Para el candidato presidencial:
José Antonio Kast.
PRESENTE.


“Estimado” candidato presidencial, quiero contarle una historia, para que cuando despierte de su insalubre ideología nazi, no esté tan perdido.
Yo también lo conocí desde pequeña a Miguel Krassnoff Martchenko. Él fue compañero de armas de mi padre. Nunca pensé que él sería el autor intelectual de su asesinato y que el me mandara a torturar siendo yo una niña.
Es fácil opinar desde su vereda. Es fácil decir que usted cree que no cometió todos esos crímenes. “Estimado” José Antonio, le pregunto si hubiera otro golpe de estado y a usted o a algunos de sus queridos los detuvieran, los torturan, violaran a su mujer e hijas. Ejecutan a sus padres y lanzan al mar sus cuerpos ¿Usted volvería a decir lo mismo, que Krassnoff no cree que es verdad las cosas que dicen de él?
Pues bien, yo le puedo dar fe de que es verdad. Mi testimonio y el de muchos otros hijos que viven los tormentos de que este asesino cometió. Señor Kast, usted nos ofende; le recuerdo que los violadores a los Derechos Humanos no por ser de la tercera edad pasan a ser victimas, son tan asesinos como lo fueron cuando jóvenes.
No hay noche que cuando cierro los ojos escucho gritos de mis compañeros. Cuando eran torturados, usted no sabe lo que es ser violada por milicos, si esos mismos que usted defiende que le apliquen corriente y para rematarla le disparen y lo arrojen al rió Mapocho como una perra.
Eso solo es una muestra de lo que es capaz de hacer su “inocente” amigo Krassnoff. Señor Kast, usted se está postulando a candidato presidencial, pero le rogaría que no nos siga ofendiendo con sus comentarios, insalubres dignos del tercer Reich, ya nos bastó y sobró con las declaraciones de quién usted apoya como candidata a diputada: Loreto Letelier.