Por Juana Leyton
El vocero no ha sido el único en arrepentirse, también lo hizo
Joaquín Lavín y Pablo Zalaquett. Claro que Chadwick reiteró su mea culpa
y se preguntó si quienes lo han descalificado ¿justifican lo ocurrido?.
El ministro vocero de gobierno, Andrés Chadwick, fue entrevistado en extenso por la revista Caras,
donde trató diversos temas. Entre ellos se refirió a su público
arrepentimiento por haber apoyado a la dictadura de Pinochet a propósito
de la "violación brutal de los derechos humanos".
Al ministro lo criticaron desde su partido político, la UDI,
partiendo por el presidente Patricio Melero, donde además se desmarcaron
de su posición, al indicar que fue expresada sólo a título personal.
"Algunos sí (se desmarcaron), otros me han entendido y la mayoría
respetado. Una opinión que para algunos es un gesto, para otros resultó
una deslealtad", admitió Chadwick.
El ministro insistió que él reconoce la "obra institucional y política de gobierno militar, pero eso no me quita decir que a las violaciones de los derechos humanos, no. A los que me han descalificado les pregunto: ¿Lo justifican, (...) lo repetirían, volverían a decir que es un costo? ¿Son admiradores del general (Manuel) Contreras (jefe de la DINA), del señor (Álvaro) Corbalán (jefe operativo de la CNI)?", expresó.
Frente a este nuevo mea culpa del vocero, bien vale la pena recordar que no ha el único adherente de la dictadura que ha mostrado arrepentimiento por los crímenes ocurridos durante el regimen de Pinochet.
Producto del homenaje al dictador, el cual generó un gran repudio por parte de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, así como de numerosas otras organizaciones defensoras de los derechos humanos, además de Chadwick lo hizo también el ministro Joaquín Lavín y el alcalde de Santiago Pablo Zalaquett, todos de la UDI.
Orgullosos por la transformación
Frente al arrepentimiento del vocero, el diputado Arturo Squella (UDI), dijo a Cambio21 que "creo que para arrepentirse hay que haber hecho o dejado de hacer algo, me da la impresión que no es el caso de Andrés Chadwick en el sentido de que no sé si está tan en lo correcto en arrepentirse y hacer un mea culpa. Ahora si es que se refiere a condenar las violaciones a los derechos humanos, por cierto que todos quienes de esa generación tuvieron un rol importante en el gobierno militar, tienen todo el derecho del mundo a condenar la violación a los derechos humanos pero al mismo tiempo a sentirse orgullosos de la transformación del país que se generó en esos años".
"No hay un error en separar las cosas. Una es la transformación del país y la otra es condenar la violación a los derechos humanos. No me meto en la conciencia de las personas, ellos verán si es que hicieron algo errado o si dejaron de hacer algo, que se arrepientan, siempre es tiempo para arrepentirse. Pero me da la impresión de que ellos (los otros arrepentidos como Lavín y Zalaquett) se están refiriendo a la participación general en el gobierno militar de una generación completa, y la verdad es que los invitaría a sentirse orgullosos de la contribución que hicieron para transformar el país", manifestó el parlamentario.
Reconocer los errores lo enaltece
Sobre este tema Cambio21 conversó también
con el diputado Pedro Pablo Browne (RN), quien frente a hechos de
arrepentimiento como el de Chadwick, señaló que "creo que si él ha
reiterado su mea culpa será porque es de verdad, no es una
declaración de buenas intenciones sino algo un poco más profundo, que él
ha reflexionado y se da cuenta que ciertas cosas que ocurrieron en
nuestro país, son obviamente repudiables".
"Creo que más allá de las diferencias políticas y de los momentos difíciles que podamos vivir en nuestro país, hay ciertas cosas que tenemos que respetar siempre: la dignidad de las personas, el respeto por los derechos humanos y eso es intransable para poder conseguir una sociedad sana y que crezca en entendimiento y con comprensión de las diferencias", acotó el parlamentario..
El diputado por último señaló que "las personas que son capaces de arrepentirse y de reconocer los errores frente a los demás se enaltecen y se engrandecen porque nunca es fácil mirar a la cara cuando uno se ha equivocado y pedir disculpas. La verdad es que lo felicito por la actitud y creo que es un paso para que podamos ir cerrando heridas y un capítulo de la historia que aún nos divide. Lo importante es que nuevas generaciones no sigan marcadas por esa división y para eso cada uno debe asumir su responsabilidad y sus culpas de lo que nos llevó a esa división tan grande en nuestro país y evidentemente a que nunca más en nuestro país tengamos violaciones a los derechos humanos", concluyó Browne.
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