En 1975 el cantante español se
presentó en el Festival de Viña, por lo que días antes aprovechó de
hacer una presentación en la cárcel de Valparaíso. Antes de empezar, les
dijo a los presos: “los comprendo muy bien, soy un prisionero de mis
compromisos, de cantar aquí y allá, de los hoteles y aviones”. Eso
provocó la ira de los reclusos por lo que el artista debió salir
arrancando sin siquiera tocar una canción.
Según rescata el diario británico The Guardian, la noche anterior al show los presos del segundo piso construyeron el escenario para el artista, no dejando dormir a nadie en toda la noche. Al día siguiente, la cita estaba programada para las 10 de la mañana, pero Iglesias llegó con seis horas de retraso con un séquito de 20 personas.
Algo que no sabía el artista es que a parte de los reos comunes, en el centro penitenciario también se encontraban presos políticos de la dictadura.
Cuando hizo su entrada el cantante, los presos comunes se alborotaron, pidiendo canciones y autógrafos. Cuando finalmente se restableció el orden, Iglesias se dirigió al público y según cuenta el cantante Mauricio Redolés, quien era uno de los presos políticos que estaba en el lugar, el artista español se mandó un par de frases que no cayeron nada de bien.
“Aparentemente, soy un hombre libre – pero en realidad soy un prisionero de mis compromisos , de cantar aquí y allá, de los hoteles y aviones Mis fans no me dejan en paz . te comprendo muy bien. Les traigo un abrazo fraterno y espero que se recupere su libertad tan pronto como sea posible “, dijo Iglesias.
Esto provocó la ira del público, que pensaban que el artista se estaba burlando de ellos. “Se estaba riendo de nosotros”, afirma Álvaro Vidal, músico y preso que presenció el hecho. “Comenzamos a gritar al unísono:” ¡Hijo de puta ! “Y nosotros le decíamos cosas peores que eso. Había una expresión de sorpresa en la cara de Iglesias. Miró a uno y otro, claramente desconcertado. “, dice Vidal
Redolés agrega que Iglesias preguntó:” ¿Por qué estás tan enojado? Alguien le explicó que eran presos políticos. Entonces el director anunció el artista se iba. Y se quedaron sin cantar una sola canción”.
Vidal dice que fue el acontecimiento más ridículo que ha visto en su vida. “Iglesias fue muy descarado, mse fue sin decir adiós ni nada”. Los presos políticos temían que habría represalias, pero ninguno se produjeron. “Los presos comunes ni siquiera reaccionan mal a nuestro abucheos “, dice Vidal. “Se sintieron ofendidos, también”.
The Guardian se pregunta las razones que llevaron a Iglesias a tocar en ese lugar, algo que aún nadie ha podido responder. Tiempo después se supo que en los centros de la DINA se ocuparon canciones de Julio Iglesias para que no se escucharan los gritos de los presos que eran torturados.
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