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sábado, 16 de febrero de 2013

Los divorcios de Neruda, sus efectos políticos y la próxima exhumacion.


El juez Mario Carroza ordenó la exhumación de los restos de Pablo Neruda, en el ámbito de la causa abierta a mitad del 2011, tras la querella presentada por homicidio por el Partido Comunista, a casi 40 años de la muerte del poeta. Hasta ahora los informes emanados del Servicio Médico Legal (SML), siempre apuntaron a que el poeta falleció de cáncer, pese a las dudas suscitadas sobre la causa de su muerte, ocurrida doce días después del golpe de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
Los trámites de divorcio entre Neftalí Reyes Basoalto y María Antonia Hagenaar concluyeron el 3 de mayo de 1942, el edicto fue publicado en el Periódico Oficial del Estado de Morelos (México).
La primera irregularidad radica en la nula notificación al domicilio de la señora Hagenaar, en Bélgica; Neruda promovió el juicio de divorcio en la ciudad de Cuernavaca sin previo aviso de carta rogativa, ni mediante los documentos certificados por la vía diplomática. Las autoridades mexicanas tampoco tomaron en cuenta que el poeta chileno y la ciudadana holandesa contrajeron nupcias en Batavia (Java) el 6 de diciembre de 1930, mucho menos dictaminaron el monto de la pensión alimenticia que recibiría su hija Malva Marina (1934-1943). Neruda se separó de su primera esposa en 1937, el poeta viajó a Holanda en el invierno de 1939 para visitar por última vez a su hija, después envió -desde México- algunas remesas para la manutención de Malva Marina, la pequeña murió el 2 de marzo de 1943.
En 1948, Maruca Hagenaar llegó a Chile por invitación del gobierno de Gabriel González Videla para atestiguar contra Neruda en un juicio de bigamia, pero la querella no prosperó. En su defensa, Neruda le escribió a Darío Puccini –en marzo de 1950- la estrategia a seguir: “El ‘delito de bigamia’ es enteramente falso y no pueden probarlo. La querella debe ser entablada en esta base. Nuevos documentos te llegarán, entre ellos uno de mi ex mujer, documento notarial en que reconoce nuestro divorcio. En realidad González Videla hizo venir desde Europa a esta señora, ya divorciada de mí, para intentar un chantaje contra mí ya que las acusaciones por las que se me perseguía eran demasiado vagas: ‘injurias’, etcétera, y de este modo provocar un escándalo. Han hecho viajar a esta mujer desde Bélgica con vistas al chantaje, pero no han hecho nada en términos legales pues mi nuevo matrimonio [con Delia del Carril] es legal”1. A consecuencia del abandono de sus patrocinadores Maruca Hagenaar regresó a Holanda, donde falleció en 1965.
En 1934, el cónsul Neftalí Reyes conoció a la pintora argentina Delia del Carril, en la casa madrileña de Carlos Morla Lynch. Neruda vivió con La Hormiguita hasta 1955, las dos décadas de mayor formación política y crecimiento intelectual del poeta, todos los testimonios coinciden al respecto. El investigador Edmundo Olivares escribió: “Desde los días de la guerra en España se había establecido una gran sintonía ideológica que –sumada a la afectiva- generaba una poderosa combinación de voluntades, energías y propósitos…De esa sólida y gran experiencia en tiempos borrascosos venía la unión de Pablo y Delia. Ahora en este México tan hispanizado, vibrante y soleado de 1943, ellos terminan por dar apropiado marco legal y ceremonial a una ya larga vida en común”2. La abogada Paola Reyes –sobrina nieta de Neftalí Reyes- dedicó su tesis de licenciatura al estudio de las relaciones jurídico familiares de Neruda y sus efectos, un capítulo de la investigación universitaria contiene esta interesante teoría: “No pude encontrar en Chile dato alguno que me pudiese hacer concluir que Delia del Carril y Neruda hubiesen anulado su matrimonio o tramitado el divorcio; sólo es posible constatar la cancelación de la inscripción del matrimonio ante el Registro Civil de Chile, cuyas actas y sentencia tengo en mi poder. Pero no así la certeza de la anulación o divorcio en Tetecala (Morelos), lugar donde contrajeron matrimonio el 2 de julio de 1943”3.
En efecto, el diplomático Neftalí Reyes nunca se divorció en México de la pintora Delia del Carril. El año pasado fui al poblado de Tetecala (a 60 kilómetros de Cuernavaca) para cotejar los libros del Registro Civil, el alcalde me facilitó fotocopias y autorizó que tomara fotografías de las páginas correspondientes al 2 de julio de 1943; en los márgenes del libro del Registro Civil no existe ninguna referencia al trámite de divorcio en México, en el acta de matrimonio –las imágenes permanecieron inéditas hasta ahora- podemos apreciar las firmas de los contrayentes: Ricardo Reyes y Delia del Carril, de los testigos: Óscar Schnake (Embajador de Chile), Luis Enrique Délano (escritor y diplomático chileno), Wenceslao Roces (escritor español exiliado en México y traductor de Karl Marx), Enrique de los Ríos Lavín (comerciante chileno residente en México); así como las rúbricas de las autoridades locales: Jesús Castillo López (gobernador del Estado de Morelos) y Romualdo Ramírez (alcalde de Tetecala).
Según la investigación de David Schidlowsky: “Este matrimonio posteriormente será declarado ilegal ya que la Corte Suprema de Chile ‘no dio exequátur (cumplimiento)’ al divorcio entre Neruda y Maruca Reyes”4. Sin embargo Neruda demostró que “mi nuevo matrimonio [con Delia del Carril] es legal” y descalificó la estrategia de Gabriel González Videla al invitar a Maruca Hagenaar para que testificara contra el desaforado senador. En el acta de matrimonio de Pablo Neruda y Delia del Carril fechada en 1943 se lee: “Neftalí Ricardo Reyes, originario de Parral República de Chile y de tránsito en esta ciudad, vecino de México, Distrito Federal, y actualmente Cónsul general de la República de Chile en México… divorciado según copia certificada que exhibe en este momento expedida por el ciudadano juez mixto de primera instancia del segundo distrito judicial del Estado de Morelos, de 39 años de edad”. En el poblado de Tetecala, Neruda sí acreditó su divorcio de Maruca Hagenaar, situación que omitió al “casarse” con Matilde Urrutia el 28 de octubre de 1966.
Neruda conoció a Matilde Urrutia en 1946, tres años después iniciaron su amorío clandestino en México. El 3 de mayo de 1952, en la isla de Capri, Neruda y Matilde se “casaron” simbólicamente, según Matilde: “Allí, Pablo, muy serio, sin un asomo de broma, le pidió a la luna que nos casara… A muchos años de este matrimonio en que nos bendijo la luna, Pablo quedó viudo y nos volvimos a casar en 1966”5. Llama la atención que Matilde diga: “Pablo quedó viudo”, en referencia al fallecimiento de Maruca Hagenaar acaecido en 1965, pero anula de la historia oficial el matrimonio con Delia del Carril, La Hormiguita murió en 1989.
Irremediablemente Neruda se separaría de Matilde Urrutia para vivir un tórrido romance con Alicia Urrutia, la musa del Álbum de Isla Negra (1969) y La espada encendida (1970). El doctor Francisco Velasco, copropietario de La Sebastiana, escribió en sus memorias inéditas: “Tanto va el cántaro al agua que por fin Matilde sorprende a su marido ‘in fraganti’ con las manos en la ‘plasta’ de su sobrina, la expulsa inmediatamente de casa con sus enseres a cuesta. Matilde muy afectada se aleja de Pablo y quiere irse a México con sus padrinos Blanca Hauser y Armando Carvajal, le cuenta a mi señora [María Martner] estos planes, quien le aconseja que no lo haga, que no se retire y le deje el camino expedito a su sobrina… Por fin viene la reconciliación, pero ya no es lo mismo, algo ha cambiado, Neruda estuvo realmente enamorado de Alicia”6. El escritor Enrique Lafourcade dedicó el capítulo final del libro Neruda en el país de las maravillas a la Alicia de Pablo: “Matilde era una mujer de muy mal carácter. Estallaba en unas cóleras oceánicas… ‘El error de Matilde’ –me informa una fuente fidedigna que conoció todo este affaire- ‘fue haber tratado a su sobrina Alicia como a una Cenicienta. La hacía comer en la cocina, al extremo que muchos amigos que los visitaban pensaban que era una de las criadas’”7. A partir de la infidelidad, Matilde descalificó a su sobrina: “Nunca hablaré de esa ladrona”8, le dijo a la escritora Virginia Vidal. Alicia Urrutia propiciaría la ruptura definitiva, el matrimonio entre Neruda y Matilde se derrumbaba, desde el principio la boda carecía de sustento jurídico, y de facto el matrimonio también era una farsa: Neruda y Alicia continuaron su romance hasta 1973, mientras tanto Matilde vivía un affaire con el abogado y político Julio Estuardo, según el testimonio de Manuel Araya, el chofer y asistente personal de Neruda.
El testamento de Matilde Urrutia -fechado el 15 de enero de 1982- designa: “albaceas, herederos modales, tenientes de bienes y directores vitalicios de la Fundación Neruda” a Flavián Levine, Raúl Bulnes, Juan Agustín Figueroa, Jorge Edwards y Roberto Parada. El abogado Juan Agustín Figueroa declaró a La Nación: “Después del golpe quedó muy sola y yo era el paño de lágrimas de Matilde, y cuando ella quiso darle forma jurídica a la fundación recurrió a mí; ahora, se conservaban algunos borradores de las ideas primitivas de Pablo con respecto a la fundación y que, junto a mi cuñado [Sergio Inzunza], nos sirvieron de base para la creación del testamento de Matilde, que yo lo redacté y es de donde nace la fundación”9. El cinismo de Matilde Urrutia quedó al descubierto cuando pretendió engañar a la opinión pública: “Nosotros hemos formado la llamada ‘Fundación Pablo Neruda’ y ya no es Matilde de Neruda quien lo pide, sino una fundación. Hay cinco personas manejándola y los estatutos son los mismos que dejó Pablo”10. De ninguna manera se trata de la última voluntad de Neruda, la Fundación Cantalao designaba a los rectores de la Universidad de Chile, la Universidad Católica, la Universidad Técnica del Estado, a los presidentes de la Sociedad de Escritores (SECH) y la Central Única de Trabajadores (CUT), finalmente Neruda reservó dos lugares en su Fundación para dos personas de su absoluta confianza (en la actualidad, los dos lugares en el directorio podrían ser ocupados por dos sobrinos del poeta).
La presunta viuda argumentó múltiples contradicciones sobre el destino de la herencia del poeta: “El 11 de septiembre de 1973 el abogado Sergio Insunza llegaría con los estatutos de la Fundación Pablo Neruda, con el testamento de Pablo”, escribió Matilde al inicio de sus memorias. Luego se retracta: “Pablo no dejó testamento”. La hermana de Juan Agustín Figueroa -Aída Figueroa- cometió una indiscreción -en 1974- al deslindar los trámites realizados por su esposo Sergio Insunza, el abogado de Neruda: “Había hecho un testamento, que estaba redactado. Faltaba sólo afinarlo y darle forma legal”11, Aída Figueroa le comentó al periodista Sergio Villegas los detalles del testamento inconcluso de Neruda: “La Fundación de Punta de Tralca. Sus derechos de autor, después de morir Matilde, iban a estar destinados a eso. Se trataba del proyecto de una gran casa en que los poetas de Chile y del mundo tendrían la oportunidad de vivir por períodos para dedicarse a escribir, descansar y leer. Había discutido ya con los arquitectos. Él iba a donar, para esa casa, todos los libros de poesía que había reunido en su vida, primeras ediciones, ediciones raras”12. En los nuevos estatutos de la Fundación Neruda no existe ninguna cláusula que indique la incorporación de las universidades chilenas, los sindicatos o la Sociedad de Escritores, ni siquiera una vez concluida la dictadura, Matilde traicionó el legado de Neruda, confeccionó la falsificación de los Estatutos diseñados por Neruda en 1973.
Atando los cabos sobre la posesión efectiva de la herencia de Neruda, sospecho que Matilde ocultó el testamento del poeta para justificar la línea de sucesión hereditaria en beneficio de Juan Agustín Figueroa, la abrupta muerte de Neruda impidió el cumplimiento cabal de su legado, sin embargo la última voluntad del bardo tiene un respaldo notarial, a diferencia del presunto matrimonio con Matilde de 1966. La actual Fundación Neruda funciona en la legalidad por partida doble: Matilde no era la viuda legítima en 1973, no tenía ningún derecho de heredarle a Juan Agustín Figueroa la presidencia vitalicia de la Fundación. Matilde Urrutia y Juan Agustín falsificaron los Estatutos de la Fundación que diseñó Neruda, a pesar del fraude que cometieron no pudieron ocultar la última voluntad del poeta, 40 años después el directorio de la Fundación debe estar integrado por los rectores de la Universidad de Chile, la Universidad Católica, la Universidad Técnica del Estado (USACH), los presidentes de la Sociedad de Escritores (SECH), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y dos sobrinos de Neftalí Reyes.
La exhumación de Neruda es otra forma de cuestionar el papel de Matilde Urrutia, la presunta viuda ocultó la inyección que provocó la muerte del poeta en la Clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973, según el testimonio de la enfermera Rosita Núñez: “Dos años después de la muerte de don Pablo, un verano, la señora [Matilde Urrutia] me vino a visitar. Me dijo que sospechaba que a su marido lo habían matado en la clínica, posiblemente con alguna inyección. Fue la última vez que la vi”13, el periodista Javier García todavía conserva el audio MP3 con la entrevista a la enfermera de Neruda. El tiempo le dio la razón a Manuel Araya, el chofer viene insistiendo en las raras circunstancias de la muerte de Neruda, en el soborno que pretendió darle Matilde para callarlo y en las mentiras de la presunta viuda. El historiador Mario Amorós encontró cuatro interesantes declaraciones de Matilde Urrutia: “No lo mató el cáncer. Los médicos, a los que habíamos visto unos días antes, le dijeron que lo habían atajado y que podría vivir unos años más” (Agencia EFE); después dijo: “el cáncer que padecía [Neruda] estaba muy dominado y no preveíamos un desenlace tan repentino. [Neruda] no alcanzó ni a dejar testamento pues la muerte la veía muy lejos” (Revista Pueblo); en 1979, Matilde declaró a la revista Hoy: “El profesor Vargas Salazar, que lo atendía, siempre dijo que Pablo era un hombre muy fuerte, que se estaba defendiendo maravillosamente. Lo de llevarlo a la clínica fue más que todo por resguardarlo y protegerlo”; y en el mismo sentido Matilde dijo: “Lo traje a la Clínica porque a la Isla no podía ni siquiera ir una enfermera. Recuerde que en esos días estábamos viviendo momentos muy difíciles… Yo estaba junto a él y sé que su mal no estaba en ninguna etapa de peligro. El doctor que lo atendía había dicho que duraría unos seis o siete años más y que a lo mejor se iba a morir de cualquier otra cosa” (La Tercera)14. Finalmente el investigador David Schidlowsky retomó las declaraciones que Matilde hizo a Sara Vial, sobre el pronóstico de vida que recibió Neruda el 19 de septiembre de 1973: “En la clínica Santa María, los médicos después de examinar al poeta, dicen a Matilde que tiene sólo un año más de vida”15. Si Matilde tenía sospechas de la inyección, si trasladó a Neruda a la Clínica para protegerlo, si el cáncer estaba controlado después de dos operaciones y 56 sesiones de radioterapia, si el poeta tenía el pronóstico de de un año de vida a partir del 19 de septiembre de 1973, ¿por qué no denunció sus sospechas?, ¿por qué ocultó el crimen cometido en la Clínica Santa María?, ¿por qué nunca habló de la negligencia médica del 23 de septiembre?, ¿cuál era el motivo de su silencio?, ¿por despecho ante el romance de Neruda y Alicia?, ¿o para cuidar el statu quo de la herencia?, el anuncio de la próxima exhumación demuestra que había una duda razonable para investigar el asesinato de Neruda. La exhumación del poeta dejará entre la espada y la pared a la Fundación que falsificó Matilde Urrutia, su heredero Juan Agustín Figueroa declaró: “Nos oponemos a una exhumación del cadáver porque nos parecería un verdadero acto de profanación”16.
Por Mario Casasus
NOTAS:
1) Obras Completas V. Nerudiana dispersa II. Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores; España, 2002.
2) Pablo Neruda: Los caminos de América. LOM Ediciones; Chile, 2004.                                                                                                      3) Correo electrónico de Paola Reyes; 02/08/2008.
4) Neruda. Las furias y las penas. Tomo 1. RIL Editores; Chile, 2008.
5) Mi vida junto a Pablo Neruda. Editorial Seix Barral; España, 1986.
6) El libro inédito del doctor Francisco Velasco fue consultado gracias a la amabilidad de la familia Velasco Martner.
7) Neruda en el país de las maravillas. Editorial Norma; Colombia, 1994.
8) Hormiga pinta caballos. RIL Editores; Chile, 2006.
9) Oda al dinero. La Nación; Chile, 09/06/2006.
10) La Tercera; Chile, 18/09/1983. Cita del libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
11) Funeral vigilado. Araucaria de Chile, número 3; España, 1978.
12) Op. Cit.
13) La soledad del capitán. La Nación; Chile, 18/09/2005.
14) Las cuatro declaraciones de Matilde Urrutia fueron publicadas en el libro: Sombras sobre Isla Negra. La misteriosa muerte de Pablo Neruda (Ediciones B, 2012).
15) Neruda. Las furias y las penas. Tomo 2. RIL Editores; Chile, 2008.
16) Entrevista a Juan Agustín Figueroa. Radio Bío Bio; Chile, 05/12/2012.

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