La vicepresidenta de la agrupación, Mireya García, además emplazó al comandante en Jefe del Ejército Juan Fuente-Alba a que “se digne a entregar la verdad que aún oculta sobre los detenidos desaparecidos”.
Luego del encuentro público que sostuvo el general (r), Juan Emilio Cheyre, con el hijo de un matrimonio extranjero de ejecutados políticos, Ernesto Lejderman, la Agrupación de Detenidos Desaparecidos solicitó la salida del ex militar del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel).
Durante el programa "El Informante", Cheyre volvió a recordar los hechos que lo llevaron en 1973 a entregar a Lejderman -en ese entonces un bebé de dos años-, a un convento luego de que sus padres fueran asesinados por integrantes del Regimiento Arica mientras huían de Chile hacia Argentina.
"Yo jamás dudé de la terrible versión que después fue mentira", afirmó el ex comandante en jefe, quien además reiteró no conocer más antecedentes sobre la muerte de los padres de Lejderman.
El ciudadano argentino, en tanto, lo emplazó a "dar un paso más, en función de memoria, verdad y justicia, y que dijera todo lo que sabe".
"Lo invito a que rompa los pactos de silencio y cuente donde están los cuerpos de los detenidos desaparecidos, qué pasó con mi papá y mi mamá. Lo invitó a que le dé contenido a sus palabras", sostuvo Lejderman.
En tanto, la vicepresidenta de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, rechazó que Cheyre esté al frente del Consejo del Servel. "Es una falta de respeto ya que preside una de las instancias más democráticas que existen en el país", dijo.
García pidió a través de una carta la salida de Cheyre, acompañada de la vicepresidenta del Partido Socialista, Carola Rivero, la viuda del sociólogo degollado José Manuel Parada, Estela Ortíz, y la nieta del Presidente Salvador Allende y candidata al Parlamento, Maya Fernández.
"La carta señala concretamente que Cheyre tiene que renunciar y que el Ejército, a través de su comandante en Jefe se digne a entregar la verdad que aún oculta sobre los detenidos desaparecidos", agregó García.
Sin embargo, el abogado de derechos humanos, Héctor Salazar, descartó que Cheyre esté involucrado penalmente en este crimen. "Ariosto Lapostol, jefe de plaza, le ordenó (a Cheyre) que tomara contacto con la iglesia y lo hizo con el entonces obispo (Juan Francisco) Fresno, quien le hizo gestiones para que lo hicieran llegar a este convento mientras se tomaban las medidas para establecer contacto con la familia del niño en Argentina", dijo.
"Desde el punto de vista de la investigación criminal en este caso no aparece una participación penal punible del general Cheyre", afirmó el abogado. "En ningún momento puedo decir que el general Cheyre haya secuestrado al menor. Cheyre no tiene ninguna responsabilidad penal. Ahora creo que como están dadas las cosas hoy es una estupenda oportunidad para que el general Cheyre explique cómo ocurrieron los hechos".
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