15/01/2017 |
Por Mario López M.
El 22 de enero de 1982, el país se conmocionaba por la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva. Inesperado a sus 71 años de edad y por tratarse la operación a que se había sometido, a una de bajo riesgo. El tesón de la familia y su círculo más cercano, sumado a las confesiones de agentes que conocieron o participaron de los hechos, permitieron descubrir que no se trataba de un accidente, lo asesinó la dictadura, cruelmente.
Hoy, 35 años después del magnicidio, se alista el nuevo cierre de la investigación. Los poderes fácticos tras el crimen han logrado cerrar las puertas a descubrir a todos aquellos que participaron. Solo algunos responderán.
Ya se conoce cómo lo asesinaron, untando sus heridas con productos químicos elaborados por la DINA de la mano del químico Eugenio Berríos, quien fuera eliminado por agentes del propio organismo de seguridad para que no revelara lo que sabía de este y otros asesinatos similares.
También se conoce el nombre de quienes actuaron directamente sobre las heridas del exmandatario, médicos que violando su promesa de Hipócrates le dieron muerte. Igualmente se sabe que su chofer, hombre de confianza de Frei en realidad trabajaba para la DINA y la CNI, entregando vitales antecedentes que permitieron seguir los pasos del expresidente y asestarle así los zarpazos de muerte al ingresar este a la clínica Santa maría, para un procedimiento que debía ser de rutina y donde operaron con total libertad e impunidad para cometer sus fechorías.
Reabrir heridas una y otra vez
Años de acuciosa investigación de magistrados y enorme paciencia de familiares han logrado desenvolver en parte la madeja. A principios de año se había -una vez más-, reabierto la causa por el magnicidio. La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió ordenar nuevas diligencias a petición de la defensa encabezada por el abogado de DDHH Nelson Caucoto. La investigación por la muerte del expresidente Frei Montalva había sido cerrada en julio de 2015 por el ministro Alejandro Madrid.
Los antecedentes acompañados por la familia y que estimaban claves para que se continuara con las diligencias. Lo que se pretendía con ello era establecer las responsabilidades de quiénes estuvieron detrás de la muerte de Frei Montalva, no solo de sus ejecutores materiales. Cada reapertura y cierre de sumario asesta un duro golpe a las familias de las víctimas, esta no es una excepción.
Duro peregrinar
Hoy se encuentran procesadas por su responsabilidad en el magnicidio seis personas. En calidad de autores del delito de homicidio están el médico Patricio Silva Garín, el chofer de Frei e informante de la CNI, Luis Becerra Arancibia, y también el ex agente de la DINA Raúl Lillo Gutiérrez. Como cómplices se encausó al médico DINA Pedro Valdivia Soto y, como encubridores a Sergio González Bombardiere y Helmar Rosenberg Gómez, ex médicos del Departamento de Anatomía Patológica del Hospital Clínico de la Universidad Católica.
Al ex presidente, Eduardo Frei Montalva lo asesinaron con Talio y Gas Mostaza, según estableció el magistrado Madrid. Concluyentes informes periciales se lograron armar sobre la base del pelo y algunos de los restos que pudieron ser recuperados del cadáver del ex primer mandatario. Médicos agentes de la dictadura se habían preocupado de sacar los órganos vitales de manera secreta y esconderlos por 20 años en dependencias del Hospital Clínico de la UC.
"Cuando nosotros iniciamos acciones judiciales y nos querellamos, entramos a descubrir la verdad a propósito de la causa de Berríos, nosotros somos parte del caso Berríos. Luego que avanzó la investigación del juez Madrid, el crimen de mi padre se separó del caso Berríos, siendo íntimamente relacionado y ello porque Berríos era un genio loco que produjo las bacterias, toxinas y otros productos químicos que incluso comercializaron en el exterior. De hecho cuando el juez Madrid incautó documentos de la casa de los padres de Berríos, allí se encontró documentación referida a mi padre. Está muy unido todo, es más, la persona que saca a Berríos de Chile y lo lleva hasta Uruguay, es (el exagente de la CNI y DINE) Raúl Lillo, que ahora está procesado por el magnicidio", señaló a Cambio21 la exsenadora e hija del exmandatario, Carmen Frei.
Un hombre que se anticipó a los tiempos
Chile discute cincuenta y tres años después que Frei Montalva asumiera su gobierno, importantes reformas estructurales para poner fin a la iniquidad. Él llevó adelante un proceso de grandes cambios para su época que fueron igual de resistidos e incomprendidos como ahora, sin embargo Chile no sería igual sin aquellas profundas transformaciones sociales en agricultura, educación, salud, vivienda y propiedad de recursos naturales, entre otras. Más allá de ideologismos propios de aquel momento o de legítimas y críticas miradas a lo acontecido durante la época histórica que le tocara vivir, Frei Montalva es reconocido, incluso por adversarios, como un estadista visionario que llevó al país por una senda de reformas en libertad.
Eduardo Frei encarnó las demandas de campesinos, obreros y estudiantes y las plasmó en importantes cambios estructurales, resistidos por los sectores poderosos en el país, los mismos que hoy se oponen a las reformas. En su administración, más de 150 mil campesinos fueron beneficiados por la Reforma Agraria, que limitó el latifundio y dio propiedad a quienes trabajaban la tierra y de paso aumentó la superficie cultivable del país en un 60%. En paralelo se construyeron importantes obras de regadío, como los embalses El Yeso y La Paloma y los canales del Maule sur y Bío-Bío sur. De paso se fomentó y hasta se cuadruplicaron las plantaciones de árboles en el país, favoreciéndose la industria de la celulosa y la madera y entregando miles de empleos dignos.
También hubo un fuerte desarrollo en la actividad marítima comercial, la cual se potenció con importantes obras portuarias en Arica, Tocopilla, Antofagasta, Valparaíso, Coquimbo, San Vicente y Puerto Montt, entre otras. El transporte fue otra materia de avances, se implementaron más de 2000 carros en ferrocarriles, electrificándose el tendido. En materia vial se construyeron más de medio centenar de puentes incluido el más largo de Chile, el puente Bío-Bío, se pavimentó la carretera entre Arica y Puerto Montt y se marcó un hito con la construcción del túnel Lo Prado. De paso se ampliaron las redes de calles y avenidas en las urbes, dándose inicio a la construcción del Metro.
Revolución en libertad
No fue lo único. Se crearon aeropuertos en Concepción, Balmaceda, Aysén, Los Ángeles, Isla de Pascua y otros, inaugurándose el aeropuerto internacional de Pudahuel, que permitieron mejor conectividad país. Centrales como Rapel, Bocamina y Tocopilla, potenciaron la generación eléctrica. Además se crea Entel y su red de antenas, lo que moderniza las comunicaciones. También se creó Televisión Nacional de Chile. En materia minera se amplían las minas de Chuquicamata y El Teniente, duplicándose la producción de cobre. La nueva Ley de chilenización, permitió el control de hasta un 51% de la propiedad del cobre, hasta entonces en manos de capitales norteamericanos. El acero de Huachipato activó la producción nacional de automóviles y bienes de consumos en el país.
Se construyeron 45 nuevos hospitales en lugares como Talcahuano, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique, etcétera; tres mil nuevas escuelas; se contrataron 5000 profesores, lográndose la mayor tasa de escolaridad de América Latina. Se introdujo la Reforma Universitaria que adecuó a esas casas de estudio a la realidad científica de la época. Cerca de 18 mil organizaciones sociales, entre ellas sindicatos, juntas de vecinos y centros de madres, se crearon al amparo del desarrollo social y el estímulo del programa de promoción popular, entre otras obras.
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