PULSO SINDICAL Nº 203 DEL 06 AL 12 DE AGOSTO DE 2013
Y luego de 4 meses continua el show del ingreso mínimo.
La
actual candidata de la derecha ha expresado que, de no mediar alguna
situación desastrosa en el país, ella esta en condiciones de asegurar
que el mínimo puede llegar a $ 250.000 al final de su hipotético
gobierno. O sea en el año 2017.
Llama
la atención esta propuesta, toda vez que durante la tramitación del
actual monto el senador Andrés Zaldívar expuso que su sector estaba por
un acuerdo, siempre que este año se fijara el mínimo en $ 210.000. Un
acuerdo para fijar un monto al menos bianual durante el próximo gobierno
y también ve, por allá lejos aún, posible llegar a los $250.000.
Si
a esto unimos que ya por tercer año consecutivo, la CUT fija su
demanda de ingreso mínimo en $ 250.000 y algunas fundaciones y ONG hacen
causa común con la Central sindical, se podría concluir que con este
monto estarían solucionados los problemas de casi un millón de
trabajadores.
Gran error, la discusión desde siempre ha estado equivocada.
Primero porque ni con mucho 210, 220 o 250 lucas van a hacer más digna la vida de un trabajador.
Segundo
por que el monto del que se habla es un monto bruto, al que
obligatoriamente hay que descontar la carga previsional que en promedio
es del 20%.
País
extraño en el que vivimos. Nos llenan de encuestas y estadísticas
explicando que el ingreso per capita esta sobre los $500.000, pero nada
dicen de los millones de compatriotas que apurados gana entre el mínimo y
las 300 lucas. Menos se atreven a explicar que son solo unos pocos los
beneficiados que perciben millones mensualmente.
Para
colmo, aquellos que podrían hacer el ejercicio completo no se atreven a
calcular cuanto requiere para vivir mensualmente una familia tipo, 2
padres y dos hijos. Cual es la alimentación que requieren, como lo harán
con el vestuario, cuanto gastan en movilización, cual es el costo
mensual entre agua luz, teléfono arriendo o dividendos.
¿Es
capaz, uno solo de estos estudiosos, de concluir sin avergonzarse, que
un trabajador puede mantener a su familia con $ 250.000 mensuales?..
Lo concreto y claro es que hasta el cierre de este comentario semanal no está totalmente resuelto lo del ingreso mínimo.
Se
discutirá en comisión mixta pues los senadores rechazaron que el pago
del mismo fuera retroactivo. Solo parece haber acuerdo de que se paguen
retroactivamente las asignaciones familiares. Que vergüenza, se trata de
solo $ 200, que ni siquiera sirven para medio pasaje de locomoción.
Estamos
a poco menos de un mes de que se cumplan 40 años del golpe militar y a
algo mas de 25 años que se constituyera la Central Unitaria.
Hasta el golpe la asignación familiar era digna y su monto servía bastante a millones de familias.
La CUT demando
en su congreso constituyente de 1988 “una asignación familiar
equivalente a medio kilo de pan y medio litro de leche diario, para
nuestros hijos”.
A cuanto equivale eso hoy día?. Mas menos a $ 790 diarios., o si lo prefiere $ 23.700 mensuales.
¿Entonces, de que están hablando el Parlamento, el gobierno, la CUT, y los que saben?.
¿Es que todos se han puesto de acuerdo para reírse de los trabajadores?.
En esta ocasión fue el turno de Tocopilla.
Una nueva ciudad que se debe movilizar activamente para exigir se de respuesta a sus demandas mas mínimas.
Resulta increíble que en
pleno siglo XXI, en un país que se declara a las puertas del desarrollo,
que se jacta de tener altos niveles y estándares en casi todo, que se
mide con los países de Europa por que America Latina le quedó chico, los
habitantes de una ciudad deban movilizarse para demandar por médicos
permanentes en el lugar donde viven.
Que
una madre se escriba en su barriga que su hijo no nacerá en Tocopilla
por que ahí no hay ginecólogo, es una señal no solo de abandono sino de
desprecio por los ciudadanos.
Esto no es solo un problema de Tocopilla.
Algo similar e incluso pero, sucede en muchos otros lugares, pueblos y ciudades, que tienen estas y otras carencias.
Esto
es el resultado del capitalismo, de un modelo de sociedad donde
gobierna sin contrapesos el capital, de un sistema de gobierno donde lo
único que importa es dar señales de que no habrá cambios a los que nos
están dejando sin riquezas básicas, a la vez que se apropian de
carreteras, el agua, la electricidad y los bosques. .
Por eso la lucha está
lejos de terminar: Es más. Si somos justos y concretos en el análisis la
lucha ni siquiera se inicia como tal. Para que sea efectiva y de verdad
se ponga en jaque al modelo, debe producirse una movilización total y
continua de todo un pueblo que demanda soluciones.
En
nuestro caso, en el plano de los trabajadores debemos comenzar a
educarnos en nuestros derechos, conocer que es lo que hubo en nuestro
país antes del golpe militar de 1973, en materia de leyes laborales.
Completado
el proceso de educación, que a decir verdad en la mayoría de los
trabajadores ni siquiera se ha iniciado, viene el tiempo de la
organización.
Un pueblo organizado es el que lucha y gana.
Solo como recuerda memoria sépase que hasta 1973 la ley establecía, entre otros beneficios los siguientes:
*Los
despidos que afectaban a más de 10 trabajadores solo procedían previa
autorización conjunta de los Ministerios del Trabajo y de Economía
(art.86 inciso 3° C. del T. antiguo)
* Los trabajadores aprendices podían ser parte de la negociación colectiva.
* Los trabajadores de bombas de bencina tenían una indemnización especial por el trabajo que desempeñaban.
*
Descanso en domingo y feriados legales (Art.322 C. del T. antiguo) y
las 44 horas semanales, para los empleados del comercio (Art. 32 de la
ley 17.365)
* No se autorizaba el fraccionamiento del feriado.
* El feriado progresivo no era negociable por las partes.
* Los trabajadores de
regiones extremas y otros como los mineros, tenían feriados de 25 días
hábiles. ¿No es válido entonces luchar por recuperar lo que teníamos?.
Este y no otro es el desafío a 40 años del golpe de Estado
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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