Por Verónica Romero
El atentado que les costó la vida al general Carlos Prats y su
esposa, en 1974 en Argentina, llevó a la Corte de Apelaciones a ordenar
el pago de una indemnización a la familia, que ahora recibirá un aumento
de esta.
El
general(r) Carlos Prats, excomandante en Jefe del Ejército, fue
asesinado en Buenos Aires con una bomba que se colocó en su vehículo el
30 de septiembre de 1974, la que fue accionada por control remoto y
provocó la muerte del militar y su mujer, Sofía Cuthbert.
La Corte de Apelaciones de Santiago decidió aumentar el monto de
la indemnización por el asesinato al consignar la figura de daño
emergente, por lo que la cifra que deberá cancelar el fisco alcanza los
730 millones de pesos.
El abogado de derechos humanos Luís Toro, en conversación con Cambio21,
explicó que "hay indemnizaciones materiales que son demostrables por el
daño que fue provocado, además del costo de la vida de la persona, que
por supuesto es invaluable. Hay una serie de daños distintos, como
morales, estos son los daños emergentes, que habitualmente los
tribunales han fijado daños materiales a modo de indemnización".
El caso
El general Carlos Prats, excomandante en jefe del ejército y
ministro de Salvador Allende, escribió "me vine a la Argentina en
azarosas condiciones, en la madrugada del 15 de setiembre (1973), al ser
prevenido de que grupos descontrolados trataban de liquidarme".
Mientras se encontraba en la República argentina, Carlos Prats
recibió varias amenazas de muerte y seguimiento. El gobierno chileno
estaba en conocimiento de estos actos. Debido a estas amenazas, el
general y su esposa decidieron abandonar Argentina, por lo que
solicitaron en el consulado pasaportes que les permitieran viajar a otro
país, sin embargo nunca le fueron otorgados. Prats salió de Chile en
1973 con su documento diplomático, pero este ya había caducado para el
año siguiente y su mujer sólo contaba con su cédula de identidad, por lo
que era necesario contar con los nuevos pasaportes.
El Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación,
organismo creado por Decreto Supremo de fecha 25 de abril de 1990,
aclaró que "las explicaciones oficiales que constan en documentos que
esta Comisión ha conocido, no dan una razón plausible para tal negativa o
demora. Menos aún si, como consta, el embajador de Chile en Argentina,
envió a la cancillería chilena, con el ruego de comunicarlo también a la
Comandancia en Jefe del Ejército, un télex indicando que el General
Prats había recibido una amenaza de muerte".
La Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) fue la responsable
de planificar y ejecutar el atentado al general Carlos Prats a través de
sus agentes y con la ayuda del grupo terrorista argentino "Milicia", en
el marco de la "Operación Cóndor".
Una de las hijas del matrimonio Prats-Cuthbert, Sofía Prats,
sostiene que Pinochet fue quien dio la orden para que asesinaran a sus
padres. Sobre esto declaró, en entrevista con americalatina.com.gr, que
"era un domingo. Mis padres se habían encontrado con amigos. Almorzaron
en una finca fuera de Buenos Aires y, a la noche, fueron al cine con los
padres de Isabel Allende. Al llegar se produce el atentado". La
periodista tenía 28 años ocurrió el atentado en el domicilio de la
familia en la calle Malabia 3359.
El 30 de septiembre, cerca de las 02:00 a.m., el general(r)
Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert, regresaban de cenar con unos
amigos, cuando murieron producto de la explosión que sufrió su vehículo a
causa de una bomba puesta en el piso del auto, entre los asientos
delanteros y la caja de cambios, la que fue instalada por el ciudadano
estadounidense y miembro de la DINA, Michael Townley. El agente ingresó
al garaje del general y colocó el explosivo en el vehículo, que luego
hizo estallar mediante un control remoto, provocando la muerte inmediata
del matrimonio Prats-Cuthbert. Los restos del vehículo fueron
esparcidos en un diámetro de 50 metros, junto con los cuerpos
destrozados de la pareja.
La investigación que se hizo del atentado del general Carlos
Prats, llegó a la conclusión que el matrimonio fue asesinado, en
violación de sus derechos humanos, por un acto terrorista de
responsabilidad de agentes del Estado de Chile, que se presume
pertenecían a la DINA. Michael Townley, exagente del organismo, autor
confeso del homicidio del matrimonio Prats, declaró que la orden de
matar al General Prats salió del brigadier Pedro Espinoza, el mayor Raúl
Iturriaga y, "en cierto momento del general (Manuel) Contreras", pero
dijo creer que la orden llegó de una "autoridad superior".
El 8 de julio de 2010, la Corte Suprema de Justicia chilena dictó
fallo en contra del general(r) Manuel Contreras y brigadier(r) Pedro
Espinoza como autores del asesinato del general Carlos Prats y su
esposa. También encontró culpable al general(r) Raúl Iturriaga Neumann,
brigadier(r) José Octavio Zara y el coronel(r) Juan Morales Salgado.
Como cómplices, la justicia condenó a Mariana Callejas y Jorge Iturriaga
Neumann.
La Comisión no encontró datos sobre la posibilidad de que hubiese
otro perpetrador del hecho que el Estado de Chile, sin embargo, sostuvo
que las acciones de los agentes de la DINA, en Chile y en el extranjero
(Argentina y Estados Unidos) permitieron formular una hipótesis posible
de motivos por los que se acusa que el Estado de Chile creía que el
general Prats fue considerado como un factor de impredecibles
consecuencias políticas para la situación del país.
En cuanto a las hijas de Prats y cómo han sobrellevado la muerte
de sus padres, la presidenta de la AFEP, comentó que "nosotros siempre
las hemos considerado como parte de nuestra agrupación y hemos estado al
tanto de su familia. Ellas han sido muy valientes, ya que no es fácil
superar la forma siniestra en que asesinaron a su madre y padre, por lo
que, felizmente, el legado de amor que les dejaron ha sido ejemplo de un
militar que amaba la Constitución y a su pueblo".
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