Por Pilar González
Parlamentarios de la oposición, académicos y organizaciones
defensoras de los derechos humanos en Chile reivindicaron la misión del
Museo de la Memoria, tras embestida contra ese espacio de sectores de
derecha, como la Directora de Biblotecas, Archivos y Museos, Dibam,
Magdalena Krebs
Uno
de los temas más polémicos y comentados en las redes sociales de
Twitter y Facebook en torno a los derechos humanos fueron las
declaraciones emitidas por la directora de Bibliotecas, Archivos y
Museos (Dibam), Magdalena Krebs, quien denostó al Museo de la Memoria
por no contener en sus muestras "la explicación" de los hechos que
dieron origen al golpe de Estado.
"A la luz de la contingencia que vivimos hoy, sería una gran
contribución que el Museo explicara los hechos anteriores al golpe, pues
pondría una nota de atención sobre los límites, la necesidad de cuidar
las formas, y los procedimientos democráticos", afirmó la funcionaria.
Dichos que provocaron de inmediato diversas reacciones. De hecho,
Parlamentarios de la oposición, académicos y organizaciones defensoras
de los derechos humanos en Chile reivindicaron la misión del Museo de la
Memoria, tras la embestida contra ese espacio de sectores de
ultraderecha.
Ante tales declaraciones el director de la entidad, Ricardo Brodsky,
más los parlamentarios Guillermo Teillier (Partido Comunista) y Jaime
Quintana (Partido Por la Democracia) defendieron la existencia del Museo
como un lugar que deja constancia de los horrores vividos durante la
dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En diálogo con Cambio21, Brodsky agregó que
"es un debate que ha sido bueno, en el sentido que permite a una
institución como el Museo de la Memoria explicitar ante la sociedad su
opción, que siempre es bueno que se discutan estas cosas, lo peor que
hay son los consensos del silencio y lo mejor es tener un debate franco,
abierto y respetuoso".
Además se refirió a las palabras del Instituto de Derechos Humanos,
quien a través de su directora, Lorena Fríes, catalogó como una
"operación" las palabras contra el Museo. Ante este escenario, Brodsky
indicó que "para mi es un debate, el cual no se merece ser catalogado de
"operación". Lo complejo es que Magdalena (Krebs) haya opinado como la
directora de la Dibam, porque da la impresión que fuera el gobierno el
que estuviera detrás de esto, y a nuestro juicio es una opinión
personal".
"En la sociedad chilena existen sectores que quieren reivindicar el
gobierno de Pinochet. Si bien no son sectores demasiado relevantes o
mayoritarios, lo aceptamos; toda la sociedad debe ver como recibe esta
intención política", recalcó Brodsky.
En cuanto al balance que dejaron los dimes y diretes -incluida una
polémica a través de cartas en los medios de comunicación- el encargado
del Museo de la Memoria mencionó que "sin duda es positivo que podamos
sacar conclusiones de este debate, que ha permitido que mucha gente se
manifieste solidariamente hacia el Museo y que la institución ratifique
su visión y sentido en la sociedad del país", recalcando a continuación
el apoyo mostrado a través de las redes sociales, donde Twitter se
transformó en el principal, solicitando la renuncia de Krebs.
"Aún existe una falta de tolerancia muy alta hacia el Museo pero
incluso así deben aceptarlo y aunque busquen justificar lo que sucedió
con el golpe de Estado, deben aceptarlo", explicó el director de la
institución.
Finalmente y sobre la actitud que ha tomado el gobierno en temas de
derechos humanos, recalcó que "ha reaccionado fríamente, es decir nos
acepta con indiferencia, y eso no es bueno. El Estado debería meterse en
estos temas con el fin de orientar a los chilenos".
Un dato no menor, es que la familia de Magdalena Krebs abandonó el país tras el triunfó del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende (1970-1973) y sólo retornó tras el golpe de Estado.
Museo de la Memoria
En su discurso del 21 de mayo de 2007 ante el Congreso pleno, la ex
presidenta Michelle Bachelet anunció la construcción de un museo de la
memoria, y un mes más tarde se llamó a concurso público para seleccionar
un diseño arquitectónico para éste. En 2008 se hace el concurso para
elegir a la empresa de museografía que se encargará del museo, siendo
escogida Árbol de Color S.A.
La primera piedra fue puesta por la ex Presidenta Bachelet -quien
también fuera víctima de tortura en la dictadura de Pinochet- el 10 de
diciembre de 2008. El material y documentación con que se armó el museo
fue entregado en gran parte por la organización "Casa de la Memoria",
cuya donación se materializó oficialmente el día 16 de junio de 2009 en
el Palacio de La Moneda.
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