Bachelet y las posibles protestas en las calles: El Partido Comunista con Camila Vallejo es "un activo" para el futuro Gobierno, dicen analistas

|
Por Luis Casanova R.
En opinión del sociólogo Alberto Mayol, "el proyecto de Bachelet todavía no adquiere las características para poder detener no solamente la calle". En respuetsa, el analista de la Universidad Central, Marco Moreno, dijo que el liderazgo de Bachelet "le permitirá establecer los límites y poner las reglas y los filtros en la relación con los partidos".

Incluso antes de que la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, derrotara a la abanderada de la Alianza, Michelle Bachelet, en la segunda vuelta del pasado domingo, las presidentas de las federaciones de estudiantes de las universidades de Chile (FECH) y Católica (FEUC), Melissa Sepúlveda y Naschla Aburman, habían notificado que durante 2014 los jóvenes "volverán a salir a las calles y con más fuerza, para mostrar que el movimiento está abierto" y que, además, estarán "atentos desde el primer día" a la prioridad que le darían las nuevas autoridades a las demandas educacionales.

Ante este dato concreto, el sociólogo de la Universidad de Chile, Alberto Mayol, manifestó que "el proyecto de Bachelet todavía no adquiere las características para poder detener no solamente la calle, sino que la necesidad de los chilenos de satisfacer un conjunto de demandas que los compatriotas sienten que están en deuda".

"Y eso es muy complicado, porque en el fondo estamos atrasados. No es que haya que hacer muchos cambios, sino que además estos se tienen que efectuar de suma urgencia, en rigor antes. El asunto va más allá de la calle, dado que resulta que todo va a ser muy rápido. La sensación que dice relación con que Bachelet -desde que aterrizó- es un poco la presidenta de la República, hace que cuando sea marzo y tenga tres o cuatro días en el mando, para la subjetividad de toda la población, ya va a llevar mucho tiempo, y eso no va a ser sencillo resolverlo", explicó en diálogo con Cambio21.

Sin perjuicio de lo anterior, el Partido Comunista, por mucho que hoy no tenga el control de las directivas universitarias que lucía hasta hace no mucho tiempo con Camila Vallejo a la cabeza, para Mayol, es "un activo para Bachelet y la Nueva Mayoría".

A su juicio, "es el único grupo que tiene aún alguna conexión (que es cada vez menor) con sectores sociales, a saber, sindicatos, federaciones, etc. En cambio, los demás partidos no tienen ninguna vinculación con los sectores sociales que le dieron origen y que los fundamentan. De eso deriva la alta abstención, de la falta de raíz social", remató.

Partidos alineados


Por su parte, el analista Marco Moreno, explicó que el liderazgo de Bachelet "va a ser muy fuerte y potente, dado que quedó absolutamente empoderada luego de la brecha que marcó en la votación, lo que le permitirá establecer los límites y poner las reglas y los filtros en la relación con los partidos".

"Por lo tanto, ella tiene una posición inmejorable para imponer como condición sine qua non para ser parte del equipo ejecutivo, tanto en el gobierno central como en las intendencias, una adscripción y un alineamiento total hacia su programa, de tal forma que no existan disidencias o posiciones doctrinarias o personales en los temas que son controversiales, como los valóricos y el lucro en la educación", agregó en diálogo con este diario.

En opinión del decano de la Universidad Central, "tal como en el caso de Matthei, donde uno no puede atribuir la derrota a su responsabilidad, con Bachelet se debe explicar su victoria con su figura, lo que se grafica con la alta votación que logró en las zonas más afectadas por el terremoto del 27F en primera y segunda vuelta".

"Lo que sí -cuestionó-, es que tendrá que dosificar su liderazgo, en el sentido de si va a hacer un gobierno bacheletista -con sus incondicionales y personal de confianza- o si va a apostar por una gestión con una coalición que querría tener espacios de representación".