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lunes, 23 de diciembre de 2019

Gritaron “uno menos”: Joven de Villa Portales denuncia que perdió un ojo tras ataque con perdigones


Por: Gonzalo Espinoza / Publicado: 23.12.2019
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Nahuel Herane (17) acusa que efectivos policiales le dispararon a menos de 20 metros de distancia en medio de una manifestación en la comuna de Estación Central. Su familia denuncia que Carabineros ronda su casa para "amedrentarlos".
Durante esta jornada se dio a conocer el informe anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que puso especial énfasis en el periodo del 17 de octubre al 30 de noviembre, en el que se denunciaron numerosas acciones violentas por parte de Carabineros.
En el texto se da cuenta de que en ese lapso se reportaron “un total de 347 heridas oculares, entre las que se cuentan estallidos del globo ocular, pérdidas de visión por trauma ocular irreversible y traumas oculares”. A pesar del elevado número de casos y las advertencias de organismos internacionales como la ONU, que han manifestado su preocupación por el actuar policial, este tipo de vulneraciones no se han detenido.
El pasado sábado 21 de diciembre se sumó el nombre de otro joven que perdió la visión de un ojo a raíz de un ataque de Carabineros. Se trata de Nahuel Herane, de 17 años, quien recibió el impacto de un perdigón en su ojo izquierdo mientras miraba las manifestaciones que se desarrollaban en la Villa Portales de Estación Central.
Desde que comenzó el estallido, en el sector se han realizado distintas actividades culturales y políticas para dar a conocer lo que está pasando en el país. Nahuel, quien forma parte del colectivo de danza y cosmovisión andina “Jiwasanaka”, participó en varias de ellas.
El pasado viernes, se conmemoraron dos meses del inicio de las masivas manifestaciones en el país, y en la villa los vecinos también organizaron una actividad. A pesar de que venía llegando a Santiago de su gira de estudios con sus compañeros de tercero medio del Colegio Excelsior, Nahuel participó del acto cultural junto con su madre y su hermana, Imara.
Esa misma noche también se hicieron manifestaciones, que se extendieron hasta la madrugada del sábado, con barricadas en la esquina de El Belloto con General Velásquez. En el lugar se congregaron cerca de 50 personas que estaban caceroleando.
Nahuel estaba con unos amigos cuando de pronto llegó un carro lanzagases de Carabineros con las luces apagadas. Según cuenta Imara, el vehículo no tenía patente y tampoco contaba con indicaciones de la comisaría a la que pertenecía. “En ese momento se bajan dos efectivos policiales armados con escopetas y comenzaron a tirar bombas lacrimógenas. Dos de ellas impactaron en el abdomen de una vecina de alrededor de 50 años”, cuenta la joven.
De un momento a otro comenzaron a disparar perdigones. Nahuel se escondió detrás de un árbol. Según su familia el ataque fue a menos de 20 metros. Fue en ese momento cuando el joven fue alcanzado por siete perdigones: dos en sus piernas, tres en sus brazos, uno en el glúteo y otro en su ojo izquierdo.
Luego del ataque, su familia lo llevó en un auto a la Clínica Santa María donde fue atendido de urgencia. Allí los médicos le comunicaron que su visión del ojo izquierdo era irreparable y que no tenía ninguna opción de volver a ver.
Cuando regresaron a casa, una vecina le contó a Imara que las manifestaciones siguieron luego del ataque a Nahuel. Según contó la mujer, los efectivos policiales gritaban, “uno menos”, frase que para los vecinos tenía directa relación con los perdigones que había recibido Nahuel.
Imara afirma que los ataques de Carabineros a la Villa han sido constantes desde el estallido. “Varios vecinos han resultado heridos. Uno de ellos terminó con un perdigón en las cejas. Otros han recibido impactos en la espalda. El sábado pasado a otro vecino le llegó un perdigón en el pómulo”.
La familia de Nahuel también denuncia que ha sufrido “amedrentamientos” por parte de Carabineros. Según cuentan, cuando Nahuel volvió a la villa fue recibido con lienzos y pancartas que habían hecho sus vecinos. No alcanzaron a pasar cinco minutos y llegó una camioneta de Carabineros. “Los vecinos los echaron. Esto para nosotros es un momento muy difícil. Hoy día también estaba Carabineros rondando nuestra casa en motos”, señala Imara.
Andan rondando nuestra casa y pasaje en el que vivimos de manera constante. Nosotros creemos que es una medida súper violenta“, agrega.
Actualmente, el caso de Nahuel está siendo investigado por la Fiscalía Centro Norte. La familia del joven fue visitada el domingo por la jefa nacional de la Unidad Víctimas de la Fiscalía, quien les tomó declaración. También se contactaron con ellos funcionarios del INDH, quienes fueron a visitar al joven a la clínica antes de que lo dieran de alta.
Junto con esto, cuentan con asesoría de los abogados de la Fundación Pidee, la misma organización que le presta apoyo a Fabiola Campillai. Y Además, están siendo apoyados por la Defensoría de la Niñez, que va a llevar el caso de Nahuel para realizar una querella.
Su hermana cuenta que esta situación es muy difícil para su hermano, que tenía el sueño de estudiar Trabajo Social en la universidad, al igual que su madre.
“Es un dolor que él va a tener en un largo proceso de recuperación que se le viene. Mi hermano va a tener que usar prótesis en su ojo. Esto lo va a afectar a futuro en su vida para desarrollarse con normalidad”, afirma.
A pesar de la situación, Imara cree que se recuperará y podrá reintegrarse a su colectivo de danza andina.
“Le va a costar, porque él baila. Entonces, el equilibrio no va a ser el mismo, su panorámica de visión también se va a ver mermada. Le va a costar pero yo creo que va a volver a hacerlo”, asegura.

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