Recientemente
se presentó un proyecto de ley con la firma de 4 diputados, que expone
con claridad algunas de las demandas mas sentidas por los trabajadores,
en su relación diaria con la patronal. De esto nada se ha dicho o
escrito.
Y
es que resulta vital avanzar en cuestiones que parecen no ser
importantes para quienes tienen la obligación de buscar caminos que
permitan que el abuso no se eternice, los poderes ejecutivo y
legislativo.
Es
cierto que ante la pregunta de que es lo mas necesario, muchas sean las
organizaciones y trabajadores que digan un nuevo Código del Trabajo,
pero no es menor la constatación que con el actual estado de cosas este
es simplemente un sueño que difícilmente se concretice.
Carecemos
de fuerza sindical efectiva como para demandar en la calle y al
interior de los lugares de trabajo reformas laborales profundas. No
hemos desarrollado instrumentos ni organizaciones que puedan educar,
capacitar y desde ahí organizar a los millones de abusados, que trabajan
cabeza gacha sin mas expectativa que mantener la fuente de trabajo.
Seguimos
expuestos a una negociación o conversación entre cuatro paredes, donde
unos y otros invocan a los trabajadores sin consultarlos. Son esos que
están día a día en las empresas los que sufren con sueldos deficientes y
pagados a destiempo, los mismos que deben aceptar presiones y suscribir
documentos que pueden no compartir con el único objetivo de recibir una
indemnización que muchas veces se les paga en cuotas mensuales.
Miles
hay que cumplen jornadas de 10 o mas horas diarias, están obligados a
desempeñar 2, 3 o mas funciones por que así lo permite la legislación
vigente, mientras otros tantos acuerdan términos de contratos y ni
siquiera tienen la tranquilidad de que sus retenciones de AFP y otras
estén pagadas y al día. Es enorme la cantidad de anomalías que están
permitidas por ley y mientras no haya reformas concretas, poco o nada
avanzará el proceso de organización sindical y negociación colectiva.
Además,
¿quien puede decir con certeza que aquellas cuestiones discutidas entre
las organizaciones patronales y laborales, reconocidas como
interlocutores por los gobiernos, sean en definitiva aquellas que mas
preocupan a los trabajadores?.
Claramente,
y al menos en lo que respecta al Multirut y el ingreso mínimo el
referente que actúa en representación de los dueños de la fuerza de
trabajo, está a años luz de lo que son las necesidades reales de los
asalariados.
Si
a esto agregamos el derecho a sala cuna sin mínimo de trabajadoras por
empresa, o una jornada única de 45 horas para todos, demandas que ni
siquiera son expuestas por estos “representantes laborales”, poco o nada
se puede esperar de ellos.
Es
en este cuadro que cobra importancia el proyecto de ley presentado por
el diputado ex RN Gaspar Rivas, apoyado por la diputadas Cicardini y
Fernandez del PS mas Girardi del PPD, proyecto de ley que publicaremos
en nuestra página web (www.cgt-chile.cl), para que sea conocido por los trabajadores.
Los
recién organizados y los que están en vías de hacerlo podrán encontrar
en este proyecto una base sólida para preparar sus proyectos de contrato
colectivo. Las organizaciones podrán apoyarlo contactando a los
diputados o solicitando a otros en la Cámara que adhieran al proyecto,
incorporando todas aquellas cuestiones que en el proyecto no estén
consideradas.
Lo
importante, lo vital, es hacernos de la herramienta y usarla para
avanzar, sin que esto implique renunciar a nuestra aspiraciones
históricas y de clase.
Una sorpresa gratificante a sido para nosotros la relación de trabajo sostenida con el diputado Rivas.
Es
el primero de muchos que por nuestra sede han pasado, que no hizo una
visita de doctor - esas que se hacen para decir que se está sin estarlo -
tomó nota de nuestra propuestas, algunas de las cuales ha transformado
ya en proyectos de ley, dándose el tiempo para informar regularmente del
trámite de las mismas.
Tenemos
mas que claro que esto no alcanza ni para saludo a la bandera, que es
solo con fuerza propia, con millones de organizados ojala en torno a una
sola y gran organización, que podremos horquillar al sistema, pero al
menos conocimos a un tipo que mas allá de los cálculos políticos -
propios de sus pares – se ha comprometido a poner las demandas en la
mesa y ha dado pasos concretos para ello.
Gaspar
Rivas y otros 9 diputados presentaron un proyecto de ley para intentar
normar y regular algunos aspectos de la ley 20.729. Hace algunos días el
diputado ha recibido de un asesor de la ministra del Trabajo, un
documento que va en la misma línea de mentiras que han sostenido el
subsecretario de esa cartera y, entre otros, el diputado Osvaldo
Andrade.
Majaderamente
se obstinan en vincular esta ley vigente (20.729) a lo que será la
futura ley que establece normas laborales para los trabajadores del
turismo, por lo que no habría razón para considerar el proyecto de ley
presentado.
Sin
embargo, lo que es muy grave, es que todas estas autoridades han
expuesto que respecto de dicho proyecto de ley del turismo, la
CGT habría apoyado su redacción, hecha en el gobierno anterior. Esa es
una enorme mentira y extrañamente la ministra y sus colaboradores, se
han negado sistemáticamente a recibirnos para explicarles lo que parecen
desconocer, y al parecer tampoco se han tomado la molestia de conocer
la propuesta entregada por nuestra organización a la Comisión de Turismo
de la Cámara, en donde no solo rechazamos el proyecto de ley de
reformas laborales a los trabajadores del turismo, sino que también
hacemos entrega de nuestra propuesta..
Una
de las principales obligaciones de la organización sindical es la
referida al apoyo permanente que se debe dar al proceso de negociación
colectiva. A los dirigentes nos asiste el deber de conversar con
dirigentes y trabajadores respecto de los errores que se cometen,
particularmente en las huelgas que se hacen efectivas, única manera para
ir haciendo correcciones que en mediano o largo plazo posibiliten
victorias.
He
creído importante exponer algunas deficiencias que hemos conocido en el
ultimo tiempo, tomando solo el resguardo de no dar el nombre de las
empresas, por que a fin de cuentas los trabajadores deben ir aprendiendo
de los errores para fortalecerse y avanzar.
Lo primero que salta a la vista es la falta de participación, el desgano con que algunos se incorporan a la huelga.
Sucede
que se está tomando casi como una continuación del turno que se cumple
al interior de la empresa. Esto hace que se llegue tarde o no se
participe de algunas actividades, que se retiren tempranamente e incluso
que se nieguen a pedir monedas o participar de alguna de las
comisiones.
No
es bueno trabajar en contra, no es bueno ir conversando por ahí de que a
lo mejor hay que reincorporarse, que los dirigentes no lo hacen bien,
etc. Esto solo tiene valor si se discute en el colectivo.
Sin
embargo lo mas grave es tratar de violentar las cajas o tarros en los
que se piden monedas, o pedirlas por las libre para alimentarse a
escondidas.
Por
último hay que terminar de una vez con la mala costumbre de ingerir
alcohol, o realizar acciones de todo tipo que no hayan sido resultas por
la mayoría.
Esto solo pone en riesgo la unidad del grupo y lesiona gravemente la disciplina.
Solo
aquellos que actúan unidos y van resolviendo en reuniones periódicas
los pasos a seguir, son los que consiguen victorias, de manera que el
llamado es a profundizar la educación sindical y a no olvidar nunca que
los resultados van a permitir que las familias tengan un mejor pasar
futuro, a la vez que van a acerar la organización para las luchas
futuras.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE
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