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martes, 15 de febrero de 2022

Censura en el Museo de la Memoria

 Por: Rodrigo Hidalgo, escritor y periodista | Publicado: 15.02.2022

Censura en el Museo de la Memoria|
“La censura no existe mi amor”, cantaba Juan Carlos Baglietto en los años 80, cuando las dictaduras militares silenciaban –muchas veces a balazos– a periodistas, artistas e intelectuales en todo el continente. El alcance de lo que se entiende por libertad de expresión y qué significa en realidad la censura, son parte de las reflexiones que despierta la muestra «CENSURA: el silencio puede ser un plan rigurosamente ejecutado». Hasta el 27 de febrero en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Hace algunas semanas Checho Hirane acusó censura por parte del canal de televisión La Red, estación que canceló su programa Café Cargado por hacer en él un explícito llamado a los empresarios y a la ciudadanía a sabotear al gobierno de Gabriel Boric. Su declaración airada, rasgando vestiduras en nombre de la libertad de expresión, encarna una lectura completamente equívoca, falaz y antojadiza de tales conceptos, lo que quedó evidenciado en el nulo apoyo de las entidades o instituciones que velan precisamente por la libertad de expresión y cautelan tal derecho de la ciudadanía.

El ingeniero comercial quedó así fuera de la pantalla, arrinconado en su trinchera de Radio Agricultura, emisora conocida igualmente por su línea editorial que se niega aún hoy a llamar dictador a Pinochet. En un país en el que la censura fue una realidad precisamente durante el nefasto período de la dictadura militar, donde se conculcó la libertad de expresión y se violaron los derechos humanos, la postura y dichos de Hirane solo pueden interpretarse como un gesto belicoso de abierta confrontación, que en otra circunstancia lo habrían enfrentado incluso a la justicia por sedición. 

De la misma manera, el exabrupto de la convencional constituyente Tere Marinovic, haciéndose la chistosa, insultando y tratando a garabato limpio a su pares, refleja esa idea que la derecha defiende como sinónimo de libertad de expresión. Derecho a decir brutalidades y mentiras desde una peligrosa ignorancia (como Yuyunis Navaz, candidata a constituyente que sugería que Chile debía “salirse de la ONU como lo hicieron otros países”). 

Bando número 19

Recorrer las galerías del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos –creado hace ya 10 años en el anhelo del «nunca más»–, resulta sumamente educativo y sobrecogedor. Su amplia oferta de colecciones y muestras incluye hoy por hoy, la muy pertinente exposición CENSURA: el silencio puede ser un plan rigurosamente ejecutado. 

La muestra propone una reflexión en torno a las formas con que el poder controla la circulación de información. Cómo es que opera la censura: muchas veces de forma coercitiva explícita, como prohibición y dictamen de una autoridad, pero también muchas otras de forma oblicua, silenciosa, disfrazada de sentido del humor, de hábito o de prejuicio, como autocensura. 

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El punto de partida para este recorrido está en el Bando 19, con el que en 1984 la Junta Militar de Gobierno decretó la censura en todo el territorio nacional, haciendo efectiva la persecución y hostigamiento a medios específicos como las revistas Apsi, Análisis, Cauce y el diario Fortín Mapocho entre otros. Algunas de esas portadas censuradas, junto a otros recortes de prensa y noticias de esa época, forman parte de la obra del poeta Carlos Soto Román, en un montaje que propone un diálogo con fotografías de Pinochet igualmente intervenidas y con algunas páginas de documentos confidenciales desclasificados por la CIA el año 2000, plagados de tachaduras, de borrones.

©Andrés Maturana

©Andrés Maturana

La muestra conduce a un amplio marco de interpretación, yendo hacia historias cotidianas, hacia otras formas de represión o de censura, atendiendo a lo que se calla, lo que se borra, lo que se olvida. Por ejemplo la obra de Astrid González (Medellín, 1994) presenta videos testimonios de dos mujeres pertenecientes a pueblos originarios de distintas latitudes de América Latina, que cuentan cómo se les ocultó o se les reveló tardíamente el saber ancestral femenino relacionado con los rituales de parto y posterior siembra de la placenta.

Mapuche asesinados, Delight Lab y secretos familiares

Otro ejemplo es la instalación de la poeta Daniela Catrileo, que consiste en un gran lienzo azul vertical, que remata a nivel del suelo en un conjunto de ovillos de lana azul, sugiriendo un río en el que se lee “Chem am ta nülankey puke ko ni dungu” (¿Qué se abre en el lenguaje de las aguas?). Al medio, una pantalla permite ver un río corriendo, mientras se oye también en mapudungun la voz de Catrileo mencionando los nombres de sus hermanas y hermanos asesinados en democracia, fundiéndose con el sonido ambiental para lograr el efecto de que es el río quien los pronuncia incesantemente.

Exhibición "Censura" Museo de la Memoria ©Andrés Maturana

Exhibición «Censura» Museo de la Memoria ©Andrés Maturana

Así, las temáticas se cruzan e imbrican, y la censura es también una cara de la violencia de género, o de la discriminación racial, de los prejuicios xenofóbicos, o como en el caso del montaje de Lucas Nuñez, una denuncia de cómo se margina desde la farmacopea a pacientes de VIH, a través de groseras y simbólicas tachaduras.

Hay un abanico que va por ejemplo del muy evidente gesto de censura que sufrieron los hermanos Andrea y Octavio Gana y su Estudio Deligth Lab, que al realizar una de sus ya emblemáticas proyecciones en plena Plaza Dignidad fueron sorprendidos por la iniciativa de las autoridades que enviaron a fuerzas policiales con focos luminosos potentes para impedir la proyección de las palabras “humanidad” y “solidaridad” en el edificio de la Telefónica, borrándolas con un haz de luz. Y por otro lado, la propuesta de Paula Coñoepan que desde la dimensión más íntima de un living invita a contemplar una serie animada de retratos recortados, borroneados o intervenidos, sugiriendo los más que habituales secretos familiares impronunciables, de modo que la más inconsciente autocensura es también objeto de esta muestra. 

Censura y negacionismo en la “Convención qliá”

La exhibición curada por Samuel Espíndola y Vania Montgomery reúne en total a nueve artistas. Acá solo nos hemos referido a algunos de ellos, acaso para dar cuenta de las tensiones que se hallan reflejadas en la propuesta del conjunto. CENSURA: el silencio puede ser un plan rigurosamente ejecutado estará abierta al público en el segundo piso del Museo de la Memoria, de martes a domingo de 10:00 a 16:30 horas, hasta el 27 de febrero del 2022. Una educativa forma de entender de qué estamos hablando, para que un ciudadano desprevenido no crea que cualquier cosa es censura. Porque hay que ser muy descarado para alegar censura si como Marinovic, te sientes con derecho a tratar de CSM a tus pares constituyentes. No. Hacer callar a alguien que se expresa así no es censura.

Exhibición "Censura" Museo de la Memoria ©Andrés Maturana

©Andrés Maturana

En octubre pasado se aprobó el Reglamento de Ética de la Convención Constitucional que permitirá sancionar a constituyentes que incurran en alguna falta. Uno de los artículos aprobados dice que “se entenderá por desinformación la expresión, a través de cualquier medio físico o digital, de un hecho que se presenta como real, conociendo o debiendo saber que es falso”.

Otro artículo establece que “se entenderá por negacionismo, toda acción u omisión que justifique, niegue o minimice, haga apología o glorifique los delitos de lesa humanidad ocurridos en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, y las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el contexto del estallido social de octubre de 2019 y con posterioridad a este”. Por supuesto, los convencionales constituyentes de Vamos por Chile, acusaron censura: “la aprobación del negacionismo en el Reglamento de Ética es un grave atentado a la libertad de expresión y debilita seriamente la deliberación de los convencionales. Lograron instalar la censura en la Convención. No permitiremos que la instalen en Chile”, dijo Hernán Larraín Matte. 

Exhibición “CENSURA: el silencio puede ser un plan rigurosamente ejecutado” en el Museo de la Memoria

Sobre y más se debatirá este miércoles 16 de febrero a las 19 horas en un conversatorio online que se transmitirá a través del Facebook Live del Museo de la Memoria. Participan: Ángeles Donoso y Sergio Rojas.

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