El juez Mario Carroza ordenó la exhumación de los restos de Pablo Neruda,
en el ámbito de la causa abierta a mitad del 2011, tras la querella
presentada por homicidio por el Partido Comunista, a casi 40 años de la
muerte del poeta. Hasta ahora los informes emanados del Servicio Médico
Legal (SML), siempre apuntaron a que el poeta falleció de cáncer, pese a
las dudas suscitadas sobre la causa de su muerte, ocurrida doce días
después del golpe de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
Los trámites de divorcio entre Neftalí Reyes Basoalto y María Antonia Hagenaar concluyeron el 3 de mayo de 1942, el edicto fue publicado en el Periódico Oficial del Estado de Morelos (México).
La primera irregularidad radica en la
nula notificación al domicilio de la señora Hagenaar, en Bélgica; Neruda
promovió el juicio de divorcio en la ciudad de Cuernavaca sin previo
aviso de carta rogativa, ni mediante los documentos certificados por la
vía diplomática. Las autoridades mexicanas tampoco tomaron en cuenta que
el poeta chileno y la ciudadana holandesa contrajeron nupcias en
Batavia (Java) el 6 de diciembre de 1930, mucho menos dictaminaron el
monto de la pensión alimenticia que recibiría su hija Malva Marina
(1934-1943). Neruda se separó de su primera esposa en 1937, el poeta
viajó a Holanda en el invierno de 1939 para visitar por última vez a su
hija, después envió -desde México- algunas remesas para la manutención
de Malva Marina, la pequeña murió el 2 de marzo de 1943.
En 1948, Maruca Hagenaar llegó a Chile
por invitación del gobierno de Gabriel González Videla para atestiguar
contra Neruda en un juicio de bigamia, pero la querella no prosperó. En
su defensa, Neruda le escribió a Darío Puccini –en marzo de 1950- la
estrategia a seguir: “El ‘delito de bigamia’ es enteramente falso y no
pueden probarlo. La querella debe ser entablada en esta base. Nuevos
documentos te llegarán, entre ellos uno de mi ex mujer, documento
notarial en que reconoce nuestro divorcio. En realidad González Videla
hizo venir desde Europa a esta señora, ya divorciada de mí, para
intentar un chantaje contra mí ya que las acusaciones por las que se me
perseguía eran demasiado vagas: ‘injurias’, etcétera, y de este modo
provocar un escándalo. Han hecho viajar a esta mujer desde Bélgica con
vistas al chantaje, pero no han hecho nada en términos legales pues mi
nuevo matrimonio [con Delia del Carril] es legal”1. A consecuencia del
abandono de sus patrocinadores Maruca Hagenaar regresó a Holanda, donde
falleció en 1965.
En 1934, el cónsul Neftalí Reyes conoció
a la pintora argentina Delia del Carril, en la casa madrileña de Carlos
Morla Lynch. Neruda vivió con La Hormiguita hasta 1955, las dos décadas
de mayor formación política y crecimiento intelectual del poeta, todos
los testimonios coinciden al respecto. El investigador Edmundo Olivares
escribió: “Desde los días de la guerra en España se había establecido
una gran sintonía ideológica que –sumada a la afectiva- generaba una
poderosa combinación de voluntades, energías y propósitos…De esa sólida y
gran experiencia en tiempos borrascosos venía la unión de Pablo y
Delia. Ahora en este México tan hispanizado, vibrante y soleado de 1943,
ellos terminan por dar apropiado marco legal y ceremonial a una ya
larga vida en común”2. La abogada Paola Reyes –sobrina nieta de Neftalí
Reyes- dedicó su tesis de licenciatura al estudio de las relaciones
jurídico familiares de Neruda y sus efectos, un capítulo de la
investigación universitaria contiene esta interesante teoría: “No pude
encontrar en Chile dato alguno que me pudiese hacer concluir que Delia
del Carril y Neruda hubiesen anulado su matrimonio o tramitado el
divorcio; sólo es posible constatar la cancelación de la inscripción del
matrimonio ante el Registro Civil de Chile, cuyas actas y sentencia
tengo en mi poder. Pero no así la certeza de la anulación o divorcio en
Tetecala (Morelos), lugar donde contrajeron matrimonio el 2 de julio de
1943”3.
En efecto, el diplomático Neftalí Reyes
nunca se divorció en México de la pintora Delia del Carril. El año
pasado fui al poblado de Tetecala (a 60 kilómetros de Cuernavaca) para
cotejar los libros del Registro Civil, el alcalde me facilitó fotocopias
y autorizó que tomara fotografías de las páginas correspondientes al 2
de julio de 1943; en los márgenes del libro del Registro Civil no existe
ninguna referencia al trámite de divorcio en México, en el acta de
matrimonio –las imágenes permanecieron inéditas hasta ahora- podemos
apreciar las firmas de los contrayentes: Ricardo Reyes y Delia del
Carril, de los testigos: Óscar Schnake (Embajador de Chile), Luis
Enrique Délano (escritor y diplomático chileno), Wenceslao Roces
(escritor español exiliado en México y traductor de Karl Marx), Enrique
de los Ríos Lavín (comerciante chileno residente en México); así como
las rúbricas de las autoridades locales: Jesús Castillo López
(gobernador del Estado de Morelos) y Romualdo Ramírez (alcalde de
Tetecala).
Según la investigación de David
Schidlowsky: “Este matrimonio posteriormente será declarado ilegal ya
que la Corte Suprema de Chile ‘no dio exequátur (cumplimiento)’ al
divorcio entre Neruda y Maruca Reyes”4. Sin embargo Neruda demostró que
“mi nuevo matrimonio [con Delia del Carril] es legal” y descalificó la
estrategia de Gabriel González Videla al invitar a Maruca Hagenaar para
que testificara contra el desaforado senador. En el acta de matrimonio
de Pablo Neruda y Delia del Carril fechada en 1943 se lee: “Neftalí
Ricardo Reyes, originario de Parral República de Chile y de tránsito en
esta ciudad, vecino de México, Distrito Federal, y actualmente Cónsul
general de la República de Chile en México… divorciado según copia
certificada que exhibe en este momento expedida por el ciudadano juez
mixto de primera instancia del segundo distrito judicial del Estado de
Morelos, de 39 años de edad”. En el poblado de Tetecala, Neruda sí
acreditó su divorcio de Maruca Hagenaar, situación que omitió al
“casarse” con Matilde Urrutia el 28 de octubre de 1966.
Neruda conoció a Matilde Urrutia en
1946, tres años después iniciaron su amorío clandestino en México. El 3
de mayo de 1952, en la isla de Capri, Neruda y Matilde se “casaron”
simbólicamente, según Matilde: “Allí, Pablo, muy serio, sin un asomo de
broma, le pidió a la luna que nos casara… A muchos años de este
matrimonio en que nos bendijo la luna, Pablo quedó viudo y nos volvimos a
casar en 1966”5. Llama la atención que Matilde diga: “Pablo quedó
viudo”, en referencia al fallecimiento de Maruca Hagenaar acaecido en
1965, pero anula de la historia oficial el matrimonio con Delia del
Carril, La Hormiguita murió en 1989.
Irremediablemente Neruda se separaría de
Matilde Urrutia para vivir un tórrido romance con Alicia Urrutia, la
musa del Álbum de Isla Negra (1969) y La espada encendida (1970). El
doctor Francisco Velasco, copropietario de La Sebastiana, escribió en
sus memorias inéditas: “Tanto va el cántaro al agua que por fin Matilde
sorprende a su marido ‘in fraganti’ con las manos en la ‘plasta’ de su
sobrina, la expulsa inmediatamente de casa con sus enseres a cuesta.
Matilde muy afectada se aleja de Pablo y quiere irse a México con sus
padrinos Blanca Hauser y Armando Carvajal, le cuenta a mi señora [María
Martner] estos planes, quien le aconseja que no lo haga, que no se
retire y le deje el camino expedito a su sobrina… Por fin viene la
reconciliación, pero ya no es lo mismo, algo ha cambiado, Neruda estuvo
realmente enamorado de Alicia”6. El escritor Enrique Lafourcade dedicó
el capítulo final del libro Neruda en el país de las maravillas a la
Alicia de Pablo: “Matilde era una mujer de muy mal carácter. Estallaba
en unas cóleras oceánicas… ‘El error de Matilde’ –me informa una fuente
fidedigna que conoció todo este affaire- ‘fue haber tratado a su sobrina
Alicia como a una Cenicienta. La hacía comer en la cocina, al extremo
que muchos amigos que los visitaban pensaban que era una de las
criadas’”7. A partir de la infidelidad, Matilde descalificó a su
sobrina: “Nunca hablaré de esa ladrona”8, le dijo a la escritora
Virginia Vidal. Alicia Urrutia propiciaría la ruptura definitiva, el
matrimonio entre Neruda y Matilde se derrumbaba, desde el principio la
boda carecía de sustento jurídico, y de facto el matrimonio también era
una farsa: Neruda y Alicia continuaron su romance hasta 1973, mientras
tanto Matilde vivía un affaire con el abogado y político Julio Estuardo,
según el testimonio de Manuel Araya, el chofer y asistente personal de
Neruda.
El testamento de Matilde Urrutia
-fechado el 15 de enero de 1982- designa: “albaceas, herederos modales,
tenientes de bienes y directores vitalicios de la Fundación Neruda” a
Flavián Levine, Raúl Bulnes, Juan Agustín Figueroa, Jorge Edwards y
Roberto Parada. El abogado Juan Agustín Figueroa declaró a La Nación:
“Después del golpe quedó muy sola y yo era el paño de lágrimas de
Matilde, y cuando ella quiso darle forma jurídica a la fundación
recurrió a mí; ahora, se conservaban algunos borradores de las ideas
primitivas de Pablo con respecto a la fundación y que, junto a mi cuñado
[Sergio Inzunza], nos sirvieron de base para la creación del testamento
de Matilde, que yo lo redacté y es de donde nace la fundación”9. El
cinismo de Matilde Urrutia quedó al descubierto cuando pretendió engañar
a la opinión pública: “Nosotros hemos formado la llamada ‘Fundación
Pablo Neruda’ y ya no es Matilde de Neruda quien lo pide, sino una
fundación. Hay cinco personas manejándola y los estatutos son los mismos
que dejó Pablo”10. De ninguna manera se trata de la última voluntad de
Neruda, la Fundación Cantalao designaba a los rectores de la Universidad
de Chile, la Universidad Católica, la Universidad Técnica del Estado, a
los presidentes de la Sociedad de Escritores (SECH) y la Central Única
de Trabajadores (CUT), finalmente Neruda reservó dos lugares en su
Fundación para dos personas de su absoluta confianza (en la actualidad,
los dos lugares en el directorio podrían ser ocupados por dos sobrinos
del poeta).
La presunta viuda argumentó múltiples
contradicciones sobre el destino de la herencia del poeta: “El 11 de
septiembre de 1973 el abogado Sergio Insunza llegaría con los estatutos
de la Fundación Pablo Neruda, con el testamento de Pablo”, escribió
Matilde al inicio de sus memorias. Luego se retracta: “Pablo no dejó
testamento”. La hermana de Juan Agustín Figueroa -Aída Figueroa- cometió
una indiscreción -en 1974- al deslindar los trámites realizados por su
esposo Sergio Insunza, el abogado de Neruda: “Había hecho un testamento,
que estaba redactado. Faltaba sólo afinarlo y darle forma legal”11,
Aída Figueroa le comentó al periodista Sergio Villegas los detalles del
testamento inconcluso de Neruda: “La Fundación de Punta de Tralca. Sus
derechos de autor, después de morir Matilde, iban a estar destinados a
eso. Se trataba del proyecto de una gran casa en que los poetas de Chile
y del mundo tendrían la oportunidad de vivir por períodos para
dedicarse a escribir, descansar y leer. Había discutido ya con los
arquitectos. Él iba a donar, para esa casa, todos los libros de poesía
que había reunido en su vida, primeras ediciones, ediciones raras”12. En
los nuevos estatutos de la Fundación Neruda no existe ninguna cláusula
que indique la incorporación de las universidades chilenas, los
sindicatos o la Sociedad de Escritores, ni siquiera una vez concluida la
dictadura, Matilde traicionó el legado de Neruda, confeccionó la
falsificación de los Estatutos diseñados por Neruda en 1973.
Atando los cabos sobre la posesión
efectiva de la herencia de Neruda, sospecho que Matilde ocultó el
testamento del poeta para justificar la línea de sucesión hereditaria en
beneficio de Juan Agustín Figueroa, la abrupta muerte de Neruda impidió
el cumplimiento cabal de su legado, sin embargo la última voluntad del
bardo tiene un respaldo notarial, a diferencia del presunto matrimonio
con Matilde de 1966. La actual Fundación Neruda funciona en la legalidad
por partida doble: Matilde no era la viuda legítima en 1973, no tenía
ningún derecho de heredarle a Juan Agustín Figueroa la presidencia
vitalicia de la Fundación. Matilde Urrutia y Juan Agustín falsificaron
los Estatutos de la Fundación que diseñó Neruda, a pesar del fraude que
cometieron no pudieron ocultar la última voluntad del poeta, 40 años
después el directorio de la Fundación debe estar integrado por los
rectores de la Universidad de Chile, la Universidad Católica, la
Universidad Técnica del Estado (USACH), los presidentes de la Sociedad
de Escritores (SECH), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y dos
sobrinos de Neftalí Reyes.
La exhumación de Neruda es otra forma de
cuestionar el papel de Matilde Urrutia, la presunta viuda ocultó la
inyección que provocó la muerte del poeta en la Clínica Santa María el
23 de septiembre de 1973, según el testimonio de la enfermera Rosita
Núñez: “Dos años después de la muerte de don Pablo, un verano, la señora
[Matilde Urrutia] me vino a visitar. Me dijo que sospechaba que a su
marido lo habían matado en la clínica, posiblemente con alguna
inyección. Fue la última vez que la vi”13, el periodista Javier García
todavía conserva el audio MP3 con la entrevista a la enfermera de
Neruda. El tiempo le dio la razón a Manuel Araya, el chofer viene
insistiendo en las raras circunstancias de la muerte de Neruda, en el
soborno que pretendió darle Matilde para callarlo y en las mentiras de
la presunta viuda. El historiador Mario Amorós encontró cuatro
interesantes declaraciones de Matilde Urrutia: “No lo mató el cáncer.
Los médicos, a los que habíamos visto unos días antes, le dijeron que lo
habían atajado y que podría vivir unos años más” (Agencia EFE); después
dijo: “el cáncer que padecía [Neruda] estaba muy dominado y no
preveíamos un desenlace tan repentino. [Neruda] no alcanzó ni a dejar
testamento pues la muerte la veía muy lejos” (Revista Pueblo); en 1979,
Matilde declaró a la revista Hoy: “El profesor Vargas Salazar, que lo
atendía, siempre dijo que Pablo era un hombre muy fuerte, que se estaba
defendiendo maravillosamente. Lo de llevarlo a la clínica fue más que
todo por resguardarlo y protegerlo”; y en el mismo sentido Matilde dijo:
“Lo traje a la Clínica porque a la Isla no podía ni siquiera ir una
enfermera. Recuerde que en esos días estábamos viviendo momentos muy
difíciles… Yo estaba junto a él y sé que su mal no estaba en ninguna
etapa de peligro. El doctor que lo atendía había dicho que duraría unos
seis o siete años más y que a lo mejor se iba a morir de cualquier otra
cosa” (La Tercera)14. Finalmente el investigador David Schidlowsky
retomó las declaraciones que Matilde hizo a Sara Vial, sobre el
pronóstico de vida que recibió Neruda el 19 de septiembre de 1973: “En
la clínica Santa María, los médicos después de examinar al poeta, dicen a
Matilde que tiene sólo un año más de vida”15. Si Matilde tenía
sospechas de la inyección, si trasladó a Neruda a la Clínica para
protegerlo, si el cáncer estaba controlado después de dos operaciones y
56 sesiones de radioterapia, si el poeta tenía el pronóstico de de un
año de vida a partir del 19 de septiembre de 1973, ¿por qué no denunció
sus sospechas?, ¿por qué ocultó el crimen cometido en la Clínica Santa
María?, ¿por qué nunca habló de la negligencia médica del 23 de
septiembre?, ¿cuál era el motivo de su silencio?, ¿por despecho ante el
romance de Neruda y Alicia?, ¿o para cuidar el statu quo de la
herencia?, el anuncio de la próxima exhumación demuestra que había una
duda razonable para investigar el asesinato de Neruda. La exhumación del
poeta dejará entre la espada y la pared a la Fundación que falsificó
Matilde Urrutia, su heredero Juan Agustín Figueroa declaró: “Nos
oponemos a una exhumación del cadáver porque nos parecería un verdadero
acto de profanación”16.
Por Mario Casasus
NOTAS:
1) Obras Completas V. Nerudiana dispersa II. Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores; España, 2002.
2) Pablo Neruda: Los caminos de América. LOM Ediciones; Chile, 2004. 3) Correo electrónico de Paola Reyes; 02/08/2008.
2) Pablo Neruda: Los caminos de América. LOM Ediciones; Chile, 2004. 3) Correo electrónico de Paola Reyes; 02/08/2008.
4) Neruda. Las furias y las penas. Tomo 1. RIL Editores; Chile, 2008.
5) Mi vida junto a Pablo Neruda. Editorial Seix Barral; España, 1986.
6) El libro inédito del doctor Francisco Velasco fue consultado gracias a la amabilidad de la familia Velasco Martner.
7) Neruda en el país de las maravillas. Editorial Norma; Colombia, 1994.
8) Hormiga pinta caballos. RIL Editores; Chile, 2006.
9) Oda al dinero. La Nación; Chile, 09/06/2006.
10) La Tercera; Chile, 18/09/1983. Cita del libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
11) Funeral vigilado. Araucaria de Chile, número 3; España, 1978.
12) Op. Cit.
13) La soledad del capitán. La Nación; Chile, 18/09/2005.
14) Las cuatro declaraciones de Matilde Urrutia fueron publicadas en el libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
15) Neruda. Las furias y las penas. Tomo 2. RIL Editores; Chile, 2008.
16) Entrevista a Juan Agustín Figueroa. Radio Bío Bio; Chile, 05/12/2012.
6) El libro inédito del doctor Francisco Velasco fue consultado gracias a la amabilidad de la familia Velasco Martner.
7) Neruda en el país de las maravillas. Editorial Norma; Colombia, 1994.
8) Hormiga pinta caballos. RIL Editores; Chile, 2006.
9) Oda al dinero. La Nación; Chile, 09/06/2006.
10) La Tercera; Chile, 18/09/1983. Cita del libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
11) Funeral vigilado. Araucaria de Chile, número 3; España, 1978.
12) Op. Cit.
13) La soledad del capitán. La Nación; Chile, 18/09/2005.
14) Las cuatro declaraciones de Matilde Urrutia fueron publicadas en el libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
15) Neruda. Las furias y las penas. Tomo 2. RIL Editores; Chile, 2008.
16) Entrevista a Juan Agustín Figueroa. Radio Bío Bio; Chile, 05/12/2012.
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