
La verdad es que nuestro esfuerzo no sólo está centrado en la persecución penal, sino que nuestros esfuerzos siempre han estado centrados también en poder recuperar lo que más podamos dentro de los mecanismos procesales y legales que nos permite la legislación. Y no le puedo señalar los detalles respecto de ese punto, porque es materia propia de la investigación, pero quédese con la conciencia tranquila en que la fiscalía ha hecho todo, pero todo lo que está a sus manos para recuperar la mayor cantidad de los montos malversados en esta investigación.
¿Cree que esta causa generará un antes y un después en cómo el Estado y las instituciones cuidan el erario fiscal?
Hablando en general, creo que esta causa ya generó un cambio que pudimos observar respecto de determinadas medidas que se están adoptando ya en la misma institución de Carabineros. Y creo que esto va a generar un cambio en otras instituciones respecto de los cuales también se deben redoblar los controles y las fiscalizaciones de las instituciones públicas.
¿Cómo ha sido su relación con el general Bruno Villalobos?
No tengo relación con el general director. La única que tuvimos fue cuando me dijo que iba a poner todos los antecedentes a disposición de la fiscalía y eso fue todo. Nada más, nada menos.
Fuente: la Tercera Domingo 23 de Julio 2017
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